viernes, 1 de octubre de 2010

Lunes, 25 de octubre de 2010

“LIBERÉMONOS DE NUESTRAS ATADURAS”

PRIMERA LECTURA
EFESIOS 4,32-5,8

“VIVAN EN EL AMOR DE CRISTO”

Sean buenos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Ustedes antes vivían en la oscuridad, pero ahora, por estar unidos al Señor, viven en la luz. Pórtense como quienes pertenecen a la luz. Sean buenos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.

REFLEXIÓN
Al pensar en las cosas que podemos reflexionar desde la Palabra del Señor podría ser pensar un poco en la imagen del jefe de la Sinagoga gritando a los presentes el por qué acudían a Pablo y en él a Jesús, e imaginarnos, en la misma actitud, al párroco de nuestra iglesia regañando a los niños porque ríen en el templo o a los papás porque no sacan al bebé que llora y le interrumpe su celebración, o increpando a los que hablaron sin ser todavía el momento de hacerlo, o a los que llegaron tarde a la Eucaristía, o regañando a los que no van. También muchos de nosotros somos demasiado apegados a las normas, a veces sin darnos cuenta, y olvidamos la libertad con la que Jesús asimiló la ley.
Todas esas ataduras que nos vamos creando por el apego a costumbres que nos impiden un acercamiento a las personas, son las mismas ataduras con las que el mal tenía maniatados a los cristianos de la época de Jesús y a los de la comunidad de Éfeso. Andamos a veces encorvados por el peso de nuestros egoísmos, ambiciones, pasiones, apegos, etc. La oración que nace del corazón nos devuelve la alegría y la capacidad de andar erguidos.

R: Seamos imitadores de Dios, como hijos queridos.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 13,10-17

“¿NO HABÍA QUE SOLTARLE LAS ATADURAS DEL SÁBADO?”

Un sábado Jesús se había puesto a enseñar en una sinagoga; y había allí una mujer que estaba enferma desde hacía dieciocho años. Un espíritu maligno la había dejado jorobada, y no podía enderezarse para nada. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo:
Mujer, ya estás libre de tu enfermedad.
Entonces puso las manos sobre ella, y al momento la mujer se enderezó y comenzó a alabar a Dios. Pero el jefe de la sinagoga se enojó, porque Jesús la había sanado en sábado, y dijo a la gente:
Hay seis días para trabajar; vengan en esos días a ser sanados, y no en sábado.
El Señor le contestó:
Hipócritas, ¿no desata cualquiera de ustedes su buey o su burro en sábado, para llevarlo a tomar agua? Pues a esta mujer, que es descendiente de Abraham y que Satanás tenía atada con esta enfermedad desde hace dieciocho años, ¿acaso no se la debía desatar aunque fuera sábado?
Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron avergonzados; pero toda la gente se alegraba al ver las grandes cosas que él hacía.

REFLEXIÓN
El relato del evangelio de hoy es exclusivo de la comunidad lucana, y en él nos muestra el significado del Reino de Dios aconteciendo en la realidad humana el Reino es exclusivo de Dios y los pobres. La mujer de la cual nos habla hoy el evangelio, ésta “pequeña” del Reino que responde al poder de Dios en su vida alabándolo, muestra que la acción salvífica de Dios manifestada en Jesús a través de la curación de esta mujer, está en oposición a los dirigentes religiosos, cuya visión sobre cuándo y cómo puede actuar Dios les restringe el enfoque ante la presencia del Reino y la exigencia de transformar su vida en función de la salvación y liberación humanas.
La acción misericordiosa de Jesús es cumplir y llevar a plenitud el designio salvífico manifestado a los profetas del Antiguo Testamento: Devolver la vista a los ciegos liberar a los cautivos de la opresión del mal y poner en práctica la misericordia divina, superando las barreras de las leyes y normas que oprimen al ser humano.
Jesús nos exige hoy el reconocimiento de la libertad y la soberanía de Dios en nuestras vidas para que esta actitud nos posibilite una entrega al servicio de la solidaridad y la justicia del reino.

PARA REFLEXIONAR
¿Qué ataduras me impiden relacionarme con alegría y libertad?
¿De qué tengo necesidad de ser liberado?

ORACIÓN
Mírame, Señor, fíjate en mis enfermedades, pronuncia sobre mi Palabras de liberación, hazme nuevo, reconstruye mi ser. Amén.

1 comentario:

  1. Ssñor hoy te presentamos la pareja de Cata y Mau en su segundo aniversario de matrimonio para que los sigas llenando de tu luz y de tu sabiduría, que tu Palabra sea làmpara a sus pies para que siempre vayan por el camino del bien.

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