“EL SACRIFICIO DE CADA DÍA”
REFLEXIÓN
SALMO RESPONSORIAL: 95
R: Escucharemos tu voz, Oh Señor.
SEGUNDA LECTURA
SEGUNDA DE TIMOTEO 1, 6-14
REFLEXIÓN
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 17, 5-10
REFLEXIÓN
PARA REFLEXIONAR
¿Reconozco el sacrificio de amor silencioso que muchos hacen cada día por mí?
¿Soy justo y misericordioso en el trato con los demás?
ORACIÓN
PRIMERA LECTURA
HABACUC 1,2-3, 2,2-4
“EL JUSTO VIVIRÁ POR SU FE”
Señor, ¿hasta cuándo gritaré pidiendo ayuda sin que tú me escuches? ¿Hasta cuándo clamaré a causa de la violencia sin que vengas a librarnos? ¿Por qué me haces ver tanta angustia y maldad? Estoy rodeado de violencia y destrucción; por todas partes hay pleitos y luchas.
El Señor me contestó:
"Escribe en tablas de barro lo que te voy a mostrar, de modo que pueda leerse de corrido. Aún no ha llegado el momento de que esta visión se cumpla; pero no dejará de cumplirse. Tú espera, aunque parezca tardar, pues llegará en el momento preciso. Escribe que los malvados son orgullosos, pero los justos vivirán por su fidelidad a Dios."
REFLEXIÓN
Las palabras del profeta Habacuc se identifican con las que en muchas ocasiones nosotros dirigimos a Dios. Como él interpelamos al Señor por las injusticias que vemos y, más aún, cuando éstas nos afectan; lo hacemos ante las calamidades que ocurren, algunas veces por los procesos propios de la naturaleza, otras por la destrucción a la que la han sometido nuestras manos. Sentimos que Dios no hace nada, pedimos que haga y diga algo y, en efecto, Él responde señalando la suerte que les espera a los malvados y opresores. La existencia continua siendo asistida por la mano del creador, Dios actúa para bien incluso en aquello que nos parece devastador. El Dios de la Historia y la Creación hace hoy y siempre un llamado a la justicia, a la fidelidad y a la confianza. Dios se encuentra con el hombre en la justicia, en la resistencia pacífica y en la esperanza del ser humano en Él.
SALMO RESPONSORIAL: 95
R: Escucharemos tu voz, Oh Señor.
SEGUNDA LECTURA
SEGUNDA DE TIMOTEO 1, 6-14
“NO TE AVERGUENCES DE DAR TESTIMONIO DE NUESTRO SEÑOR”
Por eso te recomiendo que avives el fuego del don que Dios te dio cuando te impuse las manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio. No te avergüences, pues, de dar testimonio a favor de nuestro Señor; ni tampoco te avergüences de mí, preso por causa suya. Antes bien, con las fuerzas que Dios te da, acepta tu parte en los sufrimientos que vienen por causa del evangelio. Dios nos salvó y nos ha llamado a formar un pueblo santo, no por lo que nosotros hayamos hecho, sino porque ese fue su propósito y por la bondad que ha tenido con nosotros desde la eternidad, por Cristo Jesús. Esa bondad se ha mostrado gloriosamente ahora en Cristo Jesús nuestro Salvador, que destruyó el poder de la muerte y que, por el evangelio, sacó a la luz la vida inmortal.
Dios me ha encargado de anunciar este mensaje, y me ha enviado como apóstol y maestro. Precisamente por eso sufro todas estas cosas. Pero no me avergüenzo de ello, porque yo sé en quién he puesto mi confianza; y estoy seguro de que él tiene poder para guardar hasta aquel día lo que me ha encomendado.
Sigue el modelo de la sana enseñanza que de mí has recibido, y vive en la fe y el amor que tenemos gracias a Cristo Jesús. Con la ayuda del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida de la buena doctrina que se te ha encomendado.
REFLEXIÓN
La fe que acompaño al profeta en al 1ra lectura para ser sensible a las respuesta de Dios, es la misma con la que el apóstol pablo anima a sus comunidades, y en este caso a su discípulo Timoteo. Por la fe en Cristo no considera cualquier penalidad que pueda sufrir como un fracaso, por el contrario se ve fortalecido por la presencia del Espíritu Santo que habita en él. El mismo espíritu nos ha sido dado también para que con valentía demos testimonio de Cristo en cualquier ambiente. Ante la situación tan compleja, adversa y confusa de esta crisis mundial, los carismas del Espíritu del resucitado se nos dan para dirigir y animar a la comunidad humana con valentía dando testimonio de la liberación y salvación del Señor. Dichos dones recibidos de la gracia de Dios, son también tarea humana, y necesitan ser cultivados y renovados constantemente para evitar caer en el absurdo y en la desesperanza.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 17, 5-10
“SI TUVIERAN FE COMO UNA SEMILLA DE MOSTAZA”
Los apóstoles pidieron al Señor:
Danos más fe.
El Señor les contestó:
Si ustedes tuvieran fe, aunque solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol: 'Arráncate de aquí y plántate en el mar', y les haría caso
El deber del que sirve
"Si uno de ustedes tiene un criado que regresa del campo después de haber estado arando o cuidando el ganado, ¿acaso le dice: 'Pasa y siéntate a comer'? No, sino que le dice: 'Prepárame la cena, y dispónte a atenderme mientras yo como y bebo. Después podrás tú comer y beber.' Y tampoco le da las gracias al criado por haber hecho lo que le mandó. Así también ustedes, cuando ya hayan cumplido todo lo que Dios les manda, deberán decir: 'Somos servidores inútiles, porque no hemos hecho más que cumplir con nuestra obligación.' "
REFLEXIÓN
En el trabajo por la instauración de una sociedad más justa, solidaria y fraterna, se corre el riesgo de desviarse del camino, de sentirse protagonista desplazando a Dios del centro de la vida, incluso se puede llegar a proclamar valores diferentes con tal de sacar algo de provecho personal. El verdadero discípulo no ha de perder de vista que es servidor encargado de un deber al cual dedica todas sus fuerzas sin esperar más recompensa que la satisfacción por la misión cumplida. Muchas personas que vemos cada día viven como este siervo del evangelio de hoy, madres, padres, que trabajan todo el día para conseguir el sustento de sus hijos y cuando llegan a casa no es a sentarse para que les sirvan sino a continuar trabajando, a preparar la comida, a ayudar a sus hijos con sus tareas, a poner orden, etc., y llegan a la noche tal vez sin recibir un agradecimiento, así es el trabajo por el Reino de Dios.
El evangelio nos recuerda hoy que los discípulos del Maestro estamos exigidos o llamados a una constante renovación de la vida interior para poder cumplir con el mandato fundamental de la misión de Jesús: el servicio al Reino, que sólo es posible desde la lucha por la dignificación y la humanización de la persona. Servicio al Reino que es, ante todo, la búsqueda e instauración de una nueva sociedad más justa y solidaria.
Por tanto, los discípulos necesitamos cultivar una fe más profunda en el Dios de Jesucristo y en su proyecto de vida.
La eficacia de esta misión evangélica no se mide por la espectacularidad de las obras, sino por el compromiso de hacer de este mundo una realidad alternativa de cambio para todos.
PARA REFLEXIONAR
¿Reconozco el sacrificio de amor silencioso que muchos hacen cada día por mí?
¿Soy justo y misericordioso en el trato con los demás?
ORACIÓN
Señor Jesucristo, sin ti nada somos, nada podemos, nada valemos. Somos siervos inútiles, nacidos en la enemistad, últimos de los hombres y primeros de los pecadores. Sea para nosotros la vergüenza y la confusión, y sólo para ti la gloria, la alabanza y el honor por siempre. Señor Jesús, ten misericordia hoy de nosotros, y ayúdanos en este nuevo día a vivir, aceptar y saber ofrecerte las dificultades que tengamos que afrontar. Amén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: