jueves, 1 de septiembre de 2011

Viernes, 30 de Septiembre de 2011

“DESCONOCER LAS ESCRITURAS ES DESCONOCER A CRISTO”


PRIMERA LECTURA
BARUC 1,15-21


“PECAMOS CONTRA EL SEÑOR NO HACIÉNDOLE CASO”


Confesemos que el Señor, nuestro Dios, es justo, y a nosotros nos abruma hoy la vergüenza: a los judíos y vecinos de Jerusalén, a nuestros reyes y gobernantes, a nuestros sacerdotes y profetas y a nuestros padres; porque pecamos contra el Señor no haciéndole caso, desobedecimos al Señor, nuestro Dios, no siguiendo los mandatos que el Señor nos había dado. Desde el día en que el Señor sacó a nuestros padres de Egipto hasta hoy, no hemos hecho caso al Señor, nuestro Dios, hemos rehusado obedecerle. Por eso, nos persiguen ahora las desgracias y la maldición con que el Señor conminó a Moisés, su siervo, cuando sacó a nuestros padres de Egipto para darnos una tierra que mana leche y miel. No obedecimos al Señor, nuestro Dios, que nos hablaba por medio de sus enviados, los profetas; todos seguimos nuestros malos deseos, sirviendo a dioses ajenos y haciendo lo que el Señor, nuestro, Dios reprueba.

REFLEXIÓN
Baruc, probablemente el secretario y hombre de confianza del profeta Jeremías, que se encuentra en Babilonia, con los desterrados, hacia el año 580 antes de Cristo.
Su oración está cargada de emoción y humildad. Abiertamente reconoce que todo el pueblo, empezando por los políticos y los sacerdotes, es culpable de lo que les está pasando por su infidelidad a la Alianza hecha con Yavhé.

Muchas veces nos preguntamos ¿por qué pasan cosas malas en el mundo, por qué no nos resultan nuestros planes, por qué nos persigue la calamidad, por qué Dios hace oídos sordos a tanto sufrimiento?. Es entonces, cuando debemos entrar en la intimidad de la oración y tomar conciencia de que en la mayor parte de males está puesta la mano del hombre.

Tenemos que aprender las lecciones que nos da la historia. Los períodos de decadencia de una persona o de la Iglesia se deben seguramente a muchas causas. Entre otras, nuestra propia dejadez y nuestra infidelidad para con Dios, Padre rico en misericordia que no nos trata como merecen nuestros pecados, sino que se compadece siempre de sus hijos. Sembramos vientos y recogemos tempestades. Olvidamos la base sólida del edificio y luego nos quejamos de que el primer ventarrón ha derrumbado sus paredes.

Por eso la oración de Baruc sigue siendo actual. Solemos excusarnos echando las culpas a los demás o las instituciones o al mundo que nos rodea. Pero entonar un mea culpa de vez en cuando, reconocer nuestras fallas, nuestra debilidad y nuestra culpa, no en el de los demás, nos ayuda a progresar en nuestra vida de fe.

SALMO RESPONSORIAL: 78
R. / Por el honor de tu nombre, sálvanos, Señor.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 10,13-16

"¡QUIEN ME RECHAZA A MI RECHAZA AL QUE ME HA ENVIADO!”


"¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho entre ustedes, ya hace tiempo que se habrían vuelto a Dios, cubiertos de ropas ásperas y sentados en ceniza. Pero en el día del juicio el castigo para ustedes será peor que para la gente de Tiro y Sidón. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás levantado hasta el cielo? ¡Bajarás hasta lo más hondo del abismo!
"El que los escucha a ustedes, me escucha a mí; y el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me envió."

REFLEXIÓN
En el momento en que Jesús decide entrar en Jerusalén, siente el rechazo en la ciudad de Samaria y se retira a otro poblado… Ahora lo encontramos hablando a las ciudades; en particular se dirige a Corozaín y Betsaida, ciudades de la provincia de Galilea cercanas al lago de Tiberíades.

Hasta ahora Jesús ha estado en la periferia; su predicación y misión iban dirigidas a quienes lo habían seguido en su itinerario. Así mimo, hace referencia a Tiro y Sidón, ciudades paganas en el extremo norte, en territorio fenicio; ciudades que no profesaban la fe en el Dios proclamado por Jesús, y que fueron testigos de la misericordia comunicada por Jesús.

La comparación es de dos en dos: si en Tiro y Sidón hubieran ocurrido los hechos acontecidos en Corozaín y Betsaida, hace tiempo hubieran aceptando el Reino.
Jesús habla de un juicio, un concepto conocido e interiorizado por los judíos, el cual será más ligero para las ciudades paganas que para quienes han visto el actuar a Jesús, ha experimentado de su amor y misericordia, de quienes han visto su Gloria.

PARA REFLEXIONAR
Mi ciudad y mi país, ¿merecen la advertencia de Jesús contra los pueblos de corazón endurecido?
¿Qué perfil del discípulo misionero aflora en la enseñanza de Jesús a los suyos?

ORACIÓN
Oh Dios, Tú que eres Señor de misericordia, dame la luz de tu Santo Espíritu para que al escuchar tu Palabra reconozca mi pecado y mis debilidades. Renueva mi mente, mi corazón y mi espíritu, Señor. Amén.

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