jueves, 1 de septiembre de 2011

Jueves, 1 de septiembre de 2011

“PESCADORES DE HOMBRES”

PRIMERA LECTURA
COLOSENSES 1,9-14


“FRUCTIFICARÁN EN OBRAS BUENAS”

Por esto nosotros, desde el día que lo supimos, no hemos dejado de orar por ustedes y de pedir a Dios que los haga conocer plenamente su voluntad y les dé toda clase de sabiduría y entendimiento espiritual. Así podrán portarse como deben hacerlo los que son del Señor, haciendo siempre lo que a él le agrada, dando frutos de toda clase de buenas obras y creciendo en el conocimiento de Dios. Pedimos que él, con su glorioso poder, los haga fuertes; así podrán ustedes soportarlo todo con mucha fortaleza y paciencia, y con alegría darán gracias al Padre, que los ha capacitado a ustedes para recibir en la luz la parte de la herencia que él dará al pueblo santo. Dios nos libró del poder de las tinieblas y nos llevó al reino de su amado Hijo, por quien tenemos la liberación y el perdón de los pecados.


REFLEXIÓN
Uno de los aspectos más interesantes de la primera lectura del día de hoy es el llamado hacia la plenitud. Creer es un ejercicio, un dinamismo. La vida cristiana no puede resumirse en "tener" fe, como quien posee algo que ha quedado bajo su poder. Más bien, ser cristiano, en la óptica de Pablo es quedar bajo el poder de la fe, es decir, entrar en un proceso que ha tenido su comienzo maravilloso cuando nos abrimos a la propuesta del amor de Dios, pero que debe perfeccionar ese comienzo hasta "llegar a conocer con plenitud su voluntad".
El tema de la "sabiduría espiritual" lo había tocado antes Pablo, en el contexto polémico de las Cartas a los Corintios. Es fácil, en efecto, caer en el error de convertir el cristianismo en un sistema de ideas, una especie de filosofía, y por ello Pablo entiende que no podemos agarrar la esencia, la nuez del cristianismo, si no es por gracia. Ser cristiano no es, o por lo menos no se limita a ser, un coleccionista de ideas que encajan bien unas en otras. Pablo ora por los colosenses, y por nosotros, porque sabe que sólo en la gracia y por la gracia podemos llegar a descubrir la verdadera sabiduría, esa que nos MUEVE a agradar al mismo Dios de quien la recibimos.
SALMO RESPONSORIAL: 97
R./ El Señor da a conocer su victoria.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 5,1-11


“DEJÁNDOLO TODO, LE SIGUIERON”


En una ocasión, estando Jesús a orillas del Lago de Genesaret, se sentía apretujado por la multitud que quería oir el mensaje de Dios. Jesús vio dos barcas en la playa. Los pescadores habían bajado de ellas a lavar sus redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó en la barca, y desde allí comenzó a enseñar a la gente. Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón:
--Lleva la barca a la parte honda del lago, y echen allí sus redes, para pescar.
Simón le contestó:
--Maestro, hemos estado trabajando toda la noche sin pescar nada; pero, ya que tú lo mandas, voy a echar las redes.
Cuando lo hicieron, recogieron tanto pescado que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros de la otra barca, para que fueran a ayudarlos. Ellos fueron, y llenaron tanto las dos barcas que les faltaba poco para hundirse. Al ver esto, Simón Pedro se puso de rodillas delante de Jesús y le dijo:
--¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!
Es que Simón y todos los demás estaban asustados por aquella gran pesca que habían hecho. También lo estaban Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús le dijo a Simón:
--No tengas miedo; desde ahora vas a pescar hombres.
Entonces llevaron las barcas a tierra, lo dejaron todo y se fueron con Jesús.

REFLEXIÓN
Las palabras de Jesús, que siempre están llenas de vida, a tal punto que toda la población se acerca a escuchar al maestro, tienen una particular relevancia: Jesús, acercándose a la cotidianidad y usando una nueva metodología que parte de la realidad y vuelve a ella, proclama el Reino de Dios de forma itinerante, yendo de un lugar a otro.
En esta ocasión se encuentra a orillas del lago contemplando, e invitando a contemplar, la faena de la pesca, para luego expresar su discurso; figura que Jesús asume y le da nuevo significado como símbolo del seguimiento al discipulado a partir de este encuentro con los pescadores de Galilea, con Pedro a la cabeza. Estos hombres lo dejan todo y deciden seguirle, deciden ir tras el Maestro, ser discípulos. Ser discípulo es quien se deja conducir, con docilidad y con el corazón libre , por el Señor de sus vidas. Con Jesús se reaprende la vida. Los discípulos y discípulas de Jesús debemos volver una y otra vez a este primer momento. Sólo así se renovarán nuestras vidas y se hará más intensa la fuerza de la misión confiada, fortalecidos con la Palabra del Maestro que nos llama a vivir seguros en Él.


PARA REFLEXIONAR
1. ¿A qué debo renunciar para ser discípulo según el corazón de Jesús ?


ORACIÓN
Señor como lo hicieron tus primeros discípulos, también abrimos nuestro corazón para que tu obres en nosotros, queremos abandonarnos en ti, que tu conduzcas nuestras vidas y sigas siendo el Señor de nuestra existencia. Amén.

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