jueves, 1 de septiembre de 2011

Domingo 18 de septiembre de 2011

“DEJANDO LA ENVIDIA Y SEMBRANDO EL AMOR”


Dios llama, Dios invita: ese es el mensaje de este domingo. Nuestro Dios no es uno que se queda cómodo en su casa feliz, ausente de la suerte de sus creaturas. Si Dios llama es porque nos ama. Nos llama porque le importamos.
El primer llamado que nos hizo Dios fue a la existencia, nos creó. Y nos creó libres, capaces de aceptar su voz o incluso de rechazarla. No sólo nos habló para crearnos, sino que nos guía o quiere guiarnos con su voz todos los días. A través de sus profetas Dios se deja oír, como lo hizo hoy por boca de Isaías diciendo: "¡que el malvado abandone su camino y el criminal sus planes!". La voz de Dios se dirige a todo nuestro ser. Por consiguiente, oigámosla, Él no apunta solamente a lo que hemos sido, sino que mira a lo que podemos llegar a ser.


PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 55,6-9


“SUS CAMINOS NO SON MIS CAMINOS”


"Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo, llámenlo mientras está cerca. Que el malvado deje su camino, que el perverso deje sus ideas; vuélvanse al Señor, y él tendrá compasión de ustedes; vuélvanse a nuestro Dios, que es generoso para perdonar. Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como la suya. Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de ustedes."

REFLEXIÓN
El texto del segundo Isaías centra su actividad profética en el tema de la consolación del pueblo desterrado. Pero el destierro fue por la desobediencia del pueblo y de sus dirigentes que se apartaron de Dios y quebrantaron la alianza. Sin embargo, Dios no abandona a su pueblo. Si el pueblo es infiel a la alianza, Dios permanece siempre fiel. Los caminos del Señor son muy distintos de los caminos humanos. El profeta insiste en la invitación a buscar al Señor. Hace un llamado a la conversión y al arrepentimiento porque Dios es Clemente y misericordioso y siempre está dispuesto al perdón. Los planes de Dios no son tan limitados y mezquinos como los de nosotros.


SALMO RESPONSORIAL: 144
R./ Cerca está el Señor de los que le invocan.


SEGUNDA LECTURA
FILIPENSES 1,20c-24.27ª


“PARA MI LA VIDA ES CRISTO”


Hermanos: Cristo será glorificado abiertamente en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, no sé qué escoger. Me encuentro en ese dilema: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros. Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo.
REFLEXIÓN
Pablo, en la carta a los Filipenses, plantea una seria disyuntiva: o morir para estar con Cristo o quedarse en medio de ellos para ayudarles en sus dificultades. Pablo, prisionero por Cristo, presiente que sus días ya están llegando a su fin. Perseguido, calumniado, encarcelado, azotado y despreciado de muchos ha vivido en su propia persona la pasión de su Señor. Consecuente con su predicación, si se ha esforzado por vivir el evangelio de Jesús, entonces es normal que corra la misma suerte que su maestro. Pero también tiene la plena convicción de participar de la gloria de la resurrección. Tanto su vida como su muerte está en función de Cristo. Si está vivo es para seguir anunciando el evangelio, si muere es para entrar en la plena comunión de los justificados por El. Así las cosas, Pablo siente que su misión ha llegado a su fin. Como Jesús, puede decir todo está cumplido. Pero a Pablo le queda la gran preocupación de la fragilidad de las comunidades, cuya fe está fuertemente amenazada por el ambiente cultural y religioso de las colonias del Imperio.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 20,1-16


“¿VAS A TENER TÚ ENVIDIA PORQUE SOY BUENO?”

"Sucede con el reino de los cielos como con el dueño de una finca, que salió muy de mañana a contratar trabajadores para su viñedo. Se arregló con ellos para pagarles el salario de un día, y los mandó a trabajar a su viñedo. Volvió a salir como a las nueve de la mañana, y vio a otros que estaban en la plaza desocupados. Les dijo: 'Vayan también ustedes a trabajar a mi viñedo, y les daré lo que sea justo.' Y ellos fueron. El dueño salió de nuevo a eso del mediodía, y otra vez a las tres de la tarde, e hizo lo mismo. Alrededor de las cinco de la tarde volvió a la plaza, y encontró en ella a otros que estaban desocupados. Les preguntó: '¿Por qué están ustedes aquí todo el día sin trabajar?' Le contestaron: 'Porque nadie nos ha contratado.' Entonces les dijo: 'Vayan también ustedes a trabajar a mi viñedo.'
"Cuando llegó la noche, el dueño dijo al encargado del trabajo: 'Llama a los trabajadores, y págales comenzando por los últimos que entraron y terminando por los que entraron primero.' Se presentaron, pues, los que habían entrado a trabajar alrededor de las cinco de la tarde, y cada uno recibió el salario completo de un día. Después, cuando les tocó el turno a los que habían entrado primero, pensaron que iban a recibir más; pero cada uno de ellos recibió también el salario de un día. Al cobrarlo, comenzaron a murmurar contra el dueño, diciendo: 'Estos, que llegaron al final, trabajaron solamente una hora, y usted les ha pagado igual que a nosotros, que hemos aguantado el trabajo y el calor de todo el día.' Pero el dueño contestó a uno de ellos: 'Amigo, no te estoy haciendo ninguna injusticia. ¿Acaso no te arreglaste conmigo por el salario de un día? Pues toma tu paga y vete. Si yo quiero darle a este que entró a trabajar al final lo mismo que te doy a ti, es porque tengo el derecho de hacer lo que quiera con mi dinero. ¿O es que te da envidia que yo sea bondadoso?'
"De modo que los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos."

REFLEXIÓN
En la parábola de los trabajadores descontentos con la paga se refleja el modo de actuar de Dios contrario a la mentalidad judía y contrario a nuestra mentalidad.

Entendamos que la gracia y la misericordia de Dios se contrapone a la mentalidad religiosa judía de los tiempos de Jesús. Frente a la teología del mérito del sistema religioso se opone la teología de la gracia predicada por Jesús. Desde esta perspectiva, la salvación no se alcanza solamente por méritos propios sino por la misericordia de Dios que nos la concede a pesar de que no la merezcamos. La salvación es dada por “gracia”, una muestra de amor y generosidad de Dios con nosotros, en lugar de ser un simple pago o salario por nuestras buenas obras, es ya una bendición de Dios.


La parábola de hoy nos habla de los obreros llamados a la viña del Señor, en ella hay un dueño y señor, una viña, unos obreros llamados al trabajo, unas horas concretas de vocación y una especie de salario que es igual para todos.
El dueño y propietario de todo y de todos es el Señor, nuestro Dios. Pero el tiene una viña, que es “el lote de su heredad”, la Viña en el antiguo testamento es Israel, su pueblo elegido que luego es rechazado por su infidelidad. La Viña del nuevo testamento en cambio representa al Reino de Dios. Los obreros de la viña somos todos nosotros, llamados a trabajar con decisión como “obreros del Reino” en medio del mundo. Con diferentes horas de llamada, quienes lo acogen y se comprometen con el Reino, para recibir todos el mismo salario de justicia y de amor, que es la salvación y la felicidad plena.
Miremos como Jesús usa además, algunos de los recursos "pedagógicos" que eran de uso frecuente entre los maestros rabinos, una expresión paradójica, "los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos" resulta fácil de recordar por su estilo y por la multitud de situaciones a los que pueden aplicarse. Los "primeros" en este caso son los que fueron contratados en primer lugar; consiguientemente, los "últimos" corresponden a los que llegaron al caer de la tarde. Para todos el poder trabajar fue en sí mismo un regalo, porque todos estaban perdiendo la vida sin dirección ni sentido, pero ese regalo dejó de serlo en la mente de aquellos que lo recibieron primero. Para ellos el regalo se volvió tedio, y la oportunidad, una tarea. Llegar de primeros no aumento su gratitud sino su capacidad de crítica y su sensibilidad al propio dolor o incomodidad. Por eso acabaron de últimos. A nosotros puede sucedernos lo mismo. En ocasiones sucede que quien ha tenido menos ocasiones de pecar no por ello cuenta en su balance más ocasiones para agradecer. Y pasa también que quien llevó una vida lejana al Señor cuando le descubre avanza más y mejor que los que siempre estuvieron cercanos a él.


ecordemos que al final lo importante no será “aguantar” el peso del día y del calor, sino sentirse orgullosos de trabajar como obreros del Reino en el mundo y en la historia, para recibir agradecidos el premio de la vida eterna, expresión pura del Amor y la generosidad de Dios.


PARA REFLEXIONAR
¿Cómo valoro e interpreto la respuesta final del dueño de la viña?
¿Mi actitud es de envidia con los demás cuando reciben beneficios que yo no tengo?


ORACIÓN
Concédenos Señor, entender que la Vida eterna en tu casa no será nunca un pago por nuestras obras buenas, sino un don abundante de tu amor y generosidad. Que trabajemos con alegría y decisión como “obreros del Reino”, pero que acojamos la Vida eterna como don generoso de tu liberalidad. Amén.


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