martes, 1 de febrero de 2011

Viernes, 18 de febrero de 2011

“CARGUEN SU CRUZ Y SÍGANME”

PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 11, 1-9

“VOY A BAJAR Y A CONFUNDIR LA LENGUA”

En aquel tiempo todo el mundo hablaba el mismo idioma. Cuando salieron de la región oriental, encontraron una llanura en la región de Sinar y allí se quedaron a vivir. Un día se dijeron unos a otros: "Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos en el fuego." Así, usaron ladrillos en lugar de piedras y asfalto natural en lugar de mezcla. Después dijeron: "Vengan, vamos a construir una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo. De este modo nos haremos famosos y no tendremos que dispersarnos por toda la tierra."
Pero el Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y pensó: "Ellos son un solo pueblo y hablan un solo idioma; por eso han comenzado este trabajo, y ahora por nada del mundo van a dejar de hacerlo. Es mejor que bajemos a confundir su idioma, para que no se entiendan entre ellos."
Así fue como el Señor los dispersó por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad. En ese lugar el Señor confundió el idioma de todos los habitantes de la tierra, y de allí los dispersó por todo el mundo. Por eso la ciudad se llamó Babel.

REFLEXIÓN
A diferencia del capítulo anterior en donde se mencionan los pueblos descendientes de Noé, en este relato de la Torre de Babel falta totalmente la cronología, ignoramos a qué tiempo se refiere y cuáles son los hijos de Noé que tomaron parte en este episodio de la vida del pueblo de Dios en sus orígenes.
El relato nos muestra el intento por edificar una ciudad que fuera el centro de su vida y de sus relaciones. La torre es semejante a un sikkurat de los que en Babilonia servían de templo y que por hipérbole se dice tocaba el cielo. Esta torre tendría por finalidad erigirse en un monumento que permitiría perpetuar la memoria de su nombre.
La continuación del episodio muestra cómo lo constructores están unidos y la unidad de lengua favorece la unión de los ánimos para emprender cosas grandes, sin embargo, comienzan, y si la empresa les sale bien, no tendrán límite en sus ambiciones. La unión engendra la fuerza y de ella suele nacer con frecuencia el orgullo para desafiar a Dios mismo (Is.19,18; Sof.3,9; Hech.2,5-11)
Pero hay un significado clave de la "confusión" de Babel. Cada uno creía estar en el mismo proyecto y estar trabajando por la misma meta, pero en realidad cada uno era cabeza de un imperio y suponía que los demás eran sus súbditos.
Babel es la imagen de una civilización que quiere construirse al margen de Dios, y en últimas, en contra suya. Tal arrogancia lleva a la confusión por incapacidad de entenderse unos con otros. Hay que escoger entre Babel, lugar de suicidio cultural, o la Jerusalén del Cielo, casa del plan de Dios.

SALMO RESPONSORIAL: 32
R: Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 8,34-9,1

“EL QUE PIERDA SU VIDA POR MÍ Y POR EL EVANGELIO LA SALVARÁ”

Luego Jesús llamó a sus discípulos y a la gente, y dijo:
--Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía y por aceptar el evangelio, la salvará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? O también, ¿cuánto podrá pagar el hombre por su vida? Pues si alguno se vergüenza de mí y de mi mensaje delante de esta gente infiel y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre y con los santos ángeles.
Jesús también les dijo:
--Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán hasta que vean el reino de Dios llegar con poder.

REFLEXIÓN:
Jesús, en el relato de ayer, vio en Pedro al mismo Satanás, pues la intención del discípulo, en ese momento, fue detener el camino del Maestro y no seguirlo. El texto de hoy nos explica qué significa seguir el camino de Jesús; para ello presenta una serie de características que identifican al verdadero discípulo, todas unidas a una exigencia fundamental: Negarse a sí mismo. Tomar la cruz, optar por Jesús, implica indiscutiblemente romper con toda clase de egoísmos y tendencias de poder; implica salir de sí mismo para ir al encuentro con Dios, que está presente en los hermanos. De ahí que el seguimiento sea un constante proceso de apertura a la acción de Dios, que se evidencia a través de la solidaridad y el amor por los otros; preocuparnos más por el otro significa que realmente Dios está actuando en nosotros, nos está salvando. Para Jesús, salvar significa liberar al ser humano de sus propios límites, sacarlo de su finitud y hacerlo partícipe activo de la infinitud de Dios.

PARA REFLEXIONAR:
¿Te consideras un(a) verdadero(a) discípulo(a) del Señor?
¿Cómo interpretas la frase negarse a si mismo?

ORACIÓN
Padre misericordioso, Tú que entregaste hasta a tu propio Hijo por amor a nosotros, te pedimos que con la fuerza del Espíritu Santo nos ayudes a olvidarnos de nosotros mismos para salir al encuentro de nuestros hermanos. Amén.

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