martes, 1 de febrero de 2011

Jueves 10 de febrero de 2011


“EL PODER DE LA FE”

PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 2,18-25

“DIOS LES HIZO HOMBRE Y MUJER Y SERÁN LOS DOS UNA SOLA CARNE”

Luego, Dios el Señor dijo: "No es bueno que el hombre esté solo. Le voy a hacer alguien que sea una ayuda adecuada para él." Y Dios el Señor formó de la tierra todos los animales y todas las aves, y se los llevó al hombre para que les pusiera nombre. El hombre les puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves y a todos los animales salvajes, y ese nombre se les quedó. Sin embargo, ninguno de ellos resultó ser la ayuda adecuada para él. Entonces Dios el Señor hizo caer al hombre en un sueño profundo y, mientras dormía, le sacó una de las costillas y le cerró otra vez la carne. De esa costilla Dios el Señor hizo una mujer, y se la presentó al hombre, el cual, al verla, dijo:
"¡Esta sí que es de mi propia carne y de mis propios huesos! Se va a llamar 'mujer', porque Dios la sacó del hombre."
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos llegan a ser como una sola persona.
Tanto el hombre como su mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos sentía vergüenza de estar así.

REFLEXIÓN

Dios es soberano al crear y por tanto la creación es lenguaje de su poder, su amor y su sabiduría. Eso hay que recordarlo cuando se habla de la diferencia y complementariedad entre hombre y mujer. Sus diferencias, y la dignidad que tienen en común, son queridas por Dios y han de permanecer como referencia de lo que significa ser humano.
Miremos el relato del Génesis, la mujer es una expresión del amor de Dios hacia el hombre. Su existencia es un regalo que produce una alegría singular; es una buena noticia. Paradójicamente esta noticia se ha entendido mal, algunos piensan que la mujer queda relegada a un lugar inferior, proveniendo de la costilla del hombre o porque de todos modos el hombre es primero y porque el ser de la mujer queda en dependencia de sentido con el ser del hombre diciendo que ella existe-para darle ayuda y compañía al varón. El autor en cambio quiere concluir en su relato que el hombre y la mujer pertenecen originalmente a una sola carne y es por eso que tienen que volver a encontrarse el uno en el otro en esa unidad.

SALMO RESPONSORIAL: 127
R: Dichosos los que temen al Señor.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 7, 24-30

“TAMBIÉN LOS PERROS COMEN DE LA MIGAJAS QUE LES CAEN DE LOS NIÑOS ”

De allí se dirigió Jesús a la región de Tiro. Entró en una casa, sin querer que nadie lo supiera; pero no pudo esconderse. Pronto supo de él la madre de una muchacha que tenía un espíritu impuro, la cual fue y se arrodilló a los pies de Jesús. La mujer no era judía, sino originaria de Sirofenicia. Fue, pues, y rogó a Jesús que expulsara de su hija al demonio. Pero Jesús le dijo:
--Deja que los hijos coman primero, porque no está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros.
Ella le respondió:
--Pero, Señor, hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan caer los hijos.
Jesús le dijo:
--Por haber hablado así, vete tranquila. El demonio ya ha salido de tu hija.
Cuando la mujer llegó a su casa, encontró a la niña en la cama; el demonio ya había salido de ella.

REFLEXIÓN:

Los destinatarios del evangelio de Marcos son, en su mayoría, comunidades paganas; por ello el autor se empeña en mostrar la fe firme y sencilla de los no judíos. La mujer que acude a Jesús representa a toda esta comunidad, que según los judíos, no era heredera directa de la salvación de Dios, era simplemente merecedora de “migajas”, pues la promesa de Dios era únicamente para el pueblo judío. Jesús, en un primer momento, asume esta manera de comprender la salvación; sin embargo, la mujer cananea, gracias a su fe sincera y fuerte, hace que Jesús abra su comprensión permitiendo que el mensaje de salvación se haga efectivo en tierras paganas. Es importante la confesión de fe de esta mujer. Ella llama a Jesús “Señor”, lo reconoce como salvador, diferenciándose, de esta manera, de otras personas que habían visto en Jesús a un hombre con un poder mágico y no a alguien que verdaderamente puede traer la salvación. La intención de Marcos es exhortar a la comunidad eclesial a tener siempre abiertas las puertas al mundo, pues el mensaje de salvación es para todos sin excepción.

PARA REFLEXIONAR

¿Mi fe hoy es comparable con la de la mujer griega del relato?

ORACIÓN

Señor hoy queremos seguir agradeciéndote por tu creación, nos hiciste hombre y mujer, una sola carne, complementarios, ayuda el uno para el otro, que podamos entender nuestra misión en medio de la diferencia viviendo en unidad y formando familias nuevas siguiendo tu dirección divina. Amén.

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