martes, 1 de febrero de 2011

Martes 8 de febrero de 2011

“ACTUALIZAR LAS TRADICIONES”

PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 1,-20-2,4a

“HAGAMOS AL HOMBRE A NUESTRA IMAGEN Y SEMEJANZA”

Luego Dios dijo: "Que produzca el agua toda clase de animales, y que haya también aves que vuelen sobre la tierra."
Y así fue. Dios creó los grandes monstruos del mar, y todos los animales que el agua produce y que viven en ella, y todas las aves.
Al ver Dios que así estaba bien, bendijo con estas palabras a los animales que había hecho: "Que tengan muchas crías y llenen los mares, y que haya muchas aves en el mundo."
De este modo se completó el quinto día.
Entonces Dios dijo: "Que produzca la tierra toda clase de animales: domésticos y salvajes, y los que se arrastran por el suelo."
Y así fue. Dios hizo estos animales y vio que todo estaba bien.
Entonces dijo: "Ahora hagamos al hombre a nuestra imagen. Él tendrá poder sobre los peces, las aves, los animales domésticos y los salvajes, y sobre los que se arrastran por el suelo."
Cuando Dios creó al hombre,
lo creó a su imagen;
varón y mujer los creó,
y les dio su bendición:
"Tengan muchos, muchos hijos;
llenen el mundo y gobiérnenlo;
dominen a los peces y a las aves,
y a todos los animales que se arrastran."
Después les dijo: "Miren, a ustedes les doy todas las plantas de la tierra que producen semilla, y todos los árboles que dan fruto. Todo eso les servirá de alimento. Pero a los animales salvajes, a los que se arrastran por el suelo y a las aves, les doy la hierba como alimento."
Así fue, y Dios vio que todo lo que había hecho estaba muy bien. De este modo se completó el sexto día.
El cielo y la tierra, y todo lo que hay en ellos, quedaron terminados. El séptimo día terminó Dios lo que había hecho, y descansó. Entonces bendijo el séptimo día y lo declaró día sagrado, porque en ese día descansó de todo su trabajo de creación. Esta es la historia de la creación del cielo y de la tierra.

REFLEXIÓN

El precioso relato del Génesis sobre el origen del cielo y la tierra culmina con la creación del ser humano. Su llegada es tan importante que de algún modo todo lo demás queda relegado al nivel de un escenario que ahora acoge a la estrella de esta obra en la que veremos desplegarse la soberanía de Dios a través de su administrador de confianza : el hombre.
En esta acción existe una gran diferencia con todo lo creado, la decisión de Dios, más intimista e intensiva: Hagamos al hombre… y hagámoslo a imagen y semejanza. El hombre entero ha sido creado a imagen y semejanza de Dios: esto supone que debe corresponder al modelo original, pero más fructífero que preguntarnos en que consistió la semejanza será hacerlo por el para qué, es decir, las razones por las que lo hizo: para dominar al mundo, y en especial los animales. Esta misión es consecuencia de la semejanza con Dios quien ha sido llamado a continuar y preservar la soberanía sobre la tierra.
Y es mucho lo que podemos aprender del relato bíblico: No somos un accidente, ni un acto de azar, ni el fruto maduro de las solas fuerzas de la materia. Tenemos un encargo importantísimo: ser administradores del universo en el lugar de Dios, con lo que esto implica de poder, pero también de sabiduría, compasión e incluso ternura para con todo lo que existe. Estamos llamados a compartir esa soberanía con nuestros semejantes y por ello es intrínsecamente inaudito tratar al ser humano con una dignidad inferior a la que le es propia, por ejemplo, convirtiéndolo en un mero instrumento de trabajo, utilidad o placer para otro ser humano. La distinción de los géneros es algo querido por Dios y tiene un lugar en el plan de Dios para el mundo, como dice la palabra y los creo varón y hembra.
Ahora simplemente seamos sensatos y miremos el curso de la historia: ¿qué ha sucedido con el ser humano cuando se considera un accidente, un azar o cuando olvida que es parte de su esencia trascender? ¿Qué pasa cuando somos dominados por las cosas en lugar de dominarlas? ¿Adónde nos conduce la manipulación del ser humano, bajo un rostro de esclavitud o bajo el manto sutil del consumismo o la alienación ideológica?

SALMO RESPONSORIAL: 8
R: Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 7,1-13

“ESTE PUEBLO ME HONRA CON LOS LABIOS, PERO SU CORAZÓN ESTA LEJOS DE MÍ”

Se acercaron los fariseos a Jesús, con unos maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén. Estos, al ver que algunos discípulos de Jesús comían con las manos impuras, es decir, sin haber cumplido con la ceremonia de lavárselas, los criticaron. (Porque los fariseos y todos los judíos siguen la tradición de sus antepasados, de no comer sin antes lavarse las manos debidamente. Y cuando regresan del mercado, no comen sin antes cumplir con la ceremonia de lavarse. Y aun tienen otras muchas costumbres, como lavar los vasos, los jarros, las vasijas de metal y las camas.) Por eso, los fariseos y los maestros de la ley le preguntaron:
--¿Por qué tus discípulos no siguen la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?
Jesús les contestó:
--Bien habló el profeta Isaías acerca de lo hipócritas que son ustedes, cuando escribió:
'Este pueblo me honra con la boca,
pero su corazón está lejos de mí.
De nada sirve que me rinda culto:
sus enseñanzas son mandatos de hombres. Porque ustedes dejan el mandato de Dios para seguir las tradiciones de los hombres.

REFLEXIÓN:

Marcos detalla en este relato las prácticas de purificación realizadas por los judíos, especialmente por los sacerdotes, levitas y fariseos, con el fin de expresar que este absurdo legalismo, mezclado con el afán de exigencia por las tradiciones, excluye y somete al pueblo de Dios, especialmente a los enfermos, los niños, las mujeres y los paganos. En este caso, los fariseos preguntan a Jesús la razón por la cual sus discípulos no se lavan las manos antes de comer; Jesús, de una manera muy sabia, responde desde las Escrituras, afirmando que las normas que los fariseos practican son meramente humanas y no superan el verdadero espíritu del mandamiento de Dios, que se fundamenta en la misericordia y la justicia para con el prójimo. Las prácticas religiosas y sociales de las autoridades judías están lejos del corazón compasivo de Dios, pues en ellas existe un “divorcio” entre la fe y la vida, entre el culto y la práctica de la justicia, convirtiéndose así en vacías e inútiles. Es importante no perder el horizonte del ser cristiano, que consiste fundamentalmente en promover la solidaridad, la misericordia y la justicia con el hermano, en comprender que la vida del ser humano es lo más valioso y sagrado.

PARA REFLEXIONAR:

1. ¿Mi compromiso con los demás, de servicio, solidaridad y justicia está por encima de las tradiciones?

ORACIÓN

Señor Dios de toda bondad y misericordia, te pedimos que nos muestres tu voluntad. Queremos ser obreros tuyos, artesanos de un mundo mejor, arquitectos de tu Reino, defensores de tus ideales y promulgadores del respeto por la vida. Amén.

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