viernes, 1 de abril de 2011

Miércoles 20 de abril de 2011

“A FAVOR O EN CONTRA DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 50, 4-9


“CONFIANZA DEL SIERVO DEL SEÑOR EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO”

El Señor me ha instruido
para que yo consuele a los cansados
con palabras de aliento.
Todas las mañanas me hace estar atento
para que escuche dócilmente.
El Señor me ha dado entendimiento,
y yo no me he resistido
ni le he vuelto las espaldas.
Ofrecí mis espaldas para que me azotaran
y dejé que me arrancaran la barba.
No retiré la cara
de los que me insultaban y escupían.
El Señor es quien me ayuda:
por eso no me hieren los insultos;
por eso me mantengo firme como una roca,
pues sé que no quedaré en ridículo.
A mi lado está mi defensor:
¿Alguien tiene algo en mi contra?
¡Vayamos juntos ante el juez!
¿Alguien se cree con derecho a acusarme?
¡Que venga y me lo diga!
El Señor es quien me ayuda;
¿quién podrá condenarme?
Todos mis enemigos desaparecerán
como vestido comido por la polilla.


REFLEXIÓN:
En el capítulo cincuenta de Isaías, aparece otro de los llamados cánticos del Siervo de Dios. Isaías nos muestra qué significa ser un servidor de Dios. Dice aquí: “Mi señor me ha dado una palabra de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento" Esta es una de las características del Siervo de Dios: puede decir al abatido una palabra de aliento.
Lo que está diciendo el Siervo de Dios aquí es: "Yo ya no soy un principiante, tengo una experiencia de Dios, yo tengo un camino, yo me he metido en el proyecto de Dios". ¿Para qué? ¿Para gozar y disfrutar él solo? No. Si Dios tiene un plan de amor, de misericordia, de salvación para todos, especialmente para los más débiles, para los más cansados, para los más tristes, para los más enfermos, para los más pecadores, porque a esos sobre todo Dios los busca, entonces, el que es amigo de Dios tiene también que tener una palabra para ellos. El siervo de Dios es alguien que conoce de Dios y que sirve al hermano. Atiende, sirve, consuela, aconseja, ayuda al necesitado. Saber de Dios y ayudar al necesitado. Este es el resumen de la vida de Cristo, y en parte es la síntesis de la Semana Santa.
Lo que nosotros encontramos en Cristo es alguien que conoce verdaderamente a Dios y le sirve. Dice el evangelio de Juan: "A Dios nadie lo ha visto; Cristo, que está en el seno del Padre, nos lo ha dado a conocer" Juan 1,18. El es, el que verdaderamente conoce a Dios, su proyecto, pero Cristo es también el verdadero Siervo de Dios porque es el que sabe decirle al abatido la palabra de aliento, es el que sabe acercarse al más necesitado, al más pequeño, al más pobre y darle ese consuelo, darle esa ayuda. Esa fue la vida de Cristo: Vivir en Dios y vivir para el hermano, ese es Cristo. Esa fue la vida de Cristo y esa también debe ser nuestra vida.


SALMO RESPONSORIAL: 68
R: / Señor, que tu bondad me escuche en el día de tu favor.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 26,14-25


“AY, DE QUIEN VA A ENTREGAR AL HIJO DEL HOMBRE”


de los doce discípulos, el que se llamaba Judas Iscariote, fue a ver a los jefes de los sacerdotes y les dijo:
--¿Cuánto me quieren dar, y yo les entrego a Jesús?
Ellos le pagaron treinta monedas de plata. Y desde entonces Judas anduvo buscando el momento más oportuno para entregarles a Jesús.

La Cena del Señor

El primer día de la fiesta en que se comía el pan sin levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
--¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?
Él les contestó:
--Vayan a la ciudad, a casa de Fulano, y díganle: 'El Maestro dice: Mi hora está cerca, y voy a tu casa a celebrar la Pascua con mis discípulos.'
Los discípulos hicieron como Jesús les había mandado, y prepararon la cena de Pascua.
Cuando llegó la noche, Jesús estaba a la mesa con los doce discípulos; y mientras comían, les dijo:
--Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.
Ellos se pusieron muy tristes, y comenzaron a preguntarle uno tras otro:
--Señor, ¿acaso seré yo?
Jesús les contestó:
--Uno que moja el pan en el mismo plato que yo, va a traicionarme. El Hijo del hombre ha de recorrer el camino que dicen las Escrituras; pero ¡ay de aquel que lo traiciona! Hubiera sido mejor para él no haber nacido.
Entonces Judas, el que lo estaba traicionando, le preguntó:
--Maestro, ¿acaso seré yo?
--Tú lo has dicho --contestó Jesús.

REFLEXIÓN

La Palabra de Dios nos invita hoy a profundizar más aún en la traición de Judas. Los Doce están a la mesa, simbolismo de un nuevo proyecto de humanidad a partir de la comunión del pan y del vino. Cuando Jesús anuncia que uno va a traicionarlo, todos le dicen: “¿Seré yo, Señor?”, reconociendo a Jesús como Señor de sus vidas. Judas en cambio le pregunta: “¿Seré yo, Maestro?”. Judas sigue en la misma mentalidad de los que no han entendido el proyecto mesiánico de Jesús, que no es el del poder, sino el del Servidor Sufriente que lo hace Señor, Hijo de Dios. En todo grupo humano siempre hay alguien que tiene precio; alguien que se vende y traiciona. Hasta entre los elegidos por Jesús pasó esto. ¡Ay, Judas, “más te valdría no haber nacido”! Más te valdría no haber empezado el camino de Jesús si lo ibas a terminar de manera tan dolorosa y vergonzosamente triste. ¿Cuánto de Judas llevamos nosotros mismos prendido en nuestras vidas? Cuánta traición al Señor en nuestra falta de amor radical y de servicio generoso por otros.

PARA REFLEXIONAR:
1. ¿ Que significado tiene ser “Siervo de Dios”?

ORACIÓN
Señor aquí estamos asumiendo nuestras debilidades y carencias, reconociendo que te necesitamos, que sin ti no podemos seguir adelante, queremos disponer nuestra vida para ti, para el servicio, para tu proyecto. Amén

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