“AMARÁS AL SEÑOR CON TODO TU SER”
PRIMERA LECTURA
OSEAS 14,2-10
“NO VOLVEREMOS A LLAMAR DIOS A LA OBRA DE NUESTRAS MANOS”
Vuélvanse al Señor llevando con ustedes esta oración: "Perdona toda nuestra maldad y recibe con benevolencia las alabanzas que te ofrecemos. Asiria no puede salvarnos, ni tampoco escaparemos a caballo. Ya no llamaremos 'Dios nuestro' a nada fabricado por nosotros mismos, porque solamente en ti, Señor, el huérfano encuentra compasión." Dice el Señor: "Voy a curarlos de su rebeldía; voy a amarlos aunque no lo merezcan, pues ya se ha apartado de ellos mi ira. Voy a ser para Israel como el rocío, y él dará flores, como los lirios. Sus raíces serán tan firmes como el monte Líbano; sus ramas se extenderán hermosas como las ramas del olivo, y será su aroma como el de los cedros del Líbano. Israel vivirá de nuevo bajo mi protección; entonces crecerán como el trigo, florecerán como la vid y serán famosos como el vino del Líbano. Efraín dirá: '¿Qué me importan ya los ídolos?' ¡Yo soy quien atiendo y cuido a mi pueblo! Yo soy como un pino siempre verde, y en mí encontrará mi pueblo su fruto." Que los sabios y prudentes entiendan este mensaje: Los caminos del Señor son rectos, y los justos los siguen; pero los malvados tropiezan en ellos.
REFLEXIÓN:
No nos salvará Asiria: no montaremos a caballo, no volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos” Oseas 14,2-3. Esas son las palabras que necesitamos que broten del corazón “perdona del todo la iniquidad, recibe benévolo el sacrificio de nuestros labios” Oseas 14,3. Israel está situado al sur de Asiria y al oriente de Éfeso y cuando los israelitas se sentían pequeños y amenazados, creían, sentían que necesitaban aliados, y buscaban aliados en Asiria y en Egipto. Cada uno de nosotros tiene sus alianzas, con un Asiria, con un Egipto, Hay quien ha puesto, su confianza quizá, en su posición social o en su dinero; no es que sea malo el dinero ni la posición social, Asiria tampoco era malo, era un pueblo, lo malo es darle la confianza a esas cosas, creer que de ahí vendrá la salvación para uno y eso retrasa la obra de Dios. Yo creo que es una enseñanza para nosotros. La fuerza no está en buscarse aliados que uno crea muy fuertes, ahí no está lo principal; la fuerza no está en buscarse armas que sean muy buenas, ahí no está lo principal; la verdadera fuerza está en Dios, en la alianza con Dios. Los pactos no son lo más fuerte, las armas no son lo más fuerte, lo más fuerte es Dios, y el que se vuelve a Dios de todo corazón, ese encuentra el verdadero pacto y la verdadera fuerza.
SALMO RESPONSORIAL: 80
R:/ Yo soy el Señor, Dios tuyo escucha mi voz.
Oí una voz que yo no conocía:
6 "Te he quitado la carga de los hombros, te he aliviado del trabajo duro.
7 En tu angustia me llamaste, y te salvé; te contesté desde la nube que tronaba; te puse a prueba junto a las aguas de Meribá.
8 Escucha, pueblo mío, mi advertencia; ¡ojalá me obedezcas, Israel!
9 No tengas dioses extranjeros; no adores dioses extraños.
10 Yo soy el Señor, tu Dios, el que te sacó de la tierra de Egipto; abre tu boca, y yo te satisfaré.
11 "Pero mi pueblo no quiso oírme; ¡Israel no quiso obedecerme!
12 Por eso los dejé seguir con su capricho, y vivieron como mejor les pareció.
13 ¡Si mi pueblo me hubiera escuchado! ¡Si Israel hubiera seguido mis caminos,
14 en un abrir y cerrar de ojos yo habría humillado a sus enemigos y castigado a sus contrarios!"
15 Los que odian al Señor caerían aterrados, y su condenación quedaría sellada.
LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 12,28b-34
“EL SEÑOR, NUESTRO DIOS, ES EL ÚNICO SEÑOR, Y LO AMARÁS
Uno de los maestros de la ley, que los había oído discutir, se acercó a él y le preguntó: --¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: --El primer mandamiento de todos es: 'Oye, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.' Pero hay un segundo: 'Ama a tu prójimo como a ti mismo.' Ningún mandamiento es más importante que estos. El maestro de la ley le dijo: --Muy bien, Maestro. Es verdad lo que dices: hay un solo Dios, y no hay otro fuera de él. Y amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios que se queman en el altar. Al ver Jesús que el maestro de la ley había contestado con buen sentido, le dijo: --No estás lejos del reino de Dios. Y ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas
REFLEXIÓN
En el Evangelio de hoy Jesús vuelve a enfocar la característica fundamental de nuestro discipulado: el amor a Dios y el amor al prójimo, como expresión máxima de la voluntad del Padre sobre nosotros. En un mundo en el que los dioses falsos atrapan tanto el corazón del hombre, recibimos hoy el reto de Jesús: “Ama a Dios sobre todas las cosas, con todo tu corazón”. – En un mundo en el que los odios, divisiones, guerras, opresión, injusticias, enturbian tanto los corazones de los hombres y sus relaciones mutuas, Jesús nos recuerda: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. – Amar desde el corazón, ése es el camino. Con todo el corazón ha de orientarse cada cristiano, cada comunidad, hacia Dios, como la única dirección de vida. La originalidad de la respuesta de Jesús al fariseo no está en enunciar los dos mandamientos, sino en la equiparación del uno y del otro y en la centralidad que le asigna al segundo: el resto de la Ley son sólo corolarios de esta orientación fundamental de la vida. Todos los cristianos estamos llamados a esta doble fidelidad, a Dios y al ser humano.
PARA REFLEXIONAR:
1. ¿Cuáles son los aliados que uno anda buscando?
2. ¿Por qué siempre llegamos a Dios o casi siempre en último lugar?
3. ¿Cómo podemos hacer vida en nuestra familia o en nuestra comunidad el mandamiento que Jesús nos dejó?
ORACIÓN Dios nuestro, te queremos reconocer como el Único Señor que nos sacó de la esclavitud, como nuestro refugio y nuestra fuerza, danos la gracia de tu amor cada día para ser fieles a Ti, y a nuestros hermanos. Amén
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