lunes, 1 de noviembre de 2010

Jueves, 18 de noviembre de 2010

“APROVECHA LA OPORTUNIDAD QUE DIOS TE DA”
PRIMERA LECTURA
APOCALIPSIS 5, 1-10

“EL CORDERO FUE DEGOLLADO Y NOS COMPRÓ CON SU SANGRE”

El rollo escrito y el Cordero
En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un rollo escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos. Y vi un ángel poderoso que preguntaba a gran voz: "¿Quién es digno de abrir el rollo y romper sus sellos?" Pero ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra había nadie que pudiera abrir el rollo, ni mirarlo. Y yo lloraba mucho, porque no se había encontrado a nadie digno de abrir el rollo, ni de mirarlo. 5 Pero uno de los ancianos me dijo: "No llores más, pues el León de la tribu de Judá el retoño de David, ha vencido y puede abrir el rollo y romper sus siete sellos."
Entonces, en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, vi un Cordero. Estaba de pie, pero se veía que había sido sacrificado. Tenía siete cuerno] y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. 7 Aquel Cordero fue y tomó el rollo de la mano derecha del que estaba sentado en el trono; y en cuanto tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se pusieron de rodillas delante del Cordero. Todos ellos tenían arpas, y llevaban copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo santo. Y cantaban este canto nuevo: "Tú eres digno de tomar el rollo y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado; y derramando tu sangre redimiste para Dios gentes de toda raza, lengua, pueblo y nación. De ellos hiciste un reino, hiciste sacerdotes para nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra."

REFLEXIÓN
Con una imagen de dimensiones épicas la primera lectura nos deja ver un aspecto profundo de la victoria de Cristo: sólo él puede "leer" la historia del designio de Dios para el mundo. Dicho con otras palabras, no podemos encontrar sentido final para el universo ni para nuestra propia vida sin Cristo.
Para muchas personas la vida es como un libro sellado. Para muchas, lo mismo que en el texto que hemos oído hoy, no hay más remedio que el llanto: todo parece sellado, arcano, lejano, incomprensible. Cuando el dolor, la tragedia o lo irremediable nos visitan tendemos a pensar que nada queda sino la tristeza de un destino que se nos escapa.
Pero, así como sucedió en aquella lectura, es motivo de inmenso gozo ver que Cristo tiene algo que decir cuando todos callan y sabe iluminar aun en medio de la más espesa noche. Su secreto está a la vista: él es aquel que viene lavado en su propia Sangre, en la que se resumen todas nuestras preguntas y reproches a la vida. Ya él ha cruzado el angustioso río del absurdo y fue más grande que los torrentes del caos y de la muerte. ¡Ha vencido, aleluya!

SALMO RESPONSORIAL 149
R. Haz hecho de nosotros para nuestro Dios un reino de servidores

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 19,41-44

“NO RECONOCISTE LA VISITA DE DIOS”

Cuando llegó cerca de Jerusalén, al ver la ciudad, Jesús lloró por ella, diciendo: "¡Si en este día tú también entendieras lo que puede darte paz! Pero ahora eso te está escondido y no puedes verlo. Pues van a venir para ti días malos, en que tus enemigos harán un muro a tu alrededor, y te rodearán y atacarán por todos lados, y te destruirán por completo. Matarán a tus habitantes, y no dejarán en ti ni una piedra sobre otra, porque no reconociste el momento en que Dios vino a visitarte.

REFLEXIÓN
Hay diversas razones para llorar, pero el llanto de Jesús revela el misterio más grande de Dios, es decir, su amor por la humanidad. Hay un motivo del dolor y del llanto de Jesús. El siente dolor por la desgracia que le espera a la ciudad santa de Dios, por el rechazo, porque no ha sido capaz de reconocer lo que conduce a la paz. Jesús sufre a causa del corazón humano cerrado a la acción misericordiosa de Dios. Jesús llora cuando nos convertimos en instrumentos de guerra, de odio y violencia, de injusticia y solidaridad, en lugar de ser instrumentos de paz y misericordia.

Jesús contempla hoy la situación de muchos de nuestros países latinoamericanos y del mundo entero y cono tristeza exclama: ”ojala también reconocieran hoy lo que conduce a la verdadera paz. Pero eso ahora está oculto a sus ojos” y cómo no va a estar oculto si nadie quiere dar su brazo a torcer, si cada uno busca sus intereses particulares si no reconoce que los demás también tienen derechos. ¿Cómo no va a estar lejana la paz si nuestro corazón está cargado de odio y de rencor, y ante la más mínima ofensa que nos hagan ya deseamos que el otro “esté ardiendo en llamas?”. Aprovechemos hoy la oportunidad que Dios nos da para ser agentes de paz, de reconciliación y de perdón en nuestras familias, comunidades y sociedad.

PARA REFLEXIONAR
1. ¿Por qué Jesús habla de esta manera sobre Jerusalén
2. ¿Tengo momentos en los cuales rechazo a Jesús y su proyecto de vida?
3. ¿Tomo distancia y discrimino a mis hermanos, sin causa justa?

ORACIÓN
Señor, gracias por este nuevo día y encuentro con tu bendita palabra. Quiero hoy ser dueño de mis sentimientos, para llorar con valentía si es necesario o para reír sin miedo, si así lo siento, quiero ser signo de libertad en tu espíritu para todos. Amén

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