lunes, 1 de noviembre de 2010

Viernes, 19 de noviembre de 2010

“PENDIENTES DE SUS PALABRAS

PRIMERA LECTURA
APOCALIPSIS 10,8-11

“TOMÉ EL LIBRO Y ME LO COMÍ”

La voz que yo había oído, y que salía del cielo, volvió a hablarme, y me dijo: "Anda y toma el rollito abierto que tiene en la mano el ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra." Fui al ángel y le pedí que me diera el rollito, y me contestó: "Toma y cómetelo. En tu boca será dulce como la miel, pero en tu estómago se volverá amargo."
Tomé el rollito de la mano del ángel, y me lo comí; y en mi boca era dulce como la miel, pero una vez que me lo comí, se me volvió amargo en el estómago. Entonces me dijeron: "Tienes que comunicar nuevos mensajes proféticos acerca de muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes."

REFLEXIÓN
Juan imagina su investidura como las de Ezequiel (Ez 2, 8-3, 3) y de Jeremías (Jer 1, 10). El libro que le es entregado contiene las profecías del Antiguo Testamento y recibe como misión el revelar su sentido a la luz del Nuevo. En efecto, la segunda parte del Apocalipsis puede ser considerada como la explicación del contenido profético de este libro.
El hecho de que Juan tenga que digerir el pequeño libro de las profecías del Antiguo Testamento para comprender la significación del tiempo presente revela que él alimenta sus visiones sobre la realidad misteriosa de los acontecimientos de la fe en Dios único, guía de la Historia. Dios es el autor de la Historia y Él la marca reflejando en ella su unicidad. Lo cual no significa que haya introducido en ella una especie de fatalidad semejante a aquella con la que carga la naturaleza. La Historia es el producto del encuentro de dos libertades: la de Dios y la del hombre, pero Dios tiene unas perspectivas acerca de este encuentro, sobre todo desde que Jesucristo pronunció el "sí" de esta alianza. Los acontecimientos tampoco podrán poner en tela de juicio la victoria adquirida por el Señor sobre el mal y sobre la muerte. Juan se encuentra lleno de amargura después de haber tragado el libro, pero el sabor es por fin un sabor de dulzura y de paz (Ap.21-22). A este respecto, las Escrituras consuelan, efectivamente, no porque ellas descubrieran de antemano la evolución de los acontecimientos previstos por Dios, sino porque ayudan a revelar el sentido profundo de la presencia de Dios en los acontecimientos que viven los hombres.

SALMO RESPONSORIAL 118
R. que dulce al paladar es tu promesa

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 19, 45-48

“SE PUSO A ECHAR A LOS MERCADERES DEL TEMPLO

Jesús purifica el templo (Mt 21.12-17; Mc 11.15-19; Jn 2.13-22)
Después de esto, Jesús entró en el templo y comenzó a echar de allí a los que estaban vendiendo, y les dijo:
--En las Escrituras se dice: 'Mi casa será casa de oración', pero ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones.
Todos los días Jesús enseñaba en el templo, y los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y también los jefes del pueblo andaban buscando cómo matarlo. Pero no encontraban la manera de hacerlo, porque toda la gente estaba pendiente de lo que él decía.

REFLEXIÓN
En el pasaje para nuestra oración en este día, Jesús expulsa a los mercaderes del templo. Según el relato Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a quienes vendían diversos productos destinados al culto. EL pueblo les complicó la situación a los sumos sacerdotes a los letrados y a los jefes del pueblo que intentaban todos los días matar a Jesús. Hacerlo no resulta tarea fácil porque todo el pueblo estaba pendiente de sus palabras. Estar pendiente de las palabras de Jesús es descubrir con el salmista que sus mandamientos son nuestra alegría y son también nuestros consejos, es reconocer que sus promesas son mas dulces que miel en la boca. Hoy también muchos quieren matar a Jesús, buscan proyectar su vida personal y la de naciones enteras al margen del Evangelio. Pero nosotros tenemos en nuestras manos el arma secreta, la misma que empleó el pueblo “estar pendiente de sus palabras”; ellas son “lámpara para nuestros pasos, luz en nuestro caminar”. Que el Señor acreciente cada día mas en nosotros el amor por la lectura y la oración por su palabra, de manera que se convierta en fuente de inspiración de todos nuestros pensamientos, de nuestras palabras y de nuestro actuar cotidiano. Jesús sigue actuando y se hace presente allí donde en su nombre nos reunimos para compartir y celebrar su bendita palabra.
Jesús denuncia los atropellos que se cometen en el templo, condena toda clase de formulismos religiosos, anuncia la destrucción del templo y, al mismo tiempo, habla en una forma nueva de su cuerpo como el verdadero templo. Con este templo Dios ha creado un nuevo signo de su presencia desde la unión con Cristo se explica que la iglesia comunidad se entienda así misma como templo espiritual.

PARA REFLEXIONAR
1. Mi culto y mi oración producen los frutos de Dios?
2. es nuestra casa comunidad un lugar de oración, encuentro y bendición?
3. Como se puede volver el templo una cueva de ladrones?

ORACION

Te bendecimos, buen Señor, al iniciar este nuevo encuentro contigo. Quiero, que en este nuevo día, Señor tú seas el centro de mi vida, la certeza de mi corazón, servirte auténticamente, estar dispuesto para que se cumpla en mí tu voluntad. Amén.

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