Miércoles 29 de Septiembre

“MENSAJEROS DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
DANIEL 7, 9-14

“MILES Y MILES LE SERVÍAN”

"Seguí mirando, hasta que fueron puestos unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve, y su cabello como lana limpia. El trono y sus ruedas eran llamas de fuego, y un río de fuego salía de delante de él. Miles y miles le servían, y millones y millones estaban de pie en su presencia. El tribunal dio principio a la sesión, y los libros fueron abiertos.

"Yo estaba mirando, atraído por las cosas tan arrogantes que el cuerno pequeño decía; y mientras estaba mirando, mataron al monstruo y lo despedazaron, y luego lo echaron al fuego para que se quemara. También a los otros monstruos se les quitó el poder, pero los dejaron seguir viviendo hasta que les llegara su hora.

"Yo seguía viendo estas visiones en la noche. De pronto: "Vi que venía entre las nubes alguien parecido a un hijo de hombre, el cual fue a donde estaba el Anciano; y le hicieron acercarse a él. Y le fue dado el poder, la gloria y el reino, y gente de todas las naciones y lenguas le servían. Su poder será siempre el mismo, y su reino jamás será destruido.

REFLEXIÓN

Celebramos en este día la memoria de los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, quienes han estado presentes y han influido de manera positiva en personajes importantes de la historia bíblica. Ellos siempre están en la presencia de la Gloria, alabándolo con cantos de júbilo.
En primer lugar aparece Miguel, cuyo nombre significa” ¿Quién como Dios?”; es el príncipe que lucha contra el demonio y defiende al pueblo de Dios de las insidias del mal. En cuanto a Gabriel que significa “Fortaleza de Dios”, fue el enviado para anunciar a Zacarías el nacimiento de su hijo el Bautista, y a María para comunicarle que había sido elegida para ser nada menos que la madre del Salvador del Mundo. Fijémonos bien que los mensajes que llevaron a sus destinatarios también son de alegría y júbilo: “He sido enviado a darte esta Buena Noticia” (Lucas 1,19); “Alégrate, llena de gracia” (Lucas 1,28). Y por último, mencionemos a Rafael, que significa “Medicina de Dios”; él acompañó a Tobías en su viaje a Media a cobrar un dinero y de paso le consiguió esposa (Sara) y curó la ceguera del anciano Tobit. El libro de Daniel describe una visión fantástica donde se contempla el trono y la corte angélica de Dios que están a su servicio.

SALMO RESPONSORIAL: 137
R: Delante de los ángeles cantaré para ti, Señor.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 1, 47-51

“VERÁN EL CIELO ABIERTO Y A LOS ÁNGELES DE DIOS”

Cuando Jesús vio acercarse a Natanael, dijo:
--Aquí viene un verdadero israelita, en quien no hay engaño.
Natanael le preguntó:
--¿Cómo es que me conoces?
Jesús le respondió:
--Te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.
Natanael le dijo:
--Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!
Jesús le contestó:
--¿Me crees solamente porque te he dicho que te vi debajo de la higuera? Pues vas a ver cosas más grandes que estas.
También dijo Jesús:
--Les aseguro que ustedes verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.

REFLEXIÓN:

En el evangelio de hoy se nos narra el diálogo entre Jesús y Natanael y allí también se menciona a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, posiblemente haciendo referencia al sueño de Jacob que relata el libro de Génesis.
Dios manifiesta su presencia a través de sus ángeles, porque es claro que esto es lo que significa el ángel “Presencia de Dios”. Debemos tener mucho cuidado ante una corriente exagerada e idolátrica que se está despertando en estos tiempos en el culto “no bíblico” que se le quiere dar a los ángeles.

Todo discípulo(a) que se abra al amor misericordioso de Dios Padre de hecho se convierte desde el servicio a su prójimo en un verdadero ángel; “Tú y yo tenemos que ser ángeles de Dios para los demás.

Damos gracias hoy al Buen Dios por manifestarnos constantemente su cercanía a través de tantos seres maravillosos que ha colocado en el caminar de nuestra vida; y le pedimos que, como Miguel, Gabriel y Rafael, nosotros estemos continuamente en su presencia y con nuestros gestos de auxilio, de solidaridad y respaldo, nos sigamos convirtiendo en portadores de bendición y buenas noticias para los demás.

PARA REFLEXIONAR:
¿Estoy atento para descubrir la presencia del Señor en mi vida; soy portador de Buenas Noticias, alegría, paz y armonía para los que me rodean?

ORACIÓN
Yo te alabo, Señor, te bendigo por tu poder, con la fuerza de mi corazón te doy gracias, me uno de nuevo hoy a la comunidad para seguir bendiciendo y proclamando tu nombre como la Buena Noticia para el mundo. Amén.