miércoles, 1 de septiembre de 2010

Miércoles 15 de septiembre

SOLIDARIDAD EN EL DOLOR”


PRIMERA LECTURA
HEBREOS 5, 7-9

“APRENDIÓ A OBEDECER Y SE HA CONVERTIDO EN AUTOR DE SALVACIÓN”

Mientras Cristo estuvo viviendo aquí en el mundo, con voz fuerte y muchas lágrimas oró y suplicó a Dios, que tenía poder para librarlo de la muerte; y por su obediencia, Dios lo escuchó. Así que Cristo, a pesar de ser Hijo, sufriendo aprendió lo que es la obediencia; y al perfeccionarse de esa manera, llegó a ser fuente de salvación eterna para todos los que lo obedecen.

REFLEXIÓN

En la primera lectura San Pablo nos ofrece en una de sus cartas una bellísima página que nos ilumina para comprender el dolor y sufrimiento de nuestros pueblos: “Ahora me alegro de los padecimientos que he sufrido, por ustedes, y de esta manera voy completando a favor del cuerpo de Cristo, que es la iglesia, las tribulaciones que aún me quedan por sufrir con Cristo en mi carne mortal”.
Desde la óptica cristiana, el sufrimiento es considerado como un tiempo de reflexión e incluso, de conversión. Comprender el sentido del dolor y del sufrimiento humano es hoy uno de los desafíos más complejos en una sociedad que quiere desconocer esta faceta de la existencia humana. La aceptación de nuestros sufrimientos requiere de un extremo coraje y valentía moral, pero también puede surgir de un modo silencioso y natural en quienes se entregan con absoluta confianza en las manos de Dios.
Oramos hoy para que el Señor nos fortalezca y nos llene de esperanza en el momento de dolor o sufrimiento que podamos estar atravesando.

SALMO RESPONSORIAL: 30
R: Sálvame, Señor por tu misericordia.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 19, 25-27

“HIJO AHÍ TIENES A TU MADRE

Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho dijo a su madre:
--Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Luego le dijo al discípulo:
--Ahí tienes a tu madre.
Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa

REFLEXIÓN


Ayer celebrábamos la exaltación de la cruz de Cristo. Hoy la liturgia de la iglesia nos propone celebrar a María de Nazaret en su advocación de Señora de los Dolores. Mirando a María desde el ámbito del dolor, podemos decir que fue la mujer fuerte y valiente que estuvo al lado de su hijo hasta la muerte. Es la discípula fiel que acompañó a Jesús hasta el pie de la cruz, sabiendo lo que esto significa: Rechazo por parte del pueblo y las autoridades por estar al lado de un condenado. Pero ese condenado era su hijo. La madre dolorosa nos hace recordar hoy a tantas mujeres que día a día sufren la exclusión, desempleo, secuestro, sufrimientos y muerte de muchos hijos de esta sociedad injusta y discriminatoria.
También hoy recordamos a las valientes mujeres que luchan por construir un mundo mejor, que sacan adelante proyectos alternativos y solidarios de vida; mujeres que son cabeza de familia que se desviven por sus hijos, y además, aportan los valores necesarios para que ellos sean de verdad hombres y mujeres de bien.
Bajo el amor de la Madre de los Dolores pidamos hoy al Señor de la Vida que nos de la capacidad de afrontar las dificultades, dolores y sufrimientos con un espíritu fuerte, valiente, esperanzador y luchador.


PARA REFLEXIONAR
¿Somos capaces de solidarizarnos del sufrimiento del prójimo y estamos dispuestos a ayudarlo de manera desinteresada?

ORACIÓN
Dame tu vida, Señor, dame la valentía para asumir que no estoy derrotado por más dolores que lleguen a mí, por más dificultades que deba atravesar, por más complicaciones que se me presenten. Amén.

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