miércoles, 1 de septiembre de 2010

Lunes 20 de Septiembre

“¿ERES LUZ ENCENDIDA?”

PRIMERA LECTURA
PROVERBIOS 3, 27-34


“EL SEÑOR ABORRECE AL PERVERSO”

Nunca niegues un favor a tus dueños, cuando en tu mano esté el hacerlo. No dejes para mañana la ayuda que puedas dar hoy. No hagas planes perversos contra el que vive confiado en ti. No busques pelea con nadie, si nadie te ha hecho daño. No envidies al desalmado ni trates de imitar su conducta; porque al Señor le repugnan los malvados, pero a los buenos les brinda su confianza. El Señor maldice la casa del malvado, pero bendice el hogar del hombre justo. El Señor se burla de los burlones, pero trata con bondad a los humildes

REFLEXIÓN

En la gran noche de la Pascua cantamos con alegría y júbilo este hermoso estribillo: “Esta es la luz de Cristo, yo la haré brillar; entre mis hermanos, yo la haré brillar”. Convendría preguntarnos si realmente llevamos a cabalidad este compromiso durante todo el año, o se apagó esa misma noche cuando las velitas dejaron de brillar. Sería un absurdo, esconder la luz; la lámpara se enciende para que todos tengan luz y salgan de esas tinieblas en que están no para meterla debajo de la cama. El libro de los proverbios nos enseña de manera práctica como ser luz en medio de la sociedad. La clave esta en la relación con el prójimo, por algo éste se ha considerado como el “termómetro” que permite medir el estado de nuestros avances o retrocesos en la relaciones con Dios. Ojalá que nunca se borre de nuestra memoria esta norma de vida que nos regala el autor de los proverbios: “No niegues un favor a quien lo necesita si está en tu mano hacerlo. Si tienes, no digas al prójimo: regresa otro día, mañana te prestaré el favor”. La caridad hay que hacerla “Hoy mismo”. El señor ha prometido que no se quedará sin recompensa aquel que ofrezca al menos un vaso de agua al que lo necesita.

SALMO RESPONSORIAL: 14
R: El justo habitará en tu monte santo Señor.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 8, 16-18
“AL QUE NO TIENE SE LE QUITARÁ”

"Nadie enciende una lámpara para después taparla con algo o ponerla debajo de la cama, sino que la pone en alto, para que tengan luz los que entran. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a conocerse y ponerse en claro.
"Así pues, oigan bien, pues al que tiene se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo que cree tener se le quitará."

REFLEXIÓN:

Lucas y su comunidad nos invitan hoy a todos los que nos llamamos cristianos a ser lámparas encendidas que iluminen a la humanidad. Pero para ser lámparas necesitamos recibir de la luz que nos viene de la palabra de Dios. Llevar la palabra significa llevar a Jesús mismo. El que ha recibido la Palabra de Dios está en el deber de anunciarla, porque nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija o la mete debajo de la cama. Es tal el gozo de llevar la palabra que el discípulo la coloca en el candelero para que los que entran vean la luz. ¡Hay de aquél que teniendo la luz de la palabra se la guarda para sí! Sería un acto muy egoísta no compartir con los demás esa palabra recibida, mientras que quien se siente de verdad comprometido con el anuncio profético, ese recibirá aún más porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará aún lo que parece tener. Cabe hoy preguntarnos: ¿Estamos siendo servidores idóneos de la Palabra de Dios, o estamos escondiendo la luz debajo de la cama, es decir, no estamos compartiendo con los demás ese don tan precioso que el Señor nos ha regalado?

PARA REFLEXIONAR:
¿Me esfuerzo por ser luz para mi prójimo compartiendo con ellos la Palabra de Dios proclamada y orada?

ORACIÓN
Te doy gracias y bendigo, Buen Señor, por este itinerario bíblico que tú me regalas día a día. Hoy quiero estar abierto a recibir tu misericordia y hacer comunidad con los que has llamado para que seamos tu pueblo santo. Amén.

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