“SI EL TEMPLO VALE, ¿CUÁNTO MÁS LA VIDA?”
PRIMERA LECTURA
ECLESIÁSTICO 44,1.9-13
“NUESTROS ANTEPASADOS FUERON HOMBRES DE BIEN, VIVE SU FAMA POR GENERACIONES”
Hagamos el elogio de los hombres de bien, de la serie de nuestros antepasados. Hay quienes no dejaron recuerdo, y acabaron al acabar su vida: fueron como si no hubieran sido, y lo mismo sus hijos tras ellos. No así los hombres de bien, su esperanza no se acabó; sus bienes perduran en su descendencia, su heredad pasa de hijos a nietos. Sus hijos siguen fieles a la alianza, y también sus nietos, gracias a ellos. Su recuerdo dura por siempre, su caridad no se olvidará.
REFLEXIÓN:
Hay personas que han pasado por la vida como si no hubieran vivido. Esa es la verdadera "muerte." En términos más familiares a nuestro pensamiento Occidental diríamos: una vida sin propósito es como una muerte larga. En el mismo sentido: la inmortalidad es ante todo la característica de los "hombres de bien." ¿Qué caracteriza a estos? Cuatro cosas: (1) su esperanza no se acabó; (2) sus bienes perduran; (3) fueron fieles a la alianza con Dios y supieron engendrar esa fidelidad en su descendencia; (4) su recuerdo dura por siempre.
SALMO RESPONSORIAL: 149
R:/ El Señor ama a su pueblo.
LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 11, 11-26
“MI CASA SERÁ CASA DE ORACIÓN PARA TODOS LOS PUEBLOS. TENGAN FE EN DIOS”
Entró Jesús en Jerusalén y se dirigió al templo. Miró por todas partes y luego se fue a Betania con los doce discípulos, porque ya era tarde.
Jesús maldice la higuera sin fruto
Al día siguiente, cuando salían de Betania, Jesús sintió hambre. De lejos vio una higuera que tenía hojas, y se acercó a ver si también tendría fruto, pero no encontró más que las hojas, porque no era tiempo de higos. Entonces le dijo a la higuera:
--¡Nunca más vuelva nadie a comer de tu fruto!
Sus discípulos lo oyeron.
Jesús purifica el templo
Después que llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el templo y comenzó a echar de allí a los que estaban vendiendo y comprando. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero a la gente, y los puestos de los que vendían palomas; y no permitía que nadie pasara por el templo llevando cosas. Y se puso a enseñar, diciendo:
--En las Escrituras dice: 'Mi casa será declarada casa de oración para todas las naciones', pero ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones.
Al oir esto, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley comenzaron a buscar la manera de matar a Jesús, porque le tenían miedo, pues toda la gente estaba admirada de su enseñanza. Pero al llegar la noche, Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad.
Instrucción sobre la fe
A la mañana siguiente pasaron junto a la higuera, y vieron que se había secado de raíz. Entonces Pedro, acordándose de lo sucedido, le dijo a Jesús:
--Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
Jesús contestó:
--Tengan fe en Dios. Pues les aseguro que si alguien le dice a este cerro: '¡Quítate de ahí y arrójate al mar!', y no lo hace con dudas, sino creyendo que ha de suceder lo que dice, entonces sucederá. Por eso les digo que todo lo que ustedes pidan en oración, crean que ya lo han conseguido, y lo recibirán. Y cuando estén orando, perdonen lo que tengan contra otro, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados.
REFLEXIÓN
Resulta extraña esta actitud de Jesús que maldice a un pobre árbol solamente porque no da fruto y, además, en una estación que no era la suya. Jesús aparece como el niño que da un puntapié a la mesa porque se golpeó con ella. Pero si entendemos que la higuera era símbolo del Templo, la idea se vuelve más clara. Un Templo desfigurado por tanto culto vacío, sacrificios de animales, incienso para espantar el olor de las bestias sacrificadas y sus excrementos, cambistas voceando el valor de la moneda, trece alcancías de colectas en el patio de las mujeres para recoger ofrendas por sus impurezas de menstruación y por trabajos impuros; y, en las galerías, los fariseos explicando la Ley, cargando sobre las espaldas del pueblo cargas que ellos ni con un dedo ayudaban a alzar. Ese culto era puro follaje sin frutos. Por eso Jesús arroja a los mercaderes del Templo, especialmente a los vendedores de palomas, que eran la ofrenda de los pobres. ¡Está claro que esa higuera debía secarse hasta la raíz! ¿Y nuestros cultos, no son acaso muchas veces como el del Templo de Jerusalén, puro follaje sin fruto?
PARA REFLEXIONAR:
1. ¿Vivo una vida con propósito ?
2. ¿Mi vida esta dando verdadero fruto?
ORACIÓN
Señor queremos ser fieles a tu llamado, a tu alianza de amor por nosotros, haz que nuestra vida tenga sentido, así como tú has dejado huella en nosotros, dejemos la huella de tu amor en la realidad en la cual nos has colocado, que nuestra existencia no pase desapercibida, que vivamos para ser sal y luz de los que nos rodean. Amén.
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