“MOMENTO
CLAVE PARA EL TESTIMONIO”
PRIMERA
LECTURA
APOCALIPSIS 15,1-4
“Cantaban el cántico de Moisés y el del Cordero”
Yo, Juan, vi
en el cielo otra señal, magnífica y sorprendente: siete ángeles que llevaban
siete plagas, las últimas, pues con ellas se puso fin al furor de Dios.
Vi una especie de mar
de vidrio veteado de fuego; en la orilla estaban de pie los que habían vencido
a la fiera, a su imagen y al número que es cifra de su nombre; tenían en la
mano las arpas que Dios les había dado. Cantaban el cántico de Moisés, el
siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: "Grandes y
maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente, justos y verdaderos tus
caminos, ¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor, y glorificará tu
nombre? Porque tú solo eres santo, porque vendrán todas las naciones y se
postrarán en tu acatamiento, porque tus juicios se hicieron manifiestos."
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Hay un arco de luz que nos precede y nos sobrepasa, que va desde
Moisés hasta el Cordero sacrificado, y luego desde Jesucristo hasta la gloria
de la llegada en plenitud de su gloria, manifiesta a todos los pueblos. Cada
pequeña victoria nuestra se inscribe en ese arco: hemos sido convocados a ser
testigos y protagonistas de una gesta maravillosa; vamos a contemplar y a
realizar la derrota de la bestia, vamos a cantar y a hacer una realidad la
victoria de nuestro Cristo.
Ahora bien, hay que saber entender la victoria sobre la bestia. La
bestia pierde incluso cuando pretende estar ganando terreno. Es la ley que
vemos inscrita en la Cruz del Señor: allí donde el demonio, la injusticia, la
visión del mundo, pretendía estar venciendo estaba siendo vencido. La angustia
ante la oposición del mundo es lo que da la victoria al enemigo. Lo
inteligente, con la inteligencia de Dios ( 1 Cor 2,16), es aprovechar cada
herida como anuncio y cada persecución como camino que conduce a nuevos modos y
lugares de evangelización. El cristiano no se distingue porque todas las cosas
le salen bien, sino porque sabe fortalecerse en Dios, sabe aprovechar y sale
victorioso sostenido por el Señor en los momentos malos.
SALMO RESPONSORIAL 97
R./ Grandes
y maravillosas son tus obras, Señor, Dios Omnipotente.
Cantad al Señor un
cántico nuevo,
porque ha hecho
maravillas:
su diestra le ha
dado la victoria,
su santo brazo. R.
El Señor da a
conocer su victoria,
revela a las
naciones su justicia:
se acordó de su
misericordia y su fidelidad
en favor de la
casa de Israel. R.
Retumbe el mar y
cuanto contiene,
la tierra y
cuantos la habitan;
aplaudan los ríos,
aclamen los montes. R.
Al Señor, que
llega para regir la tierra.
Regirá el orbe con
justicia
y los pueblos con
rectitud. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este
es un canto de aclamación a la realeza de Dios, Señor del universo y de la
historia. El despliegue del poder salvador de Dios llega a su punto culminante
en la encarnación del su Hijo y en la victoria de este sobre la muerte y el
pecado.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS
21,12-19
“Todos os odiarán por causa mía,
pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá”
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Os
echarán mano, os perseguirán, estregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os
harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis
ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa,
porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni
contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y
hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os
odiarán por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá;
con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
A los discípulos y misioneros de Jesús, a los
que han optado radicalmente por vivir el evangelio, no les espera un camino
fácil: serán llevados a las sinagogas y a las cárceles, ante reyes y
magistrados por causa del nombre de Jesús. Ésta será una ocasión para que el
discípulo de testimonio de su Maestro, asistido por el Espíritu Santo, que dará
una elocuencia indecible para resistir el ataque de sus aguerridos adversarios.
En todo tiempo y lugar debemos recordar que la
opción por Jesús cuando se vive con toda intensidad comporta sacrificio y
sufrimiento. Porque el discípulo tiene que configurarse e identificarse con su
maestro, también en la faceta dolorosa de la misión. Por consiguiente, debe
estar dispuesto a tomar la cruz de cada día, que implica amenazas,
persecuciones y hasta incomprensiones de los miembros del núcleo familiar,
eclesial y social.
Es inevitable que en nuestra vida nos
sobrevengan las tribulaciones, los momentos prueba, muchas veces dolorosos como
la enfermedad, pero hay que recordar que Jesús nos da la seguridad al decirnos
no solamente que no tengamos miedo sino que, precisamente en esas
circunstancias tengamos el privilegio de dar testimonio de nuestra fe y que el Espíritu Santo pondrá en
nuestros labios las palabras necesarias para nuestra defensa.
ORACIÓN
Señor muchos de los que han predicado y
predican tu Evangelio no han sido entendidos, apoyados y respetados; a cuántos
han sacrificado por declarar y dar a conocer el verdadero sentido de la
existencia que es tu Proyecto de amor. Es una locura para el mundo ver a
aquellos (as) que en medio del rechazo, el dolor y sufrimiento siguen orantes,
transmitiendo la Palabra, sirviendo con gozo y alzando las manos a ti. Gracias
por ellos y ellas y ayúdanos a ser fieles como ellos. Amén.
“Solo
la fuerza del Espíritu Santo nos capacita para dar testimonio en medio de una
generación orgullosa e intolerante”
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