domingo, 1 de noviembre de 2020

Domingo 22 de Noviembre 2020

Solemnidad de  Jesucristo Rey del Universo


“CRISTO, PASTOR Y JUEZ”

 

PRIMERA LECTURA

EZEQUIEL 34,11-12.15-17

 “A vosotras, mis ovejas, voy a juzgar entre oveja y oveja”  

Así dice el Señor Dios: "Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear -oráculo del Señor Dios-. Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido. Y a vosotras, mis ovejas, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío." Palabra del Señor.

 REFLEXIÓN

La imagen del pastor nos parece acogedora y amorosa; la imagen del juez nos parece severa y casi amenazante. Uno de los propósitos de la celebración de hoy es que sepamos complementar una imagen con la otra: nuestro benigno pastor será también nuestro juez; nuestro juez insobornable es hoy nuestro pastor. Así nos lo enseña Ezequiel.

El Dios que busca a las ovejas es el mismo que juzga a las ovejas. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que el amor incondicional e inagotable nos conduce a un terreno en el que no vale disculpa alguna. Precisamente porque Dios nos ha amado sin medida nos ha quitado toda posibilidad de engañarnos. No hay excusas para el que se sabe amado, radicalmente amado, gratuitamente amado, infinitamente amado. El amor total elimina al engaño. El amor total hace brotar la verdad total.

 

SALMO RESPONSORIAL : 22

R./ El Señor es mi pastor, nada me falta. 

 El Señor es mi pastor, nada me falta:

en verdes praderas me hace recostar. R.

Me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas;

me guía por el sendero justo,

por el honor de su nombre. R.

Preparas una mesa ante mí,

enfrente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume,

y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan

todos los días de mi vida,

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término. R.  

OREMOS CON EL SALMO 

Este es un "Salmo de David",  es un Salmo impregnado de confianza, el salmista expresa su serena certeza de qu es guiado y protegido, puesto a salvo de todo peligro, porque el Señor es su pastor.Incluso en el desierto, lugar de carencia y de muerte, no disminuye la certeza de una radical presencia de vida, hasta el punto que se puede decir "nada me falta". El pastor, de hecho, tiene en el corazón el bien de su grey, adecua sus propios ritmos y sus propias exigencias a las de sus ovejas, camina y vive con ellas, guiándolas por senderos justos, es decir adaptado a ellas, con atención a sus necesidades y no a las propias. La seguridad de su rebaño es su prioridad y a eso obedece su guía.

SEGUNDA LECTURA

1 CORINTIOS 15,20-26.28 

“Devolverá a Dios Padre su reino, y así Dios lo será todo para todos” 

Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos. Palabra del Señor. 

REFLEXIÓN 

San Pablo nos ofrece otra perspectiva sobre el misterio magnífico que hoy celebramos. El reinado de Cristo parecerá en plenitud sólo al final. Nuestra historia, pues, tiene una dirección. No es el monótono repetirse que parecía amenazarnos desde los estribillos del Eclesiastés: "Nada nuevo bajo el sol" (Ecle 1,9). Cristo le da la dirección, le da el sentido a la historia. Él es el sentido de la historia y sin él la historia humana, individual o colectiva, es sólo una sucesión de deseos que no satisfacen, pero con Él y su Reinado la vida  adquiere un nuevo valor, una nueva esperanza. Pablo nos presenta al universo sometido a Cristo. La consumación consiste en eso: el sometimiento a Jesucristo. No es una fecha exterior al mundo, que caiga sobre el mundo porque "estaba escrita" en algún lugar. Es algo que viene de la más absoluta trascendencia, y  se despliega desde las entrañas de nuestra historia.

LECTURA DEL EVANGELIO 

MATEO 25, 31-35

 “Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.

Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."

Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de deber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis." Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna." Palabra del Señor 

REFLEXIÓN 

Hoy celebramos la fiesta de  Cristo Rey, debemos encontrarle el verdadero sentido.  Jesús nunca se proclamó Rey, ni busco ningún tipo de poder del mundo: nada más lejos de Él. Lo que Jesús hizo fue ponerse al servicio total del Reino, de forma que éste fue el centro mismo de su predicación y de su vida, la Causa por la que dio la vida. Importa pues hacer honor a la identidad verdadera de Jesús: Él no fue rey, ni lo quiso ser nunca, habló del Reino, del cual  Jesús fue su servidor y su mensajero. Y hoy  nos invita a volvernos a Él y a su Causa y si a reinar en nuestras vidas. 
El evangelio de hoy de la comunidad de Mateo, nos muestra el  poder de Cristo como Rey  pero haciendo la voluntad de su Padre y ese es el llamado que nos hace Jesús también a nosotros,  a ser obedientes, y primero a servir y a amar a los que nos rodean. Con una bendición invita a los salvados a entrar al reino que ya está presente pero al que sólo pueden entrar en el momento en que el mismo Dios de la orden. Esta es una invitación a todos nosotros para que en el momento del llamado al Reino, estemos preparados, habiendo sido justos, misericordiosos, caritativos y serviciales con nuestros hermanos. A la luz del pasaje de Mateo, que leemos hoy, queda claro que si hemos de ser juzgados, la materia exclusiva de ese juicio será el amor; y la calidad de nuestro amor la que  vamos a ir determinando  en cada momento de nuestra vida; así que no hay lugar para sorpresas cuando nos encontremos cara a cara con Dios y Jesús, que antes que ser juez, lo importante es ser  pastor que ama y siente compasión por sus ovejas.

ORACIÓN

Señor como no dejarnos amar por ti y ser juzgados por ti que tanto nos has amado y guiado para llevar una vida, según la propuesta de tu Reino de paz y verdadero amor. Hoy te reconocemos como Señor de nuestras vidas y  te amamos con todo nuestro corazón. Queremos establecer tu Reino amando y sirviendo a los hermanos, pero también proclamando tus maravillas entre nosotros. Que tú seas conocido amado y servido,  Señor Jesús, vida de nuestra vida y que vivas y reines en nosotros eternamente. Amén. 

 

 “Heredero del Reino es cualquier persona que hace el bien y practica la justicia”

 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: