“AMAR Y OBEDECER”
PRIMERA LECTURA
2 CARTA DE JUAN 4-9
“Quien permanece en la sana doctrina posee al Padre y al Hijo”
Es que han salido en el mundo muchos embusteros, que no reconocen que Jesucristo vino en la carne. El que diga eso es el embustero y el anticristo. Estad en guardia, para que recibáis el pleno salario y no perdáis vuestro trabajo. Todo el que se propasa y no permanece en la doctrina de Cristo no posee a Dios; quien permanece en la doctrina posee al Padre y al Hijo. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Leemos hoy un texto de la Segunda carta de Juan y el texto que nos
corresponde es simple, profundo y hermoso, nos hace recordar el mandamiento del
amor, que siempre nos cuesta. Nos puede más el egoísmo que la entrega y la
intransigencia que la tolerancia con los demás. Cuando a Jesús le preguntaron
cuál era el mandamiento más importante, contestó que el del amor: “Amar a Dios
y amar al prójimo”. Según la carta de Juan, “Este es el mandamiento que debe
regir nuestra conducta”. Podemos detenernos un momento y contestar con
sinceridad a esta pregunta ¿De veras amamos?. También lo de permanecer en la
sana doctrina tiene plena actualidad. Se ve que es viejo eso de que “han salido
en el mundo muchos embusteros”, porque ya se queja Juan de ello. No hemos
mejorado mucho, porque también ahora nos envuelven ideologías y mentalidades
que, clara o sutilmente, pueden minar los fundamentos de nuestra fe y
desfigurar el evangelio de Jesús. Tenemos que aceptar la invitación de Juan:
“Estad en guardia”, para que sepamos defender nuestra identidad en medio de
este mundo tan pluralista. Serenamente nos dice hoy el salmo 118 : “Dichoso el
que camina en la voluntad del Señor… te busco de todo corazón, no consientas
que me desvíe de tus mandamientos”.
R. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor. R.
Dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón. R.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R.
En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti. R.
Haz bien a tu siervo: viviré
y cumpliré tus palabras. R.
Ábreme los ojos, y contemplaré
las maravillas de tu voluntad. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este
salmo nos presenta las excelencias de la Ley de Dios, entendida como la
manifestación de la voluntad de Dios para el ser humano. Su cumplimiento le
asegura el bienestar y la dicha. La urgencia de cumplir siempre la voluntad de
Dios nace de la misma fe. Para nosotros se trata de “la ley perfecta del amor”
que se encuentra en el Evangelio y se encarna en el seguimiento de Cristo.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS
17,26-37
“Quien trate de conservar la vida la perderá”
"En aquel día, el
que se encuentre en la azotea y tenga sus cosas dentro de la casa, que no baje
a sacarlas; y el que esté en el campo, que no regrese a su casa. Acuérdense de
la mujer de Lot. El que trate de conservar su vida, la perderá; pero el que la
pierda, la conservará. "Les digo que en aquella noche, de dos que estén en
una misma cama, uno será llevado y el otro será dejado. De dos mujeres que
estén moliendo juntas, una será llevada y la otra será dejada."
Le preguntaron entonces: --¿Dónde ocurrirá eso, Señor? Y él les
contestó: --Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Lucas nos ofrece con los ejemplos de Noé y Lot
dos comportamientos para estar atentos e imitarlos: el desprendimiento y la
mortificación por un lado y la vigilancia y la fe por el otro. Una invitación a
estar siempre preparados para el encuentro con Dios. El juicio que nos espera
es la manifestación de lo que realmente somos; la muerte nos mostrará toda la
verdad sobre nuestra vida. Su llegada detiene nuestras relaciones con Dios y
nuestros prójimos: odio y amor; bondad y maldad; egoísmo y generosidad, todo
queda inmovilizado en el momento en que cesa la vida terrena y así este “día”
será el encuentro con Dios: de alegría o desesperación infinitas, según la
orientación que hayamos dado a nuestra existencia. Por esta razón Jesús nos
exhorta a darlo todo, aun la propia vida, porque “quien trate de conservar la
vida la perderá, pero quien la pierda la conservará” . Reflexionemos hoy
¿Vivimos la presencia viva y eficaz del reino en nuestras
vidas?, ¿Le damos prioridad a vivir la fraternidad, la caridad, el servicio y
la misericordia con nuestros hermanos?. ¿Qué nos preocupa sinceramente en nuestra vida y caminar diario?
ORACIÓN
Señor ayúdanos a vivir de acuerdo con
tu verdad según el mandamiento que hemos recibido del Padre a través tuyo y que
se resume en el AMOR, que llegara a la plenitud cuando vivamos nuestra pascua y
podamos conocer tu dimensión, tu lógica y practicarla sin restricciones. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Ana Raquel Rodríguez en su cumpleaños. Amén
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