“LA ALEGRÍA DE
HABER EXPERIMENTADO LA MISERICORDIA DE DIOS”
PRIMERA
LECTURA
FILIPENSES 3,3-8 a
“Lo que para mí era ganancia lo consideré
pérdida comparado con Cristo”
Hermanos: Los
circuncisos somos nosotros, que damos culto con el Espíritu de Dios, y que
ponemos nuestra gloria en Cristo Jesús, sin confiar en la carne. Aunque, lo que
es yo, ciertamente tendría motivos para confiar en la carne, y si algún otro
piensa que puede hacerlo, yo mucho más: circuncidado a los ocho días de nacer,
israelita de nación, de la tribu de Benjamín, hebreo por los cuatro costados y,
por lo que toca a la ley, fariseo; si se trata de intransigencia, fui perseguidor
de la Iglesia, si de ser justo por la ley, era irreprochable. Sin embargo, todo
eso que para mí era ganancia lo consideré pérdida comparado con Cristo; más
aún, todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de
Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal
de ganar a Cristo. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Parece que la comunidad de Filipo tenía problemas, algunos de los
judíos que se convirtieron al cristianismo querían imponer sus costumbres,
especialmente la circuncisión y las tradiciones rituales judías. Pablo se pone
como ejemplo a sí mismo, convertido del judaísmo, renuncia a todo aquello que
ha sido superado por el evangelio de Cristo. Si el predica la liberación de la
ley antigua no es porque no sea o no se sienta judío. Está orgulloso de
pertenecer al pueblo de Israel: de haber sido circuncidado a los ocho días de
nacer, como los buenos judíos, de pertenecer a la tribu de Benjamín, de ser
“hebreo por los cuatro costados” y, en concreto, de ser fariseo, y como buen
fariseo, haber sido irreprochable en el cumplimiento de la ley, como luego fue
intransigente en la persecución de los cristianos. Pero ha pasado algo decisivo
en su vida: se encontró con Cristo Jesús, y entonces todo lo anterior, “que para
él era ganancia, lo consideró pérdida comparado con Cristo”. Todo lo demás lo
dejó a un lado, “lo estimó basura”, “con tal de ganar a Cristo”. Los que ven
nuestro estilo de vida tendrían que notar que los cristianos hemos hecho una
opción por los valores de Cristo, por encima de otros valores humanos. Y
ahora ¿podríamos decir que todo lo que
se considera “ganancia” según los criterios del mundo, lo hemos dejado en
segundo término, porque hemos descubierto a Cristo en nuestra vida, y le damos
el primer lugar?
SALMO RESPONSORIAL: 104
R. / Que se alegren los que buscan al
Señor.
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas;
gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor. R.
Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro.
Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca. R.
¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este salmo
es un himno de alabanza a Dios por las maravillas hechas en favor de su pueblo,
recordando la historia desde los patriarcas hasta la entrada a la tierra
prometida. La historia de salvación de Israel hace parte de nuestra propia
historia de salvación, pero ella se completa con la nueva alianza mediada por
Jesucristo y con el ofrecimiento de salvación a todos los pueblos.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS
15,1-10
“Habrá alegría en el cielo por un solo
pecador que se convierta”
En aquel tiempo se acercaban
a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los
letrados murmuraban entre ellos: "Ese acoge a los pecadores y come con
ellos". Jesús les dijo esta parábola: "Si uno de vosotros tiene cien
ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras
la descarriada hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, se la carga sobre
los hombros muy contento; y al llegar a casa, reúne a los amigos y a los
vecinos para decirles: "¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me
había perdido". Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por
un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no
necesitan convertirse. Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una,
¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta que la
encuentra? Y cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas para decirles
"¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido". Os
digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador
que se convierta". Palabra del
Señor.
REFLEXIÓN
El
capítulo
15 de Lucas ha sido llamado “el corazón del evangelio” porque pone de relieve
la misericordia divina; es el tema de la búsqueda y el encuentro de lo que
estaba perdido y de la alegría de Dios al encontrarlo. Es una invitación a
cambiar de actitud hacia aquellos que desean mejorar su vida y les cuesta mucho
lograrlo. Esta es la gran noticia del Evangelio: Dios se solidariza con los
excluidos y marginados, con los pecadores. No se insiste tanto en el
reencuentro sino en la conversión, porque Dios no obliga al pecador contra su
voluntad.
El Dios de Jesús no es solo para los buenos, sino
para todos los pecadores que quieran escucharle. Leemos hoy en el evangelio, las parábolas de la misericordia (el pastor
que busca la oveja perdida, la mujer que busca la moneda perdida y el padre que
espera a sus hijos perdidos. Estas parábolas de la misericordia siguen una
misma estructura: algo se pierde, lo perdido se busca minuciosamente y al
encontrarlo se celebra una fiesta. La imagen de Dios, aparece en estas tres
parábolas como: un pastor, una mujer y un padre que espera a sus hijos
perdidos. Estas imágenes muestran la ternura de Dios que busca, y espera
“contra toda esperanza” que la comunidad (oveja, monedas, hijos) se reoriente y
vuelva a la relación del Dios de la misericordia. Ante tantas imágenes
negativas que tenemos de Dios, es necesario experimentar al Dios de la
misericordia, que nos ama incondicionalmente, no por algo que merezcamos, o
porque cumplamos la ley, sino porque Dios es misericordia.
ORACIÓN
Señor
gracias por tu amor y misericordia infinita, para con nosotros, gracias porque
el encuentro contigo es lo mejor que ha pasado en nuestras vidas, pues aún en
medio de nuestra miseria tú te acercaste, nos invitaste a seguirte y trabajas en
nuestro ser para ser personas sanas, restauradas, no tanto física como
espiritualmente. Señor haz que nuestros sentimientos, emociones y acciones estén
encaminadas hacia ti, y a que otros se conviertan y sean encontrados por ti. Amén.
“La alegría del evangelio, llena el corazón y la vida
entera de los que se encuentran con Jesús”
Amado padre, todo honor toda gloria, gracias por mostrarte misericordioso con gentiles, publicanos y pecadores, creo que hay ya nos incluyes casi a todos, quiero manifestar que eres Dios y que mi vida depende de ti, sin tu ayuda superar las pruebas que se me han presentado seria dentro de la lógica y del mundo prácticamente imposible, pero a pesar de mi angustia, mi ansiedad y mi depresión aun estoy dando la batalla, te ruego mi sr que le des una licencia a este soldado a quien has honrado con sendas batallas, eres mi Sr, el gerente de mi empresa, tu has sabido mantenerla, iniciando sin capital, sin probabilidades, en pandemia, en contra de todo pronostico negativo, nos permites dar algunos días de trabajo, y siempre permites que halla para cumplir con las obligaciones de la empresa; pongo mis esperanzas y mis necesidades personales en tu manos, necesito de tu guía de tu dirección, me hiciste padre de un hermoso niño que parece haber venido al mundo para recordarme a cada segundo de mi vida que me amas infinitamente y que el amor incondicional viene de ti y lo veo y me l o haces sentir cada vez que mi hijo se ríe, cada vez que me dice que quiere estar conmigo, me dice que me ama y hay me parece que eres tu a través de el, te pido perdón por mi falta de fe y de confianza, ven a mi lléname de ti, lléname a través del espíritu que prometiste a través de la verdad, hazme fuerte, Dios conmigo nadie contra mi, envía a tus ángeles para que se manifieste tu poder en mi vida, defiéndeme y a mi familia, cúbrenos con tu sangre, defiéndenos de las asechanzas del enemigo, aun que se que soy un pecador y que no merezco que me mires acudo a tu misericordia y me dispongo a ser testigo de tu grandeza, no permitas que uno de tus hijos vuelva a ser humillado, hazme justicia ser de los ejércitos, llena mi vida de victorias para decirle a todos los que me pregunten como lo logre que fuiste tu que nos amas sin medida y que nos das todo la espada, la batalla, el enemigo, las fuerzas y la victoria nos das todo.
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