domingo, 1 de noviembre de 2020

Viernes 06 de Noviembre de 2020

 

“ADMINISTRAR CON SENSATEZ”


PRIMERA LECTURA

FILIPENSES 3,17- 4,1

 “Aguardamos un Salvador; él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso”

Seguid mi ejemplo, hermanos, y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros. Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Duro pasaje nos ofrece la primera lectura de hoy: después de descubrir la inmensa grandeza de Cristo en la hora  de la Cruz, ahora debemos oírle una pésima noticia: hay enemigos de la Cruz de Cristo. Pablo habla de un modo metafórico y es nuestro deber descubrir a qué y a quiénes se refiere. Pablo dice que hay tres cosas que identifican a estos enemigos: "su dios es el vientre"; "se enorgullecen de lo que debería avergonzarlos", y "sólo piensan en las cosas de la tierra". Sería fácil pensar en gente glotona o materialista, por la primera y tercera de estas notas, pero un poco de atención a la segunda nos muestra que esta interpretación es quizá insuficiente.

Si ser enemigo de la Cruz de Cristo es apoyarse en prácticas externas y humanas como las de la ley de Moisés, entendemos también qué significa ser amigo de la Cruz del Señor. Tal amistad consiste sobre todo en aceptar el bien propio del sacrificio de Jesús, que es nuestra salvación.  Del amor de Cristo recibimos un cuerpo nuevo y una ciudadanía nueva. No vale la pena dar demasiada importancia al vientre, allí quería  decir: qué alimentos están prohibidos o permitidos por la Ley judía; si soy o no judío de raza.  Nuestras expectativas y nuestra gloria siguen otras sendas, fundadas en Cristo: "El transformará nuestro frágil cuerpo en un cuerpo glorioso como el suyo" (Flp 3,21).  Tampoco vale la pena anclarnos en los "elementos de este mundo" y encerrar nuestra lógica en pensamientos que sólo se refieren a cosas y prácticas que pasarán cuando este mundo pase. ¡Nuestra ciudadanía está en los cielos!, grita Pablo (Flp 3,20), proclamando la maravillosa libertad de los que no dependen de sí mismos sino solo dependen de Dios.

SALMO RESPONSORIAL: 121

R./ Vamos alegres a la casa del Señor.

 ¡Qué alegría cuando me dijeron:

"Vamos a la casa del Señor"!

Ya están pisando nuestros pies

tus umbrales, Jerusalén. R.

 

Allá suben las tribus,

las tribus del Señor,

según la costumbre de Israel,

a celebrar el nombre del Señor;

en ella están los tribunales de justicia,

en el palacio de David. R.

OREMOS CON EL SALMO

Este es un canto entonado por los peregrinos que se dirigen al templo de Jerusalén para celebrar una fiesta. El encuentro con Dios es motivo de profunda alegría. La casa definitiva de Dios, el lugar de encuentro de Dios con la humanidad es Cristo, presente en su Iglesia. La paz es símbolo de todos los beneficios divinos.



LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 16, 1-8

“Los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz”

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido".

El administrador se puso a echar sus cálculos: "¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa". Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo, y dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi amo?" Este respondió: "Cien barriles de aceite". El le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta". Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?" El contestó: "Cien fanegas de trigo". Le dijo: "Aquí está tu recibo, escribe ochenta". Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz". Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

Esta parábola ha mostrado desconcierto porque parece que se alaba la sagacidad de un hombre deshonesto. Es claro que no se nos invita a ello sino a captar la habilidad del administrador ante la situación que se le viene encima y así nos invita a hacernos amigos utilizando los bienes de este mundo para ponerlos al servicio de los más necesitados. Lucas nos invita a vivir con criterios de generosidad y desprendimiento opuestos a los habituales del mundo. La vida es esencialmente tensión, dinamismo, apertura y búsqueda. Se nos exige trabajar inteligentemente nuestros dones combinando el hoy con el mañana, lo provisional con lo futuro. Esta combinación debe darse en la proporción justa, sin que un tiempo cause daño al otro. Seguir a Jesús, Luz del mundo, significa ser astutamente decididos. Jesús narra esta parábola para que dirijamos nuestra inteligencia y sepamos cómo sacar provecho con astucia en tiempos de infortunio y adversidad.

ORACIÓN

Padre Amado, acércanos a tu corazón para que hoy se reflejen en nuestra vida tus sentimientos, todo lo bueno que viene de ti. Que nuestros actos sean reflejo de tu amor que nos conquistó, ese amor incondicional y perfecto. Que podamos dar a nuestros hermanos un poco de lo que tú nos has dado y salir juntos a tu encuentro. Amén.

“No te adueñes de los bienes de este mundo, úsalos para provecho de los demás”

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