lunes, 1 de agosto de 2011

2011 AÑO DE RESTITUCIÓN, RESTAURACIÓN Y RECOMPENSA

A DIOS LE GUSTAN LO FINALES FELICES

¡El Señor llevará a feliz término su acción en mi favor! Señor, tu amor es eterno; ¡no dejes incompleto lo que has emprendido! Salmo 137(138) 8


A quien no le gusta los finales felices, cuantas películas vemos con finales que nos desconciertan, cuántos libros leemos con finales inesperados, historias de amor, historias de vidas heroicas, comienzos maravillosos, romances idílicos, historias de nuestra misma vida que tienen comienzos inolvidables pero con finales que no esperábamos, que terminan y nos dejan sabores amargos, y tal vez muchas lágrimas. Nuestras historias no siempre tienen el final que esperábamos, y nos preguntamos ¿Qué nos pasó? ¿Qué hicimos mal? ¿Qué nos faltó? ¿Porqué se acabó?.


¿Cuántas veces también dejamos nuestras historias a mitad de rodaje, nuestras construcciones en “obra negra”, nuestros proyectos a medio empezar, cuántos de los que empiezan la maratones terminan hasta el final, cuántos de los que empiezan una cátedra o un estudio a pesar de los obstáculos, de la falta de tiempo, de las exigencias, la terminan?.
Pero el Señor quiere que hagamos una pare hoy y que tomemos la palabra del salmista : “¡El Señor llevará a feliz término su acción en nuestro favor! Señor, tu amor es eterno; ¡no dejes incompleto lo que has emprendido!”. Salmo 138,8. Él quiere llevar a cabo los planes que tiene para nuestra vida, llevar a feliz término su acción en nosotros y quiere seguir perfeccionado aquello que empezó en nosotros. Pues bien, el trabajo ha comenzado…. y Él quiere seguir poniendo la buena semilla en nosotros. Con Él, el trabajo no quedará estancado, no quedará a mitad de camino el sembrado, ni quedará a medias la construcción, con Él todo llegará a feliz término.


El Señor también quiere que nos reconciliemos con nuestro pasado y que vivamos un presente renovado, con un rostro diferente, sanando todas nuestras heridas, quitando todas nuestras frustraciones, refrescando nuestro interior, quiere se viento fresco para nuestra vida, quiere seguir obrando en nosotros, garantizándonos un futuro lleno de esperanza y quiere terminar la obra que una vez empezó en nosotros.


Y aunque no queramos pensar en los finales, nuestros finales son inevitables, pidámosle hoy al Señor y muy especialmente oremos en esta semana, porque Dios este siempre con nosotros, que nos dé fortaleza hasta el final, para que nuestro final y el de los nuestros, el de nuestra familia, nuestros padres, nuestros hijos, nuestros amigos, etc, todos los que nos rodean, sea un final en alegría y en paz. Pidámosle al Señor y clamémosle por un buen final para nosotros y todos los nuestros.
"CAMINANDO SOBRE LAS AGUAS"


Al llegar la noche, estaba allí él solo, mientras la barca ya iba bastante lejos de tierra firme. Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo: --¡Es un fantasma! Pero Jesús les habló, diciéndoles: --¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo! Mateo 14, 22-36

Creiamos que el viaje iba a ser sencillo, el día claro, el mar sereno. Los pronósticos del tiempo eran buenos….. Sin embargo, la tormenta…, ha llegado. Las olas aumentan. El viento sopla fuerte. La nave sube y baja, como un juguete. El mareo domina a tripulantes y pasajeros. Una sensación de miedo y pánico nos invade. . Las seguridades dejan de serlo. Las olas golpean, una y otra vez, la barca, que parecía fuerte y firme en los momentos de bonanza. Así también ocurre con nuestra barca… con nuestra barca de la vida.


Es la sensación que sentían los discípulos aquel día de tormenta, su barca "zarandeada por las olas a causa del viento contrario". Es también el reflejo de nuestra vida, cuántas veces nuestra vida se parece a esa barca agitada por las olas, el viento contrario puede ser la hostilidad y la incomprensión de las personas, una enfermedad, un fracaso, los reveses continuos de la vida, la dificultad para encontrar un buen hogar, un buen compañero (a), una buena casa o trabajo. Quizá al inicio hemos afrontado con valentía las dificultades, decididos a no perder la fe, a confiar en Dios. Durante un tiempo nosotros también intentamos seguir y hemos caminado sobre las aguas…. confiando únicamente en la ayuda de Dios, posando nuestra mirada sólo en Él. Pero después, al ver que nuestras dificultados son cada vez más largas y duras, hemos pensado que no podemos más, hemos perdido el norte, la valentía y sentimos que nos hundimos.


Pero aquí mismo es donde está Jesús, no quiere estar lejos ni ausente de nuestra realidad, aplaca la tempestad con su sola presencia, hoy camina sobre las aguas y hace caminar también a Pedro sobre el mar , y nos invita a ir "caminando sobre las aguas", a avanzar entre las corrientes de este mundo, apoyándose sólo en la fe. Nos pide que no dudemos como lo hizo Pedro, que desconfió, que dejó de mirarle y comenzó a mirarse a sí mismo y la fuerza del viento, y fue cuando todo se vino abajo…“Viendo el viento fuerte , temió y, comenzó a hundirse. (Mateo 14,29)
“Tened confianza. Soy yo. No temáis.” nos dice el Señor. Es la seguridad que nos quiere infundir, disipar todos nuestros temores, miedos, angustias y desesperaciones, en medio de la crisis y oscuridad quiere darnos la mano para salir y vencer. Sólo Él puede llenarnos de la confianza cierta que necesitamos en nuestra vida de todos los días. Y esa es la gran lección que nos quiere dejar hoy: la necesidad de la FE y de una confianza absoluta en su gracia y en su poder.



Si nosotros tenemos fe en Jesús, no sólo caminaremos sobre las aguas, sino que seremos capaces de cosas aún mucho más importantes...


FRASE PARA RECORDAR ESTA SEMANA

NADIE ESTA A SALVO DE LAS TORMENTAS QUE AGITAN LA VIDA, EN ESOS MOMENTOS ES CUANDO LA FE HACE LA DIFERENCIA.

2011 AÑO DE RESTAURACION, RESTITUCION Y RECOMPENSA

DIOS CON NOSOTROS

“Yo soy, no tengan miedo” Juan 6, 20


No conocemos las vueltas que puede tener tu vida en este día. Posiblemente estés viviendo horas agitadas por problemas puntuales: una enfermedad, la muerte de un ser querido, la perdida de un ser amado, la perdida de tu trabajo, el fracaso de tus proyectos o un desencuentro sentimental, o sencillamente los momentos de desánimo y sinsabores de cada día o la rutina tediosa de muchos días.


Pero, tenemos buenas noticias para ti en este día. Te contaremos en breves pinceladas una historia llena de amor.
Jesús tenía un amigo en la aldea de Betania, que se llamaba Lázaro. Jesús le amaba mucho. Allí, frecuentemente Jesús pasaba horas compartiendo con esta familia. Un día le mandaron decir a Jesús, que el amigo que amaba estaba muy enfermo. Pero finalmente este murió, y Jesús llega a Betania cuando ya había sido enterrado. Entonces al recibir la noticia se estremeció y lloró por su amigo Lázaro. Acompañó a su familia en su dolor, y les dio una luz de esperanza, una esperanza de vida, de resurrección para su hermano.


Jesús desde tiempos de Isaías es anunciado y profetizado como “Emmanuell” que quiere decir “Dios con nosotros” (Isaías 7,14;8.10)…. Él no quiere ser un Dios lejano, quiere hacerse cercano, quiere quedarse en todos los momentos de nuestra vida , quiere ser un “Dios con nosotros”. No importa cuál sea nuestra situación en este día. Jesús está a nuestro lado para mezclarse con nuestro dolor. Dios estará siempre a nuestro lado, y quiere compartir con nosotros todos los momentos, lo felices y todos aquellos tristes y traumáticos. Ten ánimo en este día. El que te ama tiene el control de todas las cosas y quiere ayudarte compartiendo tus lágrimas como en la aldea de Betania.

Meditemos hoy con esta alabanza de Damaris Freire: "DIOS CON NOSOTROS"

Nada que hacer, ni a donde ir
sin esperanza a su vivir
sin ilusión, ni dirección
y sin remedio a su dolor

Hasta el día que del cielo llegó
Dios con nosotros Emanuel
Regalo eterno a la creación
Dios con nosotros Emanuel

Vimos la luz y el resplandor
de aquella estrella que nos llevó
hacia el lugar donde nació
nuestra Esperanza y Salvación
Pues ahora desde el cielo nos llegó
Dios con nosotros Emanuel...

Gracias Dios por estar con nosotros. Amén.

Lunes 1 de agosto de 2011

“SUPERANDO LOS COMBATES DE LA FE”

PRIMERA LECTURA
NÚMERO 11,4b-15


“YO SOLO NO PUEDO CARGAR CON ESTE PUEBLO

Entre los israelitas se había mezclado gente de toda clase, que solo pensaba en comer. Y los israelitas, dejándose llevar por ellos, se pusieron a llorar y a decir: "¡Ojalá tuviéramos carne para comer! ¡Cómo nos viene a la memoria el pescado que comíamos gratis en Egipto! Y también comíamos pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos. Pero ahora nos estamos muriendo de hambre, y no se ve otra cosa que maná."
(El maná era parecido a la semilla del cilantro; tenía un color amarillento, como el de la resina, y sabía a tortas de harina con aceite. La gente salía a recogerlo, y luego lo molían o machacaban, y lo cocinaban o lo preparaban en forma de panes. Por la noche, cuando caía el rocío sobre el campamento, caía también el maná.)
Moisés oyó que los israelitas y sus familiares lloraban a la entrada de sus tiendas. El Señor estaba muy enojado. Y Moisés también se disgustó, y le dijo al Señor:
--¿Por qué me tratas mal a mí, que soy tu siervo? ¿Qué tienes contra mí, que me has hecho cargar con este pueblo? ¿Acaso soy yo su padre o su madre para que me pidas que los lleve en brazos, como a niños de pecho, hasta el país que prometiste a sus antepasados? ¿De dónde voy a sacar carne para dar de comer a toda esta gente? Vienen llorando a decirme: 'Danos carne para comer.' Yo no puedo ya encargarme de llevar solo a todo este pueblo; es una carga demasiado pesada para mí. Si vas a seguir tratándome así, mejor quítame la vida, si es que de veras me estimas. Así no tendré que verme en tantas dificultades.


REFLEXIÓN
Leeremos durante cuatro días algunos pasajes del libro de Números, que debe su nombre a que empieza con los censos de las tribus. Allí se continúa la historia de la peregrinación del pueblo de Israel por el desierto desde el Sinaí hasta Moab, a las puertas de la tierra prometida: los cuarenta años de odisea desde Egipto a Canaán.

El desierto fue una dura prueba para el pueblo de Israel. Aunque continúan experimentando la cercanía de Dios, que los alimenta con el maná, empiezan a quejarse con Moisés, aburridos de este alimento. Añoran la vida que llevaban en Egipto, a pesar de ser esclavos. La impaciencia del pueblo, que olvida todo lo que Dios y Moisés ha hecho por el, se va contra él… Y Moisés también se desanima y, tentado de echarlo todo a rodar, se refugia en la oración, una oración muy humana y sentida. ¿Porqué tratas mal a tu siervo… porque le haces cargar con todo este pueblo?” La crisis es fuerte “ Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo. Si me vas a tratar así, más vale que me hagas morir”


Moisés aparece en un momento realmente de exasperación, Moisés que es un líder en todo sentido, un hombre profundamente espiritual, con tiempos de oración y ayuno en el Monte Sinaí, un hombre de santidad, y sin embargo, lo encontramos quejándose, gimiendo… pero aún así, sigue adelante, sigue con la tarea, ora, y de la oración saca nuevas fuerzas, habla con Dios, y de la Palabra de Dios saca nueva luz y sigue conduciendo al pueblo. Es un hombre, es un hombre frágil como nosotros, se cansa como nosotros, pero también nos está indicando a todos en dónde está la fuente viva y en dónde podemos renovar nuestra esperanza, de donde saldrán las ganas de seguir adelante, de dónde se puede arrebatar la victoria. La perseverancia en la fe de Moisés va más allá del cansancio


Nosotros al igual también tenemos nuestros momentos de crisis y desánimo; vemos muy poco fruto en el trabajo que estamos realizando, la rutina, la vida de cada día nos produce cansancio, nuestras cargas se hacen más pesadas, nuestras tareas y metas se ven cada vez más lejanas, más difíciles e imposibles. ¿Pero en aquellos momentos de crisis que tipo de oración brota de nuestro corazón? ¿Hacemos realmente un oración sincera y realista, en la que exponemos con confianza a Dios nuestra situación? ¿Pasamos tiempo con Él y le buscamos de todo corazón?. En aquellas circunstancias el Señor nos invita a renovar nuestras fuerzas, a buscarle de todo corazón como lo hizo Moisés, a beber de su fuente, a cobrar nuevos ánimos y seguir adelante.

SALMO RESPONSORIAL: 80
R: Aclamen a Dios, nuestra fuerza.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 14, 13-21


“NO TENEMOS MÁS QUE CINCO PANES Y DOS PECES”


Cuando Jesús recibió la noticia, se fue de allí él solo, en una barca, a un lugar apartado. Pero la gente lo supo y salió de los pueblos para seguirlo por tierra. Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud; sintió compasión de ellos y sanó a los enfermos que llevaban. Como ya se hacía de noche, los discípulos se le acercaron y le dijeron:
--Ya es tarde, y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y se compren comida.
Jesús les contestó:
--No es necesario que se vayan; denles ustedes de comer.
Ellos respondieron:
--No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados.
Jesús les dijo:
--Tráiganmelos aquí.
Entonces mandó a la multitud que se sentara sobre la hierba. Luego tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición y partió los panes, los dio a los discípulos y ellos los repartieron entre la gente. 20 Todos comieron hasta quedar satisfechos; recogieron los pedazos sobrantes, y con ellos llenaron doce canastas. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

REFLEXIÓN:
Jesús se aleja de los centros urbanos al enterarse de la atroz muerte de Juan Bautista, pero las multitudes le siguen. Jesús sana a los enfermos que se suman a la multitud. Así da cumplimiento a un propósito que ha asumido y que ha compartido con la comunidad que camina en pos de él (Mt 9,36). Propósito que ha comenzado con la comunicación de la palabra, la misión compartida, la lucha solidaria contra el mal y asumir la responsabilidad pastoral. En este episodio la comunidad (Jesús y discípulos más cercanos) amplía sus límites en el momento en que el mismo Jesús comienza a compartir su propio alimento, de modo que se solidarizan con el pueblo de Israel, que busca el camino del Señor con sincero corazón. El alimento compartido es escaso, sin embargo la bendición que se imparte al comenzar la cena y la generosidad al repartirlo y compartirlo hacen que sea abundante. La precariedad de recursos no es un obstáculo ni para seguir a Jesús ni para hacer realidad su propuesta. Los doce canastos llenos de sobras simbolizan la eficacia de esa acción profética de Jesús, que convierte la escasez en abundancia, en una ocasión para la solidaridad y que siempre habrá una ocasión para compartir.


ORACIÓN
Señor que aunque tiempos de desánimo, áridez, tiempos de desierto y sequedad estemos pasando en nuestra vida, te pedimos nos des nuevas fuerzas, nos ánimes con tú Espíritu, nos alientes, nos llenes de tu Sabíduría en el actuar y no dejes que perdamos el rumbo, que no añoremos volver atrás a nuestros Egiptos, que no abandonemos el trabajo y la misión en la mitad del camino. Amén.

Martes 2 de agosto de 2011

“EL PECADO NOS DESHUMANIZA”

PRIMERA LECTURA
NÚMEROS 12,1-13


“¿CÓMO SE HAN ATREVIDO A HABLAR CONTRA MOISÉS”


María y Aarón empezaron a hablar mal de Moisés, porque este se había casado con una mujer etíope. Además dijeron: "El Señor no ha hablado solamente con Moisés; también ha hablado con nosotros." Y el Señor lo oyó.
En realidad, Moisés era el hombre más humilde del mundo. Por eso el Señor les dijo a Moisés, Aarón y María: "Vayan ustedes tres a la tienda del encuentro."
Los tres fueron allá. Entonces el Señor bajó en una espesa nube y se colocó a la entrada de la tienda; luego llamó a Aarón y a María, y cuando ellos se presentaron el Señor les dijo: "Escuchen esto que les voy a decir: Cuando hay entre ustedes un profeta de mi parte, yo me comunico con él en visiones y le hablo en sueños; pero con mi siervo Moisés no lo hago así. Él es el más fiel de todos mis siervos, y con él hablo cara a cara y en un lenguaje claro. Y si él me ve cara a cara, ¿cómo se atreven ustedes a hablar mal de él?"
El Señor se enojó mucho con ellos, y se fue. Y en cuanto la nube se alejó de la tienda, María se puso leprosa, con la piel toda blanca. Cuando Aarón se volvió para mirar a María, y vio que estaba leprosa, le dijo a Moisés: "Por favor, mi señor, no nos castigues por este pecado que tontamente hemos cometido. No permitas que ella quede como una criatura muerta antes de nacer, que sale con la piel medio deshecha."
Entonces Moisés suplicó al Señor: "Por favor, oh Dios, te ruego que la sanes."

REFLEXIÓN
Si en el texto de ayer, el pueblo se rebela y protesta contra Moisés, hoy la rebelión y la protesta le viene de su misma familia: su hermano mayor Aarón y su hermana María ( Miriam) critican su matrimonio con una extranjera y ponen en tela de juicio su carácter de profeta o, al menos de profeta único. Ante ese ataque existes dos reacciones: una de Moisés que lo asume con paciencia, porque era el “hombre de mas aguante del mundo”, pero Dios se enfada y sale a la defensa de su profeta: ¿Cómo se ha atrevió a hablar de mi siervo Moisés?.


Parecería lo más lógico que cuando Dios suscita a un líder para bien de todos, todos lo acojan y vean en él un regalo que la Providencia les concede. Pero el mundo y el pensamiento humano no está hecho de manera lógica, es egoísta, lleno de envidias hasta en la misma familia. El pecado ocupa mucho espacio de la Biblia, precisamente porque toda la revelación bíblica es un relato estupendo de cómo el pecado no tiene la última palabra. Pero lo que aparece en primer lugar es cómo el pecado trae consecuencias y cómo esas consecuencias recaen sobre el mismo pecador, como le sucedió a esta María, celosa del puesto de privilegio de su hermano Moisés en los planes de Dios. Luego viene la parte del arrepentimiento, el que siente su propia fealdad, se asusta, pero ese disgusto es bueno en la medida en que invita a conversión y mueve a pedir ayuda. Y así, también muestra a un Moisés, con su buen corazón intercediendo ante Dios por su hermana, vemos como una historia de pecado finalmente no es una aburrida historia de fracaso sino, en último término, una preciosa historia de gracia.

SALMO RESPONSORIAL: 50
R: Misericordia, Señor hemos pecado.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 14, 22-36

“¡QUE POCA FE! ¿PORQÚE HAS DUDADO”


Después de esto, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca, para que cruzaran el lago antes que él y llegaran al otro lado mientras él despedía a la gente. Cuando la hubo despedido, Jesús subió a un cerro, para orar a solas. Al llegar la noche, estaba allí él solo, mientras la barca ya iba bastante lejos de tierra firme. Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo:
--¡Es un fantasma!
Pero Jesús les habló, diciéndoles:
--¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!
Entonces Pedro le respondió:
--Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua.
--Ven --dijo Jesús.
Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó:
--¡Sálvame, Señor!
Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo:
--¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?
En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron:
--¡En verdad tú eres el Hijo de Dios!
Jesús sana a los enfermos en Genesaret

Cruzaron el lago y llegaron a tierra en Genesaret. La gente del lugar reconoció a Jesús, y la noticia se extendió por toda la región. Le llevaban los enfermos, y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su capa; y todos los que la tocaban, quedaban sanos.


REFLEXIÓN
Los milagros bíblicos son símbolos del poder de Dios, es decir, de la capacidad de Dios de realizar la obra de la salvación. El grupo de seguidores que ha asistido a la multiplicación del pan todavía no cree que Jesús tiene el poder para resistir y vencer al mal. Por esta razón, cuando la barca se aleja de tierra firme, donde está el grupo grande de seguidores de Jesús, los discípulos de élite montados en la barca se sienten desfallecer ante el ímpetu del viento y de las olas, que representan fuerzas sobrehumanas adversas. El temor los incapacita para ejecutar el mandato de Jesús. Y no porque no hayan recibido la debida preparación, sino porque carecen de la confianza necesaria para continuar la misión que el Maestro les ha compartido. Los discípulos experimentan gran dificultad para ir ‘detrás’ de Jesús, pero aún más para ir delante de Jesús. Por fortuna, Jesús está allí para echar una mano, porque, aunque falle nuestra fe en él, no falla su fe en nosotros. Si tenemos fe en el propósito de Dios, mayor es aún la confianza que él deposita en nosotros.


Nos hace pues una buena descripción de la fe el evangelio de hoy: creer es como caminar sobre el agua. No por propia fuerza, así se tratara de la fuerza de la mente, sino por virtud de esa mirada sostenida en los ojos de Jesús y por vigor de su palabra que nos llama a avanzar hacia él. Caminar sobre el agua es sentir que nada podría sostener nuestras más firmes opciones, y nada podría llevar a término nuestras mejores luchas, y nada podría darle alas a nuestros más queridos sueños: nada, sino sólo Jesucristo.


ORACIÓN
Señor qué difícil es mantenerse firme en el amor, mantenerse en tu proyecto, tu sabes cuantas veces nuestra fe tambalea, cuantas veces te quitamos la mirada y sentimos que nos hundimos, Señor ayudamos a caminar sobre el agua, a vivir en tu palabra, a vivir sostenidos en tus fuerzas. Amén

Miércoles 3 de julio de 2011

“LA FE: CONDICIÓN PARA ENTRAR A LA TIERRA PROMETIDA”

PRIMERA LECTURA
NÚMEROS 13, 2-3ª .26; 14,1.26-30.34-35



“DESPRECIARON UNA TIERRA ENVIDIABLE”


En aquellos días, el Señor dijo a Moisés en el desierto de Farán: "Envía gente a explorar el 1país de Canaán, que yo voy a entregar a los israelitas: envía uno de cada tribu, y que todos sean jefes." Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar el país; y se presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad israelita, en el desierto de Farán, en Cadés. Presentaron su informe a toda la comunidad y les enseñaron los frutos del país. Y les contaron: "Hemos entrado en el país adonde nos enviaste; es una tierra que mana leche y miel; aquí tenéis sus frutos. Pero el pueblo que habita el país es poderoso, tienen grandes ciudades fortificadas (hemos visto allí hijos de Anac). Amalec vive en la región del desierto, los hititas, jebuseos y amorreos viven en la montaña, los cananeos junto al mar y junto al Jordán."
Caleb hizo callar al pueblo ante Moisés y dijo: "Tenemos que subir y apoderarnos de esa tierra, porque podemos con ella." Pero los que habían subido con él replicaron: “No podemos atacar al pueblo, porque es más fuerte que nosotros." Y desacreditaban la tierra que habían explorado delante de los israelitas: "La tierra que hemos cruzado y explorado es una tierra que devora a sus habitantes; el pueblo que hemos visto en ella es de gran estatura. Hemos visto allí gigantes, hijos de Anac: parecíamos saltamontes a su lado, y así nos veían ellos." Entonces toda la comunidad empezó a dar gritos, y el pueblo lloró toda la noche. El Señor dijo a Moisés y Aarón: "¿Hasta cuándo seguirá esta comunidad malvada protestando contra mí? He oído a los israelitas protestar de mí. Pues diles: "Por mi vida -oráculo del Señor-, que os haré lo que me habéis dicho en la cara; en este desierto caerán vuestros cadáveres, y de todo vuestro censo, contando de veinte años para arriba, los que protestasteis contra mí no entraréis en la tierra donde juré que os establecería. Sólo exceptúo a Josué, hijo de Nun, y a Caleb, hijo de Jefoné. Contando los días que explorasteis la tierra, cuarenta días, cargaréis con vuestra culpa un año por cada día, cuarenta años. Para que sepáis lo que es desobedecerme. Yo, el Señor, juro que trataré así a esta comunidad perversa que se ha amotinado contra mí: en este desierto se consumirán y en él morirán."
REFLEXIÓN
El episodio que relata la primera lectura tiene importancia en la historia de Israel, porque viene a explicar porque entraron a Canaán sólo después de cuarenta años, el tiempo de una generación, cuando la marcha desde Egipto hasta Palestina podía haberse hecho en unos meses. El informe de los exploradores presenta dos caras: primero, las condiciones de la tierra son muy buenas (muy fértil) y, segundo, los pobladores de aquella tierra no están dispuestos a cederla a otros ( se presentan como gigantes). A las puertas mismas de la tierra prometida, cuando ya poco falta para alcanzar lo esperado por tanto tiempo, algunos israelitas reaccionan con pesimismo, con duda, se desaniman y desaniman a los demás, y presentan esa tierra como un imposible. Les falta confianza en Dios y prefieren no acometer todavía a la “conquista” de Canaán, a pesar de que hay un grupo el de Caleb, que si estaría dispuesto. El “castigo” (así lo ve Israel) son los cuarenta años de peregrinación por el desierto. Ellos se lo han buscado con su pereza, su indecisión, su falta de iniciativa y valentía. Finalmente “la generación del desierto” no entrara en la tierra prometida. (Excepto Josué y Caleb)


En el fondo vemos la ambivalencia del corazón, que quiere creer, que quiere esperar y quiere amar, pero las tres cosas le cuestan extraordinariamente, el término de nuestra fe, esperanza y amor, es algo que nos rebasa, algo que sólo podemos conquistar si Dios lo conquista para nosotros primero. Es una batalla en la que hay que rendirse para vencer: rendirse a Dios confiando en él y vencer con él, confiando en que todo lo puede.
La tierra prometida era eso: tierra. Nosotros tenemos promesas mejores que el pueblo del Antiguo Testamento. Tenemos un cielo prometido. Y cuando llegue la hora de cerrar los ojos a esta tierra y entrar en ese cielo, necesitaremos toda nuestra fe, toda nuestra esperanza y todo nuestro amor. Tendremos que rendirnos de corazón ante el Señor, confiar el Él y seguir trabajando con ilusión, seguros de que la gracia Dios sigue actuando y realiza maravillas en nosotros.
SALMO RESPONSORIAL: 105
R: Acuérdate Señor, por amor a tu pueblo.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 15, 21-28


“MUJER QUE GRANDE ES TU FE”


Jesús se dirigió de allí a la región de Tiro y Sidón. Y una mujer cananea, de aquella región, se le acercó, gritando:
--¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! ¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho!
Jesús no le contestó nada. Entonces sus discípulos se acercaron a él y le rogaron:
--Dile a esa mujer que se vaya, porque viene gritando detrás de nosotros.
Jesús dijo:
--Dios me ha enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.
Pero la mujer fue a arrodillarse delante de él, diciendo:
--¡Señor, ayúdame!
Jesús le contestó:
--No está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros.
Ella le dijo:
--Sí, Señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Entonces le dijo Jesús:
--¡Mujer, qué grande es tu fe! Hágase como quieres.
Y desde ese mismo momento su hija quedó sana.

REFLEXIÓN:
Jesús encuentra en la mujer extranjera la fe que les faltaba a sus discípulos en la barca. Jesús no le pone la cosa fácil a la buena mujer. Primero hace como si no la hubiese oído. Luego le pone dificultades que parecen duras: lo de Israel y los paganos, o lo de los hijos y los perritos. Pero ella no parece interpretar tan negativas estas palabras y reacciona con humildad e insistencia. Aquella mujer pagana es un modelo de fe, su oración por su hija enferma, es sencilla y honda: “Ten compasión de mi”. No se da por vencida ante la respuesta de Jesús y va respondiendo a las “dificultades” que la ponen a prueba.

La audacia de la mujer consiste también no sólo en acercarse a un maestro judío o en superar el obstáculo que representa el grupo de seguidores, sino sobre todo en romper la creencia que considera que fuera de Israel no hay salvación. Y, en mayor medida, su audacia consiste en romper la lógica de la comunidad judía, que, al darles prioridad a ‘las ovejas perdidas de Israel’, ignora las urgencias de los creyentes gentiles. La mujer sobrepasa todos estos obstáculos porque está en juego la vida misma de su hija. Supera los prejuicios por los que Israel excluye a los paganos y, a la vez, supera las diferencias por las que los paganos se distancian de Israel. Se salta, por medio de gritos e insistencia, el obstáculo que representan los discípulos. Quiebra la lógica de la comunidad judía, que fija unas prioridades, sin atender a las urgencias del lugar donde se encuentran realizando la misión. Pero sobre todo, quiebra la lógica de la exclusión para señalar que nadie está por fuera de la salvación.

ORACIÓN
Señor cuantas veces estamos a punto de entrar a la tierra prometida, de beber de tierras donde brota leche y miel, pero ante las dificultades, ante cualquier obstáculo nos desanimamos, desconfiamos, y queremos volver atrás. Señor ayúdanos a fijar nuestros ojos siempre en ti, fortalece nuestra fe, que seamos como la mujer extranjera del evangelio, insistentes, humildes, persistentes en nuestra oración, llénanos de tu gracia Señor para cumplir con la misión que nos has encomendado de construir tu Reino. Amén

Jueves 4 de agosto de 2011

“LA MISIÓN DEL DISCÍPULO FIEL”


PRIMERA LECTURA
NÚMEROS 20,1-13


“ Y BROTÓ AGUA ABUNDANTE”


En el primer mes del año, los israelitas llegaron al desierto de Sin, y se quedaron por un tiempo en Cadés. Allí murió María, y allí fue enterrada.
Como la gente no tenía agua, se reunieron todos para protestar contra Moisés y Aarón, y le dijeron a Moisés:
--¡Ojalá hubiéramos muerto junto con los otros israelitas que hizo morir el Señor! ¿Para qué trajeron ustedes al pueblo del Señor a este desierto? ¿Acaso quieren que muramos nosotros y nuestro ganado? ¿Para qué nos sacaron de Egipto y nos trajeron a este lugar tan horrible? Aquí no se puede sembrar nada; no hay higueras, ni viñedos, ni granados; ¡ni siquiera hay agua para beber!
Moisés y Aarón se alejaron del pueblo y se fueron a la entrada de la tienda del encuentro, y allí se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente. Entonces la gloria del Señor se les apareció, y el Señor le dijo a Moisés:
--Toma el bastón y, con la ayuda de tu hermano Aarón, reúne a la gente. Luego, delante de todos, ordénale a la roca que les dé agua, y verás que de la roca brotará agua para que beban ellos y el ganado.
Moisés tomó el bastón que estaba delante del Señor, tal como él se lo ordenó; luego Moisés y Aarón reunieron a la gente delante de la roca, y Moisés les dijo:
--Escuchen, rebeldes: ¿acaso tendremos que sacar agua de esta roca para darles de beber?
Y diciendo esto, Moisés levantó la mano y golpeó dos veces la roca con el bastón, y brotó mucha agua. Así la gente y el ganado se pusieron a beber. Pero el Señor dijo a Moisés y a Aarón:
--Puesto que ustedes no tuvieron confianza en mí ni me honraron delante de los israelitas, no entrarán con esta gente en el país que les he dado.
Ese es el manantial de Meribá, donde los israelitas le hicieron reclamaciones al Señor y él les mostró su santidad.

REFLEXIÓN
La primera lectura nos deja ver una de las escenas más impactantes del caminar de los israelitas por el desierto. Desfallecidos de sed, todos dudan en su corazón, hasta Moisés y Aarón. Y aquí hay un hecho interesante: mientras que la rebeldía del pueblo es patente, la de estos líderes es latente, y sólo visible ante los ojos de Dios; pero unos y otros reciben de algún modo reproche de parte de Aquel que escruta los corazones.
Otra cosa para notar: el mismo bastón o vara que había servido para alejar el agua, dividiendo el mar para que pasaran los israelitas y fueran castigados los egipcios (Éx 14,16), ahora divide la roca para que el agua llegue al pueblo de Dios sediento (Núm 20,11). Dios hace los caminos por donde parece imposible: el mar dividido o la roca convertida en fuente son señales del poder divino ( Éx 4,17), frente al cual las murallas ceden y los obstáculos caen.



Y en cuanto a Moisés y Aarón, cabe preguntarse aún cuál fue exactamente su falta. Las palabras del Señor son: "porque vosotros no me creísteis a fin de tratarme como santo ante los ojos de los hijos de Israel". Abrumados por las acusaciones "se apartaron de la comunidad", esto significa que no sintieron fortaleza para dar la cara por Dios y por su plan; no cuidaron, pues, de la gloria divina. Si su fe hubiera sido perfecta, habrían permanecido frente al pueblo de Israel y habrían defendido el Nombre de Aquel que los había liberado. Pero su reacción fue más de temor que de valor. La sanción nos parece fuerte: "no serán ustedes quienes introduzcan a esta comunidad en la tierra que les he prometido", pero en realidad es lógica. Es como si Dios les dijera: "si la fe de ustedes no es mejor que la de aquellos a quienes pretenden guiar, ustedes en realidad no son guías para ellos".
De aquí aprendemos qué clase de fe ha de buscar y cultivar el que está delante del pueblo, su fe debe ir más allá y resistir, dado que Moisés y Aarón a orar, pero su fe debe ir más allá, debe ser capaz de reparar la fe fracturada de otros. No basta con que sepan dónde queda la "Tienda del Encuentro"; deben de algún modo VIVIR en ella, llevarla consigo, ser ellos mismos y nosotros mismos la "Tienda" donde el pueblo, donde otros perciban la presencia del Dios vivo.


SALMO RESPONSORIAL: 94
R: ¡Ojalá escuchen hoy la voz Señor!.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 16, 13-23


“TÚ ERES PEDRO, Y TE DARÉ LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS”



Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos:
--¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
Ellos contestaron:
--Algunos dicen que Juan el Bautista; otros dicen que Elías, y otros dicen que Jeremías o algún otro profeta.
--Y ustedes, ¿quién dicen que soy? --les preguntó.
Simón Pedro le respondió:
--Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
Entonces Jesús le dijo:
--Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque esto no lo conociste por medios humanos, sino porque te lo reveló mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir mi iglesia; y ni siquiera el poder de la muerte, podrá vencerla. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que tú ates aquí en la tierra, también quedará atado en el cielo, y lo que tú desates aquí en la tierra, también quedará desatado en el cielo.
Luego Jesús ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
Jesús anuncia su muerte
A partir de entonces Jesús comenzó a explicar a sus discípulos que él tendría que ir a Jerusalén, y que los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley lo harían sufrir mucho. Les dijo que lo iban a matar, pero que al tercer día resucitaría. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo:
--¡Dios no lo quiera, Señor! ¡Esto no te puede pasar!
Pero Jesús se volvió y le dijo a Pedro:
--¡Apártate de mí, Satanás, pues eres un tropiezo para mí! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres.

REFLEXIÓN:
El evangelio de Mateo nos conduce de manera progresiva por tres títulos que nos ayudan a comprender la misión de Jesús. El primero de ellos, con el que Jesús se identifica plenamente, es como el de ‘Hijo del Hombre’. Se refiere en los escritos del Antiguo Testamento a la persona que se ha identificado plenamente con la voluntad de Dios. El segundo título es el de ‘profeta’, en analogía con los antiguos profetas de Israel. El profeta en la Biblia es ‘un hombre de Dios’ que asume la tarea de reconducir al pueblo hacia la experiencia original del encuentro con Dios, de acuerdo con las exigencias de la Alianza. El tercer título ‘Cristo’, entendido como ungido o Mesías, se refiere a la persona que realiza una acción salvadora a favor del pueblo de Dios.


La intervención de Pedro es acertada por que reconoce la acción salvadora de Jesús de Nazaret. Pero la misma intervención será equivocada al anunciar Jesús su muerte y que es reprochada por Pedro. Al principio Jesús ha llamado a Pedro “roca y piedra” de construcción y luego ante su actitud llamado “piedra de escándalo”. De igual manera, en nosotros pueden coexistir una fe muy sentida, un amor indudable a Cristo y, a la vez la debilidad y la superficialidad en el modo de entenderle. Pero, para ser auténticos discípulos de Jesús, le tenemos que aceptar entero, sin censura las páginas del evangelio según vayan o no de acuerdo con nuestra formación, con nuestra sensibilidad o con nuestros gustos, ese es nuestro gran reto.


ORACIÓN
Gracias te damos Señor porque a pesar de nuestros momentos de debilidad y duda, sigues a nuestro lado, a pesar de nuestras quejas, a pesar de olvidarnos de todas las bendiciones recibidas, nos sigues dando de tu agua viva. Señor que a pesar de todo, de las circunstancias, siempre te busquemos, vayamos a la “tienda del encuentro”, y vivamos sumergidos en tu gracia. Amén

Viernes 5 de agosto de 2011

“RECONOCER LA ACCIÓN DE DIOS EN LA VIDA”

PRIMERA LECTURA
DEUTERONOMIO 4,32-40


“AMÓ A TUS PADRES Y DESPUÉS ELIGIÓ SU DESCENDENCIA”


Moisés habló al pueblo, diciendo: "Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos, que te han precedido, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra: ¿hubo jamás, desde un extremo al otro del cielo, palabra tan grande como ésta?; ¿se oyó cosa semejante?; ¿hay algún pueblo que haya oído, como tú has oído, la voz del Dios vivo, hablando desde el fuego, y haya sobrevivido?; ¿algún dios intentó jamás venir a buscarse una nación entre las otras por medio de pruebas, signos, prodigios y guerra, con mano fuerte y brazo poderoso, por grandes terrores, como todo lo que el Señor, vuestro Dios, hizo con vosotros en Egipto, ante vuestros ojos?
Te lo han hecho ver para que reconozcas que el Señor es Dios, y no hay otro fuera de él. Desde el cielo hizo resonar su voz para enseñarte, en la tierra te mostró aquel gran fuego, y oíste sus palabras que salían del fuego. Porque amó a tus padres y después eligió a su descendencia, él en persona te sacó de Egipto con gran fuerza, para desposeer ante ti a pueblos más grandes y fuertes que tú, para traerte y darte sus tierras en heredad, cosa que hoy es un hecho. Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón, que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Guarda los preceptos y mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que el Señor, tu Dios, te da para siempre."

REFLEXIÓN
A partir de hoy, y durante cinco días, leeremos algunos pasajes del libro de Deuteronomio ( la segunda ley), que contiene la despedida de Moisés, con el repaso que hace de los cuarenta años de marcha por el desierto y las normas (mandamientos) que recuerda a su pueblo. Ahora, cuando están a punto de entrar en Canaán, Moisés antes de morir, les deja como testamento la recomendación de que cumplan con la Alianza: escuchar al Dios que los amó y los eligió para ser su pueblo y que los sacó de la esclavitud de Egipto. Él es el “único Dios” (monoteísmo), que se ha revelado en la historia y exige de los suyos que guarden sus mandamientos.
Con mayor razón nosotros hoy debemos hacer memoria de las maravillas que Dios ha realizado y sigue realizando en nuestra vida, pues nos ha enviado a su Hijo para liberarnos a todos del pecado y de la muerte. Tenemos más razones para sentir admiración y gratitud hacia Dios para responder a su amor con el nuestro, intentando cumplir su voluntad en nuestras vidas.

SALMO RESPONSORIAL: 76
R: Recuerdo las proezas del Señor.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 16, 24-28

“¿DE QUE LE SIRVE AL HOMBRE GANAR EL MUNDO ENTERO, SI ARRUINA SU VIDA?”


Luego Jesús dijo a sus discípulos:
--Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la encontrará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida? Porque el Hijo del hombre va a venir con la gloria de su Padre y con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno conforme a lo que haya hecho. Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán hasta que vean al Hijo del hombre venir a reinar.


REFLEXIÓN:
Seguir a Jesús no es huir de sí mismo, del mundo o de la vida. Seguir a Jesús es asumir la condición humana de una manera absolutamente nueva y radical. Negarse a sí mismo es abrazar con tal entusiasmo, alegría y decisión una causa que haga pasar a un segundo plano o haga desaparecer la angustia de ser y existir. Nadie puede olvidarse de sí mismo, si no es plenamente feliz con lo que hace, quiere y busca. Seguir a Jesús es asumir la alegría del día a día, las dificultades, los sinsabores y la plenitud del presente. Cargar con la cruz no se refiere a infligirse castigos, culpas o remordimientos propios o ajenos, sino a aceptar la condición humana limitada por la violencia, el sufrimiento, la inseguridad, el miedo y la incertidumbre. La cruz es la condición existencial del ser humano, que sólo puede ser redimida si se acepta y se soporta solidariamente. Es el reconocimiento del propio pecado cometido por acción, omisión o permisión. Estas dos exigencias confluyen en la condición básica para ser cristiano: Seguir a Jesús es asumir su causa y compartir su fe.

ORACIÓN
Cuantas y cuan grandes son tus maravillas, Señor. No sólo me creaste por amor, sino que cuidas de mí y me buscas con el mismo amor que me creaste. Me rindo ante Ti, y reconozco que sin ti no soy nada, y que contigo lo tengo todo, . Amén

Sábado 6 de agosto de 2011

“UNA PARTICULAR REVELACIÓN”


PRIMERA LECTURA
DANIEL 7,9-10.13-14


“SU REINO NO TENDRÁ FIN”


Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros. Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.


REFLEXIÓN
La primera lectura del libro de Daniel nos recuerda que Israel como el mundo de aquel tiempo y lugar se encontraba en un proceso de helenización de Oriente. La fuerza de la cultura griega invadía todo y se extendía con rapidez. Toda una nueva forma de entender la vida. Esto trajo una crisis profunda en todos los que se encontraban con su cultura y su fe. Con la llegada de Antíoco IV Epífanes, lo que en un primer momento no era más que una mayor promoción de la cultura griega, va a dar paso a una persecución abierta de los judíos que siguen fieles a su fe. A la irracionalidad de la intolerancia se suma la irracionalidad de la violencia. La «cultura superior» lleva consigo la prepotencia y termina por masacrar a personas sencillas, inocentes, que lo único que pretenden es vivir en paz ¿quiénes son los bárbaros?. En este clima surge el libro de Daniel invitando a resistir, retomando acontecimientos del pasado anima a resistir también ahora. En su segunda parte cambia de género literario y ante la presión y la inestabilidad por lo absurdo de la fuerza... no puede expresarlo en lenguaje convencional y surge el género de la apocalíptica. Todo el capítulo al que pertenece el texto de este día hace de bisagra entre las dos partes del libro.

SALMO RESPONSORIAL :96:
R./ El Señor reina, altísimo sobre la tierra.

SEGUNDA LECTURA
2ª PEDRO 1,16-19

“ESTA VOZ TRAÍDA DEL CIELO LA OÍMOS NOSOTROS”


La enseñanza que les dimos sobre el poder y el regreso de nuestro Señor Jesucristo, no consistía en cuentos inventados ingeniosamente, pues con nuestros propios ojos vimos al Señor en su grandeza. Lo vimos cuando Dios el Padre le dio honor y gloria, cuando la voz de Dios le habló de aquella gloriosa manera: "Este es mi Hijo amado, a quien he elegido." Nosotros mismos oímos aquella voz que venía del cielo, pues estábamos con el Señor en el monte sagrado.
Esto hace más seguro el mensaje de los profetas, el cual con toda razón toman ustedes en cuenta. Pues ese mensaje es como una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que el día amanezca y la estrella de la mañana salga para alumbrarles el corazón.

REFLEXIÓN
Es una de las pocas lecturas litúrgicas pertenecientes al último escrito, cronológicamente hablando, del Nuevo Testamento. No sólo por este motivo sino sobre todo por su contenido es claro que no fue obra del apóstol Pedro, primer Papa, aunque se le haya atribuido desde antiguo. Su intención es alentar a los cristianos de las generaciones siguientes a la primera a la permanencia y fidelidad, poniéndolos en guardia frente a posibles desviaciones. La certeza de la victoria total de Cristo se basa, entre otras cosas, en la Transfiguración, una especie de adelanto teológico de lo que Cristo es y representa para todos. Contrapone el autor esta realidad a mitos y leyendas poco de fiar. Y no es que la transfiguración haya de considerase, sin más, un hecho histórico. Se trata, mejor, de una aceptación y muestra de lo que el Señor Jesús, el Hijo atestiguado por el Padre, es y significa para todos los cristianos. Lo de menos es que se diera una voz perceptible por los testigos; lo realmente importante es que Jesús es el Hijo de Dios y ha de volver a culminar su obra comenzada. Es importante esta mención de Jesucristo como fundamento de la vida presente del cristiano, de su fe, de su realidad histórica en conjunto y, a la vez, la tensión hacia el futuro, hacia la realización completa.
Los símbolos que utiliza el profeta Daniel se inspiran en la apocalíptica judía del siglo III a. C. La apocalíptica intentaba presentar las grandes opciones de Dios para el presente mediante símbolos litúrgicos, cósmicos y sobrenaturales. El blanco representa la máxima santidad, la presencia divina. Los tronos simbolizan la capacidad para gobernar la historia. El hijo del hombre, aquel ser humano capaz de hacer realidad la voluntad de Dios.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 17, 1-9

“LEVÁNTENSE NO TEMAN”


Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de Santiago, y se fue aparte con ellos a un cerro muy alto. Allí, delante de ellos, cambió la apariencia de Jesús. Su cara brillaba como el sol, y su ropa se volvió blanca como la luz. En esto vieron a Moisés y a Elías conversando con Jesús. Pedro le dijo a Jesús:
--Señor, ¡qué bien que estemos aquí! Si quieres, haré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Mientras Pedro estaba hablando, una nube luminosa se posó sobre ellos, y de la nube salió una voz, que dijo: "Este es mi Hijo amado, a quien he elegido: escúchenlo."
Al oír esto, los discípulos se postraron con la cara en tierra, llenos de miedo. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo:
--Levántense; no tengan miedo.
Y cuando miraron, ya no vieron a nadie, sino a Jesús solo.
Mientras bajaban del cerro, Jesús les ordenó:
--No cuenten a nadie esta visión, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado.

REFLEXIÓN
El evangelio, el episodio de la Transfiguración, tiene una relación directa con el episodio del bautismo (Mt 3,13-17). En ambos descubrimos la experiencia filial como forma permanente de relación con Dios: “Éste es mi Hijo preferido; escúchenle”. La presencia de Moisés y Elías en la escena representan el encuentro con Dios en la Escritura. La voz que desciende del cielo muestra que nuestra relación filial con Dios determina todo nuestro ser. La escucha de Jesús se convierte de ahora en adelante en el gran imperativo cristiano. La experiencia de Jesús durante su bautismo (cf. Mt 3,17) se convierte en el patrimonio de toda la comunidad cristiana, aunque habrá que esperar a la experiencia pascual para descubrir cómo ese camino de ascenso al Padre pasa por la cruz. La vida cristiana es una vida transfigurada, esto es, una vida que se vive a plenitud desde la conciencia de ser hijos de Dios. Debemos abandonar la iniciativa de Pedro de vivir una vida dividida, desarticulada, simbolizada por el deseo de este personaje de levantar tres chozas e instalarse allí en la montaña.

ORACIÓN
Si me preguntaras, Señor, si deseo vivir eternamente contigo en la gloria del cielo, Tú sabes que te diría que sí. Pero si me invitaras a seguirte por el camino de la cruz para llegar a tu gloria, tal vez me sentiría atemorizado y con dudas. Sin embargo, las abundantes señales de tu poder y de tu amor a lo largo de mi vida me llenan de fuerza y esperanza para seguir firme, en medio de las adversidades cotidianas, hacia la patria celestial. Amén.

Domingo 7 de agosto de 2011


“DIOS OBRA EN MEDIO DE LA SERENIDAD”



Las lecturas de hoy nos dejan ver que la presencia de Dios es distinta de cómo uno podría imaginarla. A veces uno piensa que Dios, como es fuerte, sólo se dejará ver en las acontecimientos grandes e impresionantes; pensamos que Dios, como es bueno, no nos dejará pasar por momentos de inseguridad. Y sin embargo, Dios, siendo fuerte y siendo bueno, se hace presente en nuestras vidas de modos que no comprendemos.



PRIMERA LECTURA
1a. REYES 19,9ª. 11-13a



“EL SEÑOR PASA ANTE ELÍAS EN LA BRISA”






En aquellos días, cuando Elías llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche. El Señor le dijo: "Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar!" Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hacía trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva.



REFLEXIÓN
Entre los primeros profetas de Israel surgen dos figuras que brillan con luz propia: Samuel y Elías. La tradición bíblica les concedió un lugar destacado no sólo por el momento crítico en el que actuaron, sino, sobre todo, por la radicalidad con la que asumieron la causa del Señor. En la época de Elias, había gran confusión y la fidelidad a Yavé y a sus leyes estaba en entredicho porque el rey había introducido cultos a dioses extranjeros. Los nuevos dioses legitimaban la violencia, la intolerancia y la expropiación como medios para garantizar el poder. Elías levanta su voz en contra de estos atropellos y ve en la sequía que azota al país las consecuencias del castigo divino. Elías, entonces, en medio de persecuciones y amenazas comienza una campaña de purificación de la religión israelita. Sin embargo, sus iniciativas producen el efecto contrario y se agudiza la opresión, la violencia y la persecución.


Elías ha gastado su vida al servicio del Dios y del pueblo, pero atraviesa un momento de sequedad y de desierto. (1Reyes 19,9-13). No le encuentra sentido a la vida y a su trabajo y piensa que lo mejor es huir y morir. Cansado y desanimado, el Señor se le manifiesta a través de un ángel y le pide que suba al monte Horeb, para encontrarse con él. Elías se dirige al Horeb, va de camino, pero al llegar al monte se encierra en una cueva y se sumerge en sí mismo, en "la noche" en su crisis. Pero recibe nuevamente la palabra del Señor: “Sal de tu cueva, quédate en el monte para ver al Señor, porque el Señor va a pasar”, ¡Sal de la oscuridad¡ … y espera el paso del Señor.
Elías escondido en las grietas de monte santo, auanque cobijado y guarnecido por el poder del abrazo de Dios, un abrazo que el mismo Elias no lo perciba, allí Dios quiere manifestarse a él. Y lo hace, como señal de una alianza que no muere y como prueba de la inquebrantable fidelidad del mismo Dios. Pero no es en el fuego que lo consume todo, ni en el terremoto que lo destruye todo, ni en el huracán donde esta Dios, Dios se hace presente en cambio en una brisa suave o como dice el texto hebreo “en la palabra sutil del silencio” .. En aquella brisa que refresca, que serena, que acaricia, es una señal del amor y de la palabra del Amigo.


Elías aprendió a sentir y a ver a Dios en el silencio y, a oírlo, se cubrió el rostro, salió a la luz, escucho la Palabra nueva de Dios y se llenó de fuego, para realizar su misión profética. Como él, aprendamos a descubrir a Dios, no en la grandeza de signos exteriores, que nos abruman, sino en el silencio fecundo del corazón: allí esta Dios, allí nos espera y nos habla, allí nos devuelve con fuerza a la misión recibida.

SALMO RESPONSORIAL: 84
R: Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

SEGUNDA LECTURA
ROMANOS 9,1-5


“SIENTO PENA Y DOLOR POR MIS HERMANOS”


Como creyente que soy en Cristo, estoy diciendo la verdad, no miento. Además, mi conciencia, guiada por el Espíritu Santo, me asegura que esto es verdad: tengo una gran tristeza y en mi corazón hay un dolor continuo, pues hasta quisiera estar yo mismo bajo maldición, separado de Cristo, si así pudiera favorecer a mis hermanos, los de mi propia raza. Son descendientes de Israel, y Dios los adoptó como hijos. Dios estuvo entre ellos con su presencia gloriosa y les dio las alianzas, la ley de Moisés, el culto y las promesas. Son descendientes de nuestros antepasados; y de su raza, en cuanto a lo humano, vino el Mesías, el cual es Dios sobre todas las cosas, alabado por siempre. Amén.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 14, 22-33


“MÁNDAME IR A TI ANDANDO SOBRE EL AGUA”


Después de esto, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca, para que cruzaran el lago antes que él y llegaran al otro lado mientras él despedía a la gente. Cuando la hubo despedido, Jesús subió a un cerro, para orar a solas. Al llegar la noche, estaba allí él solo, mientras la barca ya iba bastante lejos de tierra firme. Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento

en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo:
--¡Es un fantasma!
Pero Jesús les habló, diciéndoles:
--¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!
Entonces Pedro le respondió:
--Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua.
--Ven --dijo Jesús.
Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó:
--¡Sálvame, Señor!
Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo:
--¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?
En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron:
--¡En verdad tú eres el Hijo de Dios!

REFLEXIÓN:

El evangelio nos muestra otra tentación en la que pueden caer los seguidores de Jesús cuando no están seguros de los fundamentos de su propia fe. La escena de la «tormenta calmada» nos evoca la imagen de una comunidad cristiana, representada por la barca, que se adentra en medio de la noche en un mar tormentoso. La barca no está en peligro de hundirse, pero los tripulantes, llevados más por el miedo que por la pericia, se abandonan a los sentimientos de pánico. Tal estado de ánimo los lleva a ver a Jesús que se acerca en medio de la tormenta, como un fantasma salido de la imaginación. Es tan grande el desconcierto que no atinan a reconocer en él al maestro que los ha orientado en el camino a Jerusalén. La voz de Jesús calma los temores, pero Pedro llevado por la temeridad se lanza a desafiar los elementos adversos. Pedro duda y se hunde, porque no cree que Jesús se pueda imponer a los «vientos contrarios», a las fuerzas adversas que se oponen a la misión..
Este episodio del evangelio nos muestra cómo nosotros y como la comunidad puede perder el horizonte cuando permite que sea el temor a los elementos adversos el que los motiva a tomar una decisión y no la fe en Jesús. La temeridad nos puede llevar a desafiar los elementos adversos, pero solamente la fe serena en el Señor nos da las fuerzas para no hundirnos en nuestros temores e inseguridades. Al igual que Elías, la comunidad descubre el auténtico rostro de Jesús en medio de la calma, cuando el impetuoso viento contrario cede y se aparece una brisa suave que empuja las velas hacia la otra orilla.


Nuestras comunidades están expuestas a la permanente acción de vientos contrarios que amenazan con destruirlas; sin embargo, el peligro mayor no está fuera, sino dentro de la comunidad. Las decisiones tomadas por miedo o pánico ante las fuerzas adversas nos pueden llevar a ver amenazadores fantasmas en los que deberíamos reconocer la presencia victoriosa del resucitado. Únicamente la serenidad de una fe puesta completamente en el Señor resucitado nos permite colocar nuestro pie desnudo sobre el mar impetuoso. El evangelio nos invita a enfrentar todas aquellas realidades que amenazan la barca animados por una fe segura y exigente que nos empuja como suave brisa hacia la orilla del Reino.

PARA REFLEXIONAR'

¿Cómo enfrentamos nosotros los problemas?


ORACIÓN


Señor Jesús, reconocemos tu presencia y tu poder, tu grandeza y tu amor. Tú eres el Hijo de

Dios y estás siempre con nosotros. Ayúdanos a superar toda dificultad y a salir vencedores de ella, porque Tú estás con nosotros y nos amas. Amén.

Lunes, 8 de agosto de 2011

“EL CUMPLIMIENTO DE LA NUEVA LEY DEL AMOR”

PRIMERA LECTURA
DEUTERONOMIO 10, 12-22


“LO QUE DIOS EXIGE”


"Y ahora, israelitas, ¿qué pide de ustedes el Señor su Dios? Solamente que lo honren y sigan todos sus caminos; que lo amen y lo adoren con todo su corazón y con toda su alma, y que cumplan sus mandamientos y sus leyes, para que les vaya bien. Tengan en cuenta que del Señor su Dios son los cielos y lo más alto de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella. Sin embargo, el Señor prefirió a los antepasados de ustedes y los amó, y después escogió a los descendientes de ellos, que son ustedes, de entre todos los demás pueblos, tal como se puede ver hoy.
"Pongan en su corazón la marca de la alianza, y no sigan siendo tercos, porque el Señor su Dios es el Dios de dioses y el Señor de señores; él es el Dios soberano, poderoso y terrible, que no hace distinciones ni se deja comprar con regalos; que hace justicia al huérfano y a la viuda, y que ama y da alimento y vestido al extranjero que vive entre ustedes. Ustedes, pues, amen al extranjero, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto.
"Honren al Señor su Dios, y adórenlo solo a él; séanle fieles, y cuando tengan que hacer un juramento, háganlo en su nombre. Porque él es el motivo de la alabanza de ustedes; él es su Dios, que ha hecho por ustedes estas cosas grandes y maravillosas que han visto. Cuando los antepasados de ustedes llegaron a Egipto, eran solo setenta personas, pero ahora el Señor su Dios los ha hecho aumentar en número como las estrellas del cielo.


REFLEXIÓN
En esta primera lectura, Moisés sigue dando las últimas recomendaciones a su pueblo, al final de la travesía del desierto. La lógica es muy hermosa : Dios, que ha hecho los cielos y la tierra, ha amado “con amor de predilección” a Israel. Por tanto, ahora le toca a su pueblo corresponderle. Los verbos se suceden: “ que temas al Señor, que sigas sus caminos, que le ames, que le sirvas, que guardes sus preceptos….”

Seguimos leyendo hoy el libro de Deuteronomio que significa “ segunda ley”, y recibe su nombre del hecho de que la mayor parte de su contenido son disposiciones legales como las que hemos escuchado hoy y nos invita continuamente a la obediencia a la “ley Dios”. Moisés ha promulgado la Ley, cuando le dice al pueblo que la obedezca, lo primero que hace es recordarle todo lo que Dios ha hecho por él, por eso dice: Del Señor son los cielos, hasta el último cielo, tierra y todo cuanto la habita, con todo. Sólo de vuestros padres se enamoró el Señor, los amó y de su descendencia os escogió a vosotros como sucede hoy"


Y porque Dios nos conoce y porque nos ama, nos dice : “Por aquí sí y por aquí no”, nos indica sus mandamientos, que aunque nos parezcan restricciones para nuestra vida, las consideremos fastidiosas y que nos limitan, están hechas para nuestro bien. Comparemos por ejemplo, estas normas con las normas de tráfico. En una carretera hay un letrero que dice que la velocidad máxima permitida es de 60 k por hora. Un joven amante de la velocidad se pregunta por qué le limitan su deseo de correr en su automóvil nuevo y aprovecha una noche en que no ve ningún policía para correr hasta el tope de lo que le da su motor. Uno entiende que si alguien puso ese límite de velocidad no fue por capricho. El camino tiene algunas curvas con limitada visibilidad. El joven de nuestra historia va a más de 100 k por hora cuando no logra tomar una curva; su carro sale volando por la barda y el muchacho, aunque no muere, queda paralítico. Es una historia real.
Así también nosotros sólo tenemos una vida, una vida para cuidar, no para dañar ni acabar.¿Qué le pasa al mundo, a nosotros cuando no obedecemos a Dios? Pasa que al principio todo parece normal. Pero el tiempo pasa y empezamos a darnos cuenta del triste curso de los acontecimientos de la vida, del caos, del sin sentido, del desmoronamiento de las familias, de la misma vida. Dios nos da un Manual de Instrucciones y ese Manual de Instrucciones es la Ley maravillosa de Dios, la ley maravillosa del AMOR, que es en realidad protección para nuestras vidas y fue hecha para que llegara a nuestro corazón y fuéramos felices.


SALMO RESPONSORIAL: 147
R: Glorifica al Señor, Jerusalén.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 17, 22-26


“LO MATARÁN, PERO RESUCITARÁ. LOS HIJOS ESTÁN EXENTOS DE IMPUESTOS”


Mientras andaban juntos por la región de Galilea, Jesús les dijo:
--El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; pero al tercer día resucitará.
Esta noticia los llenó de tristeza.
El pago del impuesto para el templo
Cuando Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm, los que cobraban el impuesto para el templo fueron a ver a Pedro, y le preguntaron:
--¿Tu maestro no paga el impuesto para el templo?
--Sí, lo paga --contestó Pedro.
Luego, al entrar Pedro en la casa, Jesús le habló primero, diciendo:
--¿Tú qué opinas, Simón? ¿A quiénes cobran impuestos y contribuciones los reyes de este mundo: a sus propios súbditos o a los extranjeros?
Pedro le contestó:
--A los extranjeros.
Jesús añadió:
--Así pues, los propios súbditos no tienen que pagar nada.

REFLEXIÓN:
El impuesto del que nos habla el evangelio no es un impuesto general, como los que se cobran hoy día sobre el consumo de bienes y servicios, sino un impuesto especial al que estaban obligados los israelitas para el mantenimiento del Templo de Jerusalén. El origen de este impuesto se remontaba a épocas remotas, cuando los santuarios locales eran sostenidos por las familias del lugar, y los artículos que se ofrecían para el sacrificio eran consumidos por los mismos oferentes (Ex 30,13.24). Este mismo impuesto se había convertido en una carga extremadamente pesada para el pueblo pobre, después de las reformas religiosas y las ampliaciones del edificio que había introducido el rey Herodes. La respuesta de Jesús a los cobradores de impuestos que interpelan a Simón Pedro se refiere al abuso que cometían las autoridades al hacer doble recaudación para el Templo. Les cobraban a todos los judíos y judíos que vivían en el extranjero, y al mismo tiempo les cobraban a los que vivían en Israel, quienes, además de los impuestos ordinarios sobre el sacrificio, debían pagar este impuesto adicional.


ORACIÓN
Señor, ayúdanos a vivir bajo tus mandatos, a vivir en tu voluntad, a vivir en la ley del amor, a no desviarnos del camino, a recordar siempre lo bueno y maravillosos que has sido con nosotros, a trabajar cada día por un mundo más justo y equitativo donde todos vivamos como dignos hijos tuyos. Amén


Martes, 9 de agosto de 2011

“EL REINO DE DIOS SE OBTIENE CON ACTITUD DE HUMILDAD, FE Y AMOR”


PRIMERA LECTURA
DEUTERONOMIO 31,1-8



"SE FUERTE, JOSUÉ, PORQUE TÚ HAS DE INTRODUCIR AL PUEBLO EN LA TIERRA PROMETIDA"

Moisés habló de nuevo a todo Israel, y dijo lo siguiente:
"Yo tengo ciento veinte años, y ya no tengo fuerzas para andar de un lado para otro. Además, el Señor me ha dicho que no cruzaré el Jordán. Pero el Señor su Dios marchará delante de ustedes, y al paso de ustedes destruirá estas naciones, para que ocupen su territorio. Josué irá al frente de ustedes, como jefe, tal como lo ha dicho el Señor. El Señor hará con estas naciones lo mismo que hizo con Sihón y con Og, reyes de los amorreos, y con sus países, a los cuales destruyó. Y cuando el Señor haga que estas naciones caigan en poder de ustedes, deben hacer con ellas todo lo que les he ordenado. Tengan valor y firmeza; no tengan miedo ni se asusten cuando se enfrenten con ellas, porque el Señor su Dios está con ustedes y no los dejará ni los abandonará."

Después llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel:

"Ten valor y firmeza, porque tú tienes que llevar esta gente al país que el Señor juró a los antepasados de ustedes que les daría, y tú serás quien los haga tomar posesión. El Señor mismo irá delante de ti, y estará contigo; no te abandonará ni te desamparará; por lo tanto, no tengas miedo ni te acobardes."

REFLEXIÓN

El libro de Deuteronomio pone en labios de Moisés, cuando ya está a punto de morir, las últimas recomendaciones para su pueblo y para Josué, a quien da la investidura como su sucesor. Moisés no va a poder entrar en la tierra prometida, pero va a producirse un “vacío de poder” en un momento tan delicado como éste, en que están ya a las puertas de Canaán y se disponen a iniciar su ocupación. En primer lugar, porque Moisés nombra a Josué como guía del pueblo en esta etapa de la entrada y el asentamiento en Palestina. Y sobre todo, porque Dios sigue acompañándoles a lo largo de todo el camino por el desierto.


El texto nos deja ver un momento crucial en la historia del pueblo de Dios peregrino, cuando Moisés llega al ocaso de su vida y una aurora de llamado avanza sobre la frente de Josué. Tiempo oportuno para hacer unas cuantas reflexiones.
Miremos qué le gustó a Dios de Moisés, y recordemos también algunos pasajes que nos ayudan a descubrir quién es este Josué.
Hay tres elogios particulares que la Biblia da de Moisés:
Núm 12,3 leemos: "Moisés era un hombre muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra".
En Éxodo 33,11nos dice : "Acostumbraba hablar el Señor con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo". "Moisés fue amado de Dios y de los hombres; su memoria es una bendición".
Josué aparece en primer lugar como un valiente guerrero que se apoya en la oración de Moisés para vencer al terrible Amalec (Éx 17,8-15).
Luego Josué es en varios pasajes el "ayudante" de Moisés. Ayudante o acompañante que se sumerge con Moisés en la nube de la gloria divina (Éx 24,13-16). Luego, siendo un "joven" está junto a Moisés que ora en la Tienda del Encuentro (Éx 33,11). No es un hombre perfecto. Siente celos cuando Eldad y Medad profetizan sin permiso expreso de Moisés (Núm 11,27-28).
Más importante que todo: Josué es un elegido de Dios, que quiere que él, que ha estado en el Sinaí y ha probado el desierto, introduzca al pueblo en la tierra prometida (Núm 14,30)

SALMO RESPONSORIAL:
Deuteronomio 32,3-12
R: La porción del Señor fue su pueblo.

"Proclamaré el nombre del Señor:
¡reconozcan la grandeza del Dios nuestro!
Él es nuestro protector;
sus obras son perfectas,
sus acciones son justas.
Es el Dios de la verdad,
en él no hay injusticia;
¡él es justo y verdadero!
"Gente malvada y perversa,
que ha ofendido a Dios,
que son indignos de ser sus hijos:
¿Así es como le pagan al Señor?
Pueblo necio y sin sabiduría,
¿no es él tu padre, tu creador?
¡Él te creó y te dio el ser!
"Vuelve atrás la mirada,
piensa en los tiempos pasados;
pide a tu padre que te lo diga,
y a los ancianos que te lo cuenten:
Hubo una vez en que el Altísimo
hizo reparto de hombres y naciones,
y fijó las fronteras de los pueblos.
Pero tomó en cuenta a los israelitas,
pues la herencia del Señor, la gente suya,
es el pueblo de Jacob.
Los encontró por el desierto,
por tierras secas y azotadas por el viento;
los envolvió en sus brazos, los instruyó
y los cuidó como a la niña de sus ojos.
Como águila que revolotea sobre el nido
y anima a sus polluelos a volar,
así el Señor extendió sus alas
y, tomándolos, los llevó a cuestas.
"El Señor los guió, y nadie más;
¡ningún dios extraño tuvo que ayudarlo!

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 18, 1-5.10.12-14



"VUELVAN A SER COMO NIÑOS"

En aquella misma ocasión los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
--¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?
Jesús llamó entonces a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo:
--Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí. "No desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues les digo que en el cielo los ángeles de ellos están mirando siempre el rostro de mi Padre celestial.
"¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿acaso no dejará las otras noventa y nueve en el monte, para ir a buscar la oveja extraviada? Y si logra encontrarla, de seguro se alegrará más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños.

REFLEXIÓN:
Cuando Mateo habla de los ‘pequeños’ se refiere a todas aquellas personas que viven su experiencia de Dios desde la simplicidad y desde la inmediatez de la vida cotidiana. La experiencia de fe no es exclusiva de teólogos, pastores, presbíteros, sino que es patrimonio del pueblo sencillo, de cada uno de nosotros, en cualquier lugar del mundo y en cualquier religión.


Dios nos mira como pequeñitos; nos descubre siempre frágiles, siempre amenazados, siempre necesitados pero siempre sostenidos. Entonces ser como niños es entender esto. No es volvernos inmaduros, pero sí es, muy al contrario, alcanzar la verdadera madurez. La infancia espiritual no es la irresponsabilidad espiritual, sino es la conciencia: "Soy necesitado, soy necesitado, soy frágil", pero al mismo, tiempo: "Soy amado y estoy sostenido, estoy protegido", dependo del Señor, necesito de Él. Hacerse como niños es cambiar de actitud, convertirse, ser sencillos de corazón, abiertos no demasiado calculadores, ni llenos de si mismos, sino convencidos de que no podemos nada por nuestras solas fuerzas y necesitamos de Dios. Por insignificantes que nos veamos a nosotros mismos, somsos alguien ante los ojos de Dios, por insignificante que veamos a una persona de la que nos rodea, también es hijo de Dios y es importante para Él y debe serlo también para nosotros.
ORACIÓN
Concédenos, Señor Jesús, maestro en sabiduría, tomar todas las cosas con medida, excepto el amor a Dios, Padre de todos, haz que sepamos dar la mano con alegría al que sufre, con gozo al necesitado, con esperanza al desamparado, con fe al que ha perdido su rumbo, con generosidad al que se muestra débil y hambriento de caridad. Amén.

Miércoles 10 de agosto de 2011

“SERVICIO Y TESTIMONIO EN LA COMUNIDAD”


PRIMERA LECTURA
SEGUNDA CARTA A LOS CORINTIOS 9,6-10


“UN LLAMADO A LA GENEROSIDAD”


Acuérdense de esto: El que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo lo necesario y además les sobre para ayudar en toda clase de buenas obras. La Escritura dice: "Ha dado abundantemente a los pobres, y su generosidad permanece para siempre." Dios, que da la semilla que se siembra y el alimento que se come, les dará a ustedes todo lo necesario para su siembra, y la hará crecer, y hará que la generosidad de ustedes produzca una gran cosecha.

REFLEXIÓN
Hoy somos invitados a la generosidad, la alegría y el servicio. Tres palabras, tres virtudes que están estrechamente relacionadas.
Es difícil encontrar la alegría cerca de los corazones egoístas; es difícil encontrar el servicio cerca de las personas que se abstienen de compartir, porque al fin y al cabo, el servicio no es otra cosa sino dar de nuestros talentos, dar de nuestro tiempo, dar de nuestros conocimientos o capacidades, dar de lo que somos. La puerta para una alegría verdadera está principalmente en el dar. Siempre habrá algo para dar, y existe más alegría y más bendición en dar que recibir, como decía San Francisco de Asís: "Que yo no busque ser consolado sino consolar; que yo no busque ser amado sino amar".
La persona que solo está esperando ser amada, será feliz muy poquitas veces, pero la persona que está dispuesta a amar, va a ser feliz verdaderamente porque va a encontrar muchísimas ocasiones de amar. Lo que trae la alegría a nuestra vida es el paso del amor, y el amor puede pasar de dos maneras: pasar llegando hacia nosotros, cuando alguien nos ama, o puede pasar saliendo de nosotros, cuando nosotros amamos.


Si quieres saber todo lo que tú posees, haz la prueba de dar; si quieres saber cómo es de bonita tu casa, invita gente y comparte; si quieres saber cómo preparas de delicioso los alimentos, dalos a otras personas; si quieres saber cuánto calor hay en tu pecho, empieza a abrazar a la gente. Si quieres saber cómo es de bonita tu sonrisa, busca a los tristes y regálaselas; si quieres saber cuántos milagros se esconden en tus manos, empieza a acariciar a los pobres y a bendecir a los enfermos, y empezarás a ver cosas maravillosas.


SALMO RESPONSORIAL: 111
R: Dichoso el que se apiada y presta.

LECTURA DEL EVANGELIO

JUAN 12, 24-26


“ES NECESARIO MORIR PARA VIVIR , Y PARA DAR VIDA A OTROS”



Les aseguro que si el grano de trigo al caer en tierra no muere, queda él solo; pero si muere, da abundante cosecha. El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna. Si alguno quiere servirme, que me siga; y donde yo esté, allí estará también el que me sirva. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará.

REFLEXION
El evangelio nos recuerda que no se produce vida ( fruto) sin dar la propia; amar es darse sin límites, hasta desaparecer si es necesario. Tener apego a la propia vida es destruirse. Sólo quien no teme morir puede entregarse hasta el fin, llevando su vida a su completo éxito. El hombre libre posee su vida, su presente, y en cada presente puede entregarse del todo: la entrega total en cada momento es el significado de “morir”. A este lo honrara el Padre, como a un hijo.
Podemos hacer muchas cosas o tener grandes posesiones, pero nunca debemos perder de vista que lo verdaderamente importante es construir el reino de Dios, es hacer el bien a los demás sin distinción, es compartir, es dar. Esa tiene que acabar siendo nuestra tarea más importante y nuestra auténtica riqueza.

ORACIÓN
Nos presentamos ante ti, Maestro y Señor dispuestos a recibir tus enseñanzas y dejarnos moldear por tu Espíritu. Santo. Ayúdanos Señor a comprender lo que verdaderamente significa amar y servir, que entendamos que muchas veces es necesario “morir”, ceder para vivir y que otros tengan vida en ti. Amén

Jueves 11 de agosto de 2011

“DEBEMOS PERDONAR SIEMPRE PARA SER PERDONADOS POR DIOS”


PRIMERA LECTURA
JOSUÉ 3,7-10ª.11.13-17


“VA DELANTE EL ARCA, VA DELANTE LA ALIANZA ”


En aquellos días, el Señor dijo a Josué: "Hoy empezaré a engrandecerte ante todo Israel, para que vean que estoy contigo como estuve con Moisés. Tú ordena a los sacerdotes portadores del arca de la alianza que cuando lleguen a la orilla se detengan en el Jordán." Josué dijo a los israelitas: "Acercaos aquí a escuchar las palabras del Señor, vuestro Dios. Así conoceréis que un Dios vivo está en medio de vosotros, y que va a expulsar ante vosotros a los cananeos. Mirad, el arca de la alianza del Dueño de toda la tierra va a pasar el Jordán delante de vosotros. Y cuando los pies de los sacerdotes que llevan el arca de la alianza del Dueño de toda la tierra pisen el Jordán, la corriente del Jordán se cortará: el agua que viene de arriba se detendrá formando un embalse."
Cuando la gente levantó el campamento para pasar el Jordán, los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza caminaron delante de la gente. Y, al llegar al Jordán, en cuanto mojaron los pies en el agua -el Jordán va hasta los bordes todo el tiempo de la siega-, el agua que venía de arriba se detuvo, creció formando un embalse que llegaba muy lejos, hasta Adam, un pueblo cerca de Sartán, y el agua que bajaba al mar del desierto, el mar Muerto, se cortó del todo. La gente pasó frente a Jericó. Los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza del Señor estaban quietos en el cauce seco, firmes en medio del Jordán, mientras Israel iba pasando por el cauce seco, hasta que acabaron de pasar todos.


REFLEXIÓN
Concluida la lectura de los libros del Pentateuco, seguimos con el relato del libro de Josué. El pueblo ha cambiado de líder, a Moisés le ha sucedido su fiel discípulo Josué, pero Dios sigue al frente de su pueblo: “para que vean que estoy contigo como estuve con Moisés”, dice el Señor.

El prodigio que hoy contemplan nuestros ojos en la primera lectura tiene un hondo significado, la redacción de este pasaje quiere indudablemente que comprendamos cuáles son las fuerzas que pueden darle la victoria al pueblo de Dios. En realidad, la triunfante marcha de los israelitas, presididos por el arca de la alianza, es una inolvidable enseñanza que tendía que marcar su memoria: "somos el pueblo elegido, somos el pueblo del Señor".
El “agua”, en muchos pasajes de la Biblia, aparece como señal y recordatorio de aquel caos original sobre el que se cernía el espíritu de Dios (Génesis 1,2). El agua es implacable, inapelable, inflexible en su obrar, imprevisible en su fuerza. Pero, los israelitas no emularon a sus vecinos los fenicios en la capacidad de aprovechar las bondades de los caminos acuáticos. Por el contrario, padecieron tanto la escasez como el diluvio y por ello tenían la idea muy arraigada de que sólo Dios puede dominar las aguas. Hoy la actuación salvadora de Dios sigue todavía más intensa, nuevamente lo hace en el río Jordán. Esta clave nos ayuda a entender muchos pasajes de la Escritura, desde el diluvio hasta el caminar de Cristo sobre las aguas.


SALMO RESPONSORIAL: 113a
R: Aleluya.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 18, 21-19,1


“¿CUÁNTAS VECES TENGO QUE PERDONAR? HASTA SETENTA VECES SIETE”


Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús:
--Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete?
Jesús le contestó:
--No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
La parábola del funcionario que no quiso perdonar
"Por esto, sucede con el reino de los cielos como con un rey que quiso hacer cuentas con sus funcionarios. Estaba comenzando a hacerlas cuando le presentaron a uno que le debía muchos millones. Como aquel funcionario no tenía con qué pagar, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa, sus hijos y todo lo que tenía, para que quedara pagada la deuda. El funcionario se arrodilló delante del rey, y le rogó: 'Tenga usted paciencia conmigo y se lo pagaré todo.' Y el rey tuvo compasión de él; así que le perdonó la deuda y lo puso en libertad.
"Pero al salir, aquel funcionario se encontró con un compañero suyo que le debía una pequeña cantidad. Lo agarró del cuello y comenzó a estrangularlo, diciéndole: '¡Págame lo que me debes!' El compañero, arrodillándose delante de él, le rogó: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo.' Pero el otro no quiso, sino que lo hizo meter en la cárcel hasta que le pagara la deuda. Esto dolió mucho a los otros funcionarios, que fueron a contarle al rey todo lo sucedido. Entonces el rey lo mandó llamar, y le dijo: '¡Malvado! Yo te perdoné toda aquella deuda porque me lo rogaste. Pues tú también debiste tener compasión de tu compañero, del mismo modo que yo tuve compasión de ti.' Y tanto se enojó el rey, que ordenó castigarlo hasta que pagara todo lo que debía."
Jesús añadió: --Así hará también con ustedes mi Padre celestial, si cada uno de ustedes no perdona de corazón a su hermano.
Cuando acabó Jesús acabó estas palabras, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.

REFLEXIÓN:
Perdonar se vuelve posible, espontáneo, casi forzoso, cuándo uno se reconoce amado y perdonado. El evangelio de hoy nos presenta dos enseñanzas de Jesús: La primera condensada en una máxima; la segunda representada en una parábola. La primera se refiere a los estándares de generosidad o de tolerancia con el prójimo. El ofendido, bien fuera a título personal o a nombre de la comunidad, podía en un gesto superior soportar una ofensa, o lo que consideraba como tal, por un máximo de siete ocasiones. Pero la propuesta de Jesús supera ampliamente esa medida y muestra cómo la generosidad no debe tener medida, sino como dice Él “hasta setenta veces siete” que quiere decir siempre. La medida de nuestra capacidad de perdón debe ser tal que estemos siempre en condiciones de superar cualquier mecanismo de agresión automática, o alguna respuesta en tono de represalia, inmediata e irracional. La segunda enseñanza matiza la primera, ya que nos muestra por medio del un lenguaje comparativo, y la parábola exagera a propósito, que la generosidad de Dios con nosotros es incomparablemente mayor que la que nosotros podemos tener con cualquiera de nuestros prójimos que nos haya ofendido. Lo propio de Dios es perdonar, y así también han de hacer los seguidores de Jesús, ese es nuestro llamado. Ser seguidores de Jesús nos obliga a hacer cosas difíciles, pero libera el corazón para centrarse en lo fundamental.


ORACIÓN
¡Cuántas veces tenemos que perdonar, y cuán difícil hacerlo!, Señor tu sabes que nos cuesta demasiado. Señor tú conoces nuestras limitaciones, nuestra resistencia a hacerlo, te pedimos fortalécenos con tu Espíritu para cumplir tus mandatos, vive tu en nosotros, perdona tu en nosotros, queremos caminar con tu ayuda y ser fieles seguidores tuyos, siempre revestidos con tu amor. Amén

Viernes, 12 de agosto de 2011

“LA HUMILDAD, REQUISITO PARA EL REINO DE DIOS”



PRIMERA LECTURA
JOSUÉ 24,1,13


“LES DI A USTEDES UNA TIERRA POR LA QUE NO HABIAN SUDADO"



Josué reunió en Siquem a todas las tribus de Israel. Llamó a los ancianos, jefes, jueces y oficiales y, en presencia del Señor, dijo a todo el pueblo:
--Esto dice el Señor y Dios de Israel: 'Antiguamente, Térah y sus hijos Abraham y Nahor, antepasados de ustedes, vivían a orillas del río Éufrates y adoraban a otros dioses. De las orillas del Éufrates tomé a Abraham, y lo hice andar por toda la región de Canaán. Lo hice crecer en número, dándole primero a su hijo Isaac, y a Isaac le di dos hijos, Jacob y Esaú. A Esaú le di la región montañosa de Seír, pero Jacob y sus hijos se fueron a Egipto. Entonces yo envié a Moisés y Aarón, y herí de muerte a los egipcios, hasta que los saqué a ustedes de allí. Cuando los antepasados de ustedes salieron de Egipto, los egipcios los persiguieron con carros de guerra y caballos, hasta el Mar Rojo. Ellos me llamaron, y yo puse una gran oscuridad entre ellos y los egipcios, e hice que el mar cayera sobre los egipcios y los cubriera. Ustedes fueron testigos de lo que hice en Egipto.
'Después pasaron ustedes mucho tiempo en el desierto, hasta que los traje a la tierra de los amorreos, en el lado oriental del Jordán. Ellos pelearon contra ustedes, pero yo los hice caer en manos de ustedes, y ustedes los derrotaron y se adueñaron de la región. Después Balac, hijo de Sipor, rey de los moabitas, vino a pelear contra ustedes. Balac mandó a buscar a Balaam, el hijo de Beor, para que los maldijera a ustedes. Pero yo no dejé que Balaam los maldijera, y tuvo que bendecirlos. Así los salvé a ustedes. Entonces ustedes cruzaron el río Jordán y llegaron hasta Jericó. Los que vivían en Jericó (amorreos, ferezeos, cananeos, hititas, gergeseos, heveos y jebuseos) pelearon contra ustedes, pero yo hice que ustedes los derrotaran. A los dos reyes amorreos no los derrotaron ustedes con espadas ni con arcos, sino que yo envié mi pánico delante de ustedes, de modo que ellos huyeron antes que ustedes llegaran. Yo les di a ustedes tierras que no habían trabajado y ciudades que no habían construido. Ahora viven en ellas, y comen uvas y aceitunas que no plantaron.'

REFLEXIÓN
Parecería el momento de la gran victoria. Después de años de peregrinación y pruebas por aquel desierto que parecía no tener fin, el pueblo ha cruzado el Jordán y ha vencido incluso a algunos de los pueblos enemigos, como escuchábamos en la primera lectura de ayer. Ya puede tomar, pues, plena posesión de la tierra prometida. Dios, sin embargo, no los invita a un festín irresponsable o un carnaval de delicias. Es una tierra buena pero para valorarla hay que valorar el camino que ha conducido hasta ella.

Ello explica el discurso de Josué, que no es otra cosa sino recordar las etapas del camino. Lo esencial está en que Téraj, padre de Abraham, era idólatra, y que el camino entero que los israelitas han recorrido no es otra cosa que salir de la idolatría y encontrarse con el Dios verdadero. Abraham sale de Ur, Moisés sale de Egipto: la vida humana es eso: "salir," es ir al encuentro de la promesa.

Pero a uno se le puede olvidar la "promesa" si cree que ya ha "llegado." Y los israelitas podían sentir que ya habían "llegado" porque las incertidumbres de Abraham, la tenacidad de Moisés, la magnificencia del Horeb y, en fin, toda la dureza del desierto, todo ello podía irse esfumando en la memoria de cosas ya superadas y lejanas. Por eso habla Josué, en esfuerzo señalado de mantener viva la historia.

Los hechos subsiguientes mostrarían que su sudor no dio el fruto esperado. El Antiguo Testamento en el fondo viene a mostrar eso, que no se puede vivir de recuerdos, aunque sean los recuerdos más bellos y grandiosos.

SALMO RESPONSORIAL: 135
R: Den gracias al Señor porque es bueno.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 19,3-12


"LO QUE DIOS HA UNIDO QUE NO LO SEPARE EL HOMBRE"


Algunos fariseos se acercaron a Jesús y, para tenderle una trampa, le preguntaron:
--¿Le está permitido a uno divorciarse de su esposa por un motivo cualquiera?
Jesús les contestó:
--¿No han leído ustedes en la Escritura que el que los creó en el principio, 'hombre y mujer los creó'? Y dijo: 'Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona.' Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido.
Ellos le preguntaron:
--¿Por qué, pues, mandó Moisés darle a la esposa un certificado de divorcio, y despedirla así?
Jesús les dijo:
--Precisamente por lo tercos que son ustedes, Moisés les permitió divorciarse de su esposa; pero al principio no fue de esa manera. Yo les digo que el que se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio.
Le dijeron sus discípulos:
--Si este es el caso del hombre en relación con su esposa, no conviene casarse.
Jesús les contestó:
--No todos pueden comprender esto, sino únicamente aquellos a quienes Dios les ha dado que lo comprendan. Hay diferentes razones que impiden a los hombres casarse: unos ya nacen incapacitados para el matrimonio, a otros los incapacitan los hombres, y otros viven como incapacitados por causa del reino de los cielos. El que pueda entender esto, que lo entienda

REFLEXIÓN:
El evangelista Mateo nos ayuda a descubrir en la lógica y en los valores del Reino que no todo lo legal es justo. El caso que el texto plantea se refiere a una práctica habitual en el primer siglo de nuestra era, que permitía que los varones, mediante una decisión exclusiva y unilateral, pudiesen repudiar a su esposa y contraer un nuevo matrimonio. Tal práctica, si bien estaba avalada por la Ley, era fuente de tremenda injusticia, por cuanto la mujer debía retornar al hogar paterno en condiciones de rechazo e inferioridad. Ya no tenía parte en la herencia paterna, porque al contraer matrimonio se le había entregado su porción en forma de dote matrimonial; así que no tenía otro remedio que esperar una ayuda benigna, si todavía contaba con el apoyo paterno. En tal caso, el repudio era una tremenda injusticia contra la mujer, avalada por una interpretación caprichosa de la Ley. La enseñanza de Jesús a ese respecto es que, aunque la ley permita una injusticia, el sentido ético no lo debe permitir.

ORACIÓN

Te alabo y te bendigo, Señor, dador de vida. Si me pusiera a contar las bendiciones que he recibido de Tí a través de mi vida, faltarían cifras para expresarlo. Realmente, Tú has estado grande conmigo y eso me llena e gozo. Hazme cada vez más consciente de tu amor, para que nunca deje e buscarte y agradecerte. Amén