domingo, 1 de diciembre de 2013

Miércoles 4 de diciembre de 2013


“EN ESPERA CREATIVA CON LAS 

MANOS 

BIEN OCUPADAS”

 PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 25,6-10ª

“El Señor invita a su convite y enjuga las lágrimas de todos los rostros”
Aquel día, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país. -Lo ha dicho el Señor-. Aquel día se dirá: "Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte."
REFLEXIÓN
Un banquete no es solamente una gran cantidad o una buena calidad de comida. Es un punto alto y bello de la relación entre los parientes o amigos. Por lo menos así lo ha entendido siempre el Oriente, donde invitar a comer es un modo elocuente de abrir el corazón.
Y sin embargo, la abundancia importa; no sólo por la satisfacción deleitable del paladar y los sentidos, sino por lo que ello implica de descanso y confianza hacia el futuro. Abundancia de algún modo significa provisión futura. Por eso, en la lectura del profeta Isaías del día de hoy, junto a la imagen del banquete abundante está el triunfo sobre la muerte. He aquí la victoria que aguarda el profeta: vida que se hace fuerte por el alimento y vida que recibe defensa contra la muerte. Fuertes por dentro y protegidos por fuera: esa es la imagen de los escogidos y redimidos por el Señor.
SALMO RESPONSORIAL: 22
R. / Habitaré en la casa del Señor por años sin término.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Dos imágenes, la del pastor y la del banquete, sirven al salmista para expresar la relación personal de amistad personal con Dios.
Esas imágenes también las usa Cristo: Él es el buen pastor y nos invita a su mesa, en la que se nos entrega en persona.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 15,29-37

“Jesús cura a muchos y multiplica los panes”
En aquel tiempo, Jesús, bordeando el lago de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los echaban a sus pies, y él los curaba. La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y dieron gloria al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino." Los discípulos le preguntaron: "¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?" Jesús les preguntó: "¿Cuántos panes tenéis?" Ellos contestaron: "Siete y unos pocos peces." Él mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete cestas llenas. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
A la gente sencilla de la que hablamos ayer no sólo hay que acogerla y tenerla en cuenta; hay que hacer obras concretas con ellas y por ellas. De eso nos habla hoy el Evangelio, de la actitud solidaria, activa y efectiva, que trasciende las palabras y las buenas intenciones, que se traduce en obras concretas. Este Adviento nos está llamando a no dar largas a nuestras buenas intenciones. El paso del “decir” al “hacer”, que tantas veces nos cuesta, se convierte en este tiempo en otro reto para nuestra espera. La espera del Mesías no es sólo de actitudes; es de acciones visibles y buenas que ayuden a todos a mejorar y crecer, a cualificarnos como seres humanos y a estar en inmejorables condiciones para la llegada del Salvador. El Adviento que apenas hemos empezado nos compromete desde el principio a concretar nuestra espiritualidad en hechos a favor de todos. La espera, entonces, será efectiva y redundará en la calidad de vida y en la calidad de la convivencia. – ¿Qué acciones concretas estamos realizando o pensamos realizar en este Adviento? Estamos a tiempo de programar algo efectivo que hará nuestra celebración auténticamente cristiana.
ORACIÓN
Hoy consideramos Señor,  que hemos sido tocados y sanados por Ti; somos uno de aquellos que andaban perdidos en medio de las tinieblas, pero tu luz hoy nos salvo;  somos uno de los que se postran a tus pies, buscando tu perdón y misericordia. Señor Jesús, tú has calmado  nuestra hambre y nuestra sed, nos has llamado por nuestro nombre y quieres salir a nuestro encuentro. Sabemos  que tenemos muchos talentos que  nos has dado hoy queremos ponerlos al servicio de tu Reino. Amén.

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