domingo, 1 de diciembre de 2013

Jueves 26 de Diciembre de 2013


San Esteban mártir
“LA CRUZ ESTA PRESENTE DESDE EL NACIMIENTO”

PRIMERA LECTURA
HECHOS 6,8-10;7,54-60

Veo el cielo abierto
En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba. Oyendo estas palabras, se recomían por dentro y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: "Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios." Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos, dejando sus capas a los pies de un joven llamado Saulo, se pusieron también a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación: "Señor Jesús, recibe mi espíritu." Luego, cayendo de rodillas, lanzó un grito: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado." Y, con estas palabras, expiró. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Hoy en la Iglesia celebramos la memoria de Esteban, primer mártir de la fe. Su testimonio es una muestra de radicalidad y compromiso. Hoy encontramos una bonita oportunidad para preguntarnos: ¿Hasta dónde puede llegar nuestro compromiso de fe?
Dice la Palabra de Dios que Esteban, elegido para servir a las viudas de origen griego, entra en conflicto con otras personas de la sinagoga de los libertos. Él hace una exposición magistral de la historia de salvación que concluye en Jesús. Naturalmente, todo esto incomoda a sus opositores que se valen de mentiras para enjuiciarlo y posteriormente matarlo. La fe y el amor de Esteban son tan grandes que, aun ante los dolores de la muerte, es capaz de amar; y pide a Dios que no les tenga en cuenta ese pecado a los torturadores, a la vez que ve a Dios y a Jesús a su derecha. Ésa parece ser la suerte de los auténticos seguidores de Jesús, enfrentar mil adversidades con la fuerza y sabiduría que provienen del Espíritu Santo.

SALMO RESPONSORIAL: 30
R./A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame. R.

A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás.
Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría.
Te has fijado en mi aflicción. R.

Líbrame de los enemigos que me persiguen;
haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
En este salmo hay elementos de petición de ayuda, que hace alguien injustamente perseguido, combinados con la acción de gracias por la liberación concedida. De todas maneras se expresa un profundo sentimiento de confianza en el poder y amor de Dios.
Las últimas palabras de Jesús en la Cruz son una cita del verso 6 de este salmo. En Él se cumple perfectamente la confianza absoluta en el amor de Dios, y en su resurrección se realiza con plenitud la liberación de la muerte y del mal, prenda y garantía de nuestra liberación definitiva.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 10,17-22

No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: "No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Es Navidad, y parece contradictorio que los cristianos, que apenas estamos empezando
a celebrar el nacimiento del Salvador, celebremos la muerte de Esteban. El texto de Hechos tiene más elementos de tiempo pascual que de Navidad. Resuenan motivos de muerte y de Viernes Santo, hay persecuciones y lapidación, acusaciones y falsos testigos, y muerte, y palabras de optimismo y de perdón. El salmo de hoy es de  confianza en el Padre y lo leemos en el relato de la Pasión de Jesús. Pero es que así es la Vida. El niñito que apenas acaba de nacer está llamado a dar la vida, a gastarla, a ser signo de contradicción, a padecer persecuciones, a ser vigilado y acusado por falsos testigos. Todo es un contraste en la vida de Jesús y en la vida de los que escuchen su voz y sigan tras su proyecto. Toda comunidad, todo grupo que siga las huellas de Jesús está convocado y llamado a padecer su misma suerte. Lo dice con mucha claridad el Evangelio. Esteban y todos los Esteban que han existido en estos 20 siglos de cristianismo nos concientizan, nos ponen los pies en la tierra y no nos dejan llevarnos por la euforia que produce la alegría.

ORACIÓN

Buen Señor, nos unimos hoy a toda la creación que canta un himno de gratitud, alabanza y bendición a ti; nuestro ser te alaba hoy y te bendice. Que cada latido de nuestro corazón llegue a tu oído como la mejor melodía y que nuestras oraciones se eleven a ti como incienso agradable. No permitas que nos alejemos de ti. Cuídanos  Señor, y más bien que, como un guardián vigilante podamos permanecer atentos a la espera de tu regreso o verdadera Navidad. Amén.   

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