lunes, 1 de abril de 2013

Sábado 20 de abril de 2013



“EL ESPÍRITU SANTO DINAMIZA LA VIDA DE LA COMUNIDAD”

PRIMERA LECTURA
HECHOS 9,31-42

“La Iglesia se iba construyendo y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo”

En aquellos días, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.
Pedro recorría el país y bajó a ver a los santos que residían en Lida. Encontró allí a un cierto Eneas, un paralítico que desde hacía ocho años no se levantaba de la camilla. Pedro le dijo: "Eneas, Jesucristo te da la salud; levántate y haz la cama." Se levantó inmediatamente. Lo vieron todos los vecinos de Lida y de Saron, y se convirtieron al Señor.
Había en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa Gacela. Tabita hacia infinidad de obras buenas y de limosnas. Por entonces cayó enferma y murió. La lavaron y la pusieron en la sala de arriba. Lida está cerca de Jafa. Al enterarse los discípulos de que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres a rogarle que fuera a Jafa sin tardar. Pedro se fue con ellos. Al llegar a Jafa, lo llevaron a la sala de arriba, y se le presentaron las viudas, mostrándole con lágrimas los vestidos y mantos que hacía Gacela cuando vivía. Pedro mandó salir fuera a todos. Se arrodilló, se puso a rezar y, dirigiéndose a la muerta, dijo: "Tabita, levántate." Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. Él la cogió de la mano, la levantó y, llamando a los santos y a las viudas, se la presentó viva. Esto se supo por todo Jafa, y muchos creyeron en el Señor.

REFLEXIÓN
Solemos asociar la palabra "poder" con un riesgo, una amenaza. Sucede así porque los poderosos que hemos conocido utilizan a menudo su fuerza en provecho propio, de modo que su ascenso se logra sobre la ruina o desgracia de otros menos favorecidos.
Por eso es grande encontrarse con el poder de Cristo, el Señor de la Gloria, el Pastor Bueno, el Hermano Compasivo, el Humilde y Manso de Corazón. ¡He aquí por fin uno que une a su fuerza su misericordia, y a su sabiduría su incomparable poder!
El poder de Cristo brilla en todo pero nosotros lo descubrimos más rápidamente y mejor en los enfermos y caídos. Eneas, tullido, y Tabita, ya difunta, son la imagen viva de aquellos inocentes y bondadosos que han quedado tendidos a lo largo del camino. Cristo  viene en ayuda de su desfallecimiento,  que ha vencido a la enfermedad y la muerte.

SALMO RESPONSORIAL:115
R/Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?

¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre. R.

Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles. R.

Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 6,60-69

“¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna.”
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: "Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?" Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: "¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen." Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: "Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede."
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: "¿También vosotros queréis marcharos?" Simón Pedro le contestó: "Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios."
REFLEXIÓN
El evangelio de hoy describe la protesta de un numeroso grupo de discípulos contra las exigencias y las respuestas de Jesús. Muchos prefieren abandonarlo. Enseguida expone Jesús la cuestión a los Doce, que lo reconocen por Mesías por boca de Simón Pedro. El grupo, sin embargo, no es compacto, y Jesús lo sabe. Las exigencias que Jesús propone provocan resistencia entre los discípulos, puesto que las consideran excesivas ¿Por qué el discurso de Jesús trae consigo tal resistencia? Uno de los motivos puede encontrarse en los sentimientos de debilidad y fracaso, por esto se niegan a seguirlo en el amor hasta la muerte. El evangelista explica que la muerte de Jesús es condición para la vida y que su humanidad contiene la fuerza del Espíritu. A pesar de su explicación, algunos lo abandonan. Los Doce le aceptan como Mesías, aun cuando hay entre ellos quien se preparará para traicionarlo. El Espíritu y la Vida son exigencias para el Reino de Dios; no se trata solamente de participar de la eucaristía cristiana, sino de un compromiso eficaz con la causa del Reino de Dios, vivido y predicado por Jesús. – ¿También nosotros, con nuestras actitudes, abandonamos a Jesús?

ORACIÓN
Señor necesitamos impregnarnos de esta exclamación “El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son Espíritu y Vida”. Solo así podremos recibir la unción necesaria  y unirrnos como hermanos para ayudar a otros y expandir tu Reino  por donde vayamos. Amén  

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