lunes, 1 de octubre de 2012

Viernes 26 de Octubre de 2012



“VIVIR EN LA UNIDAD BUSCANDO LA PRESENCIA DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
Efesios 4, 1-6
  
“Un solo cuerpo, un Señor, una fe, un bautismo”

Hermanos: Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.

Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
 En el corazón de la vocación cristiana nace  el compromiso con la unidad de la Iglesia, ésta se expresa en comportamientos prácticos de humildad, paciencia, justicia, solidaridad y toda virtud que favorezca el amor. La unidad del cuerpo representa lo visible; la unidad de espíritu, lo interior; la unidad en la esperanza y en la fe nos indica que todos caminamos hacia un mismo destino; la unidad del bautismo nos hace miembros del cuerpo de Cristo, y el vértice de todo, está la unidad en el Padre que nos incorpora en la única familia de los hijos de Dios.
La unidad de la que nos habla el apóstol Pablo no se refiere solo al ámbito religioso, es obligatorio que todo cristiano sea un buen ciudadano, esto es consecuencia lógica de estar animados por el amor de Cristo; si actuáramos de tal forma la paz sería una realidad palpable en lugar de un simple buen deseo. La fe no se reduce a sermones dominicales, es el testimonio vivo de la esperanza y la caridad a las que nos convoca la palabra de Dios.
Cualquiera que sea la iglesia a las que pertenezcamos, hacemos parte del único proyecto de Dios y Él está por encima de nuestras divisiones

Salmo responsorial: 23
R. / Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R.

Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
Lucas 12, 54-59

“Si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?”

En aquel tiempo decía Jesús a la gente: "Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: "Chaparrón tenemos", y así sucede. Cuando sopla el sur decís: "Va a hacer bochorno", y lo hace. ¡Hipócritas!: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer?

Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo".  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Las lecturas de esta semana nos han dado pautas para la vida cristiana, inspiradas en la enseñanza de Jesús. Hoy nos invitan a aprender a comprender la realidad presente, ya que, contrario a lo que la gente piensa, la realidad no es algo transparente, sino que está atravesada por múltiples conflictos, intereses e intencionalidades. El cristiano se debe acostumbrar a no asumir ninguna realidad como algo fatal, irremediable o definitivo. Cualquier realidad puede ser transformada a medida que comprendemos cómo Dios actúa en la vida y en la historia. La segunda enseñanza nos invita a aprender a dirimir los conflictos interpersonales al interior de las instancias, instituciones o realidades en las que acontecen. La exteriorización de los conflictos ante instancias ajenas a la dinámica de las relaciones comunitarias, familiares o íntimas denota la incapacidad de hacer valer los criterios del evangelio para la comprensión y resolución de las inevitables diferencias entre todas las personas. La interpretación del momento presente y la mediación del camino son dos desafíos que debe afrontar todo creyente que realmente pretenda asumir las enseñanzas de Jesús como una realidad vital y constitutiva. – ¿Cuáles son las características más sobresalientes del momento presente y cómo podemos interpretarlas?

ORACIÓN
Ayúdanos Señor a interpretar los signos de los tiempos a la luz de la oración, el estudio de tu Palabra y la unidad de nuestra comunidad de fe. Permítenos ver, más allá de todo acontecer natural, personal, familiar, social y mundial, la luz y guía de tu Espíritu que nos quiere apresurar a encontrar la presencia escondida de tu rostro que nos habla y nos pide contar contigo. Solo así caminaremos hacia la civilización del amor. Amén

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