“ANUNCIADORES DE UNA CERTEZA DE VIDA Y RESURRECCIÓN”
PRIMERA LECTURA
JOB 19, 21-27
“Yo sé que está vivo mi Redentor”
Job dijo: "¡Piedad, piedad de mí, amigos míos, que me ha herido la mano de Dios! ¿Por qué me perseguís como Dios y no os hartáis de escarnecerme? ¡Ojalá se escribieran mis palabras, ojalá se grabaran en cobre, con cincel de hierro y en plomo se escribieran para siempre en la roca! Yo sé que está vivo mi Redentor, y que al final se alzará sobre el polvo: después que me arranquen la piel, ya sin carne, veré a Dios; yo mismo lo veré, y no otro, mis propios ojos lo verán. ¡Desfallezco de ansias en mi pecho!" Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Al episodio de hoy le podríamos dar por título: "Un Remedio peor que la Enfermedad."
La historia es que Job está padeciendo toda clase de dolores y sufrimientos en su propia carne, su familia y sus bienes. Incluso su propia esposa le abandona emocionalmente en medio de la pena después de hacer ironía de la fe de Job. Llevado al límite de su resistencia, éste decide buscar una explicación y encararse con Dios mismo. Su único consuelo y remedio parecen ser sus amigos, pero la manera de consolar que ellos traen resulta inútil y dolorosa: lo único que quieren es demostrarle a Job que su dolor es "justo" y que es la consecuencia de algún pecado de él. Entonces Job se rebela contra ellos y no acepta semejantes cargos.
Hay varias cosas que podemos aprender de este cuadro. Primero, que no es tan fácil consolar o aliviar el dolor, sobre todo cuando es dolor extremo. Muy fácilmente caemos en la tentación de encuadrarlo todo en un esquema de razones que pueden tener algo de validez pero que no van a aliviar el momento trágico que vive el afectado.
En segundo lugar, aprendamos del mismo Job en su tormento: más allá de sus amigos, él busca un encuentro con Dios mismo. Tal vez su actitud nos parezca altanera o poco sumisa (en contra de la imagen tradicional que hay de este santo hombre). En cualquier caso, él se centra en Dios y el desarrollo del libro mostrará que esa es la única estrategia que realmente puede conseguir algo.
SALMO RESPONSORIAL: 26
R. / Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme. Oigo en mi corazón: "Buscad mi rostro." R.
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches. R.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 10, 1-12
“Descansará sobre ellos vuestra paz”
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.
¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario.
No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios."
Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios."
Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Jesús se hace ayudar en su misión, por eso nombra a otros setenta y dos discípulos para enviarlos de dos en dos a preparar el camino, por donde Él iba a pasar anunciando el evangelio. Este envío tiene lugar en un contexto de oración, suplicando al dueño de la mies, que envíe obreros a la mies, porque la cosecha es abundante y lo obreros son pocos. También a nosotros el Señor nos dice: “Pónganse en camino”. Es inconcebible que permanezcamos estáticos cuando hay necesidad urgente de dar a conocer el evangelio, no necesariamente en un país lejano, sino comenzando por quienes nos rodean y comparten nuestro entorno.
La construcción del Reino no es cuestión de personas individualistas. Jesús envía a los setenta y dos, pero no los envió a cada cual por su lado, los envío de dos en dos. Son pocos los que se arriesgan a dejar todo por seguir a Jesús, porque sus implicaciones son muy serias. El seguimiento y misión de Jesús no es tarea fácil. El Señor da las pautas para la misión: no lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias, es decir, nada material es necesario. Coman de los que les sirvan. Serán muchas las dificultades: Los envió como corderos en medio de lobos, se enfrentaran con personas que no estarán a favor del proyecto del Reino y las consecuencias pueden ser muy duras. El mensaje que se va a llevar no es de muy buen gusto para todas las personas y de seguro va a incomodar a muchos, porque sacude estructuras injustas que oprimen al ser humano. Pero hay que ponerse en marcha. El mundo necesita hombres y mujeres de paz y bien, que acepten este reto que transmitan esa paz y esa bondad que tanto anhelamos.
ORACIÓN
Señor haznos instrumentos adecuados para propagar tu Reino de amor misericordioso, danos la sabiduría, el dominio propio y la comprensión de tu Palabra, para poder transmitir siempre un mensaje esperanzador que lleve a nuestro prójimo al encuentro contigo y a querer vivir bajo tu amistad y hacerse multiplicadores de tu proyecto de vida. Amén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: