miércoles, 1 de diciembre de 2010

Martes 21 de Diciembre de 2010

“YA VIENE NUESTRO AMADO”

PRIMERA LECTURA
CANTAR DE LOS CANTARES 2, 8-14

“LLEGA MI AMADO SALTANDO SOBRE LOS MONTES”

¡Ya viene mi amado! ¡Ya escucho su voz! Viene saltando sobre los montes, viene saltando por las colinas. Mi amado es como un venado: como un venado pequeño. ¡Aquí está ya, tras la puerta, asomándose a la ventana, espiando a través de la reja! Mi amado me dijo: "Levántate, amor mío; anda, cariño, vamos. ¡Mira! El invierno ha pasado y con él se han ido las lluvias. Ya han brotado flores en el campo, ya ha llegado el tiempo de cantar, ya se escucha en nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. Ya tiene higos la higuera, y los viñedos esparcen su aroma. "Levántate, amor mío; anda, cariño, vamos. "Paloma mía, que te escondes en las rocas, en altos y escabrosos escondites, déjame ver tu rostro, déjame escuchar tu voz. ¡Es tan agradable el verte! ¡Es tan dulce el escucharte!"

REFLEXIÓN

Jesucristo viene, ya viene naciendo. El calendario parece acelerarse a medida que se llega a esa fecha, entrañable y bella, en el portal de Belén. La noticia, la buena noticia por excelencia, es esta y sólo esta: "¡Jesucristo viene!".
La llegada de Jesús, cuyo solo nombre ya significa salvación, colma nuestra esperanza porque en él está cuanto puede desear rectamente el alma humana. Él es nuestra libertad, nuestra justicia, nuestra salud, nuestra paz. Dichosos nosotros que algo conocemos de los tesoros incalculables de recibirle y hemos saboreado algo de la paz y plenitud que él trae a nuestra vida.
El texto poético del Cantar de los Cantares nos aproxima a esa experiencia, íntima y transformante, descrita románticamente: ¡Oh, qué gozo para la niña enamorada, sentir los pasos del amado! ¡Qué palpitar en su corazón, qué rubor en sus mejillas, qué esplendor de sonrisa en sus labios! "¡Es él, es él!", le grita el corazón, y ella, temerosa y gozosa a la vez, apenas asoma a la ventana, para comprobar con júbilo impetuoso, que lo que anunció el oído ahora pueden disfrutarlo los ojos: sí, es verdad, es Él; el amado está aquí.,
Su llegada no puede quedar en penumbra: Él es el Señor, es el Amado. Necesitamos muchas cosas para nuestra vida: salud, justicia, sinceridad, etc, pero antes que nada, necesitamos amor. Y para nuestra inmensa necesidad de amor, he aquí que viene el Amado. La saciedad que se siente ante Jesús no es sólo la alegría de ver que nuestros problemas logran solución. Él no es solamente el que resuelve nuestros problemas, sino que su amor dulce y maravilloso, puede colmar los abismos y vacíos más hondos de nuestro corazón. Jesús no viene sólo a poner parches a una vida que podría entenderse sin él: viene a ser nuestra vida en su sentido más pleno y perfecto. “Él quiere ser todo para ti, el invierno se ha acabado ahora es tiempo de vivir una nueva primavera de cantos y perfumes, de sonrisa y de danza”. ¡Feliz, mil veces feliz el que decide aceptarlo!

SALMO RESPONSORIAL: 32
R: Aclamad justos, al Señor, cantadle un cántico nuevo.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 1, 39-45

“UN ENCUENTRO DE DOS REALIDADES, UNA INVITACION A SERVIR”

Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo:
--¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!
REFLEXIÓN:
Lucas relata el encuentro de Isabel y María. Una mujer mayor, esposa de un sacerdote, que encarna las tradiciones de Judea, junto a una joven campesina que refleja las tradiciones de Galilea. Isabel saluda a María con alegría y reconoce en ella la acción de Dios. Las menciones del Antiguo Testamento puestas en boca de Isabel relacionan a María con la Tienda del Encuentro, portadora de la presencia de Dios, y con las mujeres que han sido importantes en l historia del pueblo como Judith, Ester, Rut. María es la mujer en la que se lleva a cabo la plenitud de la revelación del Antiguo Testamento; ella es la nueva tienda donde ahora se revela y manifiesta Dios a los hombres. En Isabel y María convoca Dios a Israel a inaugurar un nuevo tiempo donde toda diferencia o exclusión queden superadas por la fraternidad y el amor. El cántico proclamado por María que recoge Lucas exalta a Dios por la obra que ha puesto en marcha a favor de la humanidad, y especialmente de los pobres y desvalidos, los necesitados y humillados. Vayamos al encuentro del otro como María, y reconozcamos como Isabel la presencia ya actuante del reino de Dios en medio de nosotros.

PARA REFLEXIONAR:

1. ¿Nuestro corazón y nuestra vida está lista para vivir una Navidad diferente y aceptar la propuesta de amor del Señor?
2. ¿Estamos dispuestos a salir prestos al encuentro del que está a nuestro lado, del más necesitado y a brindarle nuestra ayuda al ejemplo de María?
3. ¿Con nuestro actuar somos testimonio de vida para otros?

ORACIÓN

Señor, Amado Nuestro, que en estos últimos días de Adviento sigamos preparándonos para tu nacimiento, dejarnos conquistar por tu amor y decidirnos a vivir una vida plena contigo. Que como aquella maravillosa modelo de mujer de Nazareth, María, estemos dispuestos a darte un sí incondicional y ser testimonio de servicio para los que más nos necesitan. Amén

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