“LA EXPERIENCIA DEL DESIERTO”
PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 35,1-6ª.10
“DIOS VIENE EN PERSONA Y LOS SALVARÁ”
Que se alegre el desierto, tierra seca; que se llene de alegría, que florezca, que produzca flores como el lirio, que se llene de gozo y alegría. Dios lo va a hacer tan bello como el Líbano, tan fértil como el Carmelo y el valle de Sarón. Todos verán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios. Fortalezcan a los débiles, den valor a los cansados, digan a los tímidos: "¡Ánimo, no tengan miedo! ¡Aquí está su Dios para salvarlos, y a sus enemigos los castigará como merecen!" Entonces los ciegos verán y los sordos oirán; los lisiados saltarán como venados y los mudos gritarán. En el desierto, tierra seca, brotará el agua a torrentes.
los que el Señor ha redimido; entrarán en Sión con cantos de alegría, y siempre vivirán alegres. Hallarán felicidad y dicha, y desaparecerán el llanto y el dolor.
REFLEXIÓN
En la primera lectura el Profeta Isaías anima la esperanza de Israel en el tiempo de crisis que están viviendo e invita al gozo, ya que Dios vendrá y los salvará, los redimidos de Yavhé volverán con alegría del destierro; Dios les acompaña y actúa a su favor en medio de su pueblo. El Señor no ignora la dificultad y el temor, pero tiene la fuerza para animar la fe de su pueblo.
Dios viene y salva en la transformación de la vida a aquellos que sufren todo tipo de injusticia.
SALMO RESPONSORIAL: 145
R: Ven, Señor, a salvarnos.
SEGUNDA LECTURA
SANTIAGO 5,7-10
“MANTÉNGANSE FIRMES PORQUE LA VENIDA DEL SEÑOR ESTA CERCA”
Pero ustedes, hermanos, tengan paciencia hasta que el Señor venga. El campesino que espera recoger la preciosa cosecha, tiene que aguardar con paciencia las temporadas de lluvia. Ustedes también tengan paciencia y manténganse firmes, porque muy pronto volverá el Señor. Hermanos, no se quejen unos de otros, para que no sean juzgados; pues el Juez está ya a la puerta. Hermanos míos, tomen como ejemplo de sufrimiento y paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor.
REFLEXIÓN
En la segunda lectura, Santiago anima a las comunidades a fortalecerse en la esperanza y en la paciencia porque la llegada del Señor está próxima (Navidad); les invita que sigan el ejemplo de los profetas que hablaron en nombre del Señor.
Les invita a continuar fieles al proyecto de Dios aún en medio del conflicto, sufrimiento y la persecución.
En la segunda lectura, Santiago anima a las comunidades a fortalecerse en la esperanza y en la paciencia porque la llegada del Señor está próxima (Navidad); les invita que sigan el ejemplo de los profetas que hablaron en nombre del Señor.
Les invita a continuar fieles al proyecto de Dios aún en medio del conflicto, sufrimiento y la persecución.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 11,2-11
“¿ERES TÚ EL QUE HA DE VENIR?”
Juan, que estaba en la cárcel, tuvo noticias de lo que Cristo estaba haciendo. Entonces envió algunos de sus seguidores a que le preguntaran si él era de veras el que había de venir, o si debían esperar a otro.
Jesús les contestó: "Vayan y díganle a Juan lo que están viendo y oyendo. Cuéntenle que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos vuelven a la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia. ¡Y dichoso aquel que no encuentre en mí motivo de tropiezo!"
Cuando ellos se fueron, Jesús comenzó a hablar a la gente acerca de Juan, diciendo: "¿Qué salieron ustedes a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? Y si no, ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido lujosamente? Ustedes saben que los que se visten lujosamente están en las casas de los reyes. En fin, ¿a qué salieron? ¿A ver a un profeta? Sí, de veras, y a uno que es mucho más que profeta. Juan es aquel de quien dice la Escritura: 'Yo envío mi mensajero delante de ti, para que te prepare el camino.' Les aseguro que, entre todos los hombres, ninguno ha sido más grande que Juan el Bautista; y, sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
REFLEXIÓN:
En el evangelio de hoy Mateo y su comunidad nos invitan al igual que en la primera lectura de Isaías a vivir en la esperanza. La respuesta a los discípulos de Juan expresa el centro de su misión: El Reino a favor de los ciegos, los cojos, los leprosos, los sordos, etc.; Reino que está a favor de la vida, de los pobres y excluidos. Mateo hace referencia al Antiguo Testamento: “Mira yo envió por delante a mi mensajero, para que prepare el camino (Ex 23,20) para referirse a Juan el Bautista, el mensajero enviado para preparar el camino del Mesías. El anuncio de Juan se está cumpliendo con la llegada de Jesús; el cambio de vida es real. Y este cambio es la preparación para esa venida; un cambio que comienza a partir del corazón y la mente (Alma o interioridad del ser); un cambio que exige la defensa de la vida, la justicia y al dignidad. Juan y Jesús tienen una preocupación por la vida de las personas y un compromiso para la transformación de la sociedad. Sólo es posible construir la nueva justicia de Dios donde se puede ver y sentir el sufrimiento de cada mujer y hombre. Por eso Jesús envía a los discípulos de Juan a ser testigos de lo que ven y oyen: Que la Buena Noticia ha llegado para los pobres y excluidos de la sociedad, y que Dios está a favor suyo. Preparémonos en este tiempo de Adviento para asumir día a día con la palabra la Buena Nueva que nos trae Jesús con su venida; Buena Nueva a favor de aquellos que no son nada, que son sólo estorbo para esta sociedad capitalista, mercantilista y de consumo; y preguntémonos hoy de qué manera en mi familia, en mi pequeña comunidad, en mi trabajo, en mi estudio, estoy haciendo posible con hechos concretos la Buena Nueva de esperanza y bendición a favor de los más débiles.
El evangelio de Mateo nos presenta la llamada «prueba mesiánica». Juan el Bautista desde la cárcel manda emisarios para preguntarle a Jesús si es él el esperado o si deben esperar a otro. Jesús no responde con algunas pruebas teológicas, ni con citas bíblicas apologéticas, o con algunos dogmas o doctrinas, sino que se remite y remite a los consultantes a los puros hechos, que pueden ser «vistos y oídos»: «los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios... y a los pobres se les anuncia el Evangelio, la Buena Noticia». Estos «hechos», estas buenas noticias, son la prueba de identidad del Mesías. Y serán, tienen que ser, la prueba de identidad de quienes sigan al Mesías, al Xristós, o sea, los «cristianos». Sólo si nuestra vida produce esos mismos hechos, sólo si somos «buena noticia para los pobres», sólo entonces estaremos siendo seguidores de aquel Mesías, del Xristós, o sea, «cristianos».
PARA REFLEXIONAR:
1. ¿Por qué fue encarcelado Juan Bautista?
2. ¿Le presento a Jesús, mis inquietudes de cada día?
3. ¿Por qué un discípulo es más afortunado si se compara con Juan Bautista?
ORACIÓN
Señor Jesús, gracias por esta nueva semana que hoy iniciamos en ti, gracias por esta tercera semana de Adviento y el modelo discipular de Juan el Bautista. Ven hoy a nosotros, Señor, con tu Espíritu de Santidad, con la plenitud del poder de tu palabra, con la perfección de tus caminos, con la fuerza de los dones de tu Espíritu; triunfa en nosotros, sobre todo poder adverso para la gloria del Padre Dios. Amén.
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