miércoles, 1 de diciembre de 2010

Miércoles, 1 de diciembre 2010

“ACERQUÉMONOS AL BANQUETE DE LA VIDA”

PRIMERA LECTURA
ISAIAS 25, 6-10

“EL SEÑOR ENJUGA LAS LÁGRIMAS DE TODOS LOS ROSTROS TRISTES ”

En el monte Sión, el Señor todopoderoso preparará para todas las naciones un banquete con ricos manjares y vinos añejos, con deliciosas comidas y los más puros vinos. En este monte destruirá el Señor el velo que cubría a todos los pueblos, el manto que envolvía a todas las naciones. El Señor destruirá para siempre la muerte, secará las lágrimas de los ojos de todos y hará desaparecer en toda la tierra la deshonra de su pueblo. El Señor lo ha dicho. En ese día se dirá: "Este es nuestro Dios, en él confiamos y él nos salvó. Alegrémonos, gocémonos, él nos ha salvado." La mano del Señor protegerá al monte Sión, mientras que a Moab la pisoteará como se pisotea la paja en un basurero.

REFLEXIÓN
En la primera lectura seguimos leyendo al profeta Isaías, hoy tenemos que admirarnos de la incomparable belleza de las imágenes que nos trae el profeta y no deja de sorprendernos.
Nos habla de un gran banquete. Un banquete no es solamente una gran cantidad o una buena calidad de comida. Es un punto alto y bello de la relación entre los parientes o amigos, y es así como siempre lo han interpretado en Oriente, donde invitar a comer es un modo elocuente de abrir el corazón.
Y sin embargo, la abundancia importa; no sólo por la satisfacción deleitable del paladar y los sentidos, sino por lo que ello implica de descanso y confianza hacia el futuro. Abundancia de algún modo significa provisión futura. Por eso, en la lectura del profeta Isaías del día de hoy, junto a la imagen del banquete abundante está el triunfo sobre la muerte, sobre el fracaso y destrucción. He aquí la victoria que aguarda el profeta: vida que se hace fuerte por el alimento y vida que recibe defensa contra la muerte. Fuertes por dentro y protegidos por fuera. Es un anuncio optimista, después de al victoria, Dios invitará a todos los pueblos, al banquete de manjares suculentos y vinos generosos, en el monte de Sión, al final de los tiempos. No quiere ver lágrimas en los ojos de nadie, se ha acabado la violencia y al opresión.

SALMO RESPONSORIAL: 22
R: Habitaré en la casa del Señor por años sin término.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 15, 29-37

“COMIERON TODOS HASTA QUEDAR SATISFECHOS”

Jesús salió de allí y llegó a la orilla del Lago de Galilea; luego subió a un cerro y se sentó. Mucha gente se reunió donde él estaba. Llevaban cojos, ciegos, mancos, mudos y otros muchos enfermos, que pusieron a los pies de Jesús, y él los sanó. De modo que la gente estaba admirada al ver que los mudos hablaban, los mancos quedaban sanos, los cojos andaban y los ciegos podían ver. Y comenzaron a alabar al Dios de Israel.
Jesús da de comer a una multitud
Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo:
--Siento compasión de esta gente, porque ya hace tres días que están aquí conmigo y no tienen nada que comer. No quiero mandarlos sin comer a sus casas, porque pueden desmayarse por el camino.
Sus discípulos le dijeron:
--Pero ¿cómo podremos encontrar comida para tanta gente, en un lugar como este, donde no vive nadie?
Jesús les preguntó:
--¿Cuántos panes tienen ustedes?
--Siete, y unos pocos pescaditos --contestaron ellos.
Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó en sus manos los siete panes y los pescados y, habiendo dado gracias a Dios, los partió y los dio a sus discípulos, y ellos los repartieron entre la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos, y aun llenaron siete canastas con los pedazos sobrantes.

REFLEXIÓN:
El Señor enjugará las lágrimas de todos los rostros, así nos lo dice el profeta Isaías haciendo referencia a la salvación universal que contempla el proyecto de Dios.
Mateo nos muestra en el evangelio de hoy, dos signos del proyecto del Reino traído por Jesús: El primero es la curación de los enfermos, signo de liberación para con los excluidos por la sociedad y las estructuras injustas presentes, con el fin de restablecer las condiciones de vida y dignidad que les han sido negadas. El segundo es la multiplicación de los panes para satisfacer las necesidades más urgentes de quienes le siguen, dicho milagro se obra a partir de un compartir solidario entre las personas con sentido de responsabilidad, siendo capaces de romper con el egoísmo y dar de lo que se tiene en la construcción de una comunidad más justa, donde haya pan y dignidad para todos.
Los cristianos de todos los tiempos también experimentamos postraciones de toda clase. Por eso igualmente que los lisiados de evangelio de hoy debemos podemos ponernos a los pies de Jesús, pues Él aleja toda humillación representada en el mal físico, en la enfermedad y en el hambre; Jesús satisface de igual manera nuestros anhelos más profundos y nuestra ansia de vida, de infinito, de trascendencia, nos ofrece una salvación que alcanza a todas las dimensiones de la persona. Pero está en nuestras manos hacer que estas bendiciones se multipliquen, pues la solución a la completa situación de desarrollo y realización del ser humano la soluciona Jesús; y su propuesta se fundamenta en la solidaridad y justicia de todos; si cada uno aporta lo que tiene es posible encontrar soluciones que superen con creces las necesidades de la comunidad.
Este evangelio de hoy nos invita a tomar conciencia y ser responsables de la necesidad que están atravesando los que son excluidos hoy en nuestra sociedad. Hoy deberíamos preguntarnos todos los que no llamamos cristianos: ¿cómo estamos haciendo nosotros para restablecer unas condiciones de vida, justicia y dignidad desde donde me encuentro; y cuáles son mis propias actitudes de compartir solidario en mi propio entorno?

PARA REFLEXIONAR:
1. ¿Cómo siento a Dios en mi vida?
2. ¿Estoy dispuesto(a) a ser un camino de preparación y cambio en este tiempo de Adviento para la llegada de Jesús?
3. ¿Mi vida es polo de atracción para otras personas?

ORACIÓN
Te agradecemos y bendecimos, Señor de la vida, por regalarnos este tiempo de Adviento, como camino de preparación a tu nacimiento en nuestra vida. Ayúdanos, Señor, a limpiar el corazón, abandonar las lógicas mercantilistas y consumistas de este tiempo, líbranos con tu poder y no dejes que caigamos en la tentación del tener, del poder y del placer que se acrecienta en estos días. Amén

Jueves 2 de diciembre 2010

“LA PALABRA DE DIOS ES EL FUNDAMENTO DEL ADVIENTO”

PRIMERA LECTURA
ISAIAS 26, 1-6

“QUE ENTRE UN PUEBLO JUSTO, QUE OBSERVA LA LEALTAD”

En ese día se cantará este canto en la tierra de Judá: "Tenemos una ciudad fuerte; para salvarnos, el Señor levantó murallas y fortificaciones. Abran las puertas para que pase una nación justa que se mantiene fiel. Señor, tú conservas en paz a los de carácter firme, porque confían en ti. Confíen siempre en el Señor, porque él es refugio eterno. Él hace caer a los orgullosos, y humilla a la ciudad soberbia derribándola hasta el suelo, para que los humildes y los pobres la pisoteen con sus pies."

REFLEXIÓN
Poco a poco vamos entrando en el espíritu del Adviento. Hoy el tema es la firmeza: Dios anuncia firmeza, Cristo muestra el camino de una vida de sólidos cimientos.
La Biblia nos enseña consecuentemente que la firmeza está ligada a la confianza. Puesto que nadie lo puede todo por sí mismo, su firmeza depende en el fondo de quiénes son sus aliados y cuáles son sus alianzas. El mensaje es: "si haces alianza con el más fuerte, puedes confiar y mirar al futuro con paz, porque tu vida será firme". El Señor Dios recibe así un elogio singular Él es la "Roca perpetua".
En contraste con la ciudad que se edifica sobre esta Roca, está la ciudad encumbrada, la ciudad altiva, más que referirse a un lugar en el mapa, el profeta esta describiendo simbólicamente el destino de la soberbia humana, que nada puede esperar sino su estruendosa caída.
Retomando las palabras del profeta, hay júbilo en sus palabras. Ha encontrado firmeza. La ciudad edificada sobre la Roca, es fuerte, está guarnecida por Dios. Es una experiencia grata que tiene su plenitud en aquel que no cambia, porque es Roca Perpetua. Volver a Dios que no cambia; volver a Dios y saber que él siempre está ahí, que su amor es indeclinable y que su misericordia no conoce ocaso.

SALMO RESPONSORIAL: 117
R: Bendito el que viene en nombre del Señor.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 7, 21-27

“EL HOMBRE SABIO Y PRUDENTE CONSTRUYÓ SOBRE LA ROCA”

No todos los que me dicen: 'Señor, Señor', entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial. Aquel día muchos me dirán: 'Señor, Señor, nosotros comunicamos mensajes en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros.' Pero entonces les contestaré: 'Nunca los conocí; ¡aléjense de mí, malhechores!'
La casa bien o mal fundada
(Mc 1.22; Lc 6.47-49)
"Por tanto, el que me oye y hace lo que yo digo, es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía su base sobre la roca. Pero el que me oye y no hace lo que yo digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena. Vino la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos y la casa se vino abajo. ¡Fue un gran desastre!"

REFLEXIÓN:
Las Palabras del Señor son la roca firme sobre la cual podemos fundamentar nuestra existencia, pero esos valores que nos propone el evangelio hay que hacerlos realidad, de lo contrario seremos como aquellos que dicen ¡Señor, Señor¡, pero cuya vida no es coherente con la imagen externa que proyectan. No todo el que dice que cree y alaba al Señor lo hace con sinceridad, a esos el Señor les dirá: “No los conozco”, ojalá que nosotros no lleguemos a escuchar tan duras y determinantes palabras. Muchas situaciones de la vida pueden dañar la relación con Dios y destruir nuestra existencia, pero si nos mantenemos fieles a la Palabra de Dios, no habrá vientos, por impetuosos que sean capaces de arrastrarnos a la perdición de las falsas ideologías.
Construimos sobre arena cuando sobreponemos a la dignidad de nuestros hermanos y a la nuestra ideologías, proyectos, normas, deseos, ambiciones que rebajan la imagen de Dios en nosotros. Muchas veces, animados por un sistema que nos impulsa a proceder de acuerdo a las leyes de la oferta y la demanda ponemos nuestra confianza en la seguridad de las cosas, en la supuesta garantía de nuestros planes pero todo esto se verá abatido por las tempestades que despierta el mismo sistema, para la muestra, tan sólo veamos la crisis de la economía mundial de la que muchos países todavía no se reponen.
La casa, como el árbol está vinculada al suelo, pero también se eleva a lo alto, nos recuerda nuestro lugar en el universo y, así mismo hacia donde tendemos a ir en el futuro. Una base firme o débil y un determinado orden en nuestra casa son el reflejo de lo que somos por dentro. Casa en el evangelio es signo de familia y comunidad. Lo contrario al templo, la casa es el proyecto de vida en el Reino de Dios traído por Jesús.

La parábola es bastante clara: construir nuestra casa o en roca o en la arena. Construir en la roca es construir en la coherencia de vida, que se logra si permitimos que la voluntad de Dios hable a nuestra realidad, entre en ella y la transforme. El secreto de la fe es la escucha y la práctica, la coherencia entre la palabra y los hechos que debe identificar a los verdaderos discípulos de Jesús.

PARA REFLEXIONAR:
¿En este tiempo de Adviento, fomento una oración festiva y llena de esperanza?
¿Es el Señor Jesús la fuente de mi alegría en estos días?
¿Conservo la paz y la serenidad a pesar de las dificultades?

ORACIÓN
Gracias, Buen Señor, por este nuevo día y tu palabra que me da vida. Quiero abrir mi corazón en este día mi ser entero, lo que soy, lo que tengo y lo que puedo, abrir mi historia a ti para que hagas tu voluntad en mí. Amén.

Viernes, 3 de diciembre 2010

“EN ADVIENTO EL DESIERTO FLORECERÁ”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 29, 17-24

“AQUEL DÍA, VERÁN, LOS OJOS DE LOS CIEGOS”

Dentro de poco tiempo el bosque se convertirá en campos de cultivo y los campos de cultivo parecerán un bosque. En ese día los sordos podrán oir cuando alguien les lea, y los ciegos podrán ver, libres de oscuridad y de tinieblas. Los humildes volverán a alegrarse en el Señor, los más pobres se gozarán en el Dios Santo de Israel. Se acabarán los insolentes, dejarán de existir los arrogantes y desaparecerán los que solo piensan en hacer el mal, esos que acusan de crímenes a otros, y ponen trampas al juez, y con engaños niegan justicia al inocente. Por eso, el Señor, el Dios de Israel, el que rescató a Abraham, dice: "De ahora en adelante Jacob no sentirá verguenza, ni su rostro se enrojecerá, porque cuando sus descendientes vean lo que he hecho en su pueblo, reconocerán mi santidad y me temerán a mí, el Dios Santo de Israel. Los que estaban confundidos aprenderán a ser sabios, y los murmuradores aceptarán las enseñanzas."

REFLEXIÓN
Es interesante recordar la etimología de la palabra "enfermedad". El enfermo es el "in-firmus", el que no está firme, el que tambalea. Y así sucede: la enfermedad nos quebranta, es decir: nos quiebra. Por ello los milagros de curación física tienen una fuerza persuasiva particular, pues no sólo se trata del bien de la salud sino de devolver "firmeza" al que decaía y se derrumbaba. El Dios que se muestra capaz de vencer a la enfermedad es el Dios que así se revela capaz de devolver a su vigor y firmeza la obra que Él mismo ha creado. Las lecturas de ayer nos hablaban de la firmeza que sólo Dios concede; hoy nos hablan de la fortaleza que sólo Él restaura.
Es interesante destacar en la primera lectura que la salud tiene un propósito, según vemos. Por ejemplo, los sordos no recuperan simplemente la capacidad de oír, esto es, de oír cualquier cosa, sino que recuperan el oído para oír la palabra del Señor. La salud recobrada, pues, no es sólo un bien que Dios da, sino un camino que abre para que a través de sus dones le conozcamos a Él mismo.

SALMO RESPONSORIAL: 26
R: El Señor es mi luz y mi salvación.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 9, 27-31

“¡JESÚS HIJO DE DAVID, TEN COMPASIÓN DE NOSOTROS¡ ”

Al salir Jesús de allí, dos ciegos lo siguieron, gritando:
--¡Ten compasión de nosotros, Hijo de David!
Cuando Jesús entró en la casa, los ciegos se le acercaron, y él les preguntó:
--¿Creen ustedes que puedo hacer esto?
--Sí, Señor --le contestaron.
Entonces Jesús les tocó los ojos, y les dijo:
--Que se haga conforme a la fe que ustedes tienen.
Y recobraron la vista. Jesús les advirtió mucho:
--Procuren que no lo sepa nadie. Pero, apenas salieron, contaron por toda aquella región lo que Jesús había hecho.

REFLEXIÓN:
El reinado de Dios no puede entenderse sólo como manifestaciones de realidades espirituales, sino que abarca cada aspecto de la vida del ser humano, por eso la liturgia de hoy habla de signos de sanación y redención. Los sordos oirán, los ciegos verán la luz, los oprimidos despejarán, los tiranos y cínicos serán aniquilados. Pero la salvación de Dios también tiene su repercusión en la naturaleza: “El desierto se convertirá en un jardín y el jardín en bosque”. El ser humano no puede alcanzar su plenitud si no vive en armonía con toda la obra de la creación.
La fe de la que habla el evangelio de hoy implica comprender que la creación completa, en la que vivimos y que contemplamos cada día desde que despertamos, es obra de Dios; por tanto, continuar devastando la naturaleza es no aceptar los dones del Señor y apartarnos de sus designios de salvación, continuar con el afán explotador indiscriminado de los recursos naturales, sólo, puede llevar a nuestra propia ruina, nos hacemos destructores de nuestra misma humanidad.
La designación de Jesús como “Hijo de David” no es simplemente un título o una alabanza, lo identifica como el Mesías prometido y largamente anunciado en las Escrituras, el cual debía de nacer de la descendencia de David; así, todos los que en Jesús somos hijos de Dios, nos integramos a su misma realeza.
La ceguera de estos hombres es una situación que les impide abrir los ojos ante aquellos que los tienen excluidos de la sociedad por su supuesta situación de impureza. Les impide actuar, enfrentarse contra el sistema opresor. Jesús cura a dos ciegos que creen en él. Ellos confían en el poder liberador que tiene Jesús para sanarlos y dan prueba de una auténtica fe. Jesús les acepta esa fe, pero les abre los ojos para que vean que él es radicalmente diferente a lo que ellos suponían. Jesús libera haciéndolos conscientes de su situación. Los ciegos recuperan la visión y superan la perspectiva de una liberación puramente nacionalista. Recuperar la vista es hacerse sujetos sociales dignos, con los mismos derechos de vida y de reconocimiento. Ellos no se pueden contener y salen a anunciar la obra de Jesús como personas reconocidas y redignificadas por Jesús.

PARA REFLEXIONAR:
1. ¿Cómo contribuyo a erradicar el maltrato a la naturaleza, el mal y la pobreza del mundo?
2. ¿Qué es para mí la justicia vista desde la Biblia?
3. ¿Soy motivo de alegría para otras personas?

ORACIÓN
Te bendecimos, Señor de la vida, por tu inmenso amor, bendición y bendiciones. Con la ayuda de tu Espíritu, Señor, prepara mi corazón para el encuentro contigo en esta Navidad, para reconocerte como el Rey de mi vida, el Dueño de mi corazón; hazme tuyo, conságrame y apártame para ti. Amén.

Sábado, 4 de diciembre de 2010

“EL REINO DE DIOS HA LLEGADO”


PRIMERA LECTURA
ISAIAS 30, 19-26


“EL SEÑOR SE APIADARÁ A LA VOZ DE TU GEMIDO”

Pueblo de Sión, que vives en Jerusalén: ya no llorarás más. El Señor tendrá compasión de ti al oir que gritas pidiendo ayuda, y apenas te oiga, te responderá. Y aunque el Señor te dé el pan del sufrimiento y el agua de la aflicción, él, que es tu maestro, no se esconderá más; con tus propios ojos lo verás. Y si te desvías a la derecha o a la izquierda, oirás una voz detrás de ti, que te dirá: "Por aquí es el camino, vayan por aquí." Y despreciarás como cosas impuras tus imágenes de plata y tus ídolos recubiertos de oro. Los rechazarás como algo impuro y los considerarás como basura. El Señor te dará lluvia para la semilla que siembres en la tierra, y la tierra producirá trigo abundante y fértil. En ese día tu ganado tendrá lugar en abundancia para pastar. Hasta los bueyes y los burros que trabajan en tus campos tendrán para comer el mejor y más exquisito forraje. Cuando llegue el día de la gran matanza y caigan las fortalezas, habrá ríos y torrentes de agua en todas las altas montañas y en las colinas elevadas. El Señor curará y vendará las heridas de su pueblo. Entonces la luna alumbrará como el sol, y la luz del sol será siete veces más fuerte, como la luz de siete soles juntos.

REFLEXIÓN
Si hay una noticia consoladora es aquella que hoy nos regala el profeta: Dios ya no se esconde. Se deja sentir y atiende las súplicas. Dulce noticia, porque si hay algo torturante es el silencio de Dios. La luz crece de tal modo que la luna se equipara al sol mientras el sol adquiere el brillo perfecto.
Mas esa cercanía de Dios va en las dos direcciones. El mismo Dios que acoge las súplicas deja escuchar su voz y muestra el camino correcto. Esto debe ser destacado, porque a veces nos gusta que el Señor se haga presente para atender nuestra voz pero luego no nos interesa que esté cerca para que atendamos su voz.
Hay una señal, un punto que marca el comienzo de esa cercanía; algo que no quisiéramos oír. Se trata del día de la gran matanza. No debiera ser así. El ser humano debería aprender a obedecer sin que tantos tuvieran que morir. La humanidad debería sentirse acompañada sin necesidad de saberse sobreviviente. Mas la obstinación humana ha conducido a eso: pareciera que necesitamos del horror de la muerte para reconocer el pecado, y necesitamos del vértigo de la supervivencia para aprender a agradecer.

SALMO RESPONSORIAL: 146
R: Dichosos los que esperan en el Señor.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 9, 35; 10, 1-8

“JESÚS VIENDO A LA MULTITUD, SE CONMOVIÓ DE ELLOS”
Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos:
--Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla
Jesús llamó a sus doce discípulos, y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: "No vayan a las regiones de los paganos ni entren en los pueblos de Samaria; vayan más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.

REFLEXIÓN:
Las señales que identificarían al Mesías esperado serían la curación de los enfermos y la expulsión de los espíritus inmundos, por eso en alguna ocasión cuando los discípulos de Juan le preguntaron a Jesús si era el Mesías, Él no responde con discursos sino con signos de curación. Hoy nos dice el evangelista Mateo que Jesús recorría ciudades y aldeas enseñando en la sinagoga, proclamando el Reino de Dios y sanando enfermos; las tres grandes acciones del Mesías. Al ver que los que tienen necesidad de salvación son tantos Jesús no se cree que pueda hacerlo todo Él solo, sino que instituye discípulos y les comunica sus mismos dones: “Vayan, prediquen el evangelio, curen enfermos, etc.”, y les pide que rueguen a Dios para que envíe más evangelizadores a su mies, (la mies es un fruto ya maduro o listo para ser recogido, es también el tiempo de cosechar).
No podemos seguir quedándonos con una visión pesimista y desconfiada de que somos indignos e incapaces de hacer algo por esas multitudes extenuadas esto solo sirve para evadir nuestra responsabilidad pero no para excusarnos de la tarea. Desde el Bautismo hemos sido ungidos con los mismos dones de los discípulos y nuestra condición de enviados es completamente auténtica.
El adviento es tiempo de reflexión y de revisión de vida. Nosotros como cristianos debemos revisar nuestra vida para ver si realmente somos continuadores de la misión de Jesús en el anuncio del Reino, en la creación de unas condiciones dignas de vida. Debemos ser conscientes de que proclamar la Buena Nueva nos exige una entrega día a día por los demás.

PARA REFLEXIONAR:
1. ¿Vivo el Adviento como un tiempo de perdón?
2. ¿Qué significa para mí “la bendición?
3. ¿Cómo ayudaré en este tiempo de Adviento en algo concreto a vencer el llanto y el sufrimiento de muchos hermanos?

ORACIÓN
Agradecemos, Señor de la Historia y de la Vida tu bendición. Señor Jesús tu venida a de tener para nosotros una exigencia de cambio y conversión. Ayúdanos a perdonar, impúlsanos a dialogar, enséñanos a acoger al hermano y oriéntanos con tu palabra, para ser capaces de construir comunidad y anunciar con nuestra vida el gozo de tu presencia y la seguridad de nuestra salvación. Amén.

Domingo 5 de diciembre de 2010

UNA VOZ GRITA: PREPAREN EL CAMINO AL NACIMIENTO DEL SEÑOR”

En este segundo domingo de Adviento estas tres palabras resuenan: justicia, paz y conversión.
La justicia es el reclamo de Juan Bautista en el evangelio y es la virtud primera del Mesías anunciado por el profeta en la primera lectura. La justicia por fuerza habrá de entrar en conflicto con los que lucran de la injusticia, pero como fruto de la justicia viene la paz.
También la segunda lectura nos habla de paz, en una clave que tiene particular belleza: la armonía.

PRIMERA LECTURA
ISAIAS 11,1-10

“JUZGARÁ A LOS POBRES CON JUSTICIA

De ese tronco que es Jesé, sale un retoño; un retoño brota de sus raíces. El espíritu del Señor estará continuamente sobre él, y le dará sabiduría, inteligencia, prudencia, fuerza, conocimiento y temor del Señor. Él no juzgará por la sola apariencia, ni dará su sentencia fundándose en rumores. Juzgará con justicia a los débiles y defenderá los derechos de los pobres del país. Sus palabras serán como una vara para castigar al violento, y con el soplo de su boca hará morir al malvado. Siempre irá revestido de justicia y verdad. Entonces el lobo y el cordero vivirán en paz, el tigre y el cabrito descansarán juntos, el becerro y el león crecerán uno al lado del otro, y se dejarán guiar por un niño pequeño. La vaca y la osa serán amigas, y sus crías descansarán juntas. El león comerá pasto, como el buey. El niño podrá jugar en el hoyo de la cobra, podrá meter la mano en el nido de la víbora. En todo mi monte santo no habrá quien haga ningún daño, porque así como el agua llena el mar, así el conocimiento del Señor llenará todo el país.
En ese tiempo el retoño de esta raíz que es Jesé se levantará como una señal para los pueblos; las naciones irán en su busca, y el sitio en que esté será glorioso.

REFLEXIÓN

El Sentido de la Liturgia en este segundo domingo de Adviento es hoy una invitación a la conversión. En la primera lectura Isaías el profeta nos presenta la figura del Mesías, descendiente de David, dotado de todos los dones del Espíritu del Señor: Sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, conocimiento y temor del Señor. Se extiende luego a su actividad, que se resume en la eficacia de su “palabra”, capaz de oponerse a todo lo que es mal y pecado: “su palabra será una vara que golpeará al violento”. Finalmente esta transformación alcanza al mundo entero, donde todas las realidades de todos los seres vivientes, hombres y animales son llevados a la armonía del proyecto original de Dios.
En esta primera lectura el pueblo se encuentra en un tiempo en el que evoca días felices, pero también recuerda días amargos producidos por una falsa dirección de sus gobernantes. El pueblo vibró por la tierra prometida y experimentó la alegría y el bienestar que produce la libertad. Luego comienza una etapa de retroceso en la época de la monarquía. Desde allí el referente de esperanza el pueblo, comienza a ser el surgimiento de un nuevo rey, un “Hijo de David”, que corrija las desviaciones de los sucesores de su trono. Aún así, es a partir de Isaías que comienza a formarse la idea de la venida de un ser extraordinario que no sea simplemente como David, sino más que él. Dicho personaje debía encarnar los atributos del verdadero rey, entendido como lugarteniente de Dios, para proteger a los más débiles y excluidos.

SALMO RESPONSORIAL: 71
R: Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.

SEGUNDA LECTURA
ROMANOS 15,4-9

CRISTO SALVA A TODOS LOS HOMBRES”

Todo lo que antes se dijo en las Escrituras, se escribió para nuestra instrucción, para que con constancia y con el consuelo que de ellas recibimos, tengamos esperanza. Y Dios, que es quien da constancia y consuelo, los ayude a ustedes a vivir en armonía unos con otros, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que todos juntos, a una sola voz, alaben al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Así pues, acéptense los unos a los otros, como también Cristo los aceptó a ustedes, para gloria de Dios. Puedo decirles que Cristo vino a servir a los judíos para cumplir las promesas hechas a nuestros antepasados y demostrar así que Dios es fiel a lo que promete. Vino también para que los no judíos alaben a Dios por su misericordia, según dice la Escritura: "Por eso te alabaré entre las naciones y cantaré himnos a tu nombre."

REFLEXIÓN

Ya seguramente hemos notado que el Adviento está escrito con caracteres de futuro. La palabra misma mira hacia el porvenir, lo que está por llegar. Y quien habla de futuro habla de esperanza, pero ¿cómo alimentar la esperanza? Ese es el tema propio de la segunda lectura.
Pablo exhorta a los cristianos de Roma que no dejen caer la esperanza, esta virtud se asienta en 2 pilares fundamentales: la convivencia fraternal y la escucha de la palabra de Dios consignada en las escrituras.
La esperanza además se alimenta del testimonio y de la paciencia. El testimonio es el que dan las Escrituras que nos muestran por cuántos caminos diversos socorre Dios a los suyos. La paciencia es aquí la capacidad de declararnos más fuertes que el presente adverso: cada día que resistes es un día en que has vencido.
Un pueblo de esperanza es un pueblo en armonía; y lo contrario también es cierto. La esperanza nos da armonía porque nos une en la certeza de que sólo aquel que ha de venir puede hacer justicia a nuestra causa y dar a cada quien lo suyo. La armonía nos da esperanza porque unidos en un corazón la plegaria se hace fuerte y la alabanza crece y se fortalece.
El Mesías se definirá por su capacidad de liberación, de traer el verdadero sentido de la esperanza donde toda clase de discriminación y opresión desaparecerán cuando Él está presente.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 3, 1-12

“ESTA CERCA EL REINO DE LOS CIELOS

Por aquel tiempo se presentó Juan el Bautista en el desierto de Judea. En su proclamación decía: "¡Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca!"
Juan era aquel de quien Dios había dicho por medio del profeta Isaías: "Una voz grita en el desierto: 'Preparen el camino del Señor; ábranle un camino recto. "
La ropa de Juan estaba hecha de pelo de camello, y se la sujetaba al cuerpo con un cinturón de cuero; su comida era langostas y miel del monte. La gente de Jerusalén y todos los de la región de Judea y de la región cercana al Jordán salían a oírle. Confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán.
Pero cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: "¡Raza de víboras! ¿Quién les ha dicho a ustedes que van a librarse del terrible castigo que se acerca? Pórtense de tal modo que se vea claramente que se han vuelto al Señor, y no presuman diciéndose a sí mismos: 'Nosotros somos descendientes de Abraham'; porque les aseguro que incluso a estas piedras Dios puede convertirlas en descendientes de Abraham. El hacha ya está lista para cortar los árboles de raíz. Todo árbol que no da buen fruto, se corta y se echa al fuego. Yo, en verdad, los bautizo con agua para invitarlos a que se vuelvan a Dios; pero el que viene después de mí los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él es más poderoso que yo, que ni siquiera merezco llevarle sus sandalias. Trae su pala en la mano y limpiará el trigo y lo separará de la paja. Guardará su trigo en el granero, pero quemará la paja en un fuego que nunca se apagará."

REFLEXIÓN:

El evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre el anuncio de Juan el Bautista enmarcado dentro de la esperanza del Antiguo y Nuevo Testamento. La figura de Juan nos hace reflexionar sobre la necesidad de arrepentimiento y cambio de vida (conversión) como camino de preparación para esperar la llegada del Mesías (Navidad). El personaje central de este evangelio no es Juan, por eso él dice que no es digno de desatar las sandalias sino Jesús en quien se cumple el mensaje anunciado por Isaías, pero ya no a manera de liberación sólo de Israel sino de todo el universo. Sin embargo, la vida de Juan, es el ejemplo de cómo allanar el camino de nuestra existencia para que Jesús tome posesión de ella. Juan encarna a los clásicos profetas del Antiguo Testamento, sus palabras resuenan desde el desierto, pero tienen impacto en la capital desde donde se desplazan fariseos y saduceos para escucharlo. Es la voz que grita en el desierto. El desierto es el lugar de la “escucha” donde se atiende, lejos de toda distracción las orientaciones de Dios. Para Israel fue con frecuencia el desierto un punto de referencia, pues apuntaba a sus orígenes y por eso, al profeta de la profecía de Oseas, el espacio geográfico-espiritual al cual se regresa para retomar de nuevo el proyecto con la fuerza del amor primero ( Os 2,16). Aunque para Mateo el término “desierto” tiene el matiz de “desolación”, el desierto como referente bíblico-histórico parece ser esencial (Mateo 3,3;4,1).
Las duras palabras contra los escribas y fariseos nos hacen ver que ante Dios no cuentan las apariencias, las máscaras o los antifaces con los cuales nos presentamos ante las demás personas, Dios ve el corazón y las verdaderas intenciones que hay en él y se apresta a actuar para separar lo bueno de lo malo.
Juan el Bautista nos prepara para la venida esperada del Mesías; nos invita a una conversión radical de la persona a Dios. Miremos de que manera nos estamos preparando para la venida del Señor Jesús hoy en un mundo tan convulsionado. ¿Qué puedo mejorar en mi vida?, ¿ De qué modo estoy contribuyendo a la realización del Reino de Paz entre nosotros?.

PARA REFLEXIONAR
:

1. ¿Cuál es la importancia de Juan Bautista?
2. ¿Cuáles actitudes de Juan Bautista son válidas hoy?
3. ¿Por qué Jesús es superior a Juan?

ORACIÓN

Gracias, Señor Jesús, por venir de nuevo a mi vida en esta Navidad y bendecirme. Señor, tu venida ha de tener para nosotros una exigencia de cambio y conversión. Ayúdanos a perdonar, impúlsanos a dialogar, enséñanos a acoger al hermano y oriéntanos en tu palabra, para ser capaces de construir comunidad y anunciar con nuestra vida el gozo de tu presencia y la seguridad de nuestra salvación. Amén.

Lunes 6 de Diciembre de 2010

“LA FE ROMPE ESQUEMAS”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 35, 1-10

"DIOS VIENE Y NOS SALVARÀ"

Que se alegre el desierto, tierra seca;
que se llene de alegría, que florezca,
que produzca flores como el lirio,
que se llene de gozo y alegría.
Dios lo va a hacer tan bello como el Líbano,
tan fértil como el Carmelo y el valle de Sarón.
Todos verán la gloria del Señor,
la majestad de nuestro Dios.
Fortalezcan a los débiles,
den valor a los cansados,
digan a los tímidos:
"¡Ánimo, no tengan miedo!
¡Aquí está su Dios para salvarlos,
y a sus enemigos los castigará como merecen!"
Entonces los ciegos verán
y los sordos oirán;
los lisiados saltarán como venados
y los mudos gritarán.
En el desierto, tierra seca,
brotará el agua a torrentes.
El desierto será un lago,
la tierra seca se llenará de manantiales.
Donde ahora viven los chacales,
crecerán cañas y juncos.
Y habrá allí una calzada
que se llamará "el camino sagrado".
Los que no estén purificados
no podrán pasar por él;
los necios no andarán por él.
Allí no habrá leones
ni se acercarán las fieras.
Por ese camino volverán los libertados,
los que el Señor ha redimido;
entrarán en Sión con cantos de alegría,
y siempre vivirán alegres.
Hallarán felicidad y dicha,
y desaparecerán el llanto y el dolor.

REFLEXIÓN

He aquí que Dios en persona viene y rescata a su pueblo. La noticia no puede ser mayor en su contenido y en su carga de esperanza. Vamos a ver la gloria de Dios, vamos a presenciar su formidable poder y a ver en acción su justicia.
Para los judíos este texto significaba algo muy concreto: el tiempo del destierro acabará, y las tierras áridas del camino que nos llevó a Babilonia ahora tendrán que presenciar la hermosa caravana de los rescatados. La "gloria de Dios" no era otra cosa que ese noble espectáculo en que brillaba con la elocuencia de los hechos quién era y es el Dios verdadero.
De allí podemos tomar enseñanza nosotros. Nosotros somos la gloria de Dios; somos la expresión visible de su poder; somos la señal de su compasión y de la hondura de su ciencia. Nuestra existencia redimida es un canto al que nos redimió, y por donde vayan nuestros pasos resonará el ritmo del corazón que nos amó hasta el extremo.
La expresión conmovida y conmovedora de la multitud en el evangelio de hoy hace eco maravilloso de lo anunciado por el profeta. "Hoy hemos visto cosas extraordinarias" (Lc 5,26). La salud del paralítico engendra este grito de admiración. El paralítico sanado es "gloria" de Dios, y el lugar donde esa sanación ha sucedido, esto es, la palabra y el corazón de Cristo, son la fuente reveladora de esa gloria.

SALMO RESPONSORIAL: 84
R: Nuestro Señor viene y nos salvará.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 5, 17-26

“HOY HEMOS VISTO COSAS INCREÍBLES ”

Un día en que Jesús estaba enseñando, se habían sentado por allí algunos fariseos y maestros de la ley venidos de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor se mostraba en Jesús sanando a los enfermos. Entonces llegaron unos hombres que llevaban en una camilla a uno que estaba paralítico. Querían llevarlo adentro de la casa y ponerlo delante de Jesús, pero no encontraban por dónde meterlo, porque había mucha gente; así que subieron al techo y, abriendo un hueco entre las tejas, bajaron al enfermo en la camilla, allí en medio de todos, delante de Jesús. Cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al enfermo:
--Amigo, tus pecados quedan perdonados.
Entonces los maestros de la ley y los fariseos comenzaron a pensar: "¿Quién es este que se atreve a decir palabras ofensivas contra Dios? Solo Dios puede perdonar pecados."
Pero Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les preguntó:
--¿Por qué piensan ustedes así? ¿Qué es más fácil, decir: 'Tus pecados quedan perdonados', o decir: 'Levántate y anda'? Pues voy a demostrarles que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.
Entonces le dijo al paralítico:
--A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
Al momento, el paralítico se levantó delante de todos, tomó la camilla en que estaba acostado y se fue a su casa alabando a Dios. Todos se quedaron admirados y alabaron a Dios, y llenos de miedo dijeron:
--Hoy hemos visto cosas maravillosas.

REFLEXIÓN
:

La salvación que Jesucristo nos ofrece no es sólo de cuerpo, sino es integral. En su proceso de bendición Jesús primero sana del interior (alma) y luego si obra la curación física de la persona. El pasaje del evangelio de hoy deja ver los contrastes que se pueden presentar en el anuncio del evangelio. Por una parte, una fe poco madura de multitudes que es movida más por lo sentimental y por el deseo de ver milagros, frente a una actitud de verdadera aceptación y confianza, que es la de aquellos que superan todo obstáculo para acercarse a Jesús y lograr de Él la devolución de la salud del cuerpo y del espíritu. Por otra parte, la fe de todos estos que creen, aunque sea de manera imperfecta, se contrapone a la actitud de quienes buscan desvirtuar el anuncio a como dé lugar, estos están representados en los maestros de la ley y los escribas. En aquel tiempo, en que no existían computadores ni máquinas de escribir ni imprenta los libros eran escritos a mano, el escriba era quien se dedicaba a copiar las Sagradas Escrituras y otros escritos, posteriormente, también adquirió el carácter de intérprete de las mismas.
El evangelio, además, deja ver la validez de la oración y los buenos actos de caridad y misericordia que podemos hacer unos por otros. Podríamos decir que el enfermo que es curado cumple un papel pasivo, los que hacen por acercarlo a Jesús (los camilleros) son quienes lo llevan y cumplen un papel activo, sin embargo a pesar de que Jesús ve la fe de aquellos camilleros no les dirige la palabra sino que perdona y sana al que lo está necesitando, seguramente todos los que vieron aquel milagro salieron trasformados por eso al final dice el pasaje que quedaron atónitos y decían: “Hoy hemos visto maravillas”

PARA REFLEXIONAR:
1. ¿Cómo afronto los momentos de “desierto en mi vida”?
2. ¿Vivo la alegría de estos días desde Dios?
3. ¿Cómo me estoy preparando para la Navidad?

ORACIÓN
Gracias, te damos Buen Señor, por este nuevo día, y por la bendición de encontrarme con tu bendita palabra que me transforma y me da vida. Necesitamos hoy tu presencia Señor, tu palabra que guía, tu mano que sana y que libera, tu bendición y tu manifestación en mí. Amén

Martes 7 de Diciembre de 2010


“NI UNO MENOS”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 40,1-11

“DIOS CONSUELA A SU PUEBLO”

El Dios de ustedes dice: "Consuelen, consuelen a mi pueblo; hablen con cariño a Jerusalén y díganle que su esclavitud ha terminado, que ya ha pagado por sus faltas, que ya ha recibido de mi mano el doble del castigo por todos sus pecados." Una voz grita: "Preparen al Señor un camino en el desierto, tracen para nuestro Dios una calzada recta en la región estéril. Rellenen todas las cañadas, allanen los cerros y las colinas, conviertan la región quebrada y montañosa en llanura completamente lisa. Entonces mostrará el Señor su gloria, y todos los hombres juntos la verán. El Señor mismo lo ha dicho." Una voz dice: "Grita", y yo pregunto: "¿Qué debo gritar?" "Que todo hombre es como hierba, ¡tan firme como una flor del campo! La hierba se seca y la flor se marchita cuando el soplo del Señor pasa sobre ellas. Ciertamente la gente es como hierba. La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece firme para siempre." Súbete, Sión, a la cumbre de un monte, levanta con fuerza tu voz para anunciar una buena noticia. Levanta sin miedo la voz, Jerusalén, y anuncia a las ciudades de Judá: "¡Aquí está el Dios de ustedes!" Llega ya el Señor con poder, sometiéndolo todo con la fuerza de su brazo. Trae a su pueblo después de haberlo rescatado. Viene como un pastor que cuida su rebaño; levanta los corderos en sus brazos, los lleva junto al pecho y atiende con cuidado a las recién paridas.

REFLEXIÓN

La primera lectura nos ofrece una de las páginas más emotivas de la profecía de Isaías. El grito de amor y compasión nos traspasa: "¡consuelen a mi pueblo!". No estamos ante un juez implacable, ni frente a una norma anónima; no nos gobierna una ley inexorable, ni un destino ciego. Por grande y santo que sea el cielo, por puro y bello que sea Dios, sabe de tierras y miserias; entiende de dolores y pecados. En lo más alto hay un corazón. La suprema palabra no es una idea seca y fría, sino un corazón que palpita, que ama y que a su hora sabe gritar: "¡consuelen a mi pueblo!".
Ahora bien, el consuelo sólo es comprensible después del tiempo duro. Y el tiempo duro en el contexto de esta profecía tiene nombre propio: “el destierro”. Sólo que hay dos durezas en el destierro, como en todos los dolores que se enmarcan en la providencia de Dios: la dureza del castigo y la dureza de la medicina. Uno puede mirar los tiempos duros sólo como tiempos amargos, o puede mirarlos como purificación y preparación para una realidad nueva. El consuelo existe para quien espera un “tiempo nuevo”.
El pueblo ha pecado; el pueblo ha sido humillado pero el pueblo ha aprendido una lección. ¿Cuál? Sólo Dios es grande. Hay una ganancia neta y es la derrota de la soberbia y el rebrotar de la gratitud y la admiración por la grandeza y la misericordia de Dios.

SALMO RESPONSORIAL: 95
R: Nuestro Dios llega con poder.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 18, 12-14

“QUE NO SE PIERDA NI UNO”

"¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿acaso no dejará las otras noventa y nueve en el monte, para ir a buscar la oveja extraviada? Y si logra encontrarla, de seguro se alegrará más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños.

REFLEXIÓN:

La imagen del pastor se usa con frecuencia en los escritos bíblicos precisamente porque representa alguien que está siempre con su rebaño, lo cuida y hasta expone su vida por él. El nombre de “pastor” era dado simbólicamente a los líderes políticos y religiosos. Los pastores propiamente dichos no eran vistos con buenos ojos en la época de Jesús; a pesar de que su profesión era importante, estaban marginados por motivos ético-religiosos, pues se dudaba de su pureza desde el punto de vista legal.
Un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una y deja las otras para ir a buscar la que se le ha perdido y cuando la halla, su alegría es inmensa porque la ha encontrado. Mateo nos presenta la parábola de un pastor cuyo único medio de subsistencia son las ovejas que posee. El vive y muere por sus ovejas, ellas son la razón de su vida.
Mateo y su comunidad nos muestran en este pequeño relato, usando la imagen de las ovejas, la lógica de Dios. Dios no opta por la marginación y exclusión de los pequeños, por el contrario, acoge a los débiles. Todas las ovejas son importantes en el proyecto de Dios, de igualdad y de justicia. El Señor que viene es como un pastor que no hace diferencia con sus ovejas. Dios es el padre misericordioso, que a pesar de nuestras debilidades nos ama entrañablemente, nos escucha y nos perdona.
El versículo 10, anterior al pasaje que leemos hoy, nos da la mejor pista para comprender el mensaje. A los “pequeños” Dios siempre los cuida. La oveja que se extravía es uno de esos pequeños. Dios actúa a través de la comunidad, por tanto somos todos responsables de esos pequeños que identificamos con los pobres, los huérfanos, los enfermos, los desprotegidos, los excluidos, los faltos de instrucción, étc, a quienes se puede engañar haciendo que se pierdan. El Señor vino a salvar precisamente a aquellos quienes la sociedad no valora sino que desprecia, vino a dignificar y valorar al hombre. Miremos hoy en nuestra realidad de qué manera Dios se muestra misericordioso para con aquellos que son olvidados y despreciados y cómo nosotros somos medios de ese amor.
Son también “pequeños” quienes pueden apartarse del redil por cualquier circunstancia. La conducta de la comunidad y de sus dirigentes debe imitar la actitud de Dios en Jesucristo, que no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños y deja a los otros para ir a buscar al extraviado. El acento en torno a la responsabilidad de la comunidad, y más en este tiempo de Adviento, nos ayuda a examinar nuestras acciones, a veces carentes de misericordia, fraternidad y de valoración de las personas.

PARA REFLEXIONAR:
1. ¿Cuál es la voluntad del Dios de Jesús para nosotros?
2. ¿Cómo ayudar a nuestros hermanos “descarriados”?
3. ¿Qué significa el “monte” desde la biblia?

ORACIÓN

Te bendecimos; Señor, en este nuevo día, te confesamos hoy Señor Jesús, como a la luz del mundo. Mi corazón, Señor, hoy se alegra en tu presencia y me gozo en tu amor por eso canto con el salmista: “Cantad al Señor, bendecid su nombre, delante del Señor que ya llega, ya llega el Señor a regir la tierra”. Amén.

Miércoles 8 de Diciembre 2010


“EL SEÑOR ESTÁ CON NOSOTROS”

PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 3, 9-15.20

“ESTABLEZCO HOSTILIDAD ENTRE TI Y LA MUJER”

Pero Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó:
--¿Dónde estás?
El hombre contestó:
--Escuché que andabas por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.
Entonces Dios le preguntó:
--¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? ¿Acaso has comido del fruto del árbol del que te dije que no comieras?
El hombre contestó:
--La mujer que me diste por compañera me dió de ese fruto, y yo lo comí.
Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer:
--¿Por qué lo hiciste?
Y ella respondió:
--La serpiente me engañó, y por eso comí del fruto.
Entonces Dios el Señor dijo a la serpiente:
--Por esto que has hecho, maldita serás entre todos los demás animales. De hoy en adelante caminarás arrastrándote y comerás tierra. Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.
El hombre llamó Eva a su mujer, pues ella fue la madre de todos los que viven.

REFLEXIÓN

Esta primera lectura forma parte del relato yavista sobre la creación, cuyo esquema podríamos resumirlo así: creado el hombre en una tierra desierta es trasladado al jardín del Edén. Allí el Señor le impone un mandato; si lo cumple, vivirá feliz en el jardín…. Pero el hombre rompe el pacto y es expulsado del Edén. Aunque no se diga explícitamente, este esquema es un relato de Alianza. Muchas veces Israel ha roto el pacto con su Dios; la consecuencia no se hace esperar: el mal irrumpe en la historia del pueblo elegido.
El mal de Israel siempre se debe a la ruptura de esa Alianza. Y la meditación de esta continua experiencia vivida lleva al autor sagrado a interpretar el origen del mal en este mundo bueno, creado por Dios, como un acto libre del hombre. Las buenas relaciones del hombre con Dios y con su mujer se han roto. No olvidemos nunca que esa es una interpretación entre las muchas que se han dado a lo largo de la historia para explicar el origen del mal en nuestro mundo. El problema siempre es apremiante y miles de páginas impresas han tratado de explicarlo de alguna manera.

SALMO RESPONSORIAL: 97
R: Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.

SEGUNDA LECTURA
EFESIOS 1,3-6. 11-12

“DIOS NOS ELIGIÓ EN LA PERSONA DE CRISTO”

Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en Cristo nos ha bendecido en los cielos con toda clase de bendiciones espirituales. Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin defecto en su presencia. Por su amor, nos había destinado a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, hacia el cual nos ordenó, según la determinación bondadosa de su voluntad. Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo.
En Cristo, Dios nos había escogido de antemano para que tuviéramos parte en su herencia, de acuerdo con el propósito de Dios mismo, que todo lo hace según la determinación de su voluntad. Y él ha querido que nosotros seamos los primeros en poner nuestra esperanza en Cristo, para que todos alabemos su glorioso poder.

REFLEXIÓN

A diferencia de lo que es habitual en las cartas de Pablo, la carta a los Efesios no incluye al empezar ninguna acción de gracias con referencia a la vida concreta de la comunidad a la cual se dirige, sino que se dispara de entrada con una acción de gracias por la obra salvadora de Dios, de la cual hoy leemos unos breves fragmentos, recortados, con el objeto de hacer resaltar, en esta fiesta, el hecho de que Dios elige a los suyos para su obra..
El himno comienza desde el cielo y desde antes del tiempo: todo proviene de Dios y es él quien lo ha realizado todo, según su voluntad. Se puede destacar que este “destino a ser sus hijos” no se refiere a la predestinación individual, sino que tiene un sentido general, referido a todos de manera colectiva. Se puede destacar un tema que se irá repitiendo a lo largo de la carta: que las obras salvadoras de Dios son fuente de alabanza de Dios mismo.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 1, 26-38

ALÉGRATE LLENA DE GRACIA, PORQUE EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO”

A los seis meses, Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María; era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: --¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo.
María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: --María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin.
María preguntó al ángel:
--¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
El ángel le contestó:
--El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.
Entonces María dijo:
--Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho.
Con esto, el ángel se fue.

REFLEXIÓN:

El pasaje del evangelio de hoy resalta la convergencia de toda la historia de la salvación y el cumplimiento de las promesas en la persona de Jesús, el cual nació de María, la joven campesina de Nazareth, gracias a que ella acogió con obediencia y fidelidad el mensaje del Señor. La actitud de esta mujer y su camino de fe fue ejemplar en ella predominó la disponibilidad, la apertura a la iniciativa de Dios, la atención y observancia de su palabra.
María, mujer pobre, humilde y sencilla, de un lugar muy lejano del Templo de Jerusalén, le dice “sí” al proyecto de Dios, acepta lo increíble y lo más deseado en la historia de su pueblo, ser la madre del Mesías.
Los grandes planes de Dios suceden en lo sencillo, en lo que no es importante para la estructura social, política, económica y religiosa, es decir, en lo cotidiano, en los pobres. El evangelista encierra esta ejemplaridad espiritual de María en una frase muy sencilla: “Cúmplase en mi como tú lo has dicho”. María es la llena de gracia, no porque su humanidad fuera superior, sino por su humildad. Por eso Dios la enriqueció de dones que no guardó para sí, sino que comparte con todos la que la hemos aceptado como la discípula perfecta, modelo de mujer, de hija, de madre, de esposa. Su capacidad de percibir y acoger el misterio de Dios se deja ver en su turbación que no es miedo ni vergüenza, más bien reconocimiento de su condición de criatura y de pequeñez ante el creador. Con su apertura total al dinamismo de Dios, el momento definitivo de la historia comienza para la humanidad.
Celebrar la Inmaculada Concepción de María es comprometernos con los planes de Dios para con la humanidad: la salvación para todos, sin exclusiones ni divisiones. Y de preguntarnos cómo estamos aceptando hoy la voluntad de Dios en nuestra propia vida.
Las palabras: “No temas……el Señor está contigo”, nos recuerdan también que Dios está con nosotros y que hacemos parte de su proyecto salvador, porque los grandes planes de Dios suceden en lo sencillo de nuestra humanidad, traspasando barreras culturales o sociales.

PARA REFLEXIONAR:

1. ¿Qué significa para mí la fiesta de hoy?
2. ¿Qué aprendo en concreto para la vida desde el discipulado de María?

ORACIÓN

Gracias, Señor de la vida, por el modelo discipular, perfecto y tan bello que nos has dejado en María de Nazareth. Desde el amor maternal de ella, hoy yo te pido, Señor, vengas a mi vida; muéstrame cómo puedo hacer que mi historia esté libre de pecado, más allá de las tentaciones que me rodea, que mis acciones estén siempre en consonancia con la realidad. Amén.

Jueves 9 de Diciembre de 2010


“NUESTRO LUGAR EN EL REINO”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 41, 13-20

“YO SOY TU REDENTOR, EL SANTO DE ISRAEL”

Porque yo, el Señor tu Dios, te he tomado de la mano; yo te he dicho: 'No tengas miedo, yo te ayudo. " El Señor afirma: "Israel, pueblo de Jacob, por pequeño y débil que seas, no tengas miedo; yo te ayudo. Yo, el Dios Santo de Israel, soy tu redentor. Haré de ti un instrumento de trillar, nuevo y con buenos dientes; trillarás los montes, los harás polvo, convertirás en paja las colinas. Los aventarás y el viento se los llevará; el huracán los desparramará. Entonces tú te alegrarás en el Señor, estarás orgulloso del Dios Santo de Israel. "La gente pobre y sin recursos busca agua y no la encuentra. Tienen la lengua reseca por la sed; pero yo, el Señor, los atenderé, yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. Haré brotar ríos en los cerros desiertos y manantiales en medio de los valles; convertiré el desierto en ciénagas, haré brotar arroyos en la tierra seca. En el desierto plantaré cedros, acacias, arrayanes y olivos; en la tierra seca haré crecer pinos juntamente con abetos y cipreses, para que todo el mundo vea y sepa, y ponga atención y entienda que yo, el Señor, he hecho esto con mi poder, que yo, el Dios Santo de Israel, lo he creado."

REFLEXIÓN

En el texto de la primera lectura de hoy, el profeta nos quiere dejar claro que Dios se manifiesta en la historia. El hombre de la Biblia no escribe manual de dogmas o verdades abstractas sobre la fe. Para el escritor sagrado, Dios se muestra, manifiesta su poder y su voluntad en la vida, en la historia de su pueblo. Por eso, la aparición de Ciro significa la desaparición de las grandes potencias, que hasta entonces habían tenido el monopolio de la política mundial.
La teología de la historia contenida en estos versículos nos dice que, en todo acontecimiento, la iniciativa está en manos de Dios, el cual interviene en cada momento y en cualquier lugar. Todo converge para hacer realidad las promesas de la alianza con el escogido, con el amado, con el siervo. La presencia de Dios en medio de su pueblo, se afirma con insistencia y vigor: “No temas, que yo estoy contigo; no te angusties, que yo soy tu Dios”. La exhortación a la confianza se convierte en una bella mención del nombre de Yahvé en el sentido de “Yo soy el que siempre está aquí …contigo”.


SALMO RESPONSORIAL: 144
R: El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 11, 11-15

“NO HA SURGIDO ALGUIEN MAYOR QUE JUAN EL BAUTISTA ”

Les aseguro que, entre todos los hombres, ninguno ha sido más grande que Juan el Bautista; y, sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
"Desde que vino Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los que usan la fuerza pretenden acabar con él. Todos los profetas y la ley fueron solo un anuncio del reino, hasta que vino Juan; y, si ustedes quieren aceptar esto, Juan es el profeta Elías que había de venir.
Los que tienen oídos, oigan.

REFLEXIÓN:

La liturgia del Adviento nos introduce la figura de Juan el Bautista, que a lo largo de este tiempo de espera será particularmente importante. Juan es Elías que anuncia la llegada del Mesías. No hay profeta más grande que él, porque él es quien abre la puerta a Jesús, el esperado, el Hijo de Dios, quien proclama el reino de Dios. En Juan Bautista toma rostro concreto las esperanzas del pueblo, es ya el tiempo de la salvación. Juan no vaciló en anunciar y señalar, con humildad, a Jesús como único camino de salvación; no tuvo temor de denunciar con valentía las injusticias e impiedades del pueblo y de los líderes civiles y religiosos. El reino lo conquistan los esforzados, aquellos que como Juan dan testimonio de vida y proclaman la justicia de Dios. Al reino de Dios lo enfrenta el anti-reino, reino de injusticia que excluye y extermina a quien no haga parte de su estructura; y lo hace con violencia, destruyendo todo lo que se oponga a él, sin importar destruir la misma vida. Miremos hoy cómo le estamos dando paso a Jesús y su proyecto del reino y cómo estamos luchando contra el reino de muerte en las estructuras políticas, económicas, culturales y religiosas.
Tengamos en cuenta también que el mayor elogio que Jesús dirigió a alguien nacido de mujer lo hace refiriéndose a Juan el Bautista; pero lo que más nos debe alegrar es que nosotros tenemos la esperanza de ser tan grandes como el Bautista y aún más.

PARA REFLEXIONAR:

1. ¿Cuáles son mis temores cotidianos?
2. ¿Por qué la liturgia de hoy nos invita a no tener miedo?
3. ¿Cómo vence la Navidad la oscuridad y el temor?


ORACIÓN

Dándote gracias, en este encuentro de vida con tu palabra, Señor, hoy te pedimos que vengas a nosotros y nos muestres como podemos hacer que nuestra vida desde la escucha de tu palabra nos libere de nuestros miedos y que desde ella podamos asumir los retos que tu esperas que asumamos como discípulos (las) tuyas. Amén.

Viernes 10 de Diciembre 2010


“UNA GENERACIÓN INCONFORME”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 48, 17-19

“SI HUBIERAS ACATADO MIS MANDATOS”

Así dice el Señor, tu redentor, el Dios Santo de Israel: "Yo soy el Señor tu Dios; yo te enseño lo que es para tu bien, yo te guío por el camino que debes seguir. ¡Ojalá hubieras hecho caso de mis órdenes! Tu bienestar iría creciendo como un río, tu prosperidad sería como las olas del mar, tus descendientes serían numerosos, incontables como la arena del mar; yo nunca los hubiera destruido, ni los hubiera apartado de mi vista."

REFLEXIÓN

Nos conmueve la palabra de Isaías. En medio de los mensajes del profeta encaminados a mantener la esperanza del pueblo, nos encontramos con estos versículos que tienen un tinte de lamentación. Así dice el Señor…, y es una advertencia o, si se prefiere, una especie de lamento de Yahvé: “Si hubieras escuchado”, “Si hubieras atendido mi mandato”. El pueblo debía tener conciencia desde muy antiguo que YAHVÉ, su Señor, es quien da los mandatos, quien traza el camino. Cada mañana el israelita, desde el momento que abre los ojos al nuevo día, repite “Shema Israel”, “Escucha Israel”, y sabe que lo único que puede garantizar con toda certeza la vida para el pueblo es la adhesión y fidelidad a su Dios y sus mandatos. Pero la realidad es muy distinta: Israel no ha escuchado, no ha sido fiel a los preceptos de su Señor, prefirió seguir detrás de otros dioses y ahora ha entendido que lo único que encontró fue destrucción y muerte.
La realidad del destierro no es venganza de Yahvé, es consecuencia de los desvíos de Israel. Cuando Israel se dejo convencer por los anti-proyectos de sus líderes, pensó que sería grande, y lo único que encontró fue la aniquilación y la muerte de mucha parte del pueblo. Sin embargo y a pesar de todo, Israel no está solo ni ha sido abandonado por su Dios, pues la fidelidad de su Dios es perpetua. Yahvé toma de nuevo la iniciativa. Cuando el pueblo estaba en Egipto, Dios respondió a los clamores del pueblo, “he escuchado el grito”, “he visto la aflicción de mi pueblo (Ex.3), ahora, de nuevo, sale al paso de esta situación.
También he aquí a un Dios que casi tiene que darle explicaciones a su pueblo. "Te instruyo por tu bien", dice el Señor, por si alguien no lo había entendido. El problema también es de sintonía: el bien que Dios quiere no es bien que el pueblo quiera. O tal vez estos bienes coinciden en el fondo, pero la obediencia a los mandatos, camino para el bien, no encuentra espacio en el corazón endurecido del pueblo.
Ahora bien, nosotros no podemos quedarnos contemplando el espectáculo de la desobediencia pasada. Es preciso que hoy y aquí creamos en la palabra del profeta: lo que Dios nos exhorta, lo hace por nuestro bien. El mensaje que comunica el profeta es de un Yavhé redentor, rescatador, como lo hace desde el Éxodo, un mensaje que aunque tiene tinte de advertencia y reclamo, se orienta claramente a suscitar esperanza y la alegría por el retorno.

SALMO RESPONSORIAL: 1
R: El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 11,16-19

“NO ESCUCHAN, NI A JUAN NI AL HIJO DEL HOMBRE”

"¿A qué compararé la gente de este tiempo? Se parece a los niños que se sientan a jugar en las plazas y gritan a sus compañeros: 'Tocamos la flauta, pero ustedes no bailaron; cantamos canciones tristes, pero ustedes no lloraron.' Porque vino Juan, que ni come ni bebe, y dicen que tiene un demonio. Luego ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma. Pero la sabiduría de Dios se demuestra por sus resultados."

REFLEXIÓN:

El ser humano está inmerso en la inconformidad y la evasión. No les creen ni a Juan el Bautista ni a Jesús. Los hombres de esta generación se parecen a unos chiquillos, a unos niños que juegan en la plaza. Una generación inmadura, que aún no llega a la mayoría de edad y no acepta los errores y defectos que pueda cometer. Es una generación que no está de acuerdo con nada. Vino Juan, que no comía ni bebía, y no es aceptado; y viene Jesús, que come y bebe, y tampoco es aceptado. Al contrario, a Jesús se le llama comilón y borracho, amigo de pecadores. El proyecto planteado por Juan implicaba la conversión. Jesús es más radical todavía: se trata de cambiar de corazón, por el amor que nos tiene Dios como Padre, que nos hace hermanos y por tanto todos iguales en dignidad. Es claro que estas predicaciones sonarán muy mal a los oídos del poder. Lo más fácil era negar la profunda realidad de salvación que planteaban, desvirtuando el carácter moral de sus predicadores; evadiendo la predicación y no afrontándola. Nosotros, hoy, ¿estamos afrontando el mensaje liberador del reino?

PARA REFLEXIONAR:

1. ¿Cómo, construye “la Palabra” la vida de la comunidad?
2. ¿Es para mí importante la vida comunitaria?
3. ¿Hay relación entre la vida espiritual y la palabra?

ORACIÓN

Señor, te bendigo en este nuevo día. Dame hoy un nuevo corazón, sincero, humilde, dispuesto y atento a tu palabra, abierto a tu bendita voluntad, con hambre y sed de ti, con deseos de comprometerme desde el servicio con tu proyecto de vida. Amén.

Sábado, 11 de diciembre de 2010

“EL GRAN PROFETA ESPERADO”

PRIMERA LECTURA
ECLESIÁSTICO 48,1-4.9-11

“ELÍAS VOLVERÁ”

Surgió Elías, un profeta como un fuego, cuyas palabras eran horno encendido. Les quitó el sustento del pan, con su celo los diezmó; con el oráculo divino sujetó el cielo e hizo bajar tres veces el fuego. ¡Qué terrible eras, Elías!; ¿quién se te compara en gloria? Un torbellino te arrebató a la altura; tropeles de fuego, hacia el cielo. Está escrito que te reservan para el momento de aplacar la ira antes de que estalle, para reconciliar a padres con hijos, para restablecer las tribus de Israel. Dichoso quien te vea antes de morir, y más dichoso tú que vives.

REFLEXIÓN
La Biblia asocia más de una vez a Elías con el fuego (1 Re 18,25; 2 Re 1,10.12; Sir 48,1). Su palabra purifica, trae ardor de fe y provoca incendios que propagan el celo por la causa de Dios. Quizá tal es la esencia de este profeta: el celo, es decir, el amor que reclama sus derechos.
Es posible que a nosotros un amor así nos parezca exagerado. Preferimos tal vez una fe sin sin excesos, sin mucho compromiso. El problema es que así, esa actitud, fácilmente nos vuelve cómplice de los intereses de los poderosos de este mundo. Una fe acostumbrada a no sufrir es una fe acostumbrada a negociar, a evitarse problemas, a venderse por el precio engañoso de una aparente calma. Por eso, de tanto en tanto necesitamos profetas de fuego.

SALMO RESPONSORIAL: 79
R: Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 17,10-13

“NO RECONOCIERON A ELIAS, TAMPOCO AL HIJO DEL HOMBRE”

Los discípulos preguntaron entonces a Jesús:
--¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías ha de venir primero?
Y Jesús contestó:
--Es cierto que Elías viene primero, y que él lo arreglará todo. Pero yo les digo que Elías ya vino, y que ellos no lo reconocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron. Del mismo modo, el Hijo del hombre va a sufrir a manos de ellos.
Entonces los discípulos se dieron cuenta de que Jesús les estaba hablando de Juan el Bautista

REFLEXIÓN:
Los judíos, en tiempos de Jesús, esperaban el retorno de Elías. La profecía de Malaquías decía que el profeta Elías regresaría antes del día de Yahvé, antes de la venida del Mesías. Y por esa profecía la gente esperaba a este precursor. Pero sus acusadores utilizaban éste argumento para rechazar a Jesús, ya que Elías, según ellos, aún no había venido, y por tanto, el Mesías tampoco. Jesús afirma que Elías ya vino, pero no lo reconocieron y lo maltrataron. Juan el Bautista es Elías, porque el fuego del Espíritu lo habita y prepara el camino del Señor. Jesús invita a reconocer la acción de Dios aquí y ahora, nos ancla en la necesidad de reconocer la acción de Dios en la historia, en las personas que denuncian la injusticia y anuncian la Buena Nueva. Hay que descubrir los signos de los tiempos a través de las situaciones concretas, para que examinemos los hechos y acontecimientos que el Espíritu suscita en nuestra vida. En lo pequeño es donde más habla Dios al hombre. En los que luchan por la justicia y la dignidad de las personas con un compromiso diario es donde se presenta con mucha fuerza el Espíritu de Dios.

PARA REFLEXIONAR:
1. ¿Encuentro relación entre Elías y Juan Bautista?
2. ¿Por qué es importante el profeta Elías en la Biblia?
3. ¿Por qué Jesús es superior a todos los profetas?

ORACIÓN
Deseo ser valiente, Dios, para decir lo que debo decir sin miedo, sin que los temores me callen, sino confiando plenamente en ti, sabiendo que estoy en tus manos. Amén.

Domingo, 12 de diciembre de 2010

“LA EXPERIENCIA DEL DESIERTO”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 35,1-6ª.10

“DIOS VIENE EN PERSONA Y LOS SALVARÁ”

Que se alegre el desierto, tierra seca; que se llene de alegría, que florezca, que produzca flores como el lirio, que se llene de gozo y alegría. Dios lo va a hacer tan bello como el Líbano, tan fértil como el Carmelo y el valle de Sarón. Todos verán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios. Fortalezcan a los débiles, den valor a los cansados, digan a los tímidos: "¡Ánimo, no tengan miedo! ¡Aquí está su Dios para salvarlos, y a sus enemigos los castigará como merecen!" Entonces los ciegos verán y los sordos oirán; los lisiados saltarán como venados y los mudos gritarán. En el desierto, tierra seca, brotará el agua a torrentes.
los que el Señor ha redimido; entrarán en Sión con cantos de alegría, y siempre vivirán alegres. Hallarán felicidad y dicha, y desaparecerán el llanto y el dolor.

REFLEXIÓN
En la primera lectura el Profeta Isaías anima la esperanza de Israel en el tiempo de crisis que están viviendo e invita al gozo, ya que Dios vendrá y los salvará, los redimidos de Yavhé volverán con alegría del destierro; Dios les acompaña y actúa a su favor en medio de su pueblo. El Señor no ignora la dificultad y el temor, pero tiene la fuerza para animar la fe de su pueblo.
Dios viene y salva en la transformación de la vida a aquellos que sufren todo tipo de injusticia.

SALMO RESPONSORIAL: 145
R: Ven, Señor, a salvarnos.

SEGUNDA LECTURA
SANTIAGO 5,7-10

“MANTÉNGANSE FIRMES PORQUE LA VENIDA DEL SEÑOR ESTA CERCA”

Pero ustedes, hermanos, tengan paciencia hasta que el Señor venga. El campesino que espera recoger la preciosa cosecha, tiene que aguardar con paciencia las temporadas de lluvia. Ustedes también tengan paciencia y manténganse firmes, porque muy pronto volverá el Señor. Hermanos, no se quejen unos de otros, para que no sean juzgados; pues el Juez está ya a la puerta. Hermanos míos, tomen como ejemplo de sufrimiento y paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor.

REFLEXIÓN
En la segunda lectura, Santiago anima a las comunidades a fortalecerse en la esperanza y en la paciencia porque la llegada del Señor está próxima (Navidad); les invita que sigan el ejemplo de los profetas que hablaron en nombre del Señor.
Les invita a continuar fieles al proyecto de Dios aún en medio del conflicto, sufrimiento y la persecución.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 11,2-11

“¿ERES TÚ EL QUE HA DE VENIR?”

Juan, que estaba en la cárcel, tuvo noticias de lo que Cristo estaba haciendo. Entonces envió algunos de sus seguidores a que le preguntaran si él era de veras el que había de venir, o si debían esperar a otro.
Jesús les contestó: "Vayan y díganle a Juan lo que están viendo y oyendo. Cuéntenle que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos vuelven a la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia. ¡Y dichoso aquel que no encuentre en mí motivo de tropiezo!"
Cuando ellos se fueron, Jesús comenzó a hablar a la gente acerca de Juan, diciendo: "¿Qué salieron ustedes a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? Y si no, ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido lujosamente? Ustedes saben que los que se visten lujosamente están en las casas de los reyes. En fin, ¿a qué salieron? ¿A ver a un profeta? Sí, de veras, y a uno que es mucho más que profeta. Juan es aquel de quien dice la Escritura: 'Yo envío mi mensajero delante de ti, para que te prepare el camino.' Les aseguro que, entre todos los hombres, ninguno ha sido más grande que Juan el Bautista; y, sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.

REFLEXIÓN:

En el evangelio de hoy Mateo y su comunidad nos invitan al igual que en la primera lectura de Isaías a vivir en la esperanza. La respuesta a los discípulos de Juan expresa el centro de su misión: El Reino a favor de los ciegos, los cojos, los leprosos, los sordos, etc.; Reino que está a favor de la vida, de los pobres y excluidos. Mateo hace referencia al Antiguo Testamento: “Mira yo envió por delante a mi mensajero, para que prepare el camino (Ex 23,20) para referirse a Juan el Bautista, el mensajero enviado para preparar el camino del Mesías. El anuncio de Juan se está cumpliendo con la llegada de Jesús; el cambio de vida es real. Y este cambio es la preparación para esa venida; un cambio que comienza a partir del corazón y la mente (Alma o interioridad del ser); un cambio que exige la defensa de la vida, la justicia y al dignidad. Juan y Jesús tienen una preocupación por la vida de las personas y un compromiso para la transformación de la sociedad. Sólo es posible construir la nueva justicia de Dios donde se puede ver y sentir el sufrimiento de cada mujer y hombre. Por eso Jesús envía a los discípulos de Juan a ser testigos de lo que ven y oyen: Que la Buena Noticia ha llegado para los pobres y excluidos de la sociedad, y que Dios está a favor suyo. Preparémonos en este tiempo de Adviento para asumir día a día con la palabra la Buena Nueva que nos trae Jesús con su venida; Buena Nueva a favor de aquellos que no son nada, que son sólo estorbo para esta sociedad capitalista, mercantilista y de consumo; y preguntémonos hoy de qué manera en mi familia, en mi pequeña comunidad, en mi trabajo, en mi estudio, estoy haciendo posible con hechos concretos la Buena Nueva de esperanza y bendición a favor de los más débiles.
El evangelio de Mateo nos presenta la llamada «prueba mesiánica». Juan el Bautista desde la cárcel manda emisarios para preguntarle a Jesús si es él el esperado o si deben esperar a otro. Jesús no responde con algunas pruebas teológicas, ni con citas bíblicas apologéticas, o con algunos dogmas o doctrinas, sino que se remite y remite a los consultantes a los puros hechos, que pueden ser «vistos y oídos»: «los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios... y a los pobres se les anuncia el Evangelio, la Buena Noticia». Estos «hechos», estas buenas noticias, son la prueba de identidad del Mesías. Y serán, tienen que ser, la prueba de identidad de quienes sigan al Mesías, al Xristós, o sea, los «cristianos». Sólo si nuestra vida produce esos mismos hechos, sólo si somos «buena noticia para los pobres», sólo entonces estaremos siendo seguidores de aquel Mesías, del Xristós, o sea, «cristianos».

PARA REFLEXIONAR
:
1. ¿Por qué fue encarcelado Juan Bautista?
2. ¿Le presento a Jesús, mis inquietudes de cada día?
3. ¿Por qué un discípulo es más afortunado si se compara con Juan Bautista?

ORACIÓN
Señor Jesús, gracias por esta nueva semana que hoy iniciamos en ti, gracias por esta tercera semana de Adviento y el modelo discipular de Juan el Bautista. Ven hoy a nosotros, Señor, con tu Espíritu de Santidad, con la plenitud del poder de tu palabra, con la perfección de tus caminos, con la fuerza de los dones de tu Espíritu; triunfa en nosotros, sobre todo poder adverso para la gloria del Padre Dios. Amén.

Lunes, 13 de Diciembre de 2010

“LA AUTORIDAD DE JESÚS”

PRIMERA LECTURA
NÚMEROS 24,2-7.15-17a

“AVANZA LA CONSTELACIÓN DE JACOB”

Y al ver Balaam a Israel acampado por tribus, el espíritu de Dios se apoderó de él; entonces Balaam pronunció esta profecía: "Mensaje de Balaam, hijo de Beor, hombre de mirada penetrante, que al caer en éxtasis ve con más claridad, que recibe mensajes y tiene visiones de parte del Dios todopoderoso. ¡Jacob, qué bellas son tus tiendas! ¡Qué bello, Israel, tu campamento! Parecen largas filas de palmeras, jardines junto a un río, áloes plantados por el Señor, ¡cedros a la orilla del agua! Israel tendrá agua en abundancia para beber y regar sus sembrados. Su rey dominará a Agag; su poder real será muy grande.
Entonces Balaam pronunció esta profecía: "Mensaje de Balaam, hijo de Beor, hombre de mirada penetrante, que al caer en éxtasis ve con más claridad, que conoce lo que el Altísimo conoce, que recibe mensajes y tiene visiones de parte del Dios todopoderoso. Veo algo en el futuro, diviso algo allá muy lejos: es una estrella que sale de Jacob, un rey que se levanta en Israel.

REFLEXIÓN
Se necesitaron los ojos inspirados de Balaán para reconocer en esos israelitas desarrapados una semilla de majestad y de realeza.
El lenguaje que Balaán utiliza para referirse a sus propios ojos es un poco ampuloso a nuestros oídos: "varón de ojos penetrantes", dice la traducción que aquí transcribimos. Quitando la vanidad que pudieran contener estas palabras, eso es lo que necesitamos para encontrar y descubrir a Jesús: ojos penetrantes. Ojos que sepan penetrar el muro de nuestras propias conveniencias y la barrera de nuestros deseos miopes.

SALMO RESPONSORIAL: 24
R: Señor, enséñanos tus caminos.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 21, 23-27

YO TAMPOCO LES DIGO CON QUE AUTORIDAD HAGO ESTO”

Después de esto, Jesús entró en el templo. Mientras estaba allí, enseñando, se le acercaron los jefes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos, y le preguntaron:
--¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te dio esta autoridad?
Jesús les contestó:
--Yo también les voy a hacer una pregunta: ¿Quién envió a Juan a bautizar, Dios o los hombres? Si ustedes me responden, yo les diré con qué autoridad hago esto.
Comenzaron a discutir unos con otros: "Si respondemos que Dios lo envió, nos dirá: 'Entonces, ¿por qué no le creyeron?' Y no podemos decir que fueron los hombres, porque tenemos miedo de la gente, ya que todos creen que Juan era un profeta." Así que respondieron a Jesús:
--No lo sabemos.
Entonces él les contestó:
--Pues yo tampoco les digo con qué autoridad hago esto.

REFLEXIÓN:
Los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo preguntan por la autoridad de Jesús y actúan por envidia al ver a Jesús enseñar en el templo. Jesús se enfrenta directamente al judaísmo oficial y se niega a dar una respuesta a una pregunta, sabiendo que una palabra no podía convencer a quienes se han opuesto a todo su ministerio con una actitud incrédula y negativa. Ellos lo ponían a prueba y buscaban una oportunidad para condenarlo. El tema central es el de la autoridad: el pueblo, al escuchar a Jesús, le reconoce su autoridad, aunque no saben que es el Hijo de Dios. Jesús pone una condición para responder, y los desenmascara, los pone en apuros y les hace notar sus malas intenciones. La condición de Jesús alude a una pregunta por el origen del bautismo de Juan el Bautista. Recordemos que este personaje ha sido tema central durante estos días de Adviento. El bautismo de Juan procedía del cielo e invitaba a la conversión. Preguntémonos hoy si realmente estamos declarando con nuestra vida nuestra profesión de fe en Jesús y somos testimonio desde un compromiso en defensa de la vida. Reconocer la autoridad de Jesús es creer en él y en todo lo que implica su proyecto.

PARA REFLEXIONAR:
1. ¿Experimento la bendición de Dios?
2. ¿Soy motivo de bendición para mi comunidad?

ORACIÓN
Te bendecimos, Señor de la vida, al iniciar este nuevo encuentro, con tu palabra que nos da vida. Permea hoy nuestro ser con tu Espíritu Santo y danos valentía de corazón y obra para que todo lo que vivamos esté soportado en la certeza de tu amor y en la esperanza de tu victoria. Amén

Martes, 14 de Diciembre de 2010

“LA FALSA RELIGIOSIDAD”

PRIMERA LECTURA
SOFONIAS 3,1-2.9-13

“SE PROMETE LA SALVACIÓN A TODOS LOS POBRES

¡Ay de Jerusalén, la ciudad rebelde, manchada y opresora! No escuchó la voz del Señor ni aceptó ser corregida; no confió en él; no recurrió a su Dios. "Cuando eso llegue, purificaré el lenguaje de los pueblos, para que todos me invoquen, para que todos a una me sirvan. Del otro lado de los ríos de Etiopía, mi pueblo disperso vendrá suplicante a traerme ofrendas. En aquel tiempo, pueblo mío, ya no te avergonzarás de ninguna de las acciones con que te rebelaste contra mí, pues entonces quitaré de ti a los altaneros y orgullosos, y nunca volverás a mostrar orgullo en mi santo monte. Yo dejaré en ti gente humilde y sencilla, que pondrá su confianza en mi nombre. Los sobrevivientes del pueblo de Israel no cometerán injusticias, ni dirán mentiras, ni llenarán de embustes su boca. Podrán alimentarse y descansar sin miedo alguno."


REFLEXIÓN
A las puertas de la celebración de la llegada de Cristo es bueno recordar dos cosas: primero, qué género de personas estarán prontas a recibirlo: "un puñado de gente pobre y humilde", según la descripción de Sofonías; segundo, qué espiritualidad conlleva este hecho y qué significa para nosotros como Iglesia.
Observemos que el pueblo se vio diezmado por factores esencialmente externos, ante todo el destierro. Mas una lectura profunda de ese hecho externo los llevó a la conciencia de un factor interno, el pecado. Así vinieron a entender que habían sido infieles, como expresamente lo denuncia Sofonías.
Y es interesante notar que esta misma realidad del pecado viene como a "hermanar" a los judíos y los no judíos, es decir, al pueblo elegido, el pueblo de la alianza, con los demás pueblos. Porque si a Israel se le llama "infiel", a quienes desterraron a Israel se les llama "ciudad potente y opresora." No son mejores los judíos, porque fueron infieles, ni son mejores los paganos, porque oprimen.
Por otra parte, notemos cómo esta gente humilde y pobre, pero al mismo tiempo capaz de verdad, es un verdadero puente entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Sofonías anuncia que este Pequeño Resto será la herencia de Dios


SALMO RESPONSORIAL: 33
R: Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 21,28-32

“LAS PROSTITUTAS ENTRARÁN ANTES QUE USTEDES EN EL REINO”

Jesús les preguntó:
--¿Qué opinan ustedes de esto? Un hombre tenía dos hijos, y le dijo a uno de ellos: 'Hijo, ve hoy a trabajar a mi viñedo.' El hijo le contestó: '¡No quiero ir!' Pero después cambió de parecer, y fue. Luego el padre se dirigió al otro, y le dijo lo mismo. Este contestó: 'Sí, señor, yo iré.' Pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería?
--El primero --contestaron ellos.
Y Jesús les dijo:
--Les aseguro que los que cobran impuestos para Roma, y las prostitutas, entrarán antes que ustedes en el reino de los cielos. Porque Juan el Bautista vino a enseñarles el camino de la justicia, y ustedes no le creyeron; en cambio, esos cobradores de impuestos y esas prostitutas sí le creyeron. Pero ustedes, aunque vieron todo esto, no cambiaron de actitud para creerle.

REFLEXIÓN:
El evangelio de hoy va en conexión con el de ayer. Aún Jesús se encuentra en el templo de Jerusalén con los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo, personajes que representan la máxima autoridad religiosa, política y económica de su sociedad. Jesús les propone la parábola del padre y sus dos hijos: el que hace la voluntad del Padre es aquél que se arrepiente, quien reconoce que no ha hecho su voluntad y retorna a él. En cambio hay otros, como los fariseos, que dicen cumplir la voluntad del Padre, pero no lo hacen. Ante ello, los que entran al reino de los cielos son los que creyeron en la predicación de Juan, en su bautismo de conversión, en su predicación de justicia; quienes tuvieron un cambio de vida que los transformó hacia Dios, como en este caso los publicanos y las prostitutas. Los sacerdotes y fariseos no creyeron en Juan, y ni aun viéndole se arrepienten para creer; y esto es lo que Jesús les cuestiona. No reconocen en la acción de Juan la legítima voluntad de Dios.
Jesús se salta las instancias institucionales para favorecer a los seres humanos relegados por las estructuras discriminadoras injustas. Por su fe en el ser humano y en Dios, desafió las autoridades y defendió el derecho de los pobres y discriminados. Lo que dice de las prostitutas y pecadores (que “los precederán en el Reino de los Cielos) se refiere a la condición de esas personas que, en medio de sus inmensas limitaciones, son capaces de vivir los valores del Reino que la sociedad rígidamente organizada no está en condiciones de asumir. Pensemos hoy si estamos descubriendo la voluntad de Dios en aquellas personas que desean transformar la conciencia de los hombres para crear un mundo más justo.

PARA REFLEXIONAR:
1. ¿He leído y escuchado comentarios sobre “El día del Señor”?
2. ¿El día del Señor es para mí un día de salvación o de condenación?

ORACIÓN
Señor Jesús, gracias por este nuevo día; no me permitas rechazar a nadie y creer que mi experiencia de fe lo justifica; hazme servidor(a) de todos, respetuoso(a) de la diferencia, de corazón abierto a los que más necesitan. Amén.

Miércoles, 15 de Diciembre de 2010

“LAS SEÑALES DEL REINO DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
ISAIAS 45, 6-25

“QUE HOY BROTE LA SALVACIÓN”

Yo soy el Señor, no hay otro; fuera de mí no hay Dios. Yo te he preparado para la lucha sin que tú me conocieras, para que sepan todos, de oriente a occidente, que fuera de mí no hay ningún otro. Yo soy el Señor, no hay otro. Yo creo la luz y la oscuridad, produzco el bienestar y la desgracia. Yo, el Señor, hago todas estas cosas.
"Yo enviaré de lo alto mi victoria, como rocío del cielo y lluvia de las nubes, y la tierra la recibirá; como fruto producirá la salvación y a su lado florecerá la justicia." Una vasija de barro, igual a otra cualquiera, no se pone a discutir con quien la hizo. El barro no dice al que lo trabaja: "¿Qué estás haciendo?", ni el objeto hecho por él le dice: "Tú no sabes trabajar." Tampoco puede un hijo reprochar a sus padres el haberlo traído a este mundo. El Señor, el Dios Santo de Israel, quien lo formó, dice: "¿Van acaso ustedes a pedirme cuentas de mis hijos, o a darme lecciones de cómo hacer mis cosas? Yo creé la tierra y sus habitantes, extendí el cielo con mis manos y mandé que aparecieran todos los astros. Yo hice aparecer a Ciro para que triunfe, y voy a hacerle fáciles todos los caminos; él reconstruirá mi ciudad y dejará en libertad a mis desterrados, sin exigir pago ni compensación." El Señor todopoderoso ha hablado. El Señor dice a Israel: "Los campesinos de Egipto, los comerciantes de Etiopía, y la gente de Sabá, de alta estatura, se rendirán a ti y serán esclavos tuyos; irán encadenados detrás de ti, se arrodillarán delante de ti y te suplicarán: 'Ciertamente que Dios está entre ustedes, y no hay más, no hay otro dios.' " Sin embargo, tú eres un Dios invisible, Dios salvador de Israel. Todos los que hacen ídolos quedarán avergonzados, humillados y en ridículo. Pero a Israel lo salvó el Señor, lo salvó para siempre, y jamás quedará avergonzado ni humillado. El creador del cielo, el que es Dios y Señor, el que hizo la tierra y la formó, el que la afirmó, el que la creó, no para que estuviera vacía sino para que tuviera habitantes, dice: "Yo soy el Señor, y no hay otro. Yo no hablo en secreto ni en lugares oscuros de la tierra. Yo no digo a los descendientes de Jacob: 'Búsquenme donde no hay nada.' Yo, el Señor, hablo la verdad, digo lo que es justo.
El Señor se enfrenta a los ídolos
"Reúnanse y vengan, acérquense todos los sobrevivientes de los pueblos. Son unos ignorantes quienes llevan en procesión sus ídolos de madera y se ponen a orar a un dios que no puede salvarlos. Hablen y presenten sus pruebas, consúltense, si quieren, unos con otros: ¿Quién predijo estas cosas desde el principio? ¿Quién las anunció desde hace tiempo? ¿No fui acaso yo, el Señor? Y no hay Dios fuera de mí. Fuera de mí no hay Dios victorioso y salvador. "Vengan a mí, que yo los salvaré, pueblos del extremo de la tierra, pues yo soy Dios, y no hay otro. Yo lo juré por mí mismo, hice una promesa de triunfo, y esa promesa se cumplirá: que ante mí todos doblarán la rodilla, y por mí jurarán todos y dirán: 'Solamente en el Señor están la victoria y el poder.' Todos los que me odian quedarán en ridículo. Gracias a mí, todo el pueblo de Israel saldrá triunfante y estará orgulloso de mí."

REFLEXIÓN
Para nuestros oídos acostumbrados a oír de la bondad de Dios puede resultar casi escandaloso lo que hemos escuchado hoy: "Yo soy el artífice de la luz y el creador de las tinieblas, el autor de la felicidad y el hacedor de la desgracia; yo, el Señor, hago todo esto." La pregunta es si puede confiarse en un Dios del que salen tanto cosas buenas como malas.
Pero el sentido del texto no es que estemos bajo el imperio del capricho de un Dios que, porque lo puede todo, no admite reclamo en contrario. El sentido es más bien: "No vale que busques en las tinieblas un dios distinto de mí, ni vale que en horas de desgracia te apartes de mí."
En efecto, este Dios, que es único y que no admite comparación, no nos invita a una apuesta a ciegas sino que dice a pocos renglones de la frase ya citada: "Fuera de mí no hay otro Dios. Soy un Dios justo y salvador y no hay otro fuera de mí. Vuélvanse a mí y serán salvados, pueblos todos de la tierra, porque yo soy Dios y no hay otro." En donde comprendemos dos cosas: que su soberanía no se detiene porque haya ratos de oscuridad o calamidades dolorosas, y que su plan final a favor de nosotros y de todos los pueblos es salvación y sólo salvación.

SALMO RESPONSORIAL: 84
R: Cielos, destilad el rocío; nubes, derramad al Justo.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 7, 19-23

“VAYAN A INFORMAR A JUAN DE LO QUE HAN VISTO Y OIDO ”

Juan tuvo noticias de todas estas cosas, pues sus seguidores se las contaron. Llamó a dos de ellos y los envió al Señor, a preguntarle si él era de veras el que había de venir o si debían esperar a otro. Los enviados de Juan se acercaron, pues, a Jesús y le dijeron:
--Juan el Bautista nos ha mandado a preguntarte si tú eres el que ha de venir, o si debemos esperar a otro.
En aquel mismo momento Jesús curó a muchas personas de sus enfermedades y sufrimientos, y de los espíritus malignos, y dio la vista a muchos ciegos. Luego les contestó:
--Vayan y díganle a Juan lo que han visto y oído. Cuéntenle que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos vuelven a la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia. ¡Y dichoso aquel que no pierda su fe en mí!

REFLEXIÓN:
El personaje principal es Jesús, pero la figura de Juan es también importante en cuanto prepara el camino de Jesús. Muchos de los seguidores de Juan fueron luego seguidores de Jesús. Mateo nos muestra que Juan está en la cárcel, ha escuchado noticias de todo el misterio profético de Jesús y manda a sus discípulos a preguntarle si realmente él es el Mesías esperado. La expresión: “…sanó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus; y devolvió la vista a muchos ciegos” nos hace ver una sociedad marginal, de muchas necesidades y excluyente, puesto que estar en cualquiera de estos estados era ser impuro; y quien se relacionara con una de estas personas también lo quedaría. Jesús trata de crear un nuevo orden de relaciones donde todos tengan cabida, donde no se excluya a nadie. El anuncio del Reino pasa por las reparaciones de las injusticias, de las dolencias, del ataque frontal a cualquier signo de muerte y lo que genere desigualdad entre los hombres y mujeres. Y precisamente Juan había anunciado este modelo con la venida del Mesías. Reconozcamos las situaciones de desigualdad en nuestro entorno y luchemos por instaurar el reino de justicia que testimonia Jesús.

PARA REFLEXIONAR:
1. ¿Por qué hablar hoy de un Dios justo?
2. ¿Descubro que Dios me salva cada día?
3. ¿Cuál es uno de mis propósitos en esta Navidad?

ORACIÓN
Alabándote y bendiciéndote en este nuevo día Señor yo te proclamo, Jesús como el rey de mi vida, confieso que tu eres el Hijo de Dios, el Mesías, te recibo en mi vida como mi salvador y Señor personal, creo que tu naces en mi y me das una vida nueva. Amén.