“VIVIENDO EN OBEDIENCIA A DIOS TODO ES POSIBLE”
PRIMERA
LECTURA
ECLESIÁSTICO
1,1-10
“Antes que todo fue creada la sabiduría”
Toda sabiduría viene del Señor y está con él
eternamente. La arena de las playas, las gotas de la lluvia, los días de los
siglos, ¿quién los contará? La altura del cielo, la anchura de la tierra, la
hondura del abismo, ¿quién los rastreará? Antes que todo fue creada la
sabiduría; la inteligencia y la prudencia, antes de los siglos. La raíz de la
sabiduría, ¿a quién se reveló?; la destreza de sus obras, ¿quién la conoció?
Uno solo es sabio, temible en extremo; está sentado en su trono. El Señor en
persona la creó, la conoció y la midió, la derramó sobre todas sus obras; la
repartió entre los vivientes, según su generosidad se la regaló a los que lo
temen. Palabra de
Dios.
REFLEXIÓN
En las
pasadas semanas hemos hecho un recorrido por las páginas iniciales de la
Biblia. Profundas reflexiones sobre la naturaleza humana, el poder del mal y la
grandeza de la misericordia divina nos han acompañado en esta ruta. El panorama
cambia discretamente ahora cuando nos acercamos a uno de los más extensos
libros de la Sagrada Escritura, un verdadero compendio de sabiduría, el
Eclesiástico, también conocido como "Sabiduría de Ben –Sirá". Y lo
primero que nos ofrece esta obra magna es un elogio amplio de la Sabiduría
misma. En realidad, quienes estudian el desarrollo de la relevación a lo largo
de la Biblia ven claramente en esta doctrina de la sabiduría como una anticipación de
aquello que luego podremos entender de los versículos de san Juan: "En el
principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era
Dios" (Jn 1,1).
Lo que destaca con más fuerza en el preámbulo
que nos ofrece el Sirácida, es decir, Ben Sirá, es la abundancia de la
sabiduría, que habla bien de la grandeza del "único" Sabio, el Señor.
Y es de notar el modo poético y profundo en que este autor inspirado nos regala
una perspectiva balanceada entre la trascendencia de la sabiduría misma, que
está sólo en casa cuando está con el único Sabio, Dios, y que esa sabiduría ha sido "derramada" en las obras
del Creador. De este modo entendemos a la vez que Dios es inalcanzable y
cercano, incomprensible y accesible, deslumbrante y esclarecedor.
SALMO
RESPONSORIAL 92
R./
El Señor reina, vestido de majestad.
El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor vestido y ceñido de poder. R.
Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. R.
Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R.
OREMOS
CON EL SALMO
Este Salmo es un himno a la
majestad de Dios, Rey y Señor de la creación. La majestad de Dios sigue
presente en sus enseñanzas y en el templo. La majestad de Dios resplandece más
mientras más conocemos la inmensidad del cosmos; pero más admirable es su amor
manifestado en el nuevo templo que es Cristo.
LECTURA
DEL EVANGELIO
MARCOS 9, 14-29
“Tengo
fe, pero dudo; ayúdame”
En
aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al
llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a
unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y
corrió a saludarlo. Él les preguntó: "¿De qué discutís?" Uno le
contestó: "Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le
deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina
los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han
sido capaces."
Él les
contestó: "¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo
os tendré que soportar? Traédmelo." Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto
vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando
espumarajos. Jesús preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que le pasa
esto?" Contestó él: "Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado
al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros
y ayúdanos." Jesús replicó: "¿Si puedo? Todo es posible al que tiene
fe." Entonces el padre del muchacho gritó: "Tengo fe, pero dudo;
ayúdame." Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo,
diciendo: "Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a
entrar en él." Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se
quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero
Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie. Al entrar en
casa, sus discípulos le preguntaron a solas: "¿Por qué no pudimos echarlo
nosotros?" Él les respondió: "Esta especie sólo puede salir con
oración." Palabra
del Señor
REFLEXIÓN
“Creo pero socorre mi falta de fe”. Esta es la frase
que proclama el padre del niño que estaba poseído de un espíritu maligno
“sordomudo”. La lección de Jesús es que quien se abandona en las manos de Dios,
descubre la vida en abundancia que sale de él. Para abandonarse en Dios es
importante que la persona camine por la vía de la fe y se entregue de manera
radical a la oración. Para quien cree todo es posible, dice Jesús al Padre del
niño. Este padre se convierte en un personaje clave en el relato. Es como un
pedagogo de la fe. Su testimonio será vital para ayudar a la fe de los que
siguen de cerca a Jesús. Los creyentes debemos estar abiertos a la acción de
Dios en nuestras vidas. Hemos de aprender a abandonarnos. Tenemos que
replantearnos la manera de orar, la manera de creer y de esperar. Hemos de
clamar a Dios, con sinceridad de corazón, que aumente nuestra fe.
ORACIÓN
Señor, auméntanos la fe, es
nuestro clamor, tú conoces nuestra fragilidad, nuestras limitaciones, nuestra
falta de fe. Señor haznos hombres y mujeres orantes viviendo por fe, mirando
más allá de lo que nuestros ojos pueden ver y poder vivir confiando siempre
plenamente en ti. Amén.
“En un suelo duro no se siembra
el trigo”
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