miércoles, 1 de febrero de 2017

Domingo 26 de Febrero de 2017


“CADA DÍA TIENE SU PROPIO AFÁN”

Uno de los elementos que caracterizan al Dios cristiano es su infinita generosidad para con sus hijos, que se expresa plenamente en la vida y misión de Jesús de Nazaret, quien con sus actitudes y comportamiento hacen presente el Reino de Dios, es decir, el amor y la solidaridad incondicional de Dios que sale al encuentro del ser humano, con el fin de darle vida en abundancia. Éste es el tema central de hoy.
PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 49,14-15

“Yo no te olvidaré”

Sión decía: "Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado." ¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré. Palabra de Dios
REFLEXIÓN
El texto que leemos del profeta Isaías se enmarca en la época de la deportación en Babilonia, en donde la mayoría del pueblo de Israel pierde su confianza y esperanza en Yahvé a causa de la fuerte y violenta influencia religiosa, política y social de Babilonia y por la poca capacidad de espera y resistencia del mismo pueblo desterrado; Israel se siente abandonado y olvidado por Dios, siente que las promesas de liberación nunca se cumplirán, y se resigna y doblega por entero al dominio babilónico. La tarea del profeta es entonces animar la esperanza del pueblo resignado, por medio de la Palabra, haciéndole ver que Dios no le ha abandonado, que está ahí junto a él sufriendo y luchando por la liberación, que no lo ha olvidado y que lo ama entrañablemente como una madre ama a sus hijos. Con este texto, Isaías manifiesta la ternura de Dios, su preocupación de madre por el bienestar de sus hijos, distinta a la experiencia de sufrimiento en Babilonia. Dios actúa desde la ternura, desde la misericordia con quien sufre. Ésta es la manera como Yahvé anima y salva a su pueblo.
SALMO RESPONSORIAL 61
R./Descansa sólo en Dios, alma mía.

Sólo en Dios descansa mi alma,
porque de él viene mi salvación;
sólo él es mi roca y mi salvación;
mi alcázar: no vacilaré. R.

Descansa sólo en Dios, alma mía,
porque él es mi esperanza;
sólo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré. R.

De Dios viene mi salvación y mi gloria,
él es mi roca firme,
Dios es mi refugio.
Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón. R.

OREMOS CON EL SALMO
El salmista expresa el anhelo de vivir siempre cerca del santuario de Dios, al amparo de los enemigos y ora por el bienestar del rey. La cercanía de Dios ya no consiste para nosotros en vivir cerca del templo de Jerusalén, sino que es una cercanía espiritual: es experimentar la presencia de Dios en nuestras vidas, aun en medio del mal que nos asedia.  

SEGUNDA LECTURA
1CORINTIOS 4,1-5 

“El Señor pondrá al descubierto los designios del corazón”

Hermanos: Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador, lo que se busca es que sea fiel. Para mí, lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor. Así, pues, no juzguéis antes de tiempo: dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios. Palabra del Señor
REFLEXIÓN
Pablo, en esta sección de su primera carta a los corintios, responde a las críticas de quienes, después de tomar partido por un anunciador del evangelio en particular y por una manera concreta de proclamarlo, juzgan el modo de actuar del mismo Pablo, juicio que es apresurado, poco fundamentado e inmaduro. Pablo les recuerda que lo importante para él es que lo consideren servidor y administrador fiel de los misterios de Dios, pues los creyentes sólo pueden ser eso y nada más. Por lo tanto, el juicio sobre la forma de servir y administrar de las personas le corresponde únicamente a Dios. Lo importante es el servicio fiel al misterio y la correcta administración de los carismas dados por Dios a los apóstoles. Lo que verdaderamente juzga Dios es la capacidad de servicio y entrega de los anunciadores del Evangelio; lo que a Dios le importa es qué misericordiosos y justos somos con nuestros hermanos, pues en esto se distingue a un legítimo apóstol de Cristo.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 6, 24-34

“No os agobiéis por el mañana”


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?. ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos."  Palabra del Señor

REFLEXIÓN
Continuamos en este domingo con la enseñanza que da Jesús a sus discípulos en el sermón del monte. Jesús allí se dirige particularmente a la gente pobre que le sigue, a la gente que se sienta a sus pies, a la gente que está preocupada por el presente y el futuro, preocupada por su subsistencia y por su vida. Jesús los invita a ponerse en las manos de Dios, quien es tierno y compasivo para con todos, que mira por las necesidades de todas sus creaturas. Con la mente y el corazón puestos en la generosidad de Dios, enfatizando que lo realmente importante o prioritario entonces es buscar el Reino de Dios y su justicia. Ésa debería ser la preocupación fundamental del seguidor de Jesús.

Para sintetizar, veamos dos puntos claves y sencillos del texto de hoy: la opción total por Jesús y la confianza plena en el Padre Dios. En cuanto al primer punto, Dios no nos quiere divididos, con dos señores que dirijan nuestra vida. El que tiene su corazón dividido entre dos amores, no sabe darse a plenitud, se cuida, es egoísta e interesado, es oportunista e infiel. Puede parecernos exagerado, pero Jesús nos quiere para Él. El es el Maestro que atrae, que absorbe y centraliza nuestro corazón… o todo o nada. Te quiere entregado plenamente a Él, porque Él se dio totalmente a ti.

El segundo punto es la confianza, Jesús nos invita a vivir en la presencia y en la absoluta confianza de nuestro Padre del Cielo. Jesús diciéndonos que tenemos un Padre-Madre, un Papá que es capaz de mejorar la definición de Papá que hayamos conocido en esta tierra. El que sabe estar cerca, el que sabe proveer a nuestras verdaderas y reales necesidades, el que sabe decir “no se preocupen”, el que se anticipa a nuestros anhelos más profundos, el que nos conoce, el que nos escruta, el que nos guía, el que nos sana.

Y de esa manera, hay una preciosa coincidencia, una resonancia entre esta primera lectura y el evangelio, para que nosotros descubramos al Dios cercano, y para que sabiéndonos amados, podamos obedecer, pero obedecer desde la convicción, no desde la obligación solamente, no desde el miedo, sino desde el amor. El llamado de Dios, hoy es, a ser como el mismo Dios es, justo, tierno, compasivo, solidario, amante de los pobres y débiles; por eso, es tarea de todos expresar al mundo, por medio del testimonio y la fraternidad, la ternura de nuestro Dios Padre-Madre de la Vida, y buscar la esencia, el Reino de Dios y su justicia porque lo demás se nos dará por añadidura.

ORACIÓN
Colocamos Señor, toda nuestra confianza en ti, aún desde nuestras preocupaciones nos abandonamos plenamente en tu amor misericordioso. Danos de tú Espíritu para vivir confiadamente en tu providencia, confiando plenamente que no nos abandonas, sino que colocas en nuestro camino los medios para que sigamos buscando tu Reino. Amén. 

“Nuestra principal tarea es propagar la equidad, la justicia, el amor y el que todos tengamos lo necesario para una vida digna”

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