miércoles, 1 de febrero de 2017

Lunes 13 de Febrero de 2017

MIRAR TODO CON LOS OJOS DE LA FE”

PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 4,1-15.25

“Caín atacó a su hermano Abel y lo mató”

El hombre se llegó a Eva; ella concibió, dio a luz a Caín, y dijo: "He adquirido un hombre con la ayuda del Señor." Después dio a luz a Abel, el hermano. Abel era pastor de ovejas, mientras que Caín trabajaba en el campo. Pasado un tiempo, Caín ofreció al Señor dones de los frutos del campo, y Abel ofreció las primicias y la grasa de sus ovejas. El Señor se fijó en Abel y en su ofrenda, y no se fijó en Caín ni en su ofrenda, por lo cual Caín se enfureció y andaba abatido. El Señor dijo a Caín: "¿Por qué te enfureces y andas abatido? Cierto, si obraras bien, estarías animado; pero, si no obras bien, el pecado acecha a la puerta; y, aunque viene por ti, tú puedes dominarlo." Caín dijo a su hermano Abel: "Vamos al campo." Y, cuando estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató. El Señor dijo a Caín: "¿Dónde está Abel, tu hermano?" Respondió Caín: "No sé; ¿soy yo el guardián de mi hermano?" El Señor le replicó: "¿Qué has hecho? La sangre de tu hermano me está gritando desde la tierra. Por eso te maldice esa tierra que ha abierto sus fauces para recibir de tus manos la sangre de tu hermano.
Aunque trabajes la tierra, no volverá a darte su fecundidad. Andarás errante y perdido por el mundo." Caín contestó al Señor: "Mi culpa es demasiado grande para soportarla. Hoy me destierras de aquí; tendré que ocultarme de ti, andando errante y perdido por el mundo; el que tropiece conmigo me matará." El Señor le dijo: "El que mate a Caín lo pagará siete veces." Y el Señor puso una señal a Caín para que, si alguien tropezase con él, no lo matara. Adán se llegó otra vez a su mujer, que concibió, dio a luz un hijo y lo llamó Set, pues dijo: "El Señor me ha dado un descendiente a cambio de Abel, asesinado por Caín." Palabra de Dios
REFLEXIÓN
Estamos  ante un relato  que explica el origen de la violencia y del pueblo quenitas, quienes a pesar  de adorar a Yahvé no pertenecen a la alianza.  En el texto hay clara una contraposición que parece ser expresión del posible conflicto entre la cultura pastoril y la agrícola: Caín: nombre que significa lanza.  De profesión labrador. Propio altar, propio sacrificio. Dios no acepta su sacrificio, no se dice la razón por la cual lo hace, dejando esto a la total decisión de Dios.  De todas formas cabe anotar que en todo el antiguo oriente al aceptar o rechazar un sacrificio dependía del aspecto ofrecido por la víctima, podríamos pensar que aquí también.  El fuego del rencor se apodera de Caín y la envidia por la relación de su hermano con Dios lo llevan a la fatal decisión.
Dios pregunta por Abel. La responsabilidad ante Dios es siempre responsabilidad por el hermano. La vida le pertenece a Dios, disponer de ella es atentar contra el derecho divino.  Expulsado de la Tierra. Abel nombre que significa soplo.  De profesión pastor, propio altar, propio sacrificio. Dios acepta su sacrificio.  Es asesinado por su hermano.  Para el autor del relato el pecado de Adán es la causa de la violencia entre los hombres (Caín y Abel) señalándose un nexo bien íntimo entre Adán y Caín, de hecho están en el mismo sitio (al este del Edén 3,24 y 4,16). Algunos autores consideran que se trata de otra versión de la caída, si en el caso de Adán y Eva se rompía la armonía existente con el Padre Creador, en este relato se rompe la armonía entre los hombres.  Desde la óptica de la liturgia lo más importante es la aseveración divina de que la vida es un don de Dios,  y ningún hombre puede disponer de ella.  El castigo que se le impone así  lo atestigua: estar errante.
SALMO RESPONSORIAL  49
R./ Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza.

El Dios de los dioses, el Señor, habla:
convoca la tierra de oriente a occidente.
"No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí." R.

"¿Por qué recitas mis preceptos,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?" R.

"Te sientas a hablar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu madre;
esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara." R.

OREMOS CON EL SALMO
El Señor Juez supremo, echa en cara a su pueblo el atribuir excesivo valor a los sacrificios de animales, y reprocha a los malos el no poner en práctica las exigencias de la alianza. El Nuevo Testamento reconoce que el sacrificio de Cristo supera y hace caducos los antiguos sacrificios, pero nos recuerda también la necesidad de vivir de acuerdo con nuestra profesión de fe.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 8, 11-13
“¿Por qué esta generación reclama un signo?”

En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro y dijo: "¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará un signo a esta generación." Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla. Palabra del Señor
REFLEXIÓN:
La necesidad de señales del cielo expresa la actitud cerrada, incrédula y desafiante de los fariseos frente a la acción de Jesús; expresa también el desagrado de las autoridades del pueblo de Israel por la manera de vivir y sentir a Dios por parte de Jesús, concretizada en una solidaridad total por los marginados de la sociedad. Los milagros que él realiza tienen como fin último hacer presente el Reino de Dios, demostrar la cercanía amorosa del Padre que viene a liberar a los pobres de la opresión; por eso llama la atención que los fariseos pidan señales, si todo el anuncio de la Buena Nueva realizado por Jesús está ligado íntimamente a los milagros, a una puesta en práctica del Reino en su momento histórico. De modo que los milagros no son signos realizados por Jesús para producir admiración en la muchedumbre o para acrecentar su grupo de seguidores, sino una respuesta efectiva a la fe de los creyentes. Son signos de esperanza a favor de los que creen.
Jesús dio numerosas señales. No le molestaba dar señales, como podemos colegir de episodios como el de Isaías en que Dios se ofrece a dar una señal. El mismo Jesús es la gran señal del amor y del perdón. El problema no está en el universo de los signos y señales. El problema está en el corazón con que se le hace una petición que ya no es petición sino exigencia.

ORACIÓN
Señor  gracias por la vida y por cada cosa que nos has regalado, danos la fuerza del Espíritu para poder amar y defender la vida.  Amén 


“Amate como eres, sin anhelar lo que otros tienen o despreciar a tu prójimo”

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