miércoles, 1 de febrero de 2017

Lunes 06 de Febrero de 2017

“TODO LO QUE DIOS CREÓ ES BUENO”

PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 1,1-19

“Dijo Dios, y así fue”

Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era un caos informe; sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: "Que exista la luz." Y la luz existió. Y vio Dios que la luz era buena. Y separó Dios la luz de la tiniebla; llamó Dios a la luz "Día"; a la tiniebla, "Noche". Pasó una tarde, pasó una mañana: el día primero. Y dijo Dios: "Que exista una bóveda entre las aguas, que separe aguas de aguas." E hizo Dios una bóveda y separó las aguas de debajo de la bóveda de las aguas de encima de la bóveda. Y así fue. Y llamó Dios a la bóveda "Cielo". Pasó una tarde, pasó una mañana: el día segundo. Y dijo Dios: "Que se junten las aguas de debajo del cielo en un solo sitio, y que aparezcan los continentes." Y así fue. Y llamó Dios a los continentes "Tierra", y a la masa de las aguas la llamó "Mar". Y vio Dios que era bueno. Y dijo Dios: "Verdee la tierra hierba verde que engendre semilla, y árboles frutales que den fruto según su especie y que lleven semilla sobre la tierra." Y así fue. La tierra brotó hierba verde que engendraba semilla según su especie, y árboles que daban fruto y llevaban semilla según su especie. Y vio Dios que era bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día tercero. Y dijo Dios: "Que existan lumbreras en la bóveda del cielo, para separar el día de la noche, para señalar las fiestas, los días y los años; y sirvan de lumbreras en la bóveda del cielo, para dar luz sobre la tierra." Y así fue. E hizo Dios dos lumbreras grandes: la lumbrera mayor para regir el día, la lumbrera menor para regir la noche, y las estrellas. Y las puso Dios en la bóveda del cielo, para dar luz sobre la tierra; para regir el día y la noche, para separar la luz de la tiniebla. Y vio Dios que era bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día cuarto. Palabra de Dios
REFLEXIÓN
Las lecturas de hoy  nos hablan de comienzos: el comienzo absoluto de todo cuanto existe, gracias al poder de Dios, y el nuevo comienzo, en gracia y santidad, que Jesucristo hace posible a través de sus obras de sanación y misericordia.
Al principio, Dios. En medio de la nada,  un acto de Dios, un acto de amor. No hay nadie con él. Más, sin él, todo resulta impensable y anónimo. Existía solo caos, soledad, tinieblas...". No hay nadie. Sólo Dios. Sólo su libertad. Sólo su sabiduría. Sólo su amor. Y un mundo que no existe ni tiene nombre, a punto de salir de sus manos. Creó Dios el cielo..." dice Gén 1,1 y el firmamento… y cada día, cada cosa hasta crear el hombre y  el universo entero. Lo primero que proclama la Biblia es la perfecta, absoluta y permanente soberanía de Dios sobre todo y sobre todos. Dios es Señor, Único Señor y nos invita a que le reconozcamos como tal. La expresión de su voluntad es la realización de su voluntad, porque él dice y se hace. Y vio Dios que todo era bueno.  En su creación Dios ha plasmado de su propia bondad. No son nuestros deseos ni nuestros negocios los que hacen bueno al mundo. Lo recibe de su Hacedor. Las cosas con su sólo existir irradian ese bien.  Y esa mirada divina necesitamos recuperarla porque en ella está nuestra única posibilidad de amar, ser felices, serenos y generosos.
SALMO RESPONSORIAL 103
R./Goce el Señor con sus obras.

Bendice, alma mía, al Señor,
¡Dios mío, qué grande eres!
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto. R.

Asentaste la tierra sobre sus cimientos,
y no vacilará jamás;
la cubriste con el manto del océano,
y las aguas se posaron sobre las montañas. R.

De los manantiales sacas los ríos,
para que fluyan entre los montes;
 junto a ellos habitan las aves del cielo,
y entre las frondas se oye su canto. R.

Cuántas son tus obras, Señor,
y todas las hiciste con sabiduría;
la tierra está llena de tus criaturas.
¡Bendice, alma mía, al Señor! R.

OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo es un canto de alabanza a Dios por las maravillas de su acción en la creación, desde el comienzo y en cada momento. Reconocer la belleza de la creación es reconocer la sabiduría del Creador. La grandeza de la acción creadora de Dios se perfecciona en  la nueva creación realizada en Cristo y llegará a su término en los nuevos cielos y la nueva tierra que esperamos (Ap. 21,1)  

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 6, 53-56

“Los que lo tocaban se ponían sanos”

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos, terminada la travesía, tocaron tierra en Genesaret, y atracaron. Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron, y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaban los enfermos en camillas. En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos. Palabra del Señor

REFLEXIÓN:
Este pequeño relato es una síntesis conformada por tres elementos que el autor considera fundamentales en el ministerio de Jesús: La predicación (anuncio de la Buena Nueva), las sanaciones (sanación de enfermedades) y los exorcismos (liberación de los oprimidos de espíritus inmundos). A su vez, el texto nos narra que los pobladores de Genesaret reconocieron a Jesús apenas tocó tierra; ese “reconocer”, según nos indican los versículos siguientes, se diferencia del conocimiento que tienen los discípulos de Jesús, pues éstos han estrechado una amistad íntima con el Maestro, han participado de sus enseñanzas y su misión; sin embargo, la muchedumbre de aquella región acude a Jesús porque ve en él una esperanza, una alternativa para sus vidas sufrientes; tal vez vean al Maestro como un brujo o mago, pero tienen una cierta fe en él. A pesar de esta confianza en Jesús, es necesario que los que han sido sanados perciban que en él se hace presente el misterio de salvación querido por Dios; deben ir mucho más allá de un simple reconocer su figura y de tocar su cuerpo; deben, y debemos, intimar verdaderamente con Él, con su vida y su causa.

ORACIÓN
Señor hoy te queremos reconocer como el Hacedor de todo, Señor y Soberano de nuestras vidas. Que nuestra mirada siempre sea de agradecimiento por lo que tú has creado.  Que podamos descubrirte  en el canto de un pájaro, en el azul del cielo, en el soplo del viento, en la mirada de un niño, danos la capacidad de maravillarnos siempre y declarar día tras día una palabra de alabanza por todo lo que existe.  Amén 


“Extasiémonos contemplando no sólo el mundo sino la relación de  Dios con el mundo”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: