miércoles, 1 de febrero de 2017

Martes 21 de febrero de 2017


“¿DE QUÉ DISCUTIMOS POR EL CAMINO?”

PRIMERA LECTURA
ECLESIÁSTICO 2,1-13

“Prepárate para las pruebas”
Hijo mío, cuando te acerques al temor de Dios, prepárate para las pruebas; mantén el corazón firme, sé valiente, no te asustes en el momento de la prueba; pégate a él, no lo abandones, y al final serás enaltecido. Acepta cuanto te suceda, aguanta enfermedad y pobreza, porque el oro se acrisola en el fuego, y el hombre que Dios ama, en el horno de la pobreza. Confía en Dios, que él te ayudará; espera en él, y te allanará el camino. Los que teméis al Señor, esperad en su misericordia, y no os apartéis, para no caer; los que teméis al Señor, confiad en él, que no retendrá vuestro salario hasta mañana; los que teméis al Señor, esperad bienes, gozo perpetuo y salvación; los que teméis al Señor, amadlo, y él iluminará vuestros corazones. Fijaos en las generaciones pretéritas: ¿quién confió en el Señor y quedó defraudado?; ¿quién esperó en él y quedó abandonado?; ¿quién gritó a él y no fue escuchado? Porque el Señor es clemente y misericordioso, perdona el pecado y salva del peligro. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Una advertencia realista y saludable: "prepárate para la prueba". Así nos hablan los que bien nos aman, los que conocen el camino y saben que no es cariño ocultar las dificultades ni es dulzura crear ilusiones engañosas. "Prepárate para la prueba" : no te asustes, no decaigas, no te rindas. Sin embargo, hay diferencia entre la resistencia de un estoico y la perseverancia de un santo. La fuente de la fortaleza cristiana está en aquella frase: "pégate al Señor". La clave no es: "juega a ser un superhombre"; ni tampoco: "haz de cuenta que nada sucede"; ni menos: "anestésiate; aprende a huir". La gran clave es: "pégate al Señor". ¿Y de dónde sacamos razones para pegarnos al Señor? De la historia. De los testimonios que conocemos. De aquello que nos ha sido predicado y hemos comprobado que en verdad sucede en las vidas de personas concretas como nosotros, frágiles como nosotros, incluso: pecadoras como nosotros. De ahí nace nuestra confianza absoluta.
SALMO RESPONSORIAL 36
R./ Encomienda tu camino al Señor, y él actuará.

Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. R.

El Señor vela por los días de los buenos,
y su herencia durará siempre;
no se agostarán en tiempo de sequía,
en tiempo de hambre se saciarán. R.

Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia
y no abandona a sus fieles.
Los inicuos son exterminados,
la estirpe de los malvados se extinguirá. R.

El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva
porque se acogen a él. R.

       OREMOS CON EL SALMO
        La prosperidad que encuentran muchas veces los que viven apartados de Dios puede ser una               tentación para los fieles. El salmista, en la perspectiva antigua de una justicia de Dios realizada aquí en la tierra, asegura que esa prosperidad es solo aparente  y pasajera. El justo debe confiar en el Señor y seguir haciendo el bien. El Nuevo Testamento nos asegura que la amistad con Dios no puede ser frustrada ni siquiera por la muerte. El Reino de Dios empieza en germen en el tiempo presente, pero solo tiene su plenitud en la vida eterna de Dios.  

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 9,30-37

“El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos”
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará." Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: "¿De qué discutíais por el camino?" Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: "Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos." Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: "El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado." Palabra del Señor
REFLEXIÓN
Cada vez que nos acercamos a la Palabra tendríamos que ser consientes que estamos dispuestos a aceptar la voluntad de Dios. ¿Con qué actitud la escucho? Jesús es claro con el grupo de los discípulos. Les anuncia la voluntad del Padre sobre la vida del Hijo. “Será entregado por la salvación de todos los hombre y mujeres del mundo”. Dios lo sigue apostando todo por salvar la humanidad. La Encarnación fue un acto concreto en el que Dios entrega, por amor, al Hijo. Pero la humanidad se resistió a reconocer en el indefenso Jesús, a Dios que se revelaba en la historia. Ahora lo vuelve a hacer en la Cruz. Los discípulos de Jesús, también nosotros hoy, nos negamos a comprender que el Mesías que revela el verdadero rostro de Dios tiene que pasar por la Cruz y por la muerte. Este mundo parece no entender la lógica de Dios. Nosotros mismos no entendemos la novedad del Evangelio. Entonces tenemos que hacernos nuevamente el interrogante ¿Con qué sentido escuchamos la Palabra de Dios en nuestra vida? 

ORACIÓN
Señor ayúdanos a estar preparados para la prueba, para las dificultades del camino, fortalece nuestro carácter para afrontar con entereza los obstáculos, pero siempre sostenidos en ti, que Tú seas la roca que nos sostiene, que siempre dependamos de ti y  aprendamos a vivir pegados a ti.   Amén.


“Permitamos que la sabiduría de Dios nos instruya y nos capacite para la vida”

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