“LA PALABRA DE DIOS HA DE ANUNCIARSE
A TODOS LOS PUEBLOS Y NACIONES”
PRIMERA LECTURA
COLOSENSES 1,1-8
“El
mensaje de la verdad ha llegado a vosotros y al mundo entero”
Pablo, apóstol de Cristo Jesús
por designio de Dios, y el hermano Timoteo, a los santos que viven en Colosas,
hermanos fieles a Cristo. Os deseamos la gracia y la paz de Dios, nuestro
Padre.
En nuestras oraciones damos
siempre gracias por vosotros a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, desde
que nos enteramos de vuestra fe en Cristo Jesús y del amor que tenéis a todos
los santos. Os anima a esto la esperanza de lo que Dios os tiene reservado en
los cielos, que ya conocisteis cuando llegó hasta vosotros por primera vez el
Evangelio, la palabra, el mensaje de la verdad. Éste se sigue propagando y
dando fruto en el mundo entero, como ha ocurrido entre vosotros desde el día en
que lo escuchasteis y comprendisteis de verdad la gracia de Dios. Fue Epafras
quien os lo enseñó, nuestro querido compañero de servicio, fiel ministro de
Cristo para con vosotros, el cual nos ha informado de vuestro amor en el
Espíritu. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La Carta a los
Colosenses, que empezamos a escuchar el día de hoy, es una gran contemplación
de la misión de Cristo ante el mundo y la historia humana. Pablo, llegado a la
madurez de su vida, y sujeto a la persecución y en la cárcel, nos regala desde
su cautiverio una meditación sobre el lugar de Jesucristo en el origen, centro
y meta del universo mismo, y de toda ser visible o invisible.
Esta carta, por lo tanto, supone
una especie de "salto cualitativo" en el modo de hablar sobre Jesús.
Después de la Carta a los Colosenses habremos de decir con renovada convicción
que El es el Salvador de mi vida y de tu vida, pero también que es el Salvador
de la Historia, y el Señor del Universo. Y por ello Pablo, proclama ante todo
la fuerza arrolladora de un mensaje que no puede dejar de transformar todo lo
que toca. Sorprenden estas palabras en un hombre que tenía todas las razones del
mundo para sentirse fracasado, deprimido y anulado.
Pero Pablo saca fuerzas a pesar
de su situación, para decir que ese Evangelio triunfa en todas partes a pesar
de estar el mismo encarcelado, Pablo no se limita a lo inmediato: su mirada
trasciende los muros de la cárcel que lo encierra, su mirada trasciende su
presente de tinieblas y le permite ya habitar la mañana gloriosa en que todo el
Universo presencia la victoria del "Señor de señores", Pablo
visualiza y aprecia la Luz verdadera en Jesús y quiere que también nosotros lo
hagamos.
OREMOS CON EL SALMO 51 Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Recriminación
a un enemigo poderoso que persigue injustamente al salmista; anuncio de su
ruina futura y acción de gracias por el auxilio de Dios.
La
confianza en el Señor es uno de los temas incesantes del salterio, que nunca
pierde su actualidad: el juicio queda en manos de Dios.
R. / Confío en tu misericordia,
Señor, por siempre jamás.
Pero yo, como verde olivo,
en la casa de Dios,
confío en la misericordia de Dios
por siempre jamás. R.
Te daré siempre gracias
porque has actuado;
proclamaré delante de tus fieles:
"Tu nombre es bueno."
R.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS
4,38-44
“También a los otros pueblos
tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado”
En
aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra
de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella.
Él, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en
seguida, se puso a servirles.
Al
ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera se los llevaban; y
él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos
salían también demonios, que gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios." Los
increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. Al
hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron
con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese. Pero él les dijo:
"También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para
eso me han enviado." Y predicaba en las sinagogas de Judea. Palabra del
Señor.
REFLEXIÓN
Tres
acciones de Jesús nos ayudan a comprender el ímpetu de su acción misionera.
Primero, la capacidad de recuperar en el hogar personas que se habían
abandonado a sus dolencias y que habían perdido su capacidad de amar en el
servicio. La suegra de Pedro en su postración es objeto de atenciones, pero es
incapaz de responder a ellas con generosidad. La mano que Jesús le tiende le
ayuda a salir de ese estado y la motiva a servir a la comunidad de servidores
que sigue a Jesús. En segundo lugar, lo que se hace en el hogar se extiende
para todos en la puerta de la ciudad. Las personas afectadas por esas
posesiones ideológicas que los anulan descubren en Jesús al ungido, a la
persona capaz de comunicar la vida y el amor, de liberar al ser humano abatido
y enajenado. En tercer lugar lo que acontece en la entrada de la ciudad se
extiende por toda la comarca. El evangelio es una buena noticia para todos y
aquellos que quieran acogerse a ella encuentran en Jesús un puente hacia una
nueva realidad en la que la esperanza, el amor y la fe son posibles.
ORACIÓN
Espíritu
Santo enciende en nosotros(as) un amor tan grande que logremos ser verdaderos servidores(as)
de tu Buena Nueva, por donde nos lleves.
Que no se trate solo de palabras sino que nuestras obras hablen a los demás del Evangelio del dominio propio,
el buen trato, la sabiduría,
misericordia, justicia y servicio, es decir todo lo que encierra el amor en Ti Amén.
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