Santoral:
Pedro Claver.
“MINISTROS DEL EVANGELIO PARA
ANUNCIAR LA LIBERACIÓN”
PRIMERA LECTURA
COLOSENSES 1,24-2,3
“Dios me
ha nombrado ministro de la Iglesia para anunciaros a vosotros el misterio
escondido desde siglos”
Hermanos:
Me alegro de sufrir por vosotros: así completo en mi carne los dolores de
Cristo, sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha
nombrado ministro, asignándome la tarea de anunciaros a vosotros su mensaje
completo: el misterio que Dios ha tenido escondido desde siglos y generaciones
y que ahora ha revelado a sus santos. A estos Dios ha querido dar a conocer la
gloria y riqueza que este misterio encierra para los gentiles: es decir, que
Cristo es para vosotros la esperanza de la gloria.
Nosotros
anunciamos a ese Cristo; amonestamos a todos, enseñamos a todos, con todos los
recursos de la sabiduría, para que todos lleguen a la madurez en su vida en
Cristo: ésta es mi tarea, en la que lucho denodadamente con la fuerza poderosa
que él me da. Quiero que tengáis noticia del empeñado combate que sostengo por
vosotros y los de Laodicea, y por todos los que no me conocen personalmente.
Busco que tengan ánimos y estén compactos en el amor mutuo, para conseguir la
plena convicción que da el comprender, y que capten el misterio de Dios. Este
misterio es Cristo, en quien están encerrados todos los tesoros del saber y del
conocer. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El
dolor y el sufrimiento es repetidamente valorado de modo particular en el Nuevo
Testamento como manifestación de amor: Ahora me alegro de mis padecimientos por
vosotros, dice san Pablo a los Colosenses. El propio Cristo reprende
severamente a Pedro, cuando quiere hacerle abandonar los pensamientos sobre el
sufrimiento y sobre la muerte de cruz. Jesús deseaba su sufrimiento, aunque le
costaba, hasta entrar en agonía por la Pasión ya inminente.
La
perspectiva de sufrimiento: de fatiga agobiante, de trabajo que parece
excesivo, de dolor crónico, de incapacidad definitiva, de marginación, de
abandono, de incomprensión, de humillación continua, de permanente frustración…
podría cegarnos e inducirnos a menospreciar esos momentos y situaciones que
vienen a ser como la angustia en Getsemaní, cuando ruega Jesús al Padre que le
libre de aquel Cáliz: las palabras de la oración de Cristo en Getsemaní prueban
la verdad del amor mediante la verdad del sufrimiento.
San
Pablo enseña con su actitud y con su ejemplo que el cristiano puede y debe
imitar la disposición del Señor ante el dolor. Cristo ya había exigido a los
suyos el sacrificio para alcanzar el Reino de los Cielos: Si alguno quiere
venir en pos de mí… tome cada día su cruz. La fidelidad a Cristo exige este sacrificio.
Entrad por la puerta angosta, porque amplia es la puerta y ancho el camino que
conduce a la perdición, y son muchos los que entran por ella. ¡Qué angosta es
la puerta y estrecho el camino que conduce a la Vida, y qué pocos son los que
la encuentran!
OREMOS CON EL SALMO 61 Y ACERQUÉMONOS
A SU CONTEXTO
En medio del peligro amenazante, el salmista expresa
su confianza inalterable en Dios. Sólo en Él espera su ayuda.
Igual confianza nos inspira el Nuevo Testamento, pero
nos proporciona un motivo más profundo de esperanza: la unión en Cristo
presente en medio de su pueblo.
R. / De Dios viene
mi salvación y mi gloria.
Descansa sólo en
Dios, alma mía,
porque él es mi
esperanza;
sólo él es mi roca
y mi salvación,
mi alcázar: no
vacilaré. R.
Pueblo suyo,
confiad en él,
desahogad ante él
vuestro corazón,
que Dios es nuestro
refugio. R.
LECTURA DEL
EVANGELIO
LUCAS
6,6-11
“Estaban
al acecho para ver si curaba en sábado”
Un sábado, entró Jesús en la
sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo
derecho. Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en
sábado, y encontrar de qué acusarlo. Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al
hombre del brazo paralítico: "Levántate y ponte ahí en medio." Él se
levantó y se quedó en pie. Jesús les dijo: "Os voy a hacer una pregunta:
¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo
morir?" Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre:
"Extiende el brazo." Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido. Ellos
se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús. Palabra del
Señor.
REFLEXIÓN
Lucas nos mantiene con la mirada
en las acciones de Jesús frente al sábado; el escenario de este episodio es la
sinagoga, lugar de culto de la tradición judía con un alto sentido de
pertenecía. El objetivo de la presencia de Jesús en ese lugar era, como lo
afirma Lucas, mostrar en qué consiste su enseñanza.
Es de notar que en las sinagogas
sólo enseñaban los maestros o rabinos, por lo general oficio ejercido por
varones notables. Lucas ya nos ha informado que la gente se agolpaba para
escuchar a Jesús; sus palabras y la forma de enseñar en diversos lugares atrae
a la muchedumbre, que siente que hay algo nuevo en ese galileo; la gente logra
establecer la diferencia entre la sinagoga y Jesús.
La enseñanza en esta ocasión es
acerca la defensa de la vida. El Dios de Jesús es un Dios de vivos y ha optado
por la vida como valor supremo. La pregunta sobre si está permitido en sábado,
día dedicado a Dios, salvar la vida o destruirla, marca el talante de la
discusión y hacia dónde va encaminada la propuesta del Reino de Dios proclamada
por Jesús.
ORACIÓN
Amado Maestro, tú
te desgastaste, te sacrificaste por anunciar la Buena nueva. Necesitamos de tu
fuerza para ser pregoneros empeñados, esforzados y dedicados a salvar vidas. Ayúdanos para que
con nuestras palabras y acciones demostremos que lo más importante para Dios es
el ser humano, su bienestar, su liberación, su paz y que esto solo se logra con
una vida en el Espíritu, y es lo que debemos transmitir. Amén.
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