Viernes
2ª semana de Cuaresma
“LA PRESENCIA DEL AMOR DE DIOS EN LA TRAICIÓN”
José, vendido por sus hermanos, un hijo del propietario muerto para
conseguir la herencia; Jesús, crucificado por su pueblo. En verdad las lecturas
de hoy tienen ese sello que caracteriza el viernes, hasta su culmen con el
Viernes Santo.
PRIMERA
LECTURA
GÉNESIS
37,3-28
“Ahí
viene el de los sueños, vamos a matarlo”
José
era el preferido de Israel, porque le había nacido en la vejez, y le hizo una
túnica con mangas. Al ver sus hermanos que su padre lo prefería a los demás,
empezaron a odiarlo y le negaban el saludo. Sus hermanos trashumaron a Siquén
con los rebaños de su padre. Israel dijo a José: "Tus hermanos deben estar
con los rebaños en Siquén; ven, que te voy a mandar donde están ellos."
José
fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron desde lejos.
Antes de que se acercara, maquinaron su muerte. Se decían unos a otros:
"Ahí viene el de los sueños. Vamos a matarlo y a echarlo en un aljibe;
luego diremos que una fiera lo ha devorado; veremos en qué paran sus sueños."
Oyó esto Rubén, e intentando salvarlo de sus manos, dijo: "No le quitemos
la vida." Y añadió: "No derraméis sangre; echadlo en este aljibe,
aquí en la estepa; pero no pongáis las manos en él." Lo decía para
librarlo de sus manos y devolverlo a su padre. Cuando llegó José al lugar donde
estaban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron la túnica con mangas, lo
cogieron y lo echaron en un pozo vacío, sin agua. Y se sentaron a comer.
Levantando la vista, vieron una caravana de ismaelitas que transportaban en camellos
goma, bálsamo y resina de Galaad a Egipto. Judá propuso a sus hermanos:
"¿Qué sacaremos con matar a nuestro hermano y con tapar su sangre? Vamos a
venderlo a los ismaelitas y no pondremos nuestras manos en él, que al fin es
hermano nuestro y carne nuestra." Los hermanos aceptaron. Al pasar unos
comerciantes madianitas, tiraron de su hermano, lo sacaron del pozo y se lo
vendieron a los ismaelitas por veinte monedas. Éstos se llevaron a José a
Egipto. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Cada uno de los viernes de Cuaresma va anunciando ese viernes
definitivo en el que Jesús, como un verdadero José, es enviado por sus hermanos
a Egipto.
En el que Jesús, como el hijo de este propietario, es muerto por los
que tenían en arriendo la viña. Lo que quiere la liturgia de la Iglesia es que
al escuchar estas lecturas, nuestro corazón se vaya preparando para escuchar la
terrible iniquidad de la Cruz y el terrible amor de la Cruz.
Prepararse para el Viernes Santo es
preparar el corazón para las dimensiones de la miseria humana y para las
dimensiones de la misericordia divina. Prepararse para el Viernes Santo es
comprender la terrible injusticia de los hombres y la hermosa Providencia de
Dios.
Sabemos el desenlace del relato de José, aunque en estos capítulos
veamos cómo se amontonan las injusticias sobre su cabeza, luego descubriremos
que había un plan de Dios.
Será precisamente José el que salve a sus hermanos. Traicionado por
ellos, por ellos ofendido y vendido, sin embargo su historia maltratada está en
la historia de salvación que Dios escribe.
En pocas veces en la Biblia queda tan claro que Dios escribe derecho
en renglones torcidos.
Hay que saber que están torcidos y
retorcidos los renglones del corazón humano, pero hay que saber que están
derechos y justos y bellos los escritos de Dios.
Hay que saber que nuestros propios
renglones, las torceduras, los traumas, las heridas, los pecados de nuestra
vida, están retorcidos, pero hay que aprender a creer que en esos caminos
tortuosos, Dios escribirá también en mi vida, escribirá con letra hermosa y con
palabras derechas y bellas su amor.
SALMO
RESPONSORIAL: 104
R. / Recordad
las maravillas que hizo el Señor.
Llamó
al hambre sobre aquella tierra:
cortando
el sustento de pan;
por
delante había enviado a un hombre,
a
José, vendido como esclavo. R.
Le
trabaron los pies con grillos,
le
metieron el cuello en la argolla,
hasta
que se cumplió su predicción,
y
la palabra del Señor lo acreditó. R.
El
rey lo mandó desatar,
el
señor de pueblos le abrió la prisión,
lo
nombró administrador de su casa,
señor
de todas sus posesiones. R.
LECTURA
DEL EVANGELIO
MATEO
21,33-43.45-46
“Éste
es el heredero: venid, lo mataremos”
En
aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
"Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la
rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la
arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la
vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le
correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno,
mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que
la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo,
diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo." Pero los labradores, al ver
al hijo, se dijeron: "Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos
con su herencia." Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo
mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos
labradores?"
Le
contestaron: "Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la
viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos." Y
Jesús les dice: "¿No habéis leído nunca en la Escritura: "La piedra
que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo
ha hecho, ha sido un milagro patente"? Por eso os digo que se os quitará a
vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos."
Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que
hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente, que lo
tenía por profeta. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
De manera abierta y decisiva Jesús les dice a los jefes del pueblo que
“La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular”. Declara
Jesús de este modo, cuál es su origen de quien procede su autoridad. La piedra desechada,
el Crucificado, se convierte en piedra angular, en el Resucitado. Aquí está la
lógica y la clave desde donde hemos de leer este pasaje evangélico de hoy. En
la muerte del Hijo quedan claros dos proyectos que están en lucha permanente:
nuestro egoísmo, marcado por la perversidad y por el acaparamiento, y la bondad
de Dios, marcada por su amor humanizador e ilimitado. El relato nos presenta
cómo se entrelaza nuestra infidelidad con la fidelidad de Dios, y nuestro
rechazo mezquino con su encarnación cargada de bondad y generosidad. – En este
tiempo de Cuaresma, pensemos seriamente cómo estamos viviendo el seguimiento de
Jesús y cómo continuamos su obra. Hemos de reconocer y acoger a Jesús, de
manera personal y comunitaria, como la verdadera y definitiva manifestación de
Dios en la historia. Pero esta aceptación ha de tocar todas las esferas de
nuestra vida: la razón, el corazón, los sentidos, los sentimientos y actitudes,
todo nuestro existir.
ORACIÓN
Amado Dios que en este
tiempo de reflexión, tu Espíritu nos ayude a ver si en nosotros(as) hay
aquellos sentimientos y actitudes de envidia, resentimiento por alguien,
traición, y todo aquello propio del desamor que como humanos podemos sentir y
hacer. Que el camino recorrido en esta cuaresma nos lleve a cambiar esto tan
inadecuado por actos de misericordia, solidaridad, perdón, a tomar decisiones
en ti y a transformar la vida en el amor. Amén
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