viernes, 1 de marzo de 2013

Jueves 14 de Marzo de 2013


Jueves 4ª semana de Cuaresma

“EL SEÑOR ESCUCHA LAS PALABRAS DE SU SIERVO MOISÉS”

PRIMERA LECTURA
ÉXODO 32,7-14

“Arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo”

En aquellos días, el Señor dijo a Moisés: "Anda, baja del monte, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un novillo de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: "Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto.""

Y el Señor añadió a Moisés: "Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo." Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios: "¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto, con gran poder y mano robusta? ¿Tendrán que decir los egipcios: "Con mala intención los sacó, para hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra"? Aleja el incendio de tu ira, arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. Acuérdate de tus siervos, Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo, diciendo: "Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a vuestra descendencia para que la posea por siempre."" Y el Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo. Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Una de las cosas interesantes de la primera lectura de hoy es que cuando Dios le habla a Moisés le dice: "se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto"; y Moisés responde: "¿por qué se va a desahogar tu rabia contra tu pueblo, al que tú sacaste de Egipto?". Uno podría preguntarse de quién es ese pueblo: rebelde y a la vez amado; ingrato y a la vez agraciado. Ese pueblo se llama Israel, pero lleva también el nombre de cada uno de nosotros. En nosotros ha brillado la gracia y ha aparecido la ingratitud; somos espejos de la misericordia y monumentos a la miseria; quien nos conozca puede ver cuánto nos ha amado Dios... y cuán poco le hemos amado nosotros. Lo que nosotros solemos llamar "terquedad" o "rebeldía" tiene un nombre expresivo en la Biblia: "dureza de corazón". El fruto de esa dureza es volverse impermeable a la Palabra de Dios. Y el desenlace de quedarse sin la palabra que da vida es vivir en oscuridad y camino a la "muerte".
  
SALMO RESPONSORIAL: 105
R. / Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.

En Horeb se hicieron un becerro,
adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen
de un toro que come hierba. R.

Se olvidaron de Dios, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en el país de Cam,
portentos junto al mar Rojo. R.

Dios hablaba ya de aniquilarlos;
pero Moisés, su elegido,
se puso en la brecha frente a él,
para apartar su cólera del exterminio. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 5,31-47

“Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza”

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es válido. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis.

Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ése sí lo recibiréis. ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no dais fe a sus escritos, ¿cómo daréis fe a mis palabras?" Palabra del Señor.

REFLEXIÓN:
 Cuando alguien es llevado a juicio, necesita testigos que declaren a favor o en contra del acusado. Los dirigentes judíos juzgan a Jesús porque hace milagros en sábado y dice que Dios es su Padre (5,16-18). Jesús llama a tres testigos en su favor: Juan Bautista, Moisés y Dios mismo. Juan Bautista dio testimonio en favor de Jesús. Moisés también porque la Ley mandaba amar a Dios y al prójimo y Jesús realiza las antiguas promesas porque comunica vida. Por eso él es superior a la Ley. Dios da testimonio en favor de Jesús por los milagros que está haciendo. El único criterio para discernir entre el bien y el mal será siempre la actitud en favor del ser humano, especialmente del más necesitado. Si Dios es Dios de vida, entonces Jesús, que da vida a la gente, está haciendo las obras de Dios. ¿Por qué los jefes no creen? Sencillamente porque sus propios intereses los cierran al amor de Dios y a la fe en Jesús.

ORACIÓN
Señor eres tan bello y especial que entablas un diálogo respetuoso y recíproco con tus profetas y hoy lo sigues haciendo con nosotros tus discípulos(as), escuchándonos, corrigiéndonos, exhortándonos sin juzgamientos, sino tocando nuestra conciencia en el Espíritu y llevándonos a reconsiderar   nuestras equivocaciones y a buscar soluciones según tu guía.  Gracias Señor. Amén.

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