viernes, 1 de marzo de 2013

Jueves 07 de Marzo de 2013



“LA CUARESMA NOS INVITA A LA ESCUCHA ATENTA DE LA VOZ DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
JEREMÍAS 7,23-28

“Aquí está la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios”

Así dice el Señor: "Ésta fue la orden que di a vuestros padres: "Escuchad mi voz. Yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo; caminad por el camino que os mando, para que os vaya bien." Pero no escucharon ni prestaron oído, caminaban según sus ideas, según la maldad de su corazón obstinado, me daban la espalda y no la frente. Desde que salieron vuestros padres de Egipto hasta hoy les envié a mis siervos, los profetas, un día y otro día; pero no me escucharon ni prestaron oído: endurecieron la cerviz, fueron peores que sus padres. Ya puedes repetirles este discurso, que no te escucharán; ya puedes gritarles, que no te responderán. Les dirás: "Aquí está la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios, y no quiso escarmentar. La sinceridad se ha perdido, se la han arrancado de la boca."  Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Jeremías tiene fama de quejumbroso. Tanto, que existe la expresión "jeremiada" para indicar una queja especialmente dolida y fastidiosa.

Sin embargo, es injusto quedarnos con la ambigüedad de la palabra "fastidio". Hay cosas que nos fastidian porque son malas, pero también hay bienes que fastidian porque nuestra conciencia queda descubierta y denunciada por ellos. Tal es el caso del bien inmenso de la verdad. Muchas verdades se vuelven "fastidiosas" porque dañan negocios turbios, avisan sobre mentiras astutas o desenmascaran las intenciones aviesas de los que se quieren hacer pasar por buenos.

De aquí deducimos dos conclusiones: primera, que el camino del Señor supone amenazas. Por lo pronto, la... fastidiosa amenaza de ser perseguido sólo por hacer ver cosas que son ciertas. Segunda, que si queremos ser del Señor tenemos que asumir el "riesgo" de ser limpiados en el crisol de la denuncia.

Es fácil, en efecto, situarse automáticamente en el papel de profeta y víctima, y condenar a todos con todos los dedos de nuestras manos. Pero, ¿qué, si de pronto Dios tiene en su plan que también NOSOTROS seamos corregidos, denunciados o desenmascarados? A veces pasa que el genuino profeta se conoce no tanto por lo que denuncia en otros sino por lo que está dispuesto a admitir en sí mismo.

 SALMO RESPONSORIAL: 94
R. / Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón."

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R.

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
"No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras." R.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 11,14-23

“El que no está conmigo está contra mí”

En aquel tiempo, Jesús estaba echando un demonio que era mudo y, apenas salió el demonio, habló el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron: "Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios."

Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Jesús “estaba expulsando un demonio que era mudo”. Desentrañemos los símbolos del relato: El endemoniado representa la parte del pueblo sometida a la institución oficial ideologizada. Es quien ha acogido, sin espíritu crítico, la doctrina oficial proclamada por los letrados y juristas pertenecientes al partido farisaico. Los fariseos, sin embargo, no aparecen aquí para nada. El demonio hace “mudo” al enfermo por haber “escuchado” (acogido) una ideología que contraria al plan de Dios y que le ha dejado sin voz ni voto. Son los fanáticos del sistema quienes han vendido la libertad de expresión (que produce “mudos”) por unas cuantas monedas, quedando incapacitados para para poder escuchar a quien cuestionara su seguridad. La mudez es, en el lenguaje bíblico, signo de cerrazón a la Palabra de Dios. La liberación del hombre mudo desencadena un enfrentamiento abierto. Hay dos clases de adversarios: los que representan a la institución oficial y que acusan a Jesús de endemoniado, y los que se aprovechan de la nueva situación creada por la liberación del pueblo y tratan de comprometerlo pública y políticamente. – Y nosotros, ¿nos sentimos también enmudecidos por el cúmulo de normas y leyes que nos impiden seguir más libre y alegremente a Jesús?

ORACIÓN
Gracias Señor porque nos has llamado a ser tus discípulos y discípulas, por eso nos capacitas para sentamos a la escucha del Maestro que eres Tú. Por favor mantén nuestros oídos atentos a Ti, a tu Palabra  que nos lleva a percibir los signos de los tiempos y a obrar bajo tu guía. Amén.

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