viernes, 1 de marzo de 2013

Lunes 11 de Marzo de 2013


Lunes 4ª semana de Cuaresma

“ATENTOS(AS) Y DESEOSOS(AS) DE VER LA COSAS NUEVAS QUE HACE EL SEÑOR”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 65,17-21

“Ya no se oirán gemidos ni llantos”

Así dice el Señor: "Mirad: yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva: de lo pasado no habrá recuerdo ni vendrá pensamiento, sino que habrá gozo y alegría perpetua por lo que voy a crear. Mirad: voy a transformar a Jerusalén en alegría, y a su pueblo en gozo; me alegraré de Jerusalén y me gozaré de mi pueblo, y ya no se oirán en ella gemidos ni llantos; ya no habrá allí niños malogrados ni adultos que no colmen sus años, pues será joven el que muera a los cien años, y el que no los alcance se tendrá por maldito. Construirán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán sus frutos."  Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
¿A quién no le gusta un anuncio de alegría? La lectura de Isaías es una promesa de alegría, de salud, de abundancia, paz, seguridad, de bendición. Dios compromete su propia palabra para decir todas las maravillas que van a venir sobre su pueblo elegido. El llanto, la tristeza se alejan, el temor desaparece, la paz se afianza, la esperanza crece, el gozo de todos va en aumento. Es un panorama maravilloso, se parece mucho al paraíso, descrito en Génesis. Pero es que si hay un nuevo paraíso es porque hay primero una nueva creación, y es aquí donde debemos poner el énfasis. Precisamente, las palabras del texto empiezan diciendo: "Olviden lo pasado, voy a hacer un cielo nuevo, voy a hacer una tierra nueva". Es decir, el Dios que lo creó todo puede volver a crearlo todo, Dios tiene suficiente poder y sabiduría para hacer este y muchos más universos, y por eso es posible la nueva creación.

Y esta es una clave muy importante para comprender lo que significa la vida y la obra de Jesucristo; con Él empieza una nueva historia, con Él empieza la nueva creación, y la puerta para asomarnos a esa nueva creación es darle pleno permiso, total autoridad y autorización a Dios para que Él haga todo lo que quiere hacer y esa total autorización, esa absoluta confianza en el Señor, es exactamente lo que significa la palabra "fe".
  
SALMO RESPONSORIAL: 29
R. / Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R.

Tañed para el Señor, fieles suyos,
dad gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo. R.

Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 4,43-54

“Anda, tu hijo está curado”

En aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había hecho esta afirmación: "Un profeta no es estimado en su propia patria." Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.

Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verle, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose. Jesús le dijo: "Como no veáis signos y prodigios, no creéis." El funcionario insiste: "Señor, baja antes de que se muera mi niño." Jesús le contesta: "Anda, tu hijo está curado." El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo estaba curado. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron: "Hoy a la una lo dejó la fiebre." El padre cayó en la cuenta de que ésa era la hora cuando Jesús le había dicho: "Tu hijo está curado." Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Jesús, cura al hijo de un funcionario romano. Con sólo su palabra, Jesús cura a distancia; a un extranjero, a un pagano. Jesús rompe fronteras y sumisiones a leyes e instituciones anquilosadas. Ante el rechazo y la incomprensión de los jefes religiosos, Jesús cambia su programa. El episodio anuncia el modo cómo Jesús va a emprender su tarea de salvación. En lo sucesivo irá en busca del ser humano necesitado de vida. La Palabra que es Jesús ha propuesto el cambio de relación entre Dios y el ser humano, con la desaparición de las antiguas instituciones, sustituidas por su persona: comienza la nueva época de la humanidad, un cielo nuevo y una tierra nueva, como lo dice en la primera lectura Isaías. Jesús aparece triunfando sobre la muerte, dando vida y dando una nueva esperanza.

Pero miremos también al funcionario romano, este hombre, es alguien que tiene el poder, pero se da cuenta que algo como la enfermedad de su hijo se escapa de sus manos. Y esa es la clave para la fe: hay cosas que están en nuestras manos, hay cosas que nosotros podemos hacer, pero hay cosas que no podemos; hay cosas en las cuales nuestra única estrategia, la única, es la confianza.. Dios tiene promesas inagotables para nosotros pero hay que abrirse a la fe o confianza radical en el poder de Dios Padre manifiesto en su Hijo para poder experimentarlas, Dios quiere que vivamos en fe pero con un sano equilibrio, con una actitud comprometida, seria y racional en pro de la propia vida.

ORACIÓN
Así como nos narra tu Palabra hoy, lo creemos, tenemos la certeza que Tú eres un Dios de novedad, que sanas y restauras la existencia, por eso nos abandonamos confiadamente en Ti, sabiendo que tus palabras y acciones son espíritu y vida  y que continúas renovándonos y actuando en el mundo. Amén

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