martes, 1 de octubre de 2013

Jueves 24 de octubre de 2013


“LLAMADOS A DAR FRUTOS QUE EVIDENCIEN LA SANTIDAD”

PRIMERA LECTURA
ROMANOS 6,19-23


“Libres del pecado y hechos para Dios”

Hablo en términos humanos, porque ustedes, por su debilidad, no pueden entender bien estas cosas. De modo que, así como antes entregaron su cuerpo al servicio de la impureza y la maldad para hacer lo malo, entreguen también ahora su cuerpo al servicio de la justicia, con el fin de llevar una vida santa.
Cuando ustedes todavía eran esclavos del pecado, no estaban al servicio de la justicia; pero ¿qué provecho sacaron entonces? Ahora ustedes se avergüenzan de esas cosas, pues solo llevan a la muerte. Pero ahora, libres de la esclavitud del pecado, han entrado al servicio de Dios. Esto sí les es provechoso, pues el resultado es la vida santa y, finalmente, la vida eterna. El pago que da el pecado es la muerte, pero el don de Dios es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Seguimos leyendo la Carta a los Romanos, donde Pablo continua hablando sobre el Bautismo, que libera al hombre de la esclavitud del pecado.

En todo bautizado hay un “antes” y un “después”. Pablo hace una comparación entre la vida que llevábamos antes de conocer a Cristo y la vida que podemos llevar ahora que Cristo nos ha reconocido y nosotros le hemos conocido a Él. Cuando desconocíamos a Cristo, vivíamos como esclavos de nuestros propios deseos y pasiones, las cosas que teníamos, y no sólo eso sino nuestro propio cuerpo, estaban al servicio del pecado. Podemos utilizar nuestros ojos para transmitir dulzura o para transmitir ira; utilizar la boca para dar un buen consejo o para insultar; utilizar el corazón para dar ternura o para seducir y perder a las otras personas.

Pero ahora, gracias a Jesús, estas mismas cosas que de pronto pudieron servir para el pecado en otro tiempo, ahora Dios puede empezar a utilizarlas para el bien, para bendición de otros. La vida se vive de otro modo con Jesús, le pediremos a Dios: "Señor, que no sean solamente mis palabras, sino que sean tus palabras en mi boca, que sea tus pensamientos y no los míos, que sea tu actuar en mí y no tanto mi actuar; probablemente así no diremos tantas tonterías, ni palabras que crean división y heridas, ni haremos tantas cosas sin sentido y no sólo no haremos el mal, sino que sobre todo haremos el bien.

 SALMO RESPONSORIAL: 1
R./ Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.

Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.

 LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 12,49-53

“No he venido a traer paz, sino división”


"Yo he venido a prender fuego en el mundo; y ¡cómo quisiera que ya estuviera ardiendo! Tengo que pasar por una terrible prueba, y ¡cómo sufro hasta que se lleve a cabo! ¿Creen ustedes que he venido a traer paz a la tierra? Les digo que no, sino división. Porque de hoy en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres. El padre estará contra su hijo y el hijo contra su padre; la madre contra su hija y la hija contra su madre; la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra."  Palabra del Señor.
  
REFLEXIÓN
Pareciera que la frase de Jesús, de que no vino a traer paz, sino división, fuera una frase difícil de entender en la boca del Señor. Él, que siempre habló del amor, de paz, de tranquilidad, de poner la otra mejilla, de perdonar hasta setenta veces siete, hoy nos presenta un mensaje diametralmente opuesto. Todo está en la medida en que sepamos vivir nuestra vida. Si la vivimos de tal forma que sólo nos preocupe el bienestar material y la falsa “felicidad” que podamos alcanzar con lo que poseemos, habremos de entender la frase literalmente. Pero, si somos capaces de vivir nuestra vida procurando esforzadamente su calidad, se producirá una transformación que dará una nueva dimensión al diario vivir. Y así es cómo Jesús quiere que la entendamos.
Cuando seguimos a Jesús, nuestro accionar es distinto y puede parecer que rompe las reglas de lo normal, superando peleas, divisiones, rencores, incapacidad de ver más allá de aquello a lo que estamos acostumbrados. Seguir a Jesús significa romper esquemas y situaciones, para ir viendo cómo se va construyendo el Reinado de Dios.

ORACIÓN
En estos tiempos difíciles, estamos llamados a dar buenos frutos, que evidencien nuestra fe en Ti. Nuestras familias se separan por falta de tolerancia, y la inmediatez del mundo impide que tomemos el tiempo necesario para buscarte y compartir tiempo de calidad  con los nuestros. Hoy te damos  gracias por nuestra familia, y también te pedimos por todos los hogares divididos que en medio de las crisis se alejan de Ti y para que renueves los corazones de los esposos, padres, hijos y hermanos  y que en ese amor nos reconciliemos también  unos con otros. 


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