viernes, 1 de julio de 2011

Sábado, 2 de julio de 2011

“¿POR QUÉ ME ANDAN BUSCANDO?



PRIMERA LECTURA
ISAIAS 61,9-11



“DESBORDO DE GOZO CON EL SEÑOR”



Sus descendientes serán famosos entre las naciones; todos los que los vean reconocerán que son un pueblo que el Señor ha bendecido.
¡Cómo me alegro en el Señor! Me lleno de gozo en mi Dios, porque me ha brindado su salvación, ¡me ha cubierto de victoria! Soy como un novio que se pone su corona o una novia que se adorna con sus joyas.
Porque así como nacen las plantas de la tierra y brotan los retoños en un jardín, así hará el Señor que brote su victoria y que todas las naciones entonen cantos de alabanza.
REFLEXIÓN
Isaías invita al pueblo, precisamente, a la alegría. Hace algún tiempo han regresado del exilio y la reconstrucción de la patria devastada no ha sido fácil. Entonces, el profeta hace un anuncio gozoso en el cual afirma que realmente la reconstrucción será realidad; en la ciudad recuperada se realizarán los anhelos de una vida feliz para todos. Entonces, Jerusalén estalla en un cántico de alabanza, reconociendo que será una ciudad modelo en justicia (se acabará en el dolor de los que sufren, la necesidad de los hambrientos, el desamparo de los desvalidos, el desprecio de los pequeños como lo expresa el salmo de hoy y que nos recuerda el cántico de María) y en el culto verdadero de Dios, tanto que lo verán todos los pueblos. Pero esto no sucederá sino hasta que Dios mismo, en la persona de su Hijo, a través de la Virgen María, entre en la historia de su pueblo y realice su obra de salvación.



SALMO RESPONSORIAL:1 1 SAMUEL 2,1.4-8
R./ Mi corazón se regocija por el Señor, mi Salvador

Y Ana oró de esta manera: "Señor, yo me alegro en ti de corazón porque tú me das nuevas fuerzas. Puedo hablar contra mis enemigos porque tú me has ayudado. ¡Estoy alegre!
Él destruye los arcos de los poderosos, y reviste de poder a los débiles; los que antes tenían de sobra, ahora se alquilan por un pedazo de pan; pero los que tenían hambre, ahora ya no la tienen. La mujer que no podía tener hijos, ha dado a luz siete veces; pero la que tenía muchos hijos, ahora está completamente marchita. El Señor quita la vida y la da; nos hace bajar al sepulcro y de él nos hace subir. El Señor nos hace pobres o ricos; nos hace caer y nos levanta. Dios levanta del suelo al pobre y saca del basurero al mendigo, para sentarlo entre grandes hombres y hacerle ocupar un lugar de honor; porque el Señor es el dueño de las bases de la tierra, y sobre ellas colocó el mundo.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 2,41-52

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Y así, cuando Jesús cumplió doce años, fueron allá todos ellos, como era costumbre en esa fiesta. Pero pasados aquellos días, cuando volvían a casa, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta. Pensando que Jesús iba entre la gente, hicieron un día de camino; pero luego, al buscarlo entre los parientes y conocidos, no lo encontraron. Así que regresaron a Jerusalén para buscarlo allí.
Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Cuando sus padres lo vieron, se sorprendieron; y su madre le dijo:
Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.
Jesús les contestó:
--¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?
Pero ellos no entendieron lo que les decía.
Entonces volvió con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndolos en todo. Su madre guardaba todo esto en su corazón. Y Jesús seguía creciendo en sabiduría y estatura, y gozaba del favor de Dios y de los hombres.
REFLEXIÓN
El evangelio de hoy es una verdadera joya literaria con un sentido profundo: Se reivindica la completa libertad de acción de vida de Jesús y se muestra a María como la mujer toda ella corazón. Aunque en su mente no entiende muchas cosas, ella ama, espera y cree. Se muestra, de hecho, abierta al acontecer de Dios en su vida y se deja sorprender por la vida de su hijo. Esto habla de su fina sensibilidad y de su capacidad de ubicación con respecto al proyecto de Jesús: Ser la primera discípula. La invitación de este pasaje evangélico es sencilla, pero exigente: Recuperar la capacidad de sorpresa, de admiración ante la voluntad divina. Esto, lejos de ser una irrupción de Dios, es un aceptar inteligente que exige un reconocer la limitación ante el misterio y una respuesta sincera a la propuesta de sus muchos caminos. De la pregunta humana, hecha por entender los designios divinos, viene la respuesta elocuente de Dios que habla y se revela en las situaciones y contradicciones de la vida.
ORACIÓN
Señor, mujeres como María, no muestran que es ser verdadero discípulo(a), una mujer que ama, espera y cree, un mujer que todo lo guarda en su corazón, una mujer de fe, que se deja sorprender por ti aún con los acontecimientos que no entiende, una mujer que vive en tu voluntad. Señor ayúdanos a ejemplo de María, a esforzarnos y seguir tu proyecto, a ser hombres y mujeres de fe, aún en medio de las dificultades de cada día, aun ante la muchas circunstancias que no entendemos. Amén.

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