viernes, 1 de julio de 2011

"LA SIEMBRA"


"Un sembrador salió a sembrar. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa semilla brotó pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. Otra parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron. Pero otra parte de la semilla cayó en buena tierra, y dio buena cosecha; algunas espigas dieron cien granos por semilla, otras sesenta granos, y otras treinta. Mateo 13, 1-23.


En nuestros campos, cuando un sembrador sale con su semilla, entra a un campo cercado y comienza de inmediato, con debido orden y precisión, a esparcir la semilla de su canasta a lo largo de cada surco; pero en Oriente, la manera de cultivar es bien diferente, el campo de cultivo, que está muy cercano a la aldea, es una vasta planicie desprovista de cercas. Es cierto que el terreno está dividido en diferentes propiedades, pero no hay vallados, no hay divisiones, en raras ocasiones, un simple muro de piedras que se utiliza para dividir un campo de otro. A lo largo de estas tierras comunales y completamente abiertas, hay caminos. Son caminos muy frecuentados, que quedan tolerablemente transitables. Por aquí y por allá hay atajos, sobre los cuales pueden andar los viajeros que deseen evitar el camino público buscando de pronto, un poco más de seguridad, o buscando atajos.

Cuando el sembrador sale en la mañana para sembrar la semilla, encuentra, tal vez, un pequeño espacio de terreno escarbado con un primitivo arado oriental; comienza a esparcir su semilla allí más abundantemente por supuesto, pero resulta que un sendero atraviesa el propio centro de ese campo, y a menos que esté renuente a dejar una importante área sin sembrar, tiene que arrojar un puñado de semillas sobre el camino; y por allá, hay una roca que aflora justo en el centro de la tierra arada, y la semilla cae sobre ella; y allá también, protegido por la negligente labranza del oriente, hay un rincón lleno de raíces de ortigas y cardos, y el sembrador siembra su semilla allí también; el trigo y las ortigas nacen juntamente, y según sabemos por la parábola, los espinos son más fuertes y ahogan a la semilla, de tal manera que no produce fruto a la perfección. Jesús describe por eso así la siembra.

En el campo, al poner el sembrador la semilla, no sabe qué va a pasar con ella. Se fía de la lluvia y de la nieve que le va a hacer fecundar. Pero aún en verano o en invierno, sabemos que el campo sigue dando sus frutos. En una época más o en una época menos, todo depende del terreno, del cuidado, del riego, del abono.
Hoy el Señor nos pregunta…. ¿Pero qué tipo de tierra somos? ¿Cuál simboliza nuestro corazón? ¿Esta duro, seco, pedregoso, ahogado, o bueno? ¿Es tierra difícil e infértil? ¿Estamos en tiempo de verano o invierno? ¿Nos dejamos regar con el río de su Espíritu, abonar con su palabra, con la oración, nos dejamos guiar por su dirección, dejamos que tome nuestros cansancios y cargas de cada día? Solo nosotros podemos decidir. La respuesta es individual y es nuestra, es para aquí y ahora.


Y por supuesto, si lo hacemos, Dios espera de nosotros que tengamos frutos buenos y abundantes, Tal vez será una acción lenta, pero segura, el germinar de las semillas sembradas. Habrá frutos que se verán a su tiempo y habrá que saber esperarlos. Dios quiere seguir cultivando nuestra semilla, nuestra vida interior, para que crezca y se fortalezca. El nos quiere un día como el más grande de los arbustos, dando frutos ciento por ciento. Pero también quiere que llevemos de su semilla a otros campos, su Palabra aún a tierras difíciles, como lo ha hecho Él en nosotros. Dios nos quiere con la mano en el arado, arrojando con confianza todos los días, la semilla buena, viva, fuerte, transformante de su Palabra. Regando su semilla con oración, amor y esperanza.


FRASE PARA RECORDAR ESTA SEMANA

"DÉJATE HACER TIERRA FÉRTIL, DÉJATE HACER POR DIOS".

AÑO DE RESTITUCIÓN, RESTAURACION Y RECOMPENSA

¿TIENES ESTRÉS O DEPRESIÓN?


Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados y Yo los aliviaré. Mateo 11, 25-30.

Casi el 25% de la gente de las grandes ciudades padece un fuerte estrés, y otras personas llegan incluso a sufrir hondas depresiones emocionales Vivimos en un ritmo tan intenso y acelerado, que a veces no se reserva tiempo ni para las necesidades más elementales: comer, descansar, dormir o convivir y disfrutar un tiempo con la propia familia. Nuestras prioridades en la vida van pasando a un segundo plano. Y algo realmente lamentable es que muchas veces también Dios pasa a un segundo, tercer o décimo lugar en nuestra vida... Por lo que así no es de extrañar que andemos como andamos: sin sentido, sin rumbo fijo, sin paz, ni serenidad interior.


En muchas ocasiones la persona que sufre estrés o ansiedad, acude a su médico, el cual suele indicarle alguna medicación, un antidepresivo o ansiolítico…. ¿Pero será la verdadera medicina que necesita? Se acude, al psicólogo o al psiquiatra, buscando ayuda, psicoterapia que puede ser necesaria, sin embargo en ocasiones se hace buscando, el genio de la lámpara maravillosa, o a alguien como el mago Merlín, o el dueño de la piedra filosofal que tiene la palabra mágica y la solución de todos los problemas.


Hoy Jesús quiere salir una vez más a nuestro encuentro y al paso de nuestras necesidades más íntimas y personales : “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados –nos decía esta semana el Señor – y yo os aliviaré. Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas”. Qué palabras tan confortantes y consoladoras. La verdadera paz del corazón. Eso es justamente lo que necesitamos, pues todos nos sentimos a veces cansados, agobiados, deprimidos en algún momento del camino. Sólo en Cristo podemos hallar la paz interior, “la paz en el corazón”.


Pero, ¿será posible pensar que es el medicamento que realmente necesitamos? Cuántas veces la causa de nuestras angustias, problemas, temores y desalientos somos nosotros mismos. La falta de humildad, que es autosuficiencia, orgullo, deseo de poder y del aprecio de los demás; o, simplemente, el no querer aceptar nuestra debilidad, nuestra fragilidad y nuestros propios límites. Cristo hoy nos invita a aceptar nuestra flaqueza, nuestras enfermedades, debilidades, a reconocer nuestros propios límites, cansancios, agobios y desconsuelos. Y a reconocernos necesitados, Él nos acogerá así como somos: inermes y frágiles, pero desnudos ya de falsas caretas y de disfraces, Él puede ser el verdadero Médico de nuestras almas.


Pablo nos lo recuerda, pues lo experimentó el mismo en primera persona: “Pero el Señor me ha dicho: "Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad. Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Y me alegro también de las debilidades, los insultos, las necesidades, en los aprietos, las persecuciones y las dificultades que sufro por Cristo, porque cuando más débil me siento es cuando más fuerte soy”. 2da Corintios 12,9-10. Nuestra fortaleza es Cristo, reconozcamos nuestra necesidad y dejémonos consolar por Él. Sólo cuando nos decidimos ceder, agachamos la cabeza y doblegamos nuestra alma ante el Señor es cuando comenzamos a encontrar la solución a todos nuestros problemas.


REFLEXIONEMOS ESTA SEMANA CON MIGUEL DE UNAMUNO, (filósofo y literato español) que reconoció su debilidad y escribía:


“AGRANDA LA PUERTA, PADRE; PORQUE NO PUEDO PASAR,
LA HICISTE PARA NIÑOS Y YO HE CRECIDO A MI PESAR
SI NO ME LA AGRANDAS, ACHÍCAME A MI, POR PIEDAD
VUÉLMEME A LA EDAD BENDITA, EN LA QUE VIVIR ES SOÑAR.
GRACIAS, PADRE QUE YA SIENTO, QUE SE VA MI PUBERTAD,
VUELVO A LOS AÑOS ROSADOS, EN LOS QUE ERA NIÑO Y NADA MÁS
.

Sí, en la humildad y en la sencillez de la fe encontramos nuestra verdadera paz.
Dios les bendiga.


UNA FLOR EN EL DESIERTO




Yo soy la rosa de Saron. Y el lirio de los valles. Cantares 2,1



En el norte de Chile se encuentra ubicado el desierto de Atacama, árido, seco y muy extenso con miles de kilómetros que van de la Cordillera de los Andes hasta el Océano Pacífico. En esta zona geográfica una vez al año con la caída de algunas lluvias del llamado invierno boliviano, florece el desierto y desde las secas arenas nacen hermosas flores que colorean el paisaje de pampas y cerros. Como en un paraje así, un viajero solitario encontró en medio de este árido paisaje, una bella y hermosa flor, de un colorido nunca visto, con pétalos de diversas tonalidades. Muy feliz, el caminante, recogió aquella flor, como su gran tesoro, pensando dentro de sí que ella se vería más bella en su hogar.



Jesús, el Señor, único Salvador, puede representar hoy la Rosa de Sarón para nuestra vida. La Rosa de Sarón, flor exclusiva de Tierra Santa, en medio de lugares, áridos y desérticos, imprime luz y esperanza a quien la encuentra. En medio de un mundo seco y vacío, sin belleza espiritual es Jesucristo como una flor en medio del desierto, quien le puede dar un nuevo color a nuestra existencia. Es fuente de paz y quietud para nuestra alma, fuente del amor verdadero, de amor incondicional.



Aún viviendo en un mundo hostil y donde abundan las noticias negativas, Jesús es Buena Nueva, nuevo aroma que inunda todo y todo lo cambia paso a paso. Como el caminante, llévate esta flor a tu casa y déjale que se pose siempre en tu corazón. No dejes que se marchite, riégala con su Bendita Palabra día a día y grábatela en el corazón. Y déjate deslumbrar cada mañana por quien verdaderamente vale la pena, Jesús, única fuente de salvación y vida eterna.



Dios te bendiga.






Viernes 1 de Julio de 2011

“EL PLENO CONOCIMIENTO SE OBTIENE POR EL AMOR

Al celebrar hoy la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, recordamos las palabras de San Juan Eudes, con las cuales asocia este Corazón al de la Virgen María: “Corazón de Jesús y María, hoguera de amor”. Y es que celebrar este misterio del Corazón de Jesús es celebrar la revelación plena del amor del Padre por todas sus criaturas.

PRIMERA LECTURA

DEUTERONOMIO 7,6-11



“EL SEÑOR SE ENAMORÓ DE USTEDES Y LES ELIGIÓ”


Porque ustedes son un pueblo apartado especialmente para el Señor su Dios; el Señor los ha elegido de entre todos los pueblos de la tierra, para que ustedes le sean un pueblo especial.
"Si el Señor los ha preferido y elegido a ustedes, no es porque ustedes sean la más grande de las naciones, ya que en realidad son la más pequeña de todas ellas. El Señor los sacó de Egipto, donde ustedes eran esclavos, y con gran poder los libró del dominio del faraón, porque los ama y quiso cumplir la promesa que había hecho a los antepasados de ustedes. Reconozcan, pues, que el Señor su Dios es el Dios verdadero, que cumple fielmente su alianza generación tras generación, para con los que le aman y cumplen sus mandamientos; pero que destruye a aquellos que le odian, dándoles su merecido. ¡Sin tardanza da su merecido a los que le odian! Cumplan, pues, los mandamientos, leyes y decretos que en este día les ordeno que pongan en práctica.




REFLEXIÓN
El pueblo de Israel se siente elegido por el Dios verdadero, ellos han hecho alianza con este Dios, la que durará por muchas generaciones si le aman fielmente y guardan sus enseñanzas.
Esta lectura nos invita , como al pueblo de Israel, a volver sobre nuestra propia historia y recordar que hemos sido elegidos por Dios para ser suyos, no por nuestros méritos sino por su infinito amor: estábamos perdidos y Él salió a nuestro encuentro, vivíamos esclavos de nuestros caprichos y pasiones y Él nos liberó, gratábamos angustiados esperando ayuda y Él nos escuchó y nos rescató; todo esto, para santificarnos y constituirnos testigos de su amor en medio de un mundo herido por las divisiones y los odios, la violencia, la mentira y el culto a lo pasajero.



SALMO RESPONSORIAL: 102
R. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos

SEGUNDA LECTURA

PRIMERA DE JUAN 4,7-16


“DIOS NOS AMÓ


Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.
Queridos hermanos, si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. La prueba de que nosotros vivimos en Dios y de que él vive en nosotros, es que nos ha dado su Espíritu. Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo. Cualquiera que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él.
Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él.



REFLEXIÓN
Así como Dios nos ha amado, debemos amarnos unos a otros. No se trata de un amor puramente humano, condicionado por nuestras emociones y estados de ánimo, sino del amor que viene de Dios y que se manifestó plenamente en Jesucristo: un amor desinteresado, libre, palpable, histórico, que no excluye a nadie y permanece para siempre. Ése debe ser el distintivo de todo aquel que se considera discípulo de Jesucristo, pues quien “conoce” al Padre se comporta como hijo suyo.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 1-25-30

“SOY MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN”



En aquel tiempo, Jesús dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido."
"Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce realmente al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce realmente al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer. Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros."



REFLEXIÓN
Para “conocer” al Padre se necesita un “corazón sencillo” un corazón capaz de ver en la persona de Jesús el rostro del Padre Celestial, que viene a aliviarnos del cansancio y las preocupaciones de la vida diaria, sobre todo, de las esclavitudes o cargas, incluso religiosas, que nosotros mismos nos imponemos o pretendemos imponer a los demás. Siempre ha habido en la historia algunos que se creen muy “sabios y entendidos”, autosuficientes, “seguros de si mismos”, que miran con desprecio a quienes no son como ellos y les gusta ostentar el título de “maestros”, pero no son más que guías ciegos que se niegan a entrar en la luz que ilumina el camino que conduce al Padre, y que es el mismo Cristo.

Hoy como en los tiempos de Jesús, los cansados y agobiados, los oprimidos por las prescripciones legales y por los poderosos de este mundo, son los invitados a seguir las huellas del Maestro, a cumplir sus enseñanzas, a ser como Él, “mansos y humildes de corazón”. Sólo quien se adhiere a Jesús y su proyecto de salvación, puede encontrar el descanso, el alivio necesario para seguir caminando con sentido en la vida y para superar cualquier obstáculo a la paz, el amor, la alegría y la fraternidad.

PARA REFLEXIONAR
1. ¿A cuántas alternativas, a cuántas filosofías, a cuántos hombres y mujeres les he abierto las puertas a mi corazón?
2. ¿A cuántas opciones me he vendido por bajo precio?
3. ¿Por qué no buscar la opción de Jesús?
4. ¿Por qué no abrir la puerta con generosidad a Jesucristo y decirle: “Quiero que tú entres, quiero que tú me des ese descanso que está anunciado, quiero que tú me traigas esa salud que ha sido prometida, quiero que tú me des esa fortaleza de la que me habla tu Palabra”

ORACIÓN
Señor del cielo y de la tierra, te doy gracias porque me has llamado por mi nombre para ofrecerme y entregarme tu bendito amor, reconozco mis limitaciones y debilidades, por eso te pido que abras tus brazos hoy para recibirme, quiero renovar mi encuentro personal contigo y suplicarte que me des un corazón manso y humilde como el tuyo. Amén

Sábado, 2 de julio de 2011

“¿POR QUÉ ME ANDAN BUSCANDO?



PRIMERA LECTURA
ISAIAS 61,9-11



“DESBORDO DE GOZO CON EL SEÑOR”



Sus descendientes serán famosos entre las naciones; todos los que los vean reconocerán que son un pueblo que el Señor ha bendecido.
¡Cómo me alegro en el Señor! Me lleno de gozo en mi Dios, porque me ha brindado su salvación, ¡me ha cubierto de victoria! Soy como un novio que se pone su corona o una novia que se adorna con sus joyas.
Porque así como nacen las plantas de la tierra y brotan los retoños en un jardín, así hará el Señor que brote su victoria y que todas las naciones entonen cantos de alabanza.
REFLEXIÓN
Isaías invita al pueblo, precisamente, a la alegría. Hace algún tiempo han regresado del exilio y la reconstrucción de la patria devastada no ha sido fácil. Entonces, el profeta hace un anuncio gozoso en el cual afirma que realmente la reconstrucción será realidad; en la ciudad recuperada se realizarán los anhelos de una vida feliz para todos. Entonces, Jerusalén estalla en un cántico de alabanza, reconociendo que será una ciudad modelo en justicia (se acabará en el dolor de los que sufren, la necesidad de los hambrientos, el desamparo de los desvalidos, el desprecio de los pequeños como lo expresa el salmo de hoy y que nos recuerda el cántico de María) y en el culto verdadero de Dios, tanto que lo verán todos los pueblos. Pero esto no sucederá sino hasta que Dios mismo, en la persona de su Hijo, a través de la Virgen María, entre en la historia de su pueblo y realice su obra de salvación.



SALMO RESPONSORIAL:1 1 SAMUEL 2,1.4-8
R./ Mi corazón se regocija por el Señor, mi Salvador

Y Ana oró de esta manera: "Señor, yo me alegro en ti de corazón porque tú me das nuevas fuerzas. Puedo hablar contra mis enemigos porque tú me has ayudado. ¡Estoy alegre!
Él destruye los arcos de los poderosos, y reviste de poder a los débiles; los que antes tenían de sobra, ahora se alquilan por un pedazo de pan; pero los que tenían hambre, ahora ya no la tienen. La mujer que no podía tener hijos, ha dado a luz siete veces; pero la que tenía muchos hijos, ahora está completamente marchita. El Señor quita la vida y la da; nos hace bajar al sepulcro y de él nos hace subir. El Señor nos hace pobres o ricos; nos hace caer y nos levanta. Dios levanta del suelo al pobre y saca del basurero al mendigo, para sentarlo entre grandes hombres y hacerle ocupar un lugar de honor; porque el Señor es el dueño de las bases de la tierra, y sobre ellas colocó el mundo.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 2,41-52

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Y así, cuando Jesús cumplió doce años, fueron allá todos ellos, como era costumbre en esa fiesta. Pero pasados aquellos días, cuando volvían a casa, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta. Pensando que Jesús iba entre la gente, hicieron un día de camino; pero luego, al buscarlo entre los parientes y conocidos, no lo encontraron. Así que regresaron a Jerusalén para buscarlo allí.
Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Cuando sus padres lo vieron, se sorprendieron; y su madre le dijo:
Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.
Jesús les contestó:
--¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?
Pero ellos no entendieron lo que les decía.
Entonces volvió con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndolos en todo. Su madre guardaba todo esto en su corazón. Y Jesús seguía creciendo en sabiduría y estatura, y gozaba del favor de Dios y de los hombres.
REFLEXIÓN
El evangelio de hoy es una verdadera joya literaria con un sentido profundo: Se reivindica la completa libertad de acción de vida de Jesús y se muestra a María como la mujer toda ella corazón. Aunque en su mente no entiende muchas cosas, ella ama, espera y cree. Se muestra, de hecho, abierta al acontecer de Dios en su vida y se deja sorprender por la vida de su hijo. Esto habla de su fina sensibilidad y de su capacidad de ubicación con respecto al proyecto de Jesús: Ser la primera discípula. La invitación de este pasaje evangélico es sencilla, pero exigente: Recuperar la capacidad de sorpresa, de admiración ante la voluntad divina. Esto, lejos de ser una irrupción de Dios, es un aceptar inteligente que exige un reconocer la limitación ante el misterio y una respuesta sincera a la propuesta de sus muchos caminos. De la pregunta humana, hecha por entender los designios divinos, viene la respuesta elocuente de Dios que habla y se revela en las situaciones y contradicciones de la vida.
ORACIÓN
Señor, mujeres como María, no muestran que es ser verdadero discípulo(a), una mujer que ama, espera y cree, un mujer que todo lo guarda en su corazón, una mujer de fe, que se deja sorprender por ti aún con los acontecimientos que no entiende, una mujer que vive en tu voluntad. Señor ayúdanos a ejemplo de María, a esforzarnos y seguir tu proyecto, a ser hombres y mujeres de fe, aún en medio de las dificultades de cada día, aun ante la muchas circunstancias que no entendemos. Amén.

Domingo 03 de Julio de 2011

“EL PUEBLO DE DIOS RECONOCE LA OBRA DIVINA EN SU HISTORIA”

Las lecturas de hoy enfatizan en la humildad, en la gente sencilla y humilde. Virtudes no muy populares hoy en nuestro tiempo, por lo que este domingo esta reflexión nos viene muy bien a todos, nos ayuda a descubrir una faceta de la vida cristiana que nos hace mucho bien y que en cierto modo es la puerta para muchos otros bienes, los bienes verdaderos.

PRIMERA LECTURAZACARÍAS 9,9-10

“MIRA A TU REY VIENE A TI MODESTO

Alégrate mucho, ciudad de Sión!
¡Canta de alegría, ciudad de Jerusalén!
Tu rey viene a ti, justo y victorioso,
pero humilde, montado en un burro,
en un burrito, cría de una burra.
Él destruirá los carros de Efraín,
los caballos de Jerusalén
y los arcos de guerra.
Anunciará paz a las naciones
y gobernará de mar a mar,
del Éufrates al último rincón del mundo.

REFLEXIÓN
La profecía de Zacarías era ‘una piedra en el zapato’ para los fanáticos que en la época de Jesús buscaban un mesías triunfante y nacionalista. Zacarías nos ofrece una reflexión que sintoniza mucho con las grandes aspiraciones de las comunidades que, después del exilio babilónico, intentaron reconstruir la identidad nacional a partir de elementos universales, pluralistas y comunitarios. La esperanza del pueblo de Dios no podía estar en un guerrero triunfador como David ni en un diplomático equilibrista como Salomón. El pueblo quería algo diferente y definitivo. Atrás quedaron los modelos militaristas, administrativos y centralistas de todos los reyes de Israel y Juda. El pueblo quería una persona que fuera capaz de encaminar la nación por los rumbos desconocidos de la justicia, la paz y la solidaridad. El profeta Zacarías asume esta propuesta y la relanza a todo el pueblo de Dios como una gran utopía.

Para Zacarías, el nuevo gobernante debía distinguirse por la humildad, la justicia y pacífico. La humildad entendida como la capacidad para andar en la verdad y no como sumisión y conformismo. La justicia como pilar de una organización social en la que se le da a cada persona de acuerdo con sus necesidades y no según sus ambiciones. El pacifismo como la actitud básica para solucionar los inevitables conflictos que se presentan en toda organización humana. Tres cualidades que configuran una nueva forma de ejercer el poder. Sin embargo, Israel se estrello con la ambición de algunos grupos minoritarios y poderosos que impusieron una teocracia centralista, prepotente y uniformadora. Fueron suprimidas de manera sistemática, todas las disidencia posibles y se le negó así al pueblo de Dios la posibilidad de intentar una utopía universalista, solidaria y transformadora. Se centró todo el poder en unas pocas familias que controlaban el Templo, el gobierno y la tierra. Así, ‘los pobres de Yahvé no tuvieron la posibilidad de darle vida a su proyecto por falta de posibilidades económicas, de apertura política y de libertad religiosa.

SALMO RESPONSORIAL: 144
R. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey


SEGUNDA LECTURAROMANOS 8,9.11-13

“SI CON EL ESPIRITU DAN MUERTE A LAS OBRAS DEL MUNDO VIVIRÁN”

Pero ustedes ya no viven según esas inclinaciones, sino según el Espíritu, puesto que el Espíritu de Dios vive en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús vive en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo dará nueva vida a sus cuerpos mortales por medio del Espíritu de Dios que vive en ustedes.
Así pues, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir según las inclinaciones de la naturaleza débil. Porque si viven ustedes conforme a tales inclinaciones, morirán; pero si por medio del Espíritu hacen ustedes morir esas inclinaciones, vivirán.

REFLEXIÓNQuien ingresa en la escuela de Jesús se deja llenar de su Espíritu, que habita en todo discípulo, una vez entonces lo posee, lo transforma y le permite vivir una experiencia de alegría, de amor y de felicidad.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 11,25-30

“SOY MANSO Y HUMILDE DE CORAZÒN

En aquel tiempo, Jesús dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido."
"Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce realmente al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce realmente al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer. Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros."


REFLEXIÓNEl evangelio de Mateo nos presenta a Jesús con las características mesiánicas de la profecía de Zacarías: una persona pacífica y humilde, dispuesta a hacer realidad la utopía de Dios. Por esta razón, Jesús no se identifica con los ideales acerca del Mesías, vigentes en su época. No hay el más mínimo asomo del militar aguerrido e irresistible que con un formidable despliegue eliminaría las pretensiones del imperio romano, ni con el sacerdote que con sus extraordinarias dotes santificadoras transformaría el santuario de Jerusalén, ni con el gobernante extraordinario que congregaría al pueblo de Israel disperso por el mundo. Jesús no comparte ninguno de estos proyectos que todos los demás en su época esperaban.

Los ideales de Jesús estaban más cerca de otros valores, como el pacifismo y la humildad. El pacifismo nos obliga a asumir actitudes de transformación social, pero, no se rinde a la imparable lógica de la violencia. La humildad, nos exige reconocer en cada momento los propios límites de la existencia. Humildad y pacifismo hacen de un proyecto tan grandioso e imponente como el reino de Dios, algo al alcance de todos, especialmente de los pobres y excluidos.

Jesús insiste en la necesidad de asumir el ‘suave yugo’ de la vida comunitaria y la ‘ligera carga’ de las opciones del evangelio. Pero, entendiendo que esto "no es para todo el mundo". Sólo aquel que ha madurado en la fe, que ha crecido en su experiencia con Dios y en comunidad, es capaz de asumir este proyecto. Porque quien no ha crecido en la comunidad, sino que ve todo desde ‘afuera’, desde los valores e ideales del mundo, para él, los valores del Reino son una carga difícil de llevar, y el ideal de la cruz es una ideología insufrible e imposible.

Jesús quiere una comunidad donde los lazos de solidaridad, afecto y respeto sean la base para la realización del reino. Una comunidad donde los sencillos, los pequeños, hallen un lugar de importancia y sean los gestores de una nueva manera e vivir. Por eso sólo aquel que se ha abierto a la acción del Espíritu de Dios, es capaz de vivir la vida a plenitud.

Jesus nos llama hoy para que vengamos a Él, no suprime el yugo o la carga, pero si nos la aligera. Nos propone además una carga suave pero exigente: EL AMOR. "Ama y haz lo que quieras" dice San Agustín. Estamos pues, invitados a ingresar a la "Escuela de Jesús, escuela de vida, escuela de amor y perdón, escuela de humildad y sencillez, al estilo de Jesús, que es manso y humilde de corazón. Déjate llenar por su Espíritu, dejate poseer y transformar, deja que aligere tu "carga", permite vivir con Él una experiencia de alegría, de amor y felicidad. ... con la seguridad de que no te arrepentirás.


PARA REFLEXIONAR

1. ¿Reconocemos hoy cuáles son nuestras cargas, nuestras debilidades y flaquezas, reconocemos nuestros propios límites, nuestros desconsuelos y miserias? ¿Reconocemos que también nos equivocamos?
2. ¿Nos reconocemos necesitados… necesitados de Dios?
3. ¿Estamos dispuestos a que Jesús nos ayude con nuestro yugo y que aligere nuestras cargas?


ORACIÓNSeñor Jesús, Tú eres el Maestro maravilloso que nos invitas a ingresar a tu Escuela de santidad y de amor. Queremos aprender en Ti a vivir conforme al evangelio, a luchar y trabajar por construir un mundo mejor y a ser imágenes vivas de tu amor. Amén.

Lunes 4 de julio de 2011

“DIOS ACTÚA A TRAVÉS DE LA FE”


PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 28, 10-22


EL SEÑOR SERÁ MI DIOS”



Jacob salió de Beerseba y tomó el camino de Harán. Llegó a cierto lugar y allí se quedó a pasar la noche, porque el sol ya se había puesto. Tomó como almohada una de las piedras que había en el lugar, y se acostó a dormir. Allí tuvo un sueño, en el que veía una escalera que estaba apoyada en la tierra y llegaba hasta el cielo, y por la cual los ángeles de Dios subían y bajaban. También veía que el Señor estaba de pie junto a él, y que le decía: "Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tus descendientes les daré la tierra en donde estás acostado. Ellos llegarán a ser tantos como el polvo de la tierra, y se extenderán al norte y al sur, al este y al oeste, y todas las familias del mundo serán bendecidas por medio de ti y de tus descendientes. Yo estoy contigo; voy a cuidarte por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra. No voy a abandonarte sin cumplir lo que te he prometido."
Cuando Jacob despertó de su sueño, pensó: "En verdad el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía." Tuvo mucho miedo, y pensó: "Este lugar es muy sagrado. Aquí está la casa de Dios; ¡es la puerta del cielo!"
Al día siguiente Jacob se levantó muy temprano, tomó la piedra que había usado como almohada, la puso de pie como un pilar, y la consagró derramando aceite sobre ella. En ese lugar había antes una ciudad que se llamaba Luz, pero Jacob le cambió el nombre y le puso Betel.
Allí Jacob hizo esta promesa: "Si Dios me acompaña y me cuida en este viaje que estoy haciendo, si me da qué comer y con qué vestirme, y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios. Esta piedra que he puesto como pilar, será casa de Dios; y siempre te daré, oh Dios, la décima parte de todo lo que tú me des."
REFLEXIÓN
Cuando Jacob descubre que Dios estaba, que siempre estuvo, se llenó de sorpresa Parte de lo que descubrió Jacob es que el cielo no estaba tan lejos. Sorpresa, la que nos lleva a comprender que no lo comprendemos todo. Algo así parece necesitar nuestro mundo cuando quiere ufanarse demasiado de sus razones y su ciencia. También esto es útil a nosotros. La eternidad está cerca; lo decisivo, lo definitivo, lo último no es sólo "último" sino que está ahí, en el talante de las decisiones que tomamos.
La comparación repetida sirve: vivir es como hacer una escultura; cada martillazo importa; cada día importa, y todos dejan su huella. El cielo no está lejos, porque la versión definitiva de lo que seremos la hacemos con lo que vamos siendo.

SALMO RESPONSORIAL: 90
R: Dios mío, confío en ti.



LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 9, 18-26


“TEN CONFIANZA, TU FE TE HA SALVADO”



Mientras Jesús les estaba hablando, un jefe de los judíos llegó, se arrodilló ante él y le dijo --Mi hija acaba de morir; pero si tú vienes y pones tu mano sobre ella, volverá a la vida.
Jesús se levantó, y acompañado de sus discípulos se fue con él. Entonces una mujer que desde hacía doce años estaba enferma, con derrames de sangre, se acercó a Jesús por detrás y le tocó el borde de la capa. Porque pensaba: "Tan solo con que llegue a tocar su capa, quedaré sana." Pero Jesús se dio la vuelta, vio a la mujer y le dijo:
--Ánimo, hija, por tu fe has sido sanada.
Y desde aquel mismo momento quedó sana.
Cuando Jesús llegó a casa del jefe de los judíos, y vio que los músicos estaban preparados ya para el entierro y que la gente lloraba a gritos, les dijo:
--Sálganse de aquí, pues la muchacha no está muerta, sino dormida.
La gente se rió de Jesús, pero él los hizo salir; luego entró y tomó de la mano a la muchacha, y ella se levantó. Y por toda aquella región corrió la noticia de lo que había pasado.

REFLEXIÓN:
El texto de evangelio de Mateo narra la sanación de dos mujeres por parte del Señor. Doble milagro. En un relato, es la mujer enferma con flujo de sangre quien toma la iniciativa para solicitar la ayuda de Jesús; en el otro, la mujer es menor de edad, y es el padre quien se acerca a él para interceder por ella. En ambos casos es decisiva la fe y el contacto con Jesús. Las dos narraciones están unidas por la conveniencia de reintegrar a estas dos mujeres a la vida con dignidad en toda su plenitud. La fe en Jesús permite acceder a la realidad de la salvación por encima de todo tipo de normas y consignas preestablecidas que pregonan que lo más importantes son las reglas y las instituciones y no las personas. Estos signos del reino de Jesús (la sanación de la hemorragia y el devolverle la vida a la hija del funcionario) son el fruto del encuentro entre su amor y la fe del otro. Nuestra tarea como auténticos seguidores de Jesús es la de luchar, desde el amor, por la dignidad y liberación de todos los seres humanos, sin ningún tipo de discriminación.



FRASE PARA REFLEXIONAR EL DIA DE HOY :


LA FE ANTES QUE CREER EN DIOS ES CREERLE A DIOS



Recuerda que en medio de las dificultades Dios se nos presenta como la solución y no duda en manifestarnos su amor.



ORACIÓN
Señor ayúdanos a caminar hoy por la senda de una fe viva y verdadera, de entender que no se trata de saberlo todo, racionarlo todo, sino de creer, de esperar, de amar. Que aún ante las circunstancias difíciles, de nuestras crisis y dificultades, de nuestras enfermedades, nos mantengamos firmes en la fe, que te creamos y creamos que tu puedes iluminar todos los acontecimientos de nuestra vida por difíciles e imposibles que parezcan. Amén

Martes 5 de julio de 2011

“LOS COMBATES DE LOS SEGUIDORES(RAS) DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 32,22-32

“HE VISTO A DIOS CARA A CARA Y HE QUEDADO VIVO”

Aquella misma noche Jacob se levantó, tomó a sus dos esposas, sus dos esclavas y sus once hijos, y los hizo cruzar el vado del río Jaboc, junto con todo lo que tenía. Cuando Jacob se quedó solo, un hombre luchó con él hasta que amaneció; pero como el hombre vio que no podía vencer a Jacob, lo golpeó en la coyuntura de la cadera, y esa parte se le zafó a Jacob mientras luchaba con él. Entonces el hombre le dijo:

--Suéltame, porque ya está amaneciendo.
--Si no me bendices, no te soltaré --contestó Jacob.
--¿Cómo te llamas? --preguntó aquel hombre.
--Me llamo Jacob --respondió él.
Entonces el hombre le dijo:
--Ya no te llamarás Jacob. Tu nombre será Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
--Ahora dime cómo te llamas tú --preguntó Jacob.
Pero el hombre contestó:
--¿Para qué me preguntas mi nombre?

Luego el hombre lo bendijo allí mismo. Y Jacob llamó a aquel lugar Penuel, porque dijo: "He visto a Dios cara a cara, y sin embargo todavía estoy vivo."

Ya Jacob estaba pasando de Penuel cuando el sol salió; pero debido a su cadera, iba cojeando. Por eso hasta el día de hoy los descendientes de Israel no comen el tendón que está en la coyuntura de la cadera, porque Jacob fue golpeado en esa parte.

REFLEXIÓN
Es un poco extraño el texto de la primera lectura de hoy, pero no es menos extraño que la compleja relación que nuestra voluntad suele tener con la voluntad de Dios.
Dios, nuestro Dios, nos hace fuertes para que le venzamos: esta es la gran paradoja. Le gusta ser vencido por aquello que, si él no nos lo diera, no tendría poder alguno sobre él. Y esto que nos da es la oración que brota de la fe, y la compasión que brota de sabernos amados sobre toda medida.
Tales son, pues, nuestras "armas" para ganarle a Dios: orar, creer, compadecer. No podemos tener misericordia sin asemejarnos a Jesús Compasivo. Y no podemos ser semejantes a él sin tener una participación en su poder.

SALMO RESPONSORIAL: 16
R: Con mi apelación, Señor, vengo a tu presencia.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 9,32-38

“LA COSECHA ES ABUNDANTE, PERO LOS TRABAJADORES SON POCOS”

Mientras los ciegos salían, algunas personas trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. En cuanto Jesús expulsó al demonio, el mudo comenzó a hablar. La gente, admirada, decía:
--¡Nunca se ha visto en Israel una cosa igual!
Pero los fariseos decían:
--Es el propio jefe de los demonios quien le ha dado a este el poder de expulsarlos.
La cosecha es mucha
Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos:
--Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla.


REFLEXIÓN:
El evangelio de hoy habla de la liberación de un hombre poseído por un demonio que lo mantenía mudo, acción que Jesús realiza como signo de la presencia del reino en medio de las injusticias. Sin lugar a dudas, este hombre simboliza la realidad del pueblo maltratado por el poder opresor. Es notable percibir cómo la misión de Jesús encontró sus principales detractores entre los dirigentes del pueblo. Jesús tuvo que enfrentar la implacable oposición de todos los grupos religiosos de su tiempo, debido, sobre todo, a sus denuncias de las injusticias contra los más pobres, encubiertas con falsedades. No es de extrañar que, entre algunos que se consideran “verdaderos religiosos” y “auténticos cristianos”, encontremos hoy ciertas oposiciones a propuestas alternativas de evangelización liberadora, cuando en realidad es obra de Dios. Indudablemente que proclamar y practicar la igualdad de derechos humanos inalienables y la justicia sigue sonando como satánico a mucha gente eminentemente religiosa. Necesitamos comprometernos radicalmente a ser apasionados del Reino de Dios.

ORACIÓN
Señor nos envías a ser constructores de tu Reino, a ser obreros de tu causa, Señor capacítanos, ayúdanos a cumplir la tarea, a no desistir, a no dejarnos llevar por otros proyectos, a ser anuncidores de buenas noticias, de tu Buena Noticia, y porque muchos otros también se unan a esta causa. Amén.

Miércoles 6 de julio de 2011

“UNA SOLA FAMILIA EN CRISTO”

PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 41,55-57; 5-7. 17-24a

“ESTAMOS PAGANDO EL DELITO CONTRA NUESTRO HERMANO”

En aquellos días, llegó el hambre a todo Egipto, y el pueblo reclamaba pan al Faraón; el Faraón decía a los egipcios: "Dirigíos a José y haced lo que él os diga." Cuando el hambre cubrió toda la tierra, José abrió los graneros y repartió raciones a los egipcios, mientras arreciaba el hambre en Egipto. Y de todos los países venían a Egipto a comprarle a José, porque el hambre arreciaba en toda la tierra. Los hijos de Jacob fueron entre otros a comprar grano, pues había hambre en Canaán. José mandaba en el país y distribuía las raciones a todo el mundo. Vinieron, pues, los hermanos de José y se postraron ante él, rostro en tierra. Al ver a sus hermanos, José los reconoció, pero él no se dio a conocer, sino que les habló duramente: "¿De dónde venís?" Contestaron: "De tierra de Canaán, a comprar provisiones." Y los hizo detener durante tres días.
Al tercer día les dijo: "Yo temo a Dios, por eso haréis lo siguiente, y salvaréis la vida: si sois gente honrada, uno de vosotros quedará aquí encarcelado, y los demás irán a llevar víveres a vuestras familias hambrientas; después me traeréis a vuestro hermano menor; así probaréis que habéis dicho la verdad, y no moriréis." Ellos aceptaron, y se decían: "Estamos pagando el delito contra nuestro hermano, cuando le veíamos suplicarnos angustiado y no le hicimos caso; por eso nos sucede esta desgracia." Intervino Rubén: "¿No os lo decía yo: "No pequéis contra el muchacho", y no me hicisteis caso? Ahora nos piden cuentas de su sangre." Ellos no sabían que José les entendía, pues había usado intérprete. Él se retiró y lloró; después volvió a ellos.

REFLEXIÓNJosé, hijo de Jacob, es el hombre que es traicionado por sus hermanos y a la vez se convierte en salvador de sus hermanos; es el hombre que es rechazado por su propia familia, pero luego se convierte en la puerta de salvación para toda esa familia, así como Jesús es el salvador y es la puerta de salvación. Observemos cómo José, siendo la solución para su familia, de alguna manera, aplaza la solución; los hermanos de él llegan a Egipto buscando alimentos, y tal vez la solución sencilla o la solución más inmediata hubiera sido darse a conocer inmediatamente y darles los alimentos. Si él quería ser generoso, como efectivamente quería serlo, ¿por qué aplazó ese momento de reconciliación?
Tal vez porque tiene que ver con la manera cómo Dios también nos trata muchas veces a nosotros. Muchas veces parece que Dios aplaza la solución, un momento de alegría y de encuentro con Él, aplaza algo que estamos necesitando. Sea de una manera consciente o inconsciente, lo que está haciendo José es conduciendo a sus hermanos, a un reconocimiento de lo que han hecho; de su equivocación, a recapacitar en lo que hicieron, no es simplemente que obré mal y Dios me perdonó, y llegó mi recompensa, y mi vida sigue igual.
Lo más importante es volver a Dios, no es si hay mucho trigo o poco trigo, mucho dinero o poco dinero, mucha salud o poca salud; lo más interesante en la vuelta a Dios es la transformación interior de cada uno.
Entendamos entonces que Dios es el Señor del tiempo y Dios maneja el tiempo, Dios gobierna el tiempo, y eso significa que a veces posterga su respuesta, porque en ese aplazamiento quiere que suceda algo dentro de nosotros. Lo más importante no son las cosas que nosotros recibimos o las cosas que nosotros pedimos; lo más importante es lo que sucede en nuestro interior, a medida que Dios nos va conduciendo y nos va cambiando.
Más que las cosas que Dios nos da, lo maravilloso es lo que Él hace con nosotros y las personas que llegamos a ser cuando Él obra en nosotros.

SALMO RESPONSORIAL: 32R: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.


LECTURA DEL EVANGELIOMATEO 10,1-7

“VAYAN Y PROCLAMEN QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA”

Jesús llamó a sus doce discípulos, y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado también Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el que cobraba impuestos para Roma; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón el cananeo, y Judas Iscariote, que después traicionó a Jesús.
Jesús instruye y envía a los apóstoles
Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: "No vayan a las regiones de los paganos ni entren en los pueblos de Samaria; vayan más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
"No lleven oro ni plata ni cobre ni provisiones para el camino. No lleven ropa de repuesto ni sandalias ni bastón, pues el trabajador tiene derecho a su alimento.


REFLEXIÓN:

El capítulo diez de Mateo es considerado como el Discurso Misionero. En el pasaje del llamado al discipulado, los elegidos son doce; lo importante es que esta invitación representa la universalidad del pueblo de Dios, que peregrinará por el reino anunciado por Jesús. Los llamados y enviados tienen que acoger una serie de exigencias que resultan ineludibles en el seguimiento: Luchar por el acontecer de un proyecto alternativo en la realidad humana: el Reino; con un modo peculiar de vida, una vida en comunidad; con actitudes concretas de solidaridad, servicio y caridad; y compartiendo el mismo destino del maestro. Por eso la importancia de sentir el llamado con nombre propio, sintiéndose discípulo, cumpliendo la voluntad de Dios. Todos los que nos sentimos elegidos por Jesús, somos enviados a manifestar que es posible una sociedad diferente en medio de la injusticia y la corrupción; y, más aún, a anunciar a las comunidades humanas, tanto creyentes como no, que nuestra tarea es estar donde se necesita libertad y justicia.

ORACIÓNAquí estoy Señor, pongo ante Tí mi vida con todo lo que soy. Tómala y moldéala según tu Espíritu. Quiero ser un mensajero de tu amor y tu misericordia en medio de mis hermanos. Envíame Señor. Amén

Jueves 7 de julio de 2011

“SOMOS ADMINISTRADORES DE LA CASA ABIERTA DEL SEÑOR”



PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 44,18-21.23b-29,45,1-5




"NO LES PESE HABERME VENDIDO"


Entonces Judá se acercó a José y le dijo:
--Yo le ruego a usted, señor, que me permita decirle algo en secreto. Por favor, no se enoje conmigo, pues usted es como si fuera el mismo faraón. Usted nos preguntó si teníamos padre o algún otro hermano, y nosotros le contestamos que teníamos un padre anciano y un hermano todavía muy joven, que nació cuando nuestro padre ya era anciano. También le dijimos que nuestro padre lo quiere mucho, pues es el único hijo que le queda de la misma madre, porque su otro hermano murió. Entonces usted nos pidió que lo trajéramos, porque quería conocerlo.
Pero usted nos dijo que si él no venía con nosotros, no volvería a recibirnos.
"Cuando regresamos junto a mi padre, le contamos todo lo que usted nos dijo. Entonces nuestro padre nos ordenó: 'Regresen a comprar un poco de trigo'; pero nosotros le dijimos: 'No podemos ir, a menos que nuestro hermano menor vaya con nosotros; porque si él no nos acompaña, no podremos ver a ese señor.' Y mi padre nos dijo: 'Ustedes saben que mi esposa me dio dos hijos; uno de ellos se fue de mi lado, y desde entonces no lo he visto. Estoy seguro de que un animal salvaje lo despedazó. Si se llevan también a mi otro hijo de mi lado, y le pasa algo malo, ustedes tendrán la culpa de que este viejo se muera de tristeza.'
José ya no pudo contenerse delante de todos los que estaban a su servicio, y gritó: "¡Salgan todos de aquí!" Así que ninguno de sus siervos estaba allí con José cuando él se dio a conocer a sus hermanos.
Entonces se puso a llorar tan fuerte que todos los egipcios lo supieron, y la noticia llegó hasta el palacio del faraón. José les dijo a sus hermanos:

--Yo soy José. ¿Vive mi padre todavía?

Ellos estaban tan asustados de estar delante de él, que no podían contestarle. Pero José les dijo:

--Por favor, acérquense a mí.

Cuando ellos se acercaron, él les dijo:

--Yo soy su hermano José, el que ustedes vendieron a Egipto; pero, por favor, no se aflijan ni se enojen con ustedes mismos por haberme vendido, pues Dios me mandó antes que a ustedes para salvar vidas.

REFLEXIÓN

Si hay una escena conmovedora y profética en el libro del Génesis, el primero de la Biblia, es esta escena en que José, el que había sido traicionado y vendido como esclavo, se convierte en salvador de los mismos que lo habían desechado y en bienhechor magnánimo de los que lo insultaron y maltrataron. Pocas páginas en la Biblia entera, salvo las de la pasión del Señor Jesucristo, pueden mostrarnos tan perfectamente lo que significa AMAR, amar de verdad, amar hasta el fondo.

Y es admirable no sólo la exquisita ternura de José, su manera de querer y dejar ver en llanto su amor de hermano; no sólo eso admira, sino especialmente el don que Dios le da de reconocer que había una PLAN detrás de todo aquello. Este hombre maravilloso, verdadero adelanto de la caridad que nos hablará el Nuevo Testamento, no se queda al nivel de las ofensas recibidas sino que eleva su mente al plano de los designios divinos y reconoce que la voluntad de Dios mismo se estaba realizando A TRAVES de las voluntades perversas y miopes de sus hermanos envidiosos. Por ello su alma no es un pozo de amargura sino un manantial de acción de gracias. No destila venganza sino gozo.

SALMO RESPONSORIAL: 104
R. / Recuerden las maravillas que hizo el Señor

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 10,7-15


"AL ENTRAR EN LA CASA, SALUDEN. INVOCANDO LA PAZ"



Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
"No lleven oro ni plata ni cobre ni provisiones para el camino. No lleven ropa de repuesto ni sandalias ni bastón, pues el trabajador tiene derecho a su alimento.
"Cuando lleguen ustedes a un pueblo o aldea, busquen alguna persona de confianza y quédense en su casa hasta que se vayan de allí. Al entrar en la casa, saluden a los que viven en ella. Si la gente de la casa lo merece, su deseo de paz se cumplirá; pero si no lo merece, ustedes nada perderán. Y si no los reciben ni los quieren oir, salgan de la casa o del pueblo y sacúdanse el polvo de los pies. Les aseguro que en el día del juicio el castigo para ese pueblo será peor que para la gente de la región de Sodoma y Gomorra.

REFLEXIÓN
Cristo envía, es decir, pone en la vía, pone en el camino a los suyos. Este es el mensaje del evangelio de hoy. Detengámonos hoy en ese solo hecho, dejando para otra ocasión meditar en el contenido un poco extraño de las radicales consignas que les da al enviarlos.
Cristo pone en camino. La sola palabra indica dinamismo. El evangelio no es algo que yo pueda guardar; lo conservo dándolo; es mi tesoro si lo arriesgo; me alimenta cuando nutre a otros.
Cristo pone en camino. En otro lugar se llamó a sí mismo "camino." Ponernos en camino es ponernos en Cristo, es estar en el puente interminable y sin embargo brevísimo que une el sí del amor divino y el sí de la fe que brota del corazón humano, cuando la gracia lo enciende.
Cristo pone en camino. Y también aguardará a los suyos al final del camino. El Apocalipsis lo llama "Alfa y Omega" porque de él brota y en él se resume toda la obra misionera de la Iglesia. Su sonrisa nos envía; su abrazo nos espera.

ORACIÓN

Hoy te pido Señor la virtud de la humildad. Concédeme ser una persona agradecida contigo y con todos aquellos que procuran mi bien, ser comprensivo con quien no sabe comprenderme y generoso con quien necesite de mi, tener una mente que ame y busque incansablemente la verdar, atersorar bienes en mi corazón para gozar atribuyéndolos en justicia y caridad. Amén.

Viernes 8 de julio de 2011

“NO TEMAS, EL ESPÍRITU SANTO HABLARÁ POR USTEDES ”

PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 46, 1-7.28-30

“YO SOY EL DIOS DE TU PADRE”

En aquellos días, Israel, con todo lo suyo, se puso en camino, llegó a Berseba y allí ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac. Dios le dijo a Israel en una visión de noche: "Jacob, Jacob." Respondió: "Aquí estoy." Dios le dijo: "Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en un pueblo numeroso. Yo bajaré contigo a Egipto, y yo te haré subir; y José te cerrará los ojos."
Al salir Jacob de Berseba, los hijos de Israel hicieron montar a su padre, con los niños y las mujeres, en las carretas que el Faraón había enviado para transportarlos. Tomaron el ganado y las posesiones que habían adquirido en Canaán y emigraron a Egipto Jacob con todos sus descendientes, hijos y nietos, hijas y nietas, y todos los descendientes los llevó consigo a Egipto. Jacob despachó por delante a Judá, a visitar a José y a preparar el sitio en Gosén. Cuando llegaron a Gosén, José mandó preparar la carroza y se dirigió a Gosén a recibir a su padre. Al verlo, se le echó al cuello y lloró abrazado a él. Israel dijo a José: "Ahora puedo morir, después de haberte visto en persona, que estás vivo."
REFLEXIÓN
Entre consolaciones y desolaciones, Dios nos va educando….Dios ha venido conduciendo la historia a través de las voluntades humanas, para que los israelitas se establezcan en Egipto.
Cuando Abraham salió de Caldea, Dios le dijo: "Te voy a llevar a una tierra, que yo te mostraré" Génesis 12,1 y esa tierra, la tierra prometida, era la tierra de Canaán, allá se estableció, nació Isaac luego Jacob.



Parecía como que ya se había cumplido la promesa que Dios le había hecho a Abraham; y ya estaba en la tierra prometida. Pero la historia no fue tan sencilla, porque había que salir de esa tierra, ir a Egipto; y es de vuelta de Egipto, cuando Dios hace su gran Alianza con Moisés como instrumento. Dios va guiando la historia, pero aparecen muchas voluntades: La gente que traicionó a José, obró con su propia voluntad, lo hizo perversamente, llevando a José a Egipto. Pero, por encima de esas voluntades de los hombres, Dios está manifestando su voluntad; "Dios escribe derecho en renglones torcidos".
Los renglones torcidos son nuestras voluntades, que muchas veces son egoístas, codiciosas, pueden tener resentimiento, soberbia, pero Dios cambia la historia y por encima de estas voluntades, está su voluntad. Es maravilloso ver como este plan de Dios, se cumple a través de José, es ver cómo se cumple a través de las voluntades humanas, que han sido dóciles a la acción de Dios.


Abraham, Isaac y Jacob, Israel alcanzaron a experimentar algo de la tierra prometida, vivieron en ella, la degustaron un tiempo. Esta era una anticipación… Cuantas veces así obra Dios también en nuestra vida. Dios no nos da las cosas de una vez. Dios, como en los grandes banquetes, nos da un aperitivo, una pequeña degustación que nos prepara para luego el gran banquete. Así Dios nos lleva a Canaán, que es la tierra de la consolación, y luego tiene que llevarnos a Egipto, que es la tierra de la desolación. Y entre Canaán y Egipto; nos va llevando y guiando, para que no nos falten fuerzas, Él sabe lo que nos va dando, y sabe cuánto necesitamos. El sabe cuando ya hemos aprendido y estamos preparados para volver a la tierra prometida. .
Suyo es el tiempo, el conoce nuestras necesidades y si lo dejamos, el va distribuyendo lo que cada uno necesita, y nos va educando día a día.

SALMO RESPONSORIAL: 36
R: El Señor es quien salva a los justos.


LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 10,16-23

“LES MANDO COMO OVEJAS ENTRE LOBOS”

"¡Miren! Yo los envío a ustedes como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes, aunque también sencillos como palomas. Tengan cuidado, porque los entregarán a las autoridades, los golpearán en las sinagogas y hasta los presentarán ante gobernadores y reyes por causa mía; así podrán dar testimonio de mí delante de ellos y de los paganos. Pero cuando los entreguen a las autoridades, no se preocupen ustedes por lo que han de decir o cómo han de decirlo, porque cuando les llegue el momento de hablar, Dios les dará las palabras. Pues no serán ustedes quienes hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por ustedes.
"Los hermanos entregarán a la muerte a sus hermanos, y los padres a sus hijos; y los hijos se volverán contra sus padres y los matarán. Todo el mundo los odiará a ustedes por causa mía; pero el que se mantenga firme hasta el fin, se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra; pues les aseguro que el Hijo del hombre vendrá antes que ustedes hayan recorrido todas las ciudades de Israel.

REFLEXIÓN:
El evangelio de Mateo quiere dar un mensaje de resistencia. Por boca de Jesús, Mateo se refiere a la realidad de sufrimiento y contradicciones que viven sus comunidades, signo de lo que le ocurre a toda comunidad que decide radicalmente comprometerse con el Evangelio. La misión tiene una perspectiva no tan alentadora, pero no pierde de vista un horizonte de esperanza, exigiendo del discípulo un equilibrio. El evangelio nos hace caer en la cuenta de una de las características esenciales del discipulado: Tener fe, tener confianza en la misericordia y manifestación de Dios. Pero para construir esa comunidad alternativa en toda dimensión de la vida humana (Reino) es necesario que seamos consecuentes y prudentes. El Evangelio desencadena, hoy como ayer, denuncia, persecución y conflicto, porque desenmascara, crítica y desnuda, el totalitarismo, tanto personal como colectivo existente en la realidad del común, que pretende desalentar los brotes de esperanza activa, de imaginación y conciencia crítica del ser humano en un futuro mejor de posibilidades. Que la evangelización y la labor misionera sean nuestra tarea constante de humanización, liberación y de salvación.
ORACIÓN
Señor queremos caminar hacia la tierra prometida, Señor queremos construir tu Reino, que a pesar de los muchos Egiptos por los que debamos pasar, que a pesar de las muchas desilusiones, persecuciones que tengamos que experimentar, a pesar de un mundo egoísta, que quiere desanimarnos a seguir, Señor que a pesar de todo… Tú seas nuestra fortaleza, nuestro norte, nuestra razón de ser de cada día. Amén

Sábado 9 de julio de 2011

“EL PROFETA OFRECE SU VIDA POR DEFENDER LA JUSTICIA Y LA VERDAD”

PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 49,29-33;50, 15-26a


“DIOS CUIDARÁ DE VOSOTROS Y OS SACARÁ DE ESTA TIERRA”


En aquellos días, Jacob dio las siguientes instrucciones a sus hijos: "Cuando me reúna con los míos, enterradme con mis padres en la cueva del campo de Efrón, el hitita, la cueva del campo de Macpela, frente a Mambré, en Canaán, la que compró Abrahán a Efrón, el hitita, como sepulcro en propiedad. Allí enterraron a Abrahán y Sara, su mujer; allí enterraron a Isaac y a Rebeca, su mujer; allí enterré yo a Lía. El campo y la cueva fueron comprados a los hititas." Cuando Jacob terminó de dar instrucciones a sus hijos, recogió los pies en la cama, expiró y se reunió con los suyos.
Al ver los hermanos de José que había muerto su padre, se dijeron: "A ver si José nos guarda rencor y quiere pagarnos el mal que le hicimos." Y mandaron decirle: "Antes de morir tu padre nos encargó: "Esto diréis a José: Perdona a tus hermanos su crimen y su pecado y el mal que te hicieron". Por tanto, perdona el crimen de los siervos del Dios de tu padre." José, al oírlo, se echó a llorar. Entonces vinieron los hermanos, se echaron al suelo ante él, y le dijeron: "Aquí nos tienes, somos tus siervos." Pero José les respondió: "No tengáis miedo, ¿soy yo acaso Dios? Vosotros intentasteis hacerme mal, pero Dios intentaba hacer bien, para dar vida a un pueblo numeroso, como hoy somos. Por tanto, no temáis; yo os mantendré a vosotros y a vuestros hijos." Y los consoló, hablándoles al corazón.
José vivió en Egipto con la familia de su padre y cumplió ciento diez años; llegó a conocer a los hijos de Efraín, hasta la tercera generación, y también a los hijos de Maquir, hijo de Manasés; los llevó en las rodillas. José dijo a sus hermanos: "Yo voy a morir. Dios cuidará de vosotros y os llevará de esta tierra a la tierra que prometió a Abrahán, Isaac y Jacob." Y los hizo jurar: "Cuando Dios cuide de vosotros, llevaréis mis huesos de aquí." José murió a los ciento diez años de edad.
REFLEXIÓN
Sin el talento y sabiduría de José, que llegó a ser administrador de las riquezas de Egipto, su propia familia habría perecido de hambre. El vino a ser un instrumento de la Providencia de Dios, y gracias a su intervención la promesa hecha a Abraham pudo continuarse en la historia del pueblo elegido que a la sombra de los egipcios vino a crecer de modo asombroso. Llegaron a ser muy numerosos y en esa fecundidad y vitalidad vino a verse como un primer cumplimiento de aquello que Dios había dicho a Abraham, que tendría descendientes como las estrellas del cielo.


Sin embargo, el lugar de la alianza no podía ser Egipto. La tierra que Dios dio a Abraham no fue esa, sino Canaán. Egipto, pues, no podía ser sino una etapa, una larga pero no definitiva parada en el largo peregrinar de la fe del pueblo creado por el poder de Dios.
En el ocaso de su vida, José comprende de modo maravilloso que su vida era parte de ese plan pero que el plan iba más allá, hacia tierras, gentes y tiempos que él ya no alcanzaría a ver. Como un acto de profecía, y también un modo de unirse al destino de la promesa, él no quiere que sus huesos queden en los elegantes pero idolátricos sepulcros egipcios. Sus huesos, imagen su de su última voluntad y de su última posesión, tendrán que seguir peregrinando, porque sólo hay descanso allí donde Dios cumple sus promesas.

SALMO RESPONSORIAL: 104
R: Humildes, busquen al Señor, y vivirá su corazón.


LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 10, 24-33


“NO TEMAN A LOS QUE MATAN EL CUERPO, NO PUEDEN MATAR EL ALMA”


"Ningún discípulo es más que su maestro, y ningún criado es más que su amo. El discípulo debe conformarse con llegar a ser como su maestro, y el criado como su amo. Si al jefe de la casa lo llaman Beelzebú, ¿qué dirán de los de su familia?
Hablar sin temor
"No tengan, pues, miedo de la gente. Porque no hay nada secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse. Lo que les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a la luz del día; y lo que les digo en secreto, grítenlo desde las azoteas de las casas. No tengan miedo de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; teman más bien al que puede hacer perece alma y cuerpo en el infierno.
"¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita. En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno. Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos pajarillos.
Reconocer a Jesucristo delante de los hombres
"Si alguien se declara a mi favor delante de los hombres, yo también me declararé a favor de él delante de mi Padre que está en el cielo; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en el cielo.

REFLEXIÓN:
El pasaje del Evangelio de Mateo nos habla de las implicaciones que trae consigo la misión de predicar el Reino de Dios, que son básicamente la incomprensión y el sufrimiento. Sólo la fe en un Dios amor, que se revela en la adversidad, en las situaciones límites de la vida, puede posibilitarnos superar este temor: El de encontrarnos cara a cara con las dificultades y contradicciones de la vida misionera. En otras palabras, la tarea misionera debe prepararse para tropezar en su camino con una difícil elección; la de compartir el mismo destino de Jesús, ya que una persona o comunidad misionera que no asuma el conflicto, pone en cuestión su credibilidad. Definitivamente, el Reino no puede realizarse sin el desgarramiento propio del corazón humano y sin la denuncia de las estructuras de injusticia y de opresión del mundo de hoy, un mundo que busca la salvación sólo en sí mismo. Sin embargo, el diálogo con el mundo es una de las exigencias misioneras de este Milenio, ya que el Reino de Dios no es otro mundo, sino éste mismo, pero totalmente transformado.


ORACIÓN
Señor, cuando el mundo nos ha vendido la idea de que podemos hacer todo lo que queramos, lo que nuestra débil voluntad busca y desea; es más difícil asumirá la causa del evangelio. Pero tu Señor eres más fuerte y das plenitud a nuestra vida, por eso te entregamos nuevamente nuestra vida para que obres tu voluntad y nos conduzcas por camino que lleva a la verdadera felicidad. Amén

Domingo 10 de julio de 2011

“LA PALABRA DE DIOS EN MEDIO DE LA COMUNIDAD ES SEMILLA FECUNDA”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 55, 10-11


“MI PALABRA, QUE SALE DE MI BOCA, NO VOLVERÁ A MÍ VACÍA”


"Así como la lluvia y la nieve bajan del cielo, y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, y producen la semilla para sembrar y el pan para comer, así también la palabra que sale de mis labios no vuelve a mí sin producir efecto, sino que hace lo que yo quiero y cumple la orden que le doy.


REFLEXIÓN
El libro del profeta Isaías se divide en tres partes: la primera la podemos llamar el libro de la denuncia; la segunda el libro del anuncio y la tercera la consolación. El texto que hoy leemos pertenece a esta última sección del libro y nos da ya una pista para la interpretación del pasaje. Isaías III nos presenta una comparación que subraya el papel fundamental de la palabra de Dios para que se verifique la eficacia de su obra o acción. La palabra de Dios es entonces la lluvia que hace fecundos incluso los terrenos más áridos y duros. Se describe todo el ciclo completo del agua, desde su precipitación como gotas en las nubes, pasando por su acción benéfica en el terreno cultivado, hasta su retorno al cielo, lista para emprender de nuevo su cometido. De igual forma la palabra de Dios, que parte rauda de la boca de Dios, hace fértil el campo cultivado y realiza el cometido para el que fue enviada.


Esta comparación nos ayuda a comprender que la palabra que Dios nos comunica no gira en el vacío, sino que se dirige a los ‘terrenos cultivados’, o sea , a todas las personas que con devoción y cariño preparan su mente y sus afectos para que sea eficaz la palabra que ellos reciben de Dios por medio de los profetas. De este modo la comparación resalta dos elementos muy importantes: la palabra se dirige a los ‘terrenos cultivados’ donde la semilla ya reposa y la palabra retorna a su fuente de origen, pero lo hace dando fruto, fruto abundante.


SALMO RESPONSORIAL: 64
R: La semilla cayó en tierra buena y dio fruto.


SEGUNDA LECTURA
ROMANOS 8,18-23


“LA ESPERANZA DE LA GLORIA”


Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después. La creación espera con gran impaciencia el momento en que se manifieste claramente que somos hijos de Dios. Porque la creación perdió su verdadera finalidad, no por su propia voluntad, sino porque Dios así lo había dispuesto; pero le quedaba siempre la esperanza de ser liberada de la esclavitud y la destrucción, para alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos que hasta ahora la creación entera se queja y sufre como una mujer con dolores de parto. Y no solo ella sufre, sino también nosotros, que ya tenemos el Espíritu como anticipo de lo que vamos a recibir. Sufrimos profundamente, esperando el momento de ser adoptados como hijos de Dios, con lo cual serán liberados nuestros cuerpos.

REFLEXIÓN
Pablo, en la Carta a los Romanos, nos propone esta misma reflexión, de la primera lectura, la tierra y el terreno: la creación, el terreno fértil que Dios ha dado al ser humano en la historia (Gn 2, 4-25), aguarda con impaciencia la realización de la obra de Cristo en toda la humanidad. La propuesta de Jesús nos abre a la esperanza de un futuro en el que la Humanidad se reconoce en la justicia y en el amor solidario y no en la muerte y la guerra.


LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 13, 1-23


“PARÁBOLA DEL SEMBRADOR”


Aquel mismo día salió Jesús de casa y se sentó a la orilla del lago. Como se reunió mucha gente, Jesús subió a una barca y se sentó, mientras la gente se quedaba en la playa. 3 Entonces se puso a hablarles de muchas cosas por medio de parábolas.
Les dijo: "Un sembrador salió a sembrar. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa semilla brotó pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. Otra parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio buena cosecha; algunas espigas dieron cien granos por semilla, otras sesenta granos, y otras treinta.9 Los que tienen oídos, oigan."
El porqué de las parábolas
Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron por qué hablaba a la gente por medio de parábolas. Jesús les contestó: "A ustedes, Dios les da a conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos no. Pues al que tiene, se le dará más, y tendrá bastante; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Por eso les hablo por medio de parábolas; porque ellos miran, pero no ven; escuchan, pero no oyen ni entienden. Así, en el caso de ellos se cumple lo que dijo el profeta Isaías: 'Por más que escuchen, no entenderán, por más que miren, no verán. Pues la mente de este pueblo está entorpecida, tienen tapados los oídos y han cerrado sus ojos, para no ver ni oir, para no entender ni volverse a mí, para que yo no los sane.'
"Pero dichosos ustedes, porque tienen ojos que ven y oídos que oyen. Les aseguro que muchos profetas y personas justas quisieron ver esto que ustedes ven, y no lo vieron; quisieron oir esto que ustedes oyen, y no lo oyeron.
Jesús explica la parábola del sembrador
"Escuchen, pues, lo que quiere decir la parábola del sembrador: Los que oyen el mensaje del reino y no lo entienden, son como la semilla que cayó en el camino; viene el maligno y les quita el mensaje sembrado en su corazón. La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto, pero como no tienen suficiente raíz, no se mantienen firmes; cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, fallan. La semilla sembrada entre espinos representa a los que oyen el mensaje, pero los negocios de esta vida les preocupan demasiado y el amor por las riquezas los engaña. Todo esto ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto en ellos. Pero la semilla sembrada en buena tierra representa a los que oyen el mensaje y lo entienden y dan una buena cosecha, como las espigas que dieron cien, sesenta o treinta granos por semilla."
REFLEXIÓN:
Empezamos a leer este domingo el evangelio de Mateo en el capítulo 13, este capítulo reúne una serie de siete parábolas, enseñadas por Jesús en diversas circunstancias, en forma e comparaciones sencillas, tomadas de la vida diaria, nos va a ofrecer los aspectos fundamentales de su escuela, la escuela del Maestro, la escuela del Reino de Dios.
La primera parábola de la serie es la ‘parábola del sembrador’, Mateo allí nos complementa esta imagen tan poderosa y sugestiva descrita en la primera lectura, de la Palabra, la semilla, la siembra. En esta parábola los elementos decisivos son la excelente calidad de la semilla y la disposición del terreno. El sembrador lanza una semilla de excelente calidad y lo hace con la generosidad y esperanza de quien ama su campo de cultivo. No ahorra esfuerzo ni semillas; las coloca incluso en lugares en donde no cabría esperar ningún resultado ya que su interés no es conservar sino esperar que esa semilla haga fructificar todos los sectores de su parcela.
El otro elemento decisivo, el terreno, responde de diferente manera según la ‘calidad’ de la tierra. La buena disposición de cada pedazo de la parcela constituye el factor decisivo para el éxito de la empresa. La semilla es buena, pero no siempre el terreno que responde de manera desigual.


La interpretación de la parábola que aparece en la sección siguiente del evangelio, nos da una claves poderosas: La disposición del terreno se refiere a la actitud de las personas. Algunas se dejan cultivar y ofrecen una tierra apta donde la semilla echa raíces profundas. Otras, en cambio, ofrecen terrenos donde la semilla se pierde por exceso de dureza, por descuido, superficialidad o negligencia. Tanto el grupo representado por los buenos terrenos, como el grupo representado por los terrenos no receptivos, hacen parte de la misma parcela. Los dos están en la misma geografía, en la misma historia y en el mismo momento. No hay excusa válida para justificar la falta de acogida y de respuesta.


Esta parábola se refiere a una nuestra realidad, a la realidad de la comunidad cristiana. En la comunidad, representada por la parcela, se encuentran terrenos, personas, con diferentes actitudes y proyectos. No se puede saber de antemano que respuesta va a dar cada quien. Lo único que se sabe es que el sembrador reparte con generosidad su fértil semilla. Sin embargo, en el desarrollo del proceso de cultivo se sabe quién es apto y quién no. Pero no basados en criterios arbitrarios, sino en el fruto que cada quien muestra. Y ‘dar frutos’ tiene un valor muy preciso en la Biblia y se refiere siempre a la respuesta positiva del ser humano al proyecto de Dios. Pero no a cualquier proyecto presentado en nombre de Dios, sino a la propuesta de los profetas que Jesús de Nazaret ha llamado ‘reinado de Dios’. Es decir, una experiencia humana donde sea posible al amor solidario, la libertad para hacer el bien y la justicia responsable.
La parábola del sembrador nos pone en contacto con la profecía consoladora de Isaías. La palabra de Dios actúa en la historia humana, en nuestra historia, en las personas que cultivan el terreno sorprendente del amor solidario, de la escucha atenta del hermano y del servicio generoso y desinteresado al pobre y excluido.

PARA REFLEXIONAR:
Dios ha sembrado su palabra en mi vida. ¿Cómo la he acogido? ¿Según la “Parábola del Sembrador, qué tipo de terreno soy yo?
¿Qué ha pasado con la semilla, se ha secado o esta dando fruto?

ORACIÓN
Señor, Jesús, Maestro maravilloso, te damos gracias porque nos llamas, nos admites en tu escuela y nos instruyes con tu Bendita Palabra. Queremos disponer nuestra vida, para que siembres tu semilla, que esta sea terreno propicio, con buenas raíces, y de frutos abundantes, para que tu Reino se establezca en nuestra realidad. Amén

Lunes 11 de julio de 2011

“LA MISIÓN DEL DISCÍPULO FIEL”

PRIMERA LECTURA
ÉXODO 1, 8-14.22


“LOS OPRIMIERON CON CARGAS Y CONSTRUCCIÓN”


En aquellos días, subió al trono en Egipto un Faraón nuevo, que no había conocido a José, y dijo a su pueblo: "Mirad, el pueblo de Israel está siendo más numeroso y fuerte que nosotros; vamos a vencerlo con astucia, pues si no, cuando se declare la guerra, se aliará con el enemigo, nos atacará, y después se marchará de nuestra tierra."
Así, pues, nombraron capataces que los oprimieran con cargas, en la construcción de las ciudades granero, Pitom y Ramsés. Pero, cuanto más los oprimían, ellos crecían y se propagaban más. Hartos de los israelitas, los egipcios les impusieron trabajos crueles, y les amargaron la vida con dura esclavitud: el trabajo del barro, de los ladrillos, y toda clase de trabajos del campo; les imponían trabajos crueles. Entonces el Faraón ordenó a toda su gente: "Cuando nazca un niño, echadlo al Nilo; si es niña, dejadla con vida."

REFLEXIÓN
Desde hoy, y durante casi tres semanas, haremos lectura del libro del Éxodo, fundamental para entender la historia de la liberación de Israel. Han pasado más de cuatrocientos años desde la historia de José y va a empezar la historia de otro gran personaje escogido por Dios para sacar a su pueblo de la esclavitud y conducirlo a la libertad y a la tierra prometida: Moisés.

El faraón de turno ya no recuerda el invaluable servicio que José presto al imperio en el pasado y, siguiendo sus tendencias egoístas cegado por su sed de poder, se propone reducir a los israelitas por medio de fuertes trabaos. Aún más, no satisfecho con eso, toma una terrible decisión: manda matar a todos los niños varones hebreos recién nacidos.
Los imperios tienen siempre un enemigo declarado, y esta vez son los niños. Los niños son la fuerza de la vida nueva; son el mensaje que saluda al presente desde el futuro. El mundo que pisamos es más de ellos que nuestro, y por eso su sola presencia nos recuerda que nunca seremos demasiado dueños de nada.


El Faraón rechaza, por supuesto, esa idea; sufre con horror la idea de que su imperio cambie la forma que él conoce, que él ha establecido, lo hace por su ambición de poder, de dinero. Quisiera que su voluntad se volviera eterna y que ninguna fuerza nueva cambiara sus planes. Su solución: que los niños mueran. Es la "solución" que repiten muchos faraones e imperios de nuestro tiempo, realidades que se repiten hoy. Pero ante las cuales Dios no permanece indiferente y cuenta con nosotros para que, animados por su Espíritu luchemos contra toda forma de injusticia y maldad.

SALMO RESPONSORIAL: 123
R: Nuestro auxilio es el nombre el Señor.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 10, 34-11,1



“EL QUE SE AFERRE A LA VIDA LA PERDERÁ; QUIEN LA PIERDA POR MÍ LA CONSERVARÁ”


"No crean que yo he venido a traer paz al mundo; no he venido a traer paz, sino guerra. He venido a poner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra; de modo que los enemigos de cada cual serán sus propios parientes.
"El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no merece ser mío; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no merece ser mío; y el que no toma su cruz y me sigue, no merece ser mío. El que trate de salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa mía, la salvará.
Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y anunciar el mensaje en los pueblos de aquella región.

REFLEXIÓN:
El mensaje del evangelio de Mateo apunta a la vida de la comunidad misionera: El discípulo aprende en su propia experiencia que la vivencia de la predicación, testimonio y practica del Reino es contradictoria y depara, querámoslo o no, división personal y colectiva. La primera ruptura es con la familia; en diversos momentos los lazos de sangre se colocarán en contra del anuncio del Reino. Un auténtico seguidor de Jesús necesita hacer renuncias radicales en su vida: Con la riqueza acaparadora; con los lazos familiares alienantes; con ideologías preestablecidas; con los propios intereses, El Señor y su misión deben ser lo más importante. En definitiva, libertad y renuncia a todo aquello que impida que el Reino de Dios sea una realidad. El Reinado de Dios y el Evangelio que lo anuncia es un acontecimiento que transforma todas las estructuras tanto personales, como sociales. Las primeras comunidades cristianas debieron radicalizar las opciones de Jesús. Nosotros hoy, también como comunidad estamos llamados a radicalizar las opciones por la vida, por la dignidad de la persona, por una paz con justicia, por la solidaridad, por un cese real de la violencia, por rechazo a todo tipo de muerte.

Ser cristiano, día a día y minuto a minuto es un tremendo desafío que requiere esfuerzo constante y creciente en la coherencia de la vida y una lucha permanente para la construcción del Reino de Dios por encima de todo.

ORACIÓN
Dios de la libertad, del amor, conocedor de mis necesidades, miedos y anhelos, infúndeme de tu Espíritu para que cuando llegue el momento de la prueba y las renuncias, permanezca firme ante todo, para que tu ocupes el primer lugar en mi vida, para que tu proyecto, tu Reino sea prioridad para mi vida. Amén

Martes 12 de Julio de 2011

“LA FE QUE NOS SALVA Y LIBERA”


PRIMERA LECTURA
ÉXODO 2,1-15

“LO LLAMÓ MOISÉS PORQUE LO HABÍA SACADO DEL AGUA”



Un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de la misma tribu, la cual quedó embarazada y tuvo un hijo. Al ver ella que el niño era hermoso, lo escondió durante tres meses; pero, no pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó un canastillo de junco, le tapó todas las rendijas con asfalto natural y brea, para que no le entrara agua, y luego puso al niño dentro del canastillo y lo dejó entre los juncos a la orilla del río Nilo; además le dijo a una hermana del niño que se quedara a cierta distancia, y que estuviera al tanto de lo que pasara con él.
Más tarde, la hija del faraón bajó a bañarse al río y, mientras sus sirvientas se paseaban por la orilla, vio el canastillo entre los juncos. Entonces mandó a una de sus esclavas que se lo trajera. Al abrir el canastillo y ver que allí dentro había un niño llorando, la hija del faraón sintió compasión de él y dijo:
--Este es un niño hebreo.
Entonces la hermana del niño propuso a la hija del faraón:
--¿Le parece a usted bien que llame a una nodriza hebrea, para que le dé el pecho a este niño?
--Ve por ella --contestó la hija del faraón.
Entonces la muchacha fue por la madre del niño, y la hija del faraón le dijo:
--Toma a este niño y críamelo, y yo te pagaré por tu trabajo.
La madre del niño se lo llevó y lo crió, y ya grande se lo entregó a la hija del faraón, la cual lo adoptó como hijo suyo y lo llamó Moisés, pues dijo:
--Yo lo saqué del agua.
Moisés huye de Egipto
Cuando Moisés era ya hombre, salió un día a visitar a sus hermanos de raza y se dio cuenta de que sus trabajos eran muy duros. De pronto vio que un egipcio estaba golpeando a uno de sus hermanos hebreos. Entonces miró bien a todos lados y, al no ver a nadie por allí, mató al egipcio y lo enterró en la arena. Al día siguiente volvió a salir, y vio que dos hebreos se estaban peleando. Entonces preguntó al que maltrataba al otro:
--¿Por qué golpeas a uno de tu propia raza?
Y aquel hebreo le contestó:
--¿Y quién te ha puesto a ti como jefe y juez entre nosotros? ¿Acaso piensas matarme, como mataste al egipcio?
Al oír esto, Moisés tuvo miedo, pues se dio cuenta de que ya se había descubierto la muerte del egipcio. En efecto, en cuanto el faraón supo que Moisés había dado muerte a un egipcio, lo mandó buscar para matarlo; pero Moisés huyó y se fue a vivir a la región de Madián. Allí se sentó cerca de un pozo.

REFLEXIÓN
Frente a la poderosa fuerza del Faraón, de la cual nos hablaba la palabra en el día de ayer, se alza una fuerza paradójica: un niño nacido de un pueblo de esclavos, que no tiene ningún derecho a vivir porque así lo ordena el faraón, que vivirá gracias precisamente a los que lo habían condenado, del que intentarán hacer un egipcio más, pero que, en definitiva, acabará educándose en la misma casa paterna. Ya adulto, Moisés sale de su instalación en la corte faraónica y descubre la opresión a que están sometidos sus hermanos hebreos. Toma partido a favor del oprimido y, sin pensarlo dos veces, compromete su futuro, orientado según el plan de Dios.
En este relato todo parece provisional y débil, sosteniéndose apenas con alfileres; todo es realmente despreciable según el criterio de los poderosos, absorbidos por sus grandes cosas importantes. Pero es precisamente ahí donde se funda su importancia como invitación a la esperanza: Dios salva, Dios es poderoso, Dios está claramente del lado de los débiles, de los oprimidos, del pueblo que sufre. Como en tiempos de Moisés, también hoy Dios sigue escuchando y respondiendo al clamor de todos aquellos que lo invocan en medio del dolor, de la tristeza, de la desesperación, porque ”El Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos” (Salmo 68). Dios no está sordo; los sordos son todos aquellos hombres o estructuras que siguen esclavizando, explotando, amenazando y matando a sus semejantes.

SALMO RESPONSORIAL: 68
R-/Humildes busquen al Señor y vivirá su corazón


LECTURA DEL EVANGELIO
Mateo 11,20-24


Y TÚ, CAFARNAÚM, ¿PIENSAS ENCUMBRARTE HASTA EL CIELO?



Entonces Jesús comenzó a reprender a los pueblos donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían vuelto a Dios. Decía Jesús: "¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho entre ustedes, ya hace tiempo que se habrían vuelto a Dios, cubiertos de ropas ásperas y ceniza. Pero les digo que en el día del juicio el castigo para ustedes será peor que para la gente de Tiro y Sidón. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás levantado hasta el cielo? ¡Bajarás hasta lo más hondo del abismo! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, esa ciudad habría permanecido hasta el día de hoy. Pero les digo que en el día del juicio el castigo para ti será peor que para la región de Sodoma."

REFLEXIÓN
Nos encontramos con lo que Jesús advirtió a sus discípulos en el texto de ayer “no he venido a traer paz, sino espadas y división”. Este texto está construido teniendo en cuenta los oráculos y lamentaciones de los grandes profetas contra las ciudades pecadoras, y resumen el juicio del Mesías sobre el pueblo que no ha aceptado su mensaje de conversión al Reino de Dios.
Tres de las ciudades que tenían que haber creído en Jesús, porque escuchaban su predicación y veían continuamente sus signos milagrosos, se resisten. Jesús se lamenta de ellas y las compara con otras ciudades con fama de paganas y corruptas y asegura que estas últimas serán mejor tratadas que las que ahora se niegan a reconocer en Jesús al enviado de Dios.
Los que pertenecemos a la Iglesia de Jesús, podemos compararnos a las ciudades frecuentadas por Él, pues somos testigos continuos de su gracia y de su actuación salvadora. Por eso, como más hemos recibido, más tenemos que dar. Somos verdaderamente ricos en gracias de Dios, por la formación, la fe, los sacramentos, la comunidad cristiana.


PARA REFLEXIONAR
¿De verás nos hemos convertido a Jesús, y hemos organizado nuestro proyecto de vida según sus enseñanzas?


ORACIÓN
Reconozco Señor, que no siempre he sido dócil a tu Palabra y que he preferido seguir mi egoísta y torpe parecer. Por eso vengo a Ti para pedirte que me perdones y me des la capacidad de seguirte fielmente, superando día a día mis propias flaquezas. Amén.