jueves, 1 de julio de 2021

Martes 20 de Julio de 2021

 

“CUMPLIR LA VOLUNTAD DE DIOS Y NO LA NUESTRA”

 

PRIMERA LECTURA

ÉXODO 14,21-15,1

 

"Los israelitas entraron en medio del mar a pie enjuto"

 

Moisés extendió su brazo sobre el mar, y el Señor envió un fuerte viento del este que sopló durante toda la noche y partió el mar en dos. Así el Señor convirtió el mar en tierra seca, y por tierra seca lo cruzaron los israelitas, entre dos murallas de agua, una a la derecha y otra a la izquierda. Toda la caballería y los carros del faraón entraron detrás de ellos, y los persiguieron hasta la mitad del mar; pero a la madrugada el Señor miró de tal manera al ejército de los egipcios, desde la columna de fuego y de nube, que provocó un gran desorden entre ellos; descompuso además las ruedas de sus carros, de modo que apenas podían avanzar. Entonces los egipcios dijeron: --Huyamos de los israelitas, pues el Señor pelea a favor de ellos y contra nosotros. Pero el Señor le dijo a Moisés: --Extiende tu brazo sobre el mar, para que el agua regrese y caiga sobre los egipcios, y sobre sus carros y caballería.

 

Moisés extendió su brazo sobre el mar y, al amanecer, el agua volvió a su cauce normal. Cuando los egipcios trataron de huir, se toparon con el mar, y así el Señor los hundió en él. Al volver el agua a su cauce normal, cubrió los carros y la caballería, y todo el ejército que había entrado en el mar para perseguir a los israelitas. Ni un solo soldado del faraón quedó vivo. Sin embargo, los israelitas cruzaron el mar por tierra seca, entre dos murallas de agua, una a la derecha y otra a la izquierda. En aquel día el Señor salvó a los israelitas del poder de los egipcios, y los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios a la orilla del mar. Al ver los israelitas el gran poder que el Señor había desplegado contra Egipto, mostraron reverencia ante el Señor y tuvieron confianza en él y en su siervo Moisés.

 

Entonces Moisés y los israelitas entonaron este canto en honor del Señor:"Cantaré en honor del Señor, que tuvo un triunfo maravilloso al hundir en el mar caballos y jinetes. Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

Este texto trata de explicar que los orígenes de Israel se deben ante todo a la iniciativa divina. Todos los hechos que se consignan, desde el ángel de Yavhé a la vara de Moisés, desde la columna hasta la oración del patriarca, tienden únicamente a poner de relieve esa prioridad de la acción de Dios en la salvación y en la constitución del pueblo. Esta iniciativa de Dios no necesita, sin embargo, revestirse de formas extraordinarias, como la de detener las aguas en masas suspendidas verticalmente, Dios actúa más bien con economía de medios y respetando las leyes de la naturaleza; hay sitios en donde un viento abrasador podía efectivamente hacer transitable un brazo de mar poco profundo.

Cuando leemos este episodio en la noche pascual, deberíamos entender la Pascua se da a un triple nivel: 1) como los judíos, estamos convencidos de que aquel día Dios salvó a Israel; 2) Esa pascua es figura de la segunda, la de Cristo, que pasa a la Nueva Vida de Resucitado a través de la muerte; 3) Recordamos que esa pascua de Jesús nos ha salvado a todos, y que los cristianos, por las aguas del Bautismo, hemos experimentado el paso de las tinieblas a la luz, de la esclavitud a la libertad.

Ya sabemos que ese paso es el inicio del camino; toda la vida estaremos luchando contra el mal, intentando liberarnos de toda esclavitud. Pero en el Bautismo ya nos ha alcanzado el amor de Dios y su gracia liberadora, que no nos abandonarán ya nunca más. Es una convicción que nos debe dar ánimos en todo momento y que debemos saber comunicar a otros, ante las dificultades de la vida.

 

SALMO RESPONSORIAL: ÉXODO 15,8-17

R./ Cantaré al Señor, sublime es su victoria

 

Al soplo de tu nariz,

se amontonaron las aguas,

las corrientes se alzaron como un dique,

las olas se cuajaron en el mar. R

.

Decía el enemigo: "Los perseguiré y alcanzaré,

repartiré el botín, se saciará mi codicia,

empuñaré la espada, los agarrará mi mano." R.

 

Pero sopló tu aliento, y los cubrió el mar,

se hundieron como plomo en las aguas formidables.

Extendiste tu diestra: se los tragó la tierra. R.

 

Introduces a tu pueblo y lo plantas en el monte de tu heredad,

lugar del que hiciste tu trono, Señor;

santuario, Señor, que fundaron tus manos. R.

 

 

 

OREMOS CON EL SALMO

El “cántico de Moisés” comienza resaltando el triunfo de Yahvé sobre los “caballos y caballeros”, y concluye hablando de la perpetuidad de esta victoria, siendo él mismo aquél que reinará.  Este cántico no se limita a la experiencia de la liberación de la persecución de las tropas egipcias, como podríamos esperar por causa de los capítulos anteriores, sino que habla de la compañía de Dios en la peregrinación del pueblo.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 12,46-50

 

"Éstos son mi madre y mis hermanos"

 

Todavía estaba Jesús hablando a la gente, cuando acudieron su madre y sus hermanos, que deseaban hablar con él. Como se quedaron fuera, alguien avisó a Jesús:

--Tu madre y tus hermanos están ahí fuera, y quieren hablar contigo.

Pero él contestó al que le llevó el aviso: --¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?

Entonces, señalando a sus discípulos, dijo:

--Estos son mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Hacer la voluntad de Dios” es el distintivo de identidad del ser familia de Jesús. Los que “escuchan su palabra y la cumplen” se convierten en “madre”, “hermano” y “hermana” de Jesús. María es grande no solo por ser madre de Jesús sino por ser la mejor discípula que cumple su voluntad. Esto significará comulgar con sus palabras y el proyecto del reino, independientemente de las condiciones legales y raciales. El paso de los israelitas que leemos hoy en la primera lectura en medio de las aguas divididas los marcó profundamente y les dio identidad, como familia, como pueblo elegido y fortaleció su razón celebrativa. En toda celebración recordaban aquel momento providencial y se fortalecían como pueblo elegido. Desde la experiencia de la liberación y la alianza, se celebrará que el Dios viviente acompañó a su pueblo, lo constituyó y le dio identidad como pueblo elegido. Dios sigue actuando entre los que más sufren la opresión y esclavitud, ofreciéndoles dignidad, familia y comunidad. Y en nosotros: ¿Cuál será nuestro distintivo como comunidad? ¿Se nota la acción liberadora de Dios?

 ORACIÓN

Señor tú nos haces parte de tu dimensión de amor, que no se limita a un círculo familiar, sino que trasciende a todos los que te hemos recibido; nos haces hermanos y hermanas en el Espíritu. Ayúdanos a conocerte cada vez más a través de tu Palabra, para no ser sectarios y excluyentes, sino, como tú nos enseñaste, ser una comunidad fraterna, donde caben los parentescos biológicos y espirituales. Amén. 

 

“Jesús quiere ser nuestro confidente, consejero, hermano e iluminar cada paso de nuestra vida, a través de una relación de verdadera cercanía”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: