jueves, 1 de julio de 2021

Miércoles 21 de Julio de 2021

 


¿PAN O LIBERTAD?

 

PRIMERA LECTURA

ÉXODO 16,1-5.9-15

 

“Yo haré llover pan del cielo”

Toda la comunidad de Israel partió de Elim y llegó al desierto de Sin, entre Elim y Sinaí, el día quince del segundo mes después de salir de Egipto. La comunidad de los israelitas protestó contra Moisés y Aarón en el desierto, diciendo: "¡Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en Egipto, cuando nos sentábamos junto a la olla de carne y comíamos pan hasta hartarnos! Nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta comunidad." El Señor dijo a Moisés: "Yo haré llover pan del cielo: que el pueblo salga a recoger la ración de cada día; lo pondré a prueba a ver si guarda mi ley o no. El día sexto prepararán lo que hayan recogido, y será el doble de lo que recogen a diario."

Moisés dijo a Aarón: "Di a la comunidad de los israelitas: "Acercaos al Señor, que ha escuchado vuestras murmuraciones."" Mientras Aarón hablaba a la asamblea, ellos se volvieron hacia el desierto y vieron la gloria del Señor que aparecía en una nube. El Señor dijo a Moisés: "He oído las murmuraciones de los israelitas. Diles: "Hacia el crepúsculo comeréis carne, por la mañana os saciaréis de pan; para que sepáis que yo soy el Señor, vuestro Dios."" Por la tarde, una bandada de codornices cubrió todo el campamento; por la mañana, había una capa de rocío alrededor del campamento. Cuando se evaporó la capa de rocío, apareció en la superficie del desierto un polvo fino, parecido a la escarcha. Al verlo, los israelitas se dijeron: "¿Qué es esto?" Pues no sabían lo que era. Moisés les dijo: "Es el pan que el Señor os da de comer." Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

Vemos en esta primera lectura como los israelitas no recorrián el desierto como un camino de liberación sino como un camino de murmuración. Esto es importante tenerlo en cuenta porque nos hace entender que los problemas no se concentraban en una persona --el faraón--, ni en un lugar --Egipto--, ni en un sistema de gobierno --una cierta monarquía--.

El triste resumen es muy distinto: adonde van los humanos va la humanidad; adonde van los humanos, por consiguiente, van sus congojas, sus orgullos, sus codicias, su capacidad de mentir y el doloroso espectáculo de su ingratitud. Pero también es verdad lo contrapuesto: donde van los humanos también puede ir la esperanza, van la posibilidad del heroísmo y de la grandeza, de la santidad y de una generosidad capaz de conmover a sus mismos autores.

La ocasión para esta murmuración de los hebreos es el alimento: en Egipto "nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos". No dicen, sin embargo: "éramos esclavos", porque esa esclavitud que es nuestra continua necesidad de alimentarnos nos puede hacer olvidar que tenemos otras esclavitudes. Pan o libertad: a veces no es fácil escoger. No seamos por eso demasiado duros con aquellos israelitas.

De otro lado, notemos que cuando las cosas salían bien la gente cantaba sobre todo a Yahvé; cuando les salían mal, criticaban a los enviados de Yahvé. Esa es otra enseñanza: es fácil atribuir los bienes a Dios, que está "tan lejos" mientras fustigamos a sus enviados que están "tan cerca".

SALMO RESPONSORIAL: 77

R./ El Señor les dio un trigo celeste.

 

Tentaron a Dios en sus corazones,

pidiendo una comida a su gusto;

hablaron contra Dios: "¿Podrá Dios

preparar una mesa en el desierto?" R.

 

Pero dio orden a las nubes,

abrió las compuertas del cielo:

hizo llover sobre ellos maná,

les dio un trigo celeste. R.

 

Y el hombre comió pan de ángeles,

les mandó provisiones hasta la hartura.

Hizo soplar desde el cielo el levante,

y dirigió con su fuerza el viento sur. R.

 

Hizo llover carne como una polvareda,

y volátiles como arena del mar;

los hizo caer en mitad del campamento,

alrededor de sus tiendas. R.

                       

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 13,1-9

 

“Cayó en tierra buena y dio grano”

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente quedó de pie en la orilla. Les habló mucho rato en parábolas: "Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. El que tenga oídos que oiga." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

 

Jesús nos invita a fortalecer nuestra confianza en Dios aún en medio de las dificultades del camino. No es buena actitud la murmuración, como nos lo recuerda la primera lectura, como tampoco las zarzas, las piedras ante la semilla sembrada. El ideal propuesto por Jesús es la tierra buena y fértil, que representa obediencia y docilidad al proyecto de Dios. Ante la murmuración del pueblo la respuesta de Dios sigue siendo siempre la misma: su amor y providencia dándoles lo que necesitan para el camino: el agua, las codornices y especialmente el pan, “yo haré llover pan del cielo”. Dios siempre se ha mostrado cercano y solidario, los ha escuchado, guiado y liberado no solo de la esclavitud sino de los mismos egipcios que les perseguían y sigue haciendo llover “maná”, “esperanza” y vida en un mundo de muerte y miserias. Nos da su amor providente a todos, sin distinción, desde su corazón solidario, especialmente, con los más pobres. ¿Cuál es nuestra respuesta ante las dificultades, murmuración o confianza y esperanza solidaria?

 

ORACIÓN

Señor tu fidelidad y amor por nosotros es infinita, te pedimos nos perdones  por  tantas veces, que murmuramos  y desconfiamos de ti, de tu providencia,  perdemos la esperanza, nos olvidamos de cuántas veces nos has liberado y dado “pan del cielo”. Te pedimos Señor abras el entendimiento y nos ayudes a creer que la única y  verdadera respuesta a nuestras necesidades, sufrimientos y dificultades la encontramos en ti. Amén.

“La providencia de Dios es una manera de descubrir que Él es el Creador y que solo Él es el Señor”

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