"DESPIDIÉNDOSE Y LIBERÁNDOSE DEL PASADO"
Un mes nuevo y esperamos en fe un tiempo mejor, marcado por esta época que no es fácil de la pandemia y de todas las crisis generadas por esta misma. Quisiera invitarles a reflexionar sobre un texto que me gusta mucho, y que varias veces lo hemos reflexionado y compartido con muchos de ustedes. Y hoy quisiera volverlo a traer, porque quizás esta es una de las riquezas de la Palabra del Señor que cada vez es creadora, novedosa y no deja de sorprendernos. La vida va pasando y tenemos un reto diario de estarnos renovando continuamente, necesitamos seguir moviéndonos a las luz del Espíritu y actualizando nuestra fe a la luz de la Palabra del Señor.
A través del profeta Isaías la voz del Señor y de su Espíritu en el capítulo 43, 18-19 nos dice: “Ahora dice el Señor a su pueblo: Ya no recuerdes más el ayer, no pienses más en las cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en medio del desierto y ríos en la tierra estéril”. La gran invitación del profeta es a no seguir luchando con las heridas, sufrimientos, y fracasos del pasado. No vale la pena seguir trayendo a la memoria lo que ya no fue, lo que nos imposibilita crecer, lo que nos produce tristeza, vacío y dolor, lo que nos paraliza y estanca, es ya el momento de creer, confiar y abandonarnos en el Dios de la vida y entregarle a Él nuestro corazón y dejarlo que el siga actuando, sanando y liberando todas las heridas del pasado que nos paralizan, para que el restablezca todas las relaciones que el egoísmo ha dañado. Este tiempo duro que estamos atravesando es como una nueva oportunidad que el Señor nos da para despedirnos definitivamente y liberarnos de ese pasado de tantos tormentos y angustias. No podemos seguir sufriendo por lo que ya fue, por lo que ya sucedió, por lo que ya no es. Hoy y este nuevo mes es el momento de ubicarnos y concentrarnos en el hoy, en lo que estamos viviendo, haciendo, y en lo que con fe y esperanza queremos proyectar para el mañana. Pero para dejar ese pasado atrás es importante vivir una experiencia fuerte en la espiritualidad de Jesús resucitado a través de la oración, del encuentro diario con la Palabra que es vida y genera vida, y escuela de salud integral.
A veces nuestras heridas son tan grandes que nos exigen una comunión y dialogo psicológico profundo y una intima experiencia con el amor de Dios. Pero también es necesario que cada uno tenga libertad para no seguir buscando y a veces rumiando la situaciones que nos vuelvan a esclavizar y nos quieren mover de nuevo a colocar nuestra mirada en esas ideas tan cerradas y fijas que nos hacen daño. El reto es tratar en esa renovación de nuestra manera de pensar, de no seguir recordando los que nos causo tanto daño, tantas heridas del ayer, es mejor tratar de evitar de hablar de estas cosas del pasado, a veces triste pasado sino vamos a tomar la decisión de querernos liberar definitivamente de esas heridas y de las consecuencias de ese ayer. Ánimo, en Jesús el Señor, por la fuerza de su Espíritu si podemos despedirnos y liberarnos de ese pasado odioso que nos ha hecho tanto daño. Por eso decídete de una vez por hacer de este día y este nuevo mes un presente mejor, y así con toda seguridad ya estarás asegurando un mañana como el que tu quieres y te mereces, un futuro mejor y feliz.
Le pedimos a nuestro Buen Dios, el Dios y Señor del pasado del presente y del mañana que tome nuestras vidas, sane, renueve y libere nuestros corazones y nuestros pensamientos de las heridas y ataduras del pasado. Si este mensaje es útil para nosotros, te proponemos como tarea en este mes, compartirlo con alguien que esta viviendo una atadura con su pasado.
Dios les Bendiga
Roberto Zamudio
PROMESA BÍBLICA DEL MES
“Ya no recuerdes más el ayer, no pienses más en las cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo.Voy a abrir un camino en medio del desierto y ríos en la tierra estéril, dice el Señor”. Isaías 43,18-19
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