“CAMINO SEGURO HACIA EL PADRE”
PRIMERA LECTURA
HECHOS 13,26-33
Leemos la segunda parte del discurso de Pablo en la sinagoga de Antioquía
de Pisidia. El apóstol afronta directamente el problema: a ese Jesús, a quien
Dios ha enviado como el Mesías esperado, el pueblo judío no le ha sabido
reconocer. Más aún, las autoridades de Jerusalén le han llevado a la muerte.
Pero Dios lo resucitó. Pablo se atreve a anunciar claramente “os anunciamos que
la promesa que Dios hizo a nuestro padres, nos la ha cumplido a los hijos
resucitando a Jesús”. Deberíamos seguir el ejemplo de Pablo en nuestra
tarea evangelizadora: él anuncia directamente a Jesús como el Salvador, el Hijo
de Dios, el que da sentido a la vida. A veces nosotros damos rodeos, tal vez
por miedo a que el hombre o el joven de hoy no acepten el mensaje más profundo
que tenemos para él. Es bueno que nos adaptemos a los oyentes, como hacía Pablo
según se tratara de judíos o de paganos, que respetemos la preparación y el
trasfondo cultural y religioso que cada persona tiene.
SALMO RESPONSORIAL: 2
R. / Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.
"Yo mismo he establecido a mi rey
en Sión, mi monte santo."
Voy a proclamar el decreto del Señor;
él me ha dicho:
"Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy." R.
"Pídemelo: te daré en herencia las naciones,
en posesión, los confines de la tierra:
los gobernarás con cetro de hierro,
los quebrarás como jarro de loza." R.
Y ahora, reyes, sed sensatos;
escarmentad, los que regís la tierra:
servid al Señor con temor,
rendidle homenaje temblando. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este es un salmo mesiánico. Dios escogió a David y a sus descendientes y
les prometió bienestar y perpetuidad. Por eso a través del tiempo las miradas
se volvieron al futuro y se concentraron en la esperanza del Mesías. El Nuevo
Testamento aplica ese salmo a Cristo, ve en su persona y en su obra salvadora
la plena perfecta realización de las promesas hechas al rey David.
LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 14,1-6
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Que no tiemble vuestro
corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas
estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando
vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo,
estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino." Tomás le
dice: "Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?"
Jesús le responde: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al
Padre, sino por mí." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La expresión "no se inquieten" puesta en labios de Jesús pone
de manifiesto la situación de competencia que vivían las primeras comunidades
cristianas. Probablemente había allí un espíritu de competencia y de búsqueda de prestigio. Por eso tiene sentido la promesa
de Jesús de preparar y ofrecer muchas moradas, es decir, habitación para todos
los que sean fieles y perseverantes en el seguimiento. Jesús comunica a sus
discípulos la promesa de estar siempre con ellos. Él regresa para establecer
una comunidad auténtica con todos sus seguidores. Ante la inquietud e
incertidumbre de los suyos Él se manifiesta como camino, verdad y vida. Es
decir, como proyecto, palabra y esperanza para todo el que le sigue sin
desfallecer. El camino exige constancia para poder avanzar, la verdad implica
ser siempre auténtica y la vida es el aliciente para avanzar hacia la casa del
Padre de la mano de Jesús ¿Qué características encierra el seguimiento de
Jesús? ¿Cómo optimizar ese seguimiento en la vida personal y comunitaria? ¿Cómo
solucionar las dificultades del camino?
ORACIÓN
Señor, tu sabes que no es fácil comunicar buenas noticias en el mundo de
hoy, menos en nuestra realidad de hoy, con enfermedades, pandemia, saturado de ruido y plagado de información que
cierra los oídos y el corazón de las personas, volviéndolas hostiles a tu
mensaje. Por favor ayúdanos a ser difusores de tu Buena Noticia, de tu Palabra,
de tu Reino, de tu amor, de tu sanidad, de que contigo hay esperanza,
verdad, vida y contigo podemos hacer camino. Llénanos de tu Espíritu
que nos lleve a alcanzar la paz, el domino propio, la sabiduría
para transmitir tu mensaje, como lo hacían los primeros y primeras
discípulos(as).Amén
“Nuestra misión
es compartir con los demás la fe y la vida, en Jesús resucitado”
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