“ECHAR LAS REDES EN NOMBRE DE JESÚS”
PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 4,1-12
REFLEXIÓN
La manera como se va desarrollando la predicación de los –ahora-
apóstoles, va generando un revuelo en la gente y en la vida de los judíos. Si
el milagro de la curación del paralítico tiene por una parte unas consecuencias
muy buenas para la comunidad de Jesús, porque se convirtieron muchos (cinco
mil), trae por otra, un alto precio, porque Pedro y Juan son detenidos y enviados
a la cárcel por haber dirigido al pueblo el discurso que leíamos ayer. Pero
Pedro -portavoz de los demás apóstoles también ahora, como lo había sido en
vida de Jesús- no se calla; aprovecha la ocasión para dar testimonio del Mesías
delante de las autoridades, como lo había hecho delante del pueblo. Es su
tercer discurso, y siempre dice lo mismo: que los judíos mataron a Jesús, pero
Dios le resucitó y así le glorificó y reivindicó, y hay que creer en él, porque
es el único que salva. Si antes eran valientes los apóstoles, ahora,
delante de las autoridades y experimentando ya lo que es la persecución y la
cárcel, aparecen admirablemente decididos y cambiados. El amor que Pedro
había mostrado hacia Cristo en la vida, pero con debilidad y malentendidos,
ahora se ha convertido en una convicción madura y en un entusiasmo valiente que
le llevará a soportar todas las contradicciones y al final la muerte en Roma,
para dar testimonio de aquél a quien había negado delante de la criada.
SALMO RESPONSORIAL: 117
R. / La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia. R.
La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
Éste es el día en que actuó el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo. R.
Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina. R.
OREMOS CON EL SALMO
LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 21,1-14
“Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el
pescado”
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago
de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás
apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos
discípulos suyos. Simón Pedro les dice: "Me voy a pescar." Ellos
contestan: "Vamos también nosotros contigo." Salieron y se
embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando
Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice: "Muchachos, ¿tenéis pescado?" Ellos contestaron:
"No." Él les dice: "Echad la red a la derecha de la barca y
encontraréis." La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la
multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro:
"Es el Señor." Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba
desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron
en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando
la red con los peces.
Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.
Jesús les dice: "Traed de los peces que acabáis de coger." Simón
Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces
grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice: "Vamos, almorzad." Ninguno de los discípulos se
atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se
acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez
que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los
muertos. Palabra del Señor.
Señor podemos alejarnos de muchas maneras de ti e intentar darle sentido a
la vida desde otras direcciones, pero llegará el momento en que
comprenderemos que solo en ti y desde ti la vida tiene sentido y trasciende más
allá de la muerte. Gracias por enseñarnos, que en ti somos verdaderamente
libres. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Santiago Castaño en su cumpleaños. Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: