jueves, 1 de abril de 2021

Sábado 10 de Abril de 2021

 

“DIFICULTADES PARA CREER Y ACOGER”

 

 PRIMERA LECTURA

HECHOS DE LOS APÓSTOLES 4,13-21

 No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído

 En aquellos días, los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas, viendo la seguridad de Pedro y Juan, y notando que eran hombres sin letras ni instrucción, se sorprendieron y descubrieron que habían sido compañeros de Jesús. Pero, viendo junto a ellos al hombre que habían curado, no encontraban respuesta. Les mandaron salir fuera del Sanedrín, y se pusieron a deliberar: "¿Qué vamos a hacer con esta gente? Es evidente que han hecho un milagro: lo sabe todo Jerusalén, y no podemos negarlo; pero, para evitar que se siga divulgando, les prohibiremos que vuelvan a mencionar a nadie ese nombre." Los llamaron y les prohibieron en absoluto predicar y enseñar en nombre de Jesús. Pedro y Juan replicaron: "¿Puede aprobar Dios que os obedezcamos a vosotros en vez de a él? Juzgadlo vosotros. Nosotros no podemos menos de contar lo que hemos visto y oído." Repitiendo la prohibición, los soltaron. No encontraron la manera de castigarlos, porque el pueblo entero daba gloria a Dios por lo sucedido.  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

En la primera lectura de ayer veíamos el enfrentamiento de Pedro con los líderes religiosos judíos, esa escena continúa hoy y el texto nos dice que los apóstoles están delante de las autoridades, después de haber pasado la noche en la cárcel.  Los miembros del Sanedrín no saben qué hacer. No acaban de entender la valentía y aplomo de unas personas incultas que dan testimonio de Jesús a pesar de todas las prohibiciones. Los que se creen sabios no han captado la voluntad de Dios, y los sencillos, sí. Pero de por medio está el milagro que acaban de hacer los apóstoles con el paralítico, que les ha dado credibilidad ante todo el pueblo.  La nueva prohibición se encuentra de nuevo, con la respuesta de Pedro, lúcido y decidido a continuar su testimonio sobre Jesús. Los apóstoles muestran una magnífica libertad interior: los acusados responden acusando al tribunal por no querer entender los planes de Dios y el mesianismo de Jesús.  Nadie les podrá hacer callar a partir de ahora.  Éste es el fin del primer enfrentamiento con las autoridades de Israel. Luego vendrán otros, hasta que se consume la dispersión de los cristianos fuera de Jerusalén.

 

SALMO RESPONSORIAL: 117

R. / Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.

 

Dad gracias al Señor porque es bueno,

porque es eterna su misericordia.

El Señor es mi fuerza y mi energía,

Él es mi salvación.

Escuchad: hay cantos de victoria

en las tiendas de los justos. R.

 

La diestra del Señor es excelsa,

la diestra del Señor es poderosa.

No he de morir, viviré

para contar las hazañas del Señor.

Me castigó, me castigó el Señor,

pero no me entregó a la muerte. R.

 

Abridme las puertas del triunfo,

y entraré para dar gracias al Señor.

Ésta es la puerta del Señor:

los vencedores entraran por ella.

Te doy gracias porque me escuchaste

y fuiste mi salvación. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

El tema del comienzo de este salmo es una alabanza porque Dios es bueno. Aparece un héroe que describe increíbles hazañas, llevadas a cabo por la poderosa diestra de Dios. Emerge también el pueblo que, como un coro, celebra aquellas hazañas. Aparece la dupla poder-amor del Señor protegiendo a sus hijos contra los peligros más fuertes.  

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MARCOS 16,9-15

 

“¡Id al mundo entero y proclamad el evangelio!”

 

Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando. Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron. Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando a una finca. También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no les creyeron. Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Marcos subraya el asunto del escepticismo y la incredulidad de los discípulos ante la noticia de la Resurrección de Jesús.

Pero Jesús no deja de amar a sus apóstoles a pesar de su incredulidad y obstinación. ¡Cuánto les costó creer que Dios es un Dios de vida, más fuerte que la muerte!  

Se reafirma que este acontecimiento no fue de fácil asimilación para la comunidad discipular. Pero la presencia luminosa y amorosa de Jesús resucitado en medio de los discípulos va despertando y provocando en la conciencia profunda de ellos la experiencia del Resucitado. Es claro que la resurrección implica una nueva vida. Solo cuando están reunidos en comunidad pueden percibir el gozo pascual. La misión, el envío, es la ratificación de la vida resucitada del Señor Jesús. Tampoco para nosotros es fácil comprender con el corazón que Jesús es el vencedor de la muerte, de la injusticia, de la violencia y el pecado. Es en la comunidad, mediante la asidua meditación de la Palabra y compartiendo la comunión como podemos decir que él vive y sentirnos enviados a anunciar la buena noticia por todas partes.

Esa es la fe y la esperanza que tenemos y que en el anuncio de la Buena Noticia de Jesús, Él siembra en nuestros corazones. No hay lugar para el pesimismo. El amor es más fuerte que la muerte. Estamos llamados a la vida eterna y en Jesús tenemos el adelanto de que la alcanzaremos, no por méritos propios sino por pura gratuidad de Dios. Que esta sea nuestra esperanza inquebrantable y la fuente de nuestra alegría. Que sepamos transmitirla a los demás y que nos sostenga en los momentos de dolor. Si Dios ha decidido darnos vida, ¿quién podrá impedírselo?

 ORACIÓN

Señor necesitamos salir al encuentro de las personas, familias, comunidades y pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro contigo, que nos ha llenado de sentido, de verdad, amor y esperanza. Por eso te pedimos urgentemente nos ayudes a recuperar el valor y la decisión de los(as) primeros(as) evangelizadores(as), con convicción y herramientas apropiadas para nuestra realidad. Amén.

 “La incredulidad es uno de los rasgos característicos del discípulo que aún no comprende el verdadero sentido del obrar de Dios en la tierra

 

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